domingo, 14 de octubre de 2012

Toma conciencia de la muerte, Woody

No soy de los que toman ventaja criticando las últimas películas de Woody Allen que si bien me parece irregulares, creo que son proyectos con interés que, mejor o peor acabados, guardan la cara y tiene su mérito casi siempre y una base interesante. No creo que el nivel de exigencia tenga que estar en los años setenta o en sus mejores títulos, que por otro lado,son mis favoritas. Las de ahora son mainstream. Ya no molan. Es como los discos de los grupos que se venden al gran público, dirán lo que quieran pero no. Eso es así. No seré yo el que lo diga de Woody. Porque las películas por si mismas se sostienen. No es justo juzgarlo todo a la vez, el conjunto. Es más que probable que las clásicas fueran mucho peor en taquilla que las de ahora. No es chouvinismo ni que me ciegue mi condición de fan, que lo soy, es que sinceramente creo que si alguna de esas útlimas películas de Woody fuera el debut de otro director sería un comienzo más que prometedor. Y en general, entretienen, a mí me entretienen o me entretenían. A veces es bueno descontextualizar la película de la carrera del director y sus ptras películas. Verlas de modo independiente.

No me aburrían. Hasta "A Roma con amor". Me ha aburrido soberanamente. Hace poco escribía sobre lo que se tarda en hacer la crítica de una película. La versión más corta es así: me aburre. Hay otras opciones: me reí. Me gustó. No me gustó. O simplemente eso: aburrimiento.



Sobre el papel, no. Tenía ganas. Penélope Cruz. Roberto Benigni. Ellen Page. En fin. Pintaba bien. Pero no me sonreí ni una sola vez en los primeros veinte minutos. Después me dormí. La primera sensación sobre las películas europeas más recientes es que si a Woody Allen le ofrece la embajada de San Marino rodar una película allí, no dudaría un momento en trasladar su último guión a ese pequeño país y lo mismo si es en Laponia, en Qatar o en Taiwan. Parece que da igual. Y se aproxima a los escenarios como un turista. Como un turista de Jersey. No hay... Cómo decirlo. No tiene la verdad de algunos programas como Españoles por el Mundo. Es como un nuevo programa: Personajes de Woody Allen por el mundo. Pero no. No me convence en absoluto. Es como que no es necesario que la película sea en Roma, Barcelona o Londres. Es solo o eso parece desde el argumento, un recurso puramente financiero. Y no sé cómo irá el negocio. Pero no es justo negociar con una filmografía tan jugosa que había sido capaz de convertir a Nueva York en personaje activo de sus historias. Es así. Roma no es ni siquiera un personaje secundario, por más que se retrate la Fontana de Trevi con cierta impudicia si pensamos en clásicos como La Dolce Vita.

Podéis ver online la película aquí: http://www.moevideos.net/online/111141
Opinad por vosotros mismos.

¿Qué hay de la muerte, Woody? ¿Qué reflexión podemos esperar del último tránsito es este momentod e tu vida, Woody? ¿Por qué no afrontas la cruda realidad de que cualquiera de estas últimas películas que haces, como si fueras un funcionario de la ONU, de un país a otro, donde pongan los euros o los dólares, podría ser tu ÚLTIMA película, Woody? ¿Por qué no piensas en tu propia muerte, Woody? ¿No te das cuenta que tarde o temprano o más bien temprano se va a hacer muy cuestarriba lo de hacer películas, Woody, y ya no hablo de muerte sino de algo más miserable, una larga enfermedad o una cierta discapacidad? ¿Es posible que te sientas un exilidado cultural porque nadie en Estados Unidos, te pagaría una película, Woody, y buscas fortuna allende fronteras? ¿Por qué no afrontas un reto final, Woody? ¿No crees que es suficiente, Woody? ¿Qué tal una última película realmente novedosa, que sea barata pero sorprendente, que sea un descarnado drama con humor, como en tu mejor veta, o algo con tintes autobiográficos, Woody? ¿Qué tal un proyecto en plan cine independiente y en 3D, Woody? ¿No sería, Woody, un verdadero subidón hacer tu última película en 3D con algún proyecto rompedor tipo El Dormilón o Todo lo que quiso saber sobre el sexo...? ¿Qué tal adaptar el Quijote, Woody? ¿O hacer un inolvidable Romeo y Julieta contigo mismo como Romeo, Woody, un Romeo maduro, de acuerdo, pero para más inquina de los Capuletos? ¿Por qué no filmar tus propias obras de teatro, Woody, en pequeños cuadros y componerlo como una película, con actores de teatro y un presupuesto realmente bajo? ¿Por qué no filmar tu propia muerte, como hacía el emperador Carlos V que ensaya su entierro con los monjes de un convento, Woody? ¿Por qué no algo realmente grande y loco y absurdo y humorístico y genial e inolvidable, Woody? Toma conciencia, un ataque al corazón repentino, una insuficiencia respiratoria, un ataque de ansiedad que pille en mal momento, en fin: ¡Toma conciencia de la muerte, Woody! La tuya propia que no nos arrebate esa gran película que vas a legar a las generaciones futuras para que investiguen en tu maravillosa filmografía. Larga vida a tu cine y cuidate mucho la salud, Woody. No viajes antes y haz esa gran peli del siglo XXI en 3d o como sea. Confío en tí.

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