martes, 31 de diciembre de 2013

Disco de 2013

Me parece más interesante escoger un disco del año que se escuchará más en los años venideros, que elegir el que ha sido más escuchado ese año y claro, hay que poner en relación lo más radiado y la campaña de promo porque lo de Random Access Memories ha sido de décadas pasadas, en mi humilde ciudad, Granada, había anuncios en marquesinas de la salida del álbum de Daft Punk. En fin. Lo flipo. Es como de los 80s o algo así, quizá iba en sintonía con el rollo retro del disco y el revival también publicitario, en soportes vieja escuela. Así que Get Lucky, pues vale. Será la más radiada. Ok. Leí en NME que el grupo con más conciertos en 2013 era Local Natives. Es un dato. Para mí el disco del año es el de Fuzz. Que no tiene mucho secreto porque es el disco de un supergrupo pero me parece un ejercicio revitalizador del rock más básico en la senda en la que lo dejó el grunge en los noventa y el aire renovador de la primera mitad de los dosmiles. pero con espíritu rompedor y una sonoridad clásica por otro lado en los estribillos, vaya frase que me he despachado tan a gusto de critiquillo musicalillo de segunda fila, a veces me apetece lo de hacer crítica recargadísima de adjetivos y pajas mentales con el sonido y las sonoridades, y hacer de futurólogo, con la evolución de los discos, que casi siempre me equivoco o me he equivocado pero vaya, que yo creo que disco de Fuzz de 2013 será muy escuchado y redescubierto cuando pase una temporadita. Veremos. Lo que es seguro que de Daft Punk hemos acabado un pelín saturadetes, que con Casablancas está muy bien el temilla, ok, que el disco guarda el tipo o tiene ese punto audaz revivalero bien traido pues de acuerdo, pero en un tiempo, será como escuchar... No sé. Un leñazo, vaya. Que el disco de los de Ty Segall es densico pero lo mismo le puede entrar bien a un fan de Black Sabbath que darle su vidilla a un seguidor de algo más light power. A destacar, en lo de Fuzz, el cacho de solo de batería a destajo de Loose sutures, más clásico que el aguardiente.

Aquí más info del disco y del grupo:
http://www.intheredrecords.com/pages/FUZZ.html



lunes, 30 de diciembre de 2013

Desobediencia postureil

Os lo resumo:
Me he indignado sin venir a cuento via twitter pero es que he leído a alguien escribir, by Mariscal nosequé enorme imagen y lo veo, y oh, cielos, qué cutre, areyoukiddinme... Ver imagen más abajo. Y no doy crédito al furibundo retuiteo cuando es el meme megavisto de la gaviota "prohibida" de toda la vida con una temblorosa leyenda escrita con Paint, o seguramente con una App del móvil, no se, da igual en realidad, y hala, a volar o a no volar, en este caso... Ahora me siento culpable. Lo de trolear espontáneamente via twitter no me gusta, luego me siento mal, es como... Ande vas, muchacho. Quien te manda. Ande vas, gavilán. Qué ganas con eso, absolutamente nada. En qué jardín te metes, a santo de qué la soflama. No te lleves "enrritaciones", que se oye mucho por aquí. No te "enrrites". Y es verdad. Que a nada conduce. Lo de ponerse basilisco y menos con tranquilos usuarios de twitter que tranquilamente suben sus movidas. Y hala. Ahí vas tú. Con el hacha. A qué conduce. A hacerse el listillo. Es decir, cero. A nada. Ni conduce ni seduce ni se dice si es que no viene a cuento a alguien si está bien o mal dicho lo que buenamente ha considerado soltar y quedarse tan ancha.

Pero es que debo reconocer que me llevan los demonios con cierto peloteo de redes sociales, ¡Guapa! ¡Guapa, tú! ¡Anda que la que habla!, pero vaya, no me refiero a ese tipo de peloteo, que oye, tiene un pase, es más el peloteo del stablishment y bueno, a Mariscal también como que me da un poco de pelusa, le tengo algo de manía y me enferma la tendencia postmoderna de que lo está en internet no lo ha hecho nadie, es free, fotos de este tipo y eso de atribuirse las grandes ideas de otros, por la cara, le escribes una movidilla y hala, Estudio Mariscal, y ancha es Castilla, lo de internet es de todos, siempre que no te bajes copyright protegido de grandes compañías, lo de internet es gratis si no le robas a multinacionales o les dejas de pagar, si es material de un usuario, dale caña, reinterpreta, échale morro, la cultura libre para lo que nos interesa, libre para nosotros ponerle nuestra marca de agua (¿sabéis la cantidad de fotos de la gaviota prohibida que he visto con marcas de agua de webs del tipo funnyphotosdotcom o pics4thepeopledotcom, en fin, con qué morro le pones el sello de tu cutreweb de fotos si no es tuyo???? ¿Se puede tener más morro?) Me alucina eso, en serio. Es para escribir una entrada del blog aparte.


Que una cosa es la cultura copyleft y otra bien distinta, el viejo método de echarle morro a destajo, aprojimarse cuando toque, ponerse en la foto, llevarse laureles y luego citar básicas influencias de lo que otros hicieron antes. Lo de poner una leyenda como que la foto es de tu web sin serlo, directamente me parece falso, fraudulento. ¿Se creen que el resto de usuarios no tenemos Google? ¿que nos creeremos que la han sacado ellos? En fin que como siga, me "enrrito" de verdad, eh. No es el caso de Mariscal, lo de la marca de agua, pero a su manera, también le pega al rollo refritero pero bueno, no pone en una esquina la dirección de la web del estudio, que sería la guinda, aunque vaya, que se apropia la foto con alegría y viene a ser similar, seguro que si alguien hace lo mismo con una foto o con una obra suya, seguro que e lo toma de otra manera y la cultura es menos libre, y las fotos de internet son fotos de internete, pero para cobrar un diseño o reclamar copyright llegado el caso, que me da todo el punto que sería así, pues seguro que pasamos de memes, y no son nada memos para atender al pecunio. Que en realidad ellos la han subido a twitter, o al Facebook no sé, en plan divertimento, como cosa leve, el estudio Mariscal en plan tal, de medio broma, sin mucha ceremonia. Y que me parece sobrevalorado, supongo.  Por eso mi furor. Un buen vendedor de humo. De humo bueno, eh. Pero eso. Me da coraje. Como un poco ejemplo en el ambito del diseño del pelotazo también, ¿no? Del que hace garabatos que valen millones, ese tipo de manía. Que no es nada sana. Y algo tendrá de envidia. Y esos fastos. El diseño. Bla. bla, bla... De una determinada época. Vender el diseño. En fin, no sé, seguro que si luego leo esto, y pienso que soy un estúpido. Lo pienso a menudo. No solo de lo que escribo aquí. Siempre me veo que hace años estaba atontado, como si ahora estuviese muy despierto. A ver, puntualizo. Que no es que Mariscal me caiga mal, de hecho, me parece un cachondo. Me cae bien. No me gusta o me rechina o me molesta el tratamiento, lo que conlleva, el entorno, los seguidores. A los grupos o solistas musicales que más odio, les he críado la inquina por culpa de sus seguidores. Odie a los seguidores y ya por extensión. A Mariscal y su estudio los odio, bueno odiar es una palabra demasiado rotunda, les tengo manía, por no decir demasiada barbaridad, por ser ese perfecto ejemplo de garabateros que se montan el chiringuitazo haciendo la nini nana, que decía mi abuelo. Pero que me cae bien. Lo repito porque es cierto. Me parece un cachondo mental absoluto. Recuerdo una entrevista. Creo que con Paloma Chamorro. Con Miquel Barceló. La Edad de Oro. Que decían que se iban a Portugal o no sé qué. A hacer cuadros con arena. Y contaba, Mariscal, que se llevaba los bolsillos con arena para después usarla en los lienzos. Decían que iban a llenar de arena las salas de exposiciones de Portugal. Recuerdo algo así. Como en plan travesura divertida y conceptual de turistas raros. Vi el vídeo en YouTube, claro, cuando se emitió tendría siete u ocho años. Se me quedó la anécdota de la arena y aquel impulso creativo, de niño malo de Mariscal. Igual lo vi en la tele, porque lo repusieron. La Edad de Oro. En plan 25 Aniversario. O no sé. Puede que lo viera en la caja tonta. Me gustó la entrevista. Más Mariscal que Barceló, a decir verdad. Creo que el papá de Cobi le ha sacado mucho partido a ese rollo de travieso. Que no es que tenga nada que ver con la anécdota de la gaviota pero vaya, que en la línea, el postureo, ¿sabes? Postureo estudio Mariscal. Y es un meme mortal, además. Súper visto. Súper conocido. En fin. Que me he enervado sin sentido ninguno. También porque es cutre. Con apellido ilustre pero cutre. Y soy defensor de lo cutre, no hay más que leer este blog plagado de erratas, y las canciones, en fin, que defiende el lofi pero a precio de lofi, sin rollo estudio de diseño de élite. Sin la estafa del nombre que vende, vaya. Que vende entre los que compran por el nombre, todo sea dicho. O los que retuitean por el eco glorioso. Por la épica de las palabras huecas. La desobediencia civil no va estar en un meme. No, no va a ser así. No es eso. No es compartir una frase de Churchill, no. Es mejor posicionarse de forma radical en torno al asunto de los lemas de copia pega. La imagen está aquí abajo, tanto hablar de ella. Pues eso.






































Pues cosa buena que me he puesto a tratar de dilucidar por la red el origen de la imagen, no fácil ni lógico y empresa absolutamente estúpida he pensado cuando le daba a la página dos de imágenes en google, pero bueno, buscando imágenes relacionadas, distintos tamaños... Por fecha. En fin, que no. Que no aparecía y de repente: ahí está.
Finlandia.
Flickr.
Tenía que ser Flickr. lo de Finlandia me sorprendió más.
El autor de la imagen es Sameli Kujala. De Finlandia: http://www.flickr.com/photos/sameli/1898511953/in/photostream/



Y, efectivamente, es fake.
¿No es irónico? Que sea mentira. A mí me lo parece. Una doble metáfora o una metáfora gorda con doble fondo. La imagen del gran lema, la inspiradora captura, mira tú que es falsa. Es como que echa por tierra el propio deseo de desobediencia civil de Mariscal, por extensión. Lo vuelve forzado y pueril. Para mí esta búsqueda de imágenes de Google estaba cargada de metáforas y justicia poética.

Como era de esperar, no hay una señal que prohíba las gaviotas en Finlandia.
Ni en Finlandia ni en ningún sitio. Quizá alguna de advertencia, o de peligro. Eso vale. Peligro Gaviotas. De acuerdo. Pero era raro el prohibido, como concepto. ¿Prohibir gaviotas? ¿Qué quieres decir exactamente? Y luego, como imagen ya que te fijas, pues algo falla en parte algo en el color amarillo de la señal, se ven irregularidades y luego, por otra parte, la postura y la composición era muy perfecta, demasiada casualidad, por la postura, la imagen, la sombra,,. Sospechoso, o ¿no? Etc.

Partiendo de la base de que es absurdo, si lo piensas dos veces, prohibir gaviotas.
O sea, que era fake sí o sí.
Si te fijas es un montaje burdo.
Y me refiero a nuestra sociedad actual y sus dinámicas comunicativas.
Feliz año, por todo lo demás.
Y lo dejo ya.
Antes de ponerme a dar vueltas de 360º con la cabeza.

Abajo os dejo la madre del cordero.
Es el previo al montaje con photoshop.
Ojalá lo vea Mariscal.

Aquí la fotografía original de Sameli Kujala, antes de hacer el burdo remix: la "enorme imagen" http://www.flickr.com/photos/sameli/4790208009/in/set-72157600002532186


El jardín de tu vida








































Me ha encantado esta entrada de blog, tiene ese feeling especial del rollo blog. De escribir bajo el influjo del sentimiento, de la emoción. El jardín de Cándido, es genial la explicación, la historia, lo que cuenta y me gustan las fotos, aunque sean amateur. Pero sobre todo, es lo que dice y cómo lo dice. Pongo la foto del Agave porque tengo dos en casa, uno viene de Zahara de los Atunes, viajó en un vaso de plástico desde Cádiz en mi coche, con un dedico de agua. Otro tallo de agave lo cogí en Salobreña pero ese sufrió más el trayecto pues vino en mi bolsillo. Ojalá algún día estén tan grandes y bonicos como el de la foto. Seguro que sí.
http://en-tu-jardin.blogspot.com.es/2011/07/jardin-de-candidoo-el-sueno-de-una-vida.HTML

En otro orden de cosas, ayer vi que se venden agaves en Mijas. A cinco libras. Pensé en acometer un viaje relámpago, ya tenía una excusa para escaparme un fin de semana y de camino, traerme  una parejilla de nuevos bebés a mi modesto jardín. No sé cómo llevarán el invierno, las heladas...etc. Y si me queréis regalar algo en Reyes, pues ya he dado una idea.
Os dejo el enlace, por si os dado curiosidad.
http://www.milanuncios.com/plantas/agaves-76690923.htm

Una piscina entre plantas

Como solución arquitectónica es innegablemente vistosa.
Aunque para evitar el efecto pecera, se puede poner la piscina en el techo. Solucionar con arte lo de la piscina o darle un punto original, cambia la finca. Se puede hacer de un modo natural. Ahorro, ecología y sentido común. Me gusta, me encanta la idea. Piscinas naturales. Agua clara, de modo natural. Me parece una gran idea, porque no es más habitual. Vale para el frío pero con calor, no. ¿Es porque en climas cálidos sería un desastre?

Según lo veo yo, todo son ventajas. Se aprovecha la sombra y el curioso efecto de iluminación con sombras acuáticas, más autentico, más verdad, más natural. Y más sostenible, la palabra mágica. Pero es cierto, todo son ventajas: Menos gasto, en fijos, en químicos. Pasar del cloro, eso me gusta especialmente, sería interesante pensar en valores ecológicos.

Las ranas o el exceso de mosquitos pueden ser la contrapartida.
Ahí lo dejo. Echadle un ojo.
http://www.gartenart.co.uk/Gallery/Formal-pool-designs.aspx

domingo, 29 de diciembre de 2013

Gladiolos más o menos



Así son o más o menos los gladiolos que acabo de transplantar, no es la época más indicada, por lo que he leído por ahí lo propio es plantarlos a comienzos del otoño y no a comienzos del invierno, pero bueno, al trasplantarlos y tratarse de esquejes, si agarran bien en la tierra y parecen duros pues espero que en primavera den flores, es curioso, porque no sé de qué color serán, caso de que florezcan y he sembrado una hilera por el estilo, más junto a decir verdad, tengo la manía de juntar demasiado las plantas, lo reconozco, y bueno, son diferentes variedades, gladiolos más o menos, no tengo claro si tienen otro nombre y no tengo claro el color, aún tengo tierra entre las uñas, espero no estar manchando el teclado, soy un idiota.

Julio de La Rosa - Mejor fuera (Los Conciertos de Radio 3, 26-10-2011)


Acabo de ver el vídeo y me ha encantado

sábado, 28 de diciembre de 2013

Pintar el salón en cuatro colores

El caso es que me había puesto a hacer tareas domésticas: lavadora a medio tender, y claro, me he acordado, del blog y que llevaba un par de días sin escribir nada. En el jardín he plantado un aloe vera que me encontré en un arriate tirado, es enorme. Está un poco seco, pero no tengo duda, va a sobrevivir. Es enorme. Y tengo un par de matas que plantar. Aparte de quitar mala hierba, que es mi historia interminable. Mi guerra contra la mala hierba. Cuando tengo mucho pendiente, nada como enumerar en el blog. Al final dices, diez minutos escribo. Acaban siendo dos horas. Y escribir mal, ya me entiendes. Frases cortas, a tirones. Lo del blog, ya sabéis. En dos minutos o en diez. Han pasado tres desde la primera frase. Las pulsaciones no están mal, en el teclado al menos.

Voy a pintar. Ya lo había dicho aquí, ¿no? La idea era, la inicial, como los paneles del estudio de Simpathy for the devil de Godard, o sea, así:



Verde. Naranjita. Beis. Marrón. Se parece también a la portada del disco de Alcohol Jazz, que diría que homenajea en la tonalidad y su evolución al estudio de los Stones, no sé si voluntariamente o no, pero el caso es que se parece (en los vídeos de YouTube, o será mi resolución de pantalla, pero los pantones se ven un poco desnaturalizados). Por ahí van los tiros:


En fin. Voy a volver al jardín, a plantar lo que me queda. He pensado en tirar una espuerta de mala hierba al cubo de la basura. Suelo intentar darle salida por otro lado. Me hice una compostadora experimental con un saco gigante de los de patatas, de 50 kilos, creo. No ha funcionado del todo bien, pero no era mala idea. En cualquier caso la mala hierba me come, no da tiempo a reciclarla, o no con lo que yo me he inventado. Ahora el saco esta lleno y tiene movilidad reducida. Es una jodienda. Y el puto compostaje creo que no me hace popular en el vecindario. A ver. No huele. No es molesto. No es asqueroso, ni nada. Si lo fuera, lo habría descartado. Es poco estético. Quizá, como peor reproche. Pero está en una esquina y pasa desapercibido. Ya he pasado los diez minutos de largo. No he ni empezado a contar lo que quería. He hecho el resumen clásico de lo pendiente.
Los colores. Es que pintar es una movida. Por navidades, en los días libres, no era mala idea. Sobre el papel. Lo de los colores del estudio de los Stones, pues no sé. Son muchos colorcillos. Quizá con tintes. No tengo mucha idea de pintura. Una mano de blanco no estaría mal de todos modos, por la chimenea, el humo ha ido calando lentamente y algunas paredes están ennegrecidas, solo pasando un paño se nota. La gran metáfora que es esta casa de la que os hablo, quería entrar en eso. Me llevaría horas y al final, sería como un diario. Con mis cuitas. Con mis movidas. Pero es una metáfora, a muchos niveles. Y un caos. El fregadero, especialmente. Lo de las lavadoras, regular también. No es interesante, soy consciente. Eso creo. Tengo cosas por plantar. Siempre busco en los jardines, matas cortadas, trozos sueltos, una rama descarriada que pueda replantar. Todas las macetas que tengo en la casa, han nacido así. Me siento orgulloso con eso. Me gustaría saberme los nombres.

Ha salido el sol.
Voy a salir yo también, hala.

martes, 24 de diciembre de 2013

Retransmitir las reuniones de portada

Mientras escribía sobre el formato que han estrenado en común El Mundo y Libertad Digital, se me ha ocurrido una idea innovadora: meter cámaras en las redacciones a modo Gran Hermano y retransmitir las reuniones, por ejemplo, de portada o la de por las mañanas, de contenidos.

No es tan distinto a lo que se ha hecho con algunos programas de radio, a los que se les ha metido una cámara en plano fijo en el estudio y los han convertido en algo emitible.
Por otro lado es una medida que fomenta una total trasparencias en la toma de decisiones de un medio periodístico, y en la toma de posiciones, sobre todo.

Decisiones de todo tipo: Elegir la foto de portada, elegir el tema de portada, elegir la línea en el editorial.... Serían unos debates fascinantes para verlos en streaming. El lector full time del medio que está conectado todo el día a la vez sería testigo en tiempo real de cómo se trabaja con la última hora, incluso se pueden buscar medios de implicarlo en la elaboración del periódico.
Una redacción en streaming.

Se elimina la tramoya. Se ven las cuerdas y los contrapesos que sujetan el decorado.
Periodistas trabajando en streaming, con el ruido de fondo del tecleo y los teléfonos, y el susurro inquietante del teletipo que te cambia en el último momento el orden de las páginas.
Retransmitir el ofico, es otro modo de hacer consciente al lector de lo que supone "hacer" información, de los tiempos, de las garantías, de las fuentes...
Si al leer esto, caso que seas periodista claro o trabajes en un medio en cualquier otro departamento pero tengas relación con este bussiness, decía pues que si al leer esto, sobre todo si eres jefe en una redacción y te has sentido amenazado, coartado en tu intimidad de juntaletras es que algo no estamos haciendo bien... Si los periodistas en el siglo XXI no podemos trabajar a ojos de todo el mundo en un escaparate, es que algo no estamos haciendo bien, porque internet elimina, en cierto modo, la tramoya... Ya no podemos benificiarnos del telón porque todos tienen al mismo tiempo los flashes informativos... la información fluye a otro ritmo.

En fin. Esto son solos ideas que me gusta compartir aquí, sobre todo por si alguien lo lee y me lleva la contraria en sus comentarios.
Ideillas peregrinas pero que a lo mejor sugieren réplicas más provechosas.
Con Dios.  

Responder a los lectores

A veces he sido o soy crítico con Escolar, pero en otros aspectos lleva un par de kilómetros de ventaja. Lo de que te entrevisten tus lectores es un acierto, que puede que en la selección de preguntas pues haya un filtro y se use para autobombo, pues sí, pero aún así, es una forma de hacer autobombo ciertamente ingeniosa.
Ya podían copiarle un Pedro Jota, es un poner. Entrevistado por los usuarios de Orbyt.
En general y en mi humilde opinión, el hallazgo es posibilitar esa vía de comunicación y que sirva no para el ensalzamiento o peloteo, sino para la autocrítica y la confrontación de opiniones diferentes o puntos de vista, me gusta pensar más que es una comparecencia ante el lector que un brindis al sol entre socios y a buscar el aplauso y para casa.
Por eso escribo esto, porque creo que dar la cara ante los destinatarios últimos del producto es arriesgado y valiente, enfrentarse a sus preguntas y responderlas, con vocación de análisis y de reconocer errores, más que para sacar pecho.
En ese sentido la humildad que inculca internet, y que me doy cuenta en general que los periodistas lo tenemos poco presente, que cada vez interesamos menos y nuestros productos ídem, pues creo que pone en una posición diferente al que dirige. Es un detalle. Son matices.
Y por otro lado, tampoco esperéis respuestas rompedoras porque no... Pero el simple hecho de abrir la ventanilla a quejas, ruegos y preguntas es un avance y signo de los tiempos, creo.
http://www.eldiario.es/escolar/Entrevista-socios-eldiarioes_6_210388965.html

PD: Si tenemos en cuenta que son socios, como un diferente y renovado modelo de negocio, pues tiene otro componente económica, de privilegios, de categoría Premium en el tipo de lectores, que se implican con el medio, que participan en cierto modo y tienen un feedback y bueno, supongo o intuyo, que pagan con más alegría su perceptiva cuota.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Tertulia de pago

Con el exceso de opinión, en todos los ámbitos, que vivimos o sufrimos actualmente, lo de inventarse una tertulia de pago no sé si decir que es una genialidad o que apunta a no tener una larga vida.
Me atrevería a decir que es casi temerario, o revolucionario. Al fin y al cabo muchos de los que compran prensa, lo hacen por las columnas, es decir, por las opiniones y no tanto por la última hora, más en el siglo XXI con los titulares derramándose en las tabletas o los móviles.
Pagar por opiniones, en la facultad me enseñaron, hacer mil años por cierto, que era el futuro de los periódicos en papel. Cotizar el análisis, la pluma por descontado pero también la visión, la vuelta de tuerca de una voz propia. Llevar ese rollo fan a la pantalla, es el reto.

Me sorprende por el panorama hiper saturado de tertulias en la TDT y lo poco intricado que está el formato debate en redes, no es el lugar quizá para ello, ¿o puede serlo? Parece, sin duda, un gran reto. Por otro lado, los nombres pesan. Herrero. Que personalmente me parece de lo más lúcido que se puede escuchar. Pedro Jota, que es un titán al nivel de Losantos y Casimiro, que a mí no me gusta, pero es personal. Es un grande también. Pero, ¿se vende eso? ¿Hay mercado para una tertulia de pagi vía internet? ¿Pesa tanto el apellido de los profesionales como para que sus adeptos se rasquen el bolsillo para escuchar cómo contraponer argumentos? Entiendo que limitarán sus apariciones en tertulias de otros medios. Por lo pronto, Cuesta no los invitará a La Marimorena. Y está por ver si Federico sigue en Intereconomía un día a la semana. Porque si lo siguen llevando todo para adelante y a la vez, logran el milagro y los fieles pagan por El Mundo en Libertad, pues sería caso digno de estudio. En este primer envite, repite con insistencia la palabra "producto" Cuesta en la presentación. Un nuevo "producto". Este novedoso "producto". Cuando en términos de... Cómo llamarlo. No sé. Que me parece que es una palabra que se ajusta regular, aunque claro, si lo van a vender y es un nuevo formato y nace de la unión de dos cabeceras con sensibilidades afines y otros márgenes menos conciliables, pues vale, sí, se entiende, ok. Es un producto. Pero... No sé. Es como que está a la mano... Es cómo meter una cámara en una mesa de redacción... Vaya idea acabo de tener. Retransmitir las reuniones de portada. Esto merecería una entrada aparte, de hecho, en cuanto finiquite esta, me pongo. Aparte, ya empezaba a divagar.

La principal motivación ha sido destacar ese carácter innovador y cómo se buscan las vueltas a todas las posibilidades para arañar unos céntimos de modo directo, lo que probablemente sea el único futuro viable para la supervivencia de muchos medios. Verdaderamente considero que una tertulia de pago, tal y como está el patio, es un hito para cualquiera que consiga venderlo y colocarlo. Veremos.
Aquí, el primer debate. Gratuito:
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/12/20/elmundotv/1387545403.html

jueves, 19 de diciembre de 2013

Si sube la luz, nos enganchamos todos a los postes

He escrito esto en Facebook:

Y ¿te imaginas que nos ponemos de acuerdo todos los ciudadanos y nadie paga el próximo recibo de la luz?

Y bueno, ha sido un moderado éxito.
Curiosamente al rato, ha puesto algo muy parecido el cantante y guitarrista de Tachenko y ha tenido un mogollón de me gustas, para los que yo suelo tener habitualmente también ha sido un pepinazo. Me ha contestado en los comentarios "mucho imaginar" y "imagine all the people"...
A lo que he contestado: "no paying electric bills... uh uuuh uuh uh"
En fin. Tonterías, para lo que sirve el Facebook, tú sabes.

Pero.
Ya en serio y sin imaginar nada, sin imaginaciones, siendo claros y espesos como el cocholate, debemos reconocer que pagamos porque queremos, que es una aceptación sumisa, ¿me explico? Que si no quisiéramos, es fácil no pagar... Que quede claro más claro que el agua de manantial de Sierra Nevada, que el pago de la luz se asienta primeramente en la buena voluntad del pagador.
Buena voluntad.
Eso es así, está claro que pagamos porque queremos pagar, es así. Es un acuerdo tácito y se aceptan las condiciones. Engancharse del poste no es tan difícil, si todo el mundo reventase sus contadores o simplemente tirasen un cable y no usaran el cauce habitual, pues listo. Estamos hartos verlo en los poblados de chabolas y no creo que nadie vaya a reclamarles el dinero que no han facturado por estar enganchados del poste fuera una actitud si no masiva, sí muy numerosa, no darían abasto para
Que conste que tenemos un contador porque queremos.
Y no lo manipulamos, aparte de porque es complicado no dejar huella, porque queremos ir de legales. Pero que si nos cogemos a los postes, las eléctricas se lo comen y si es un efecto masivo, no pueden ponerle freno o no de un modo operativo, desde luego, hasta dentro de unos meses que empiecen a no llegar los recibos pagados o el coste sea 0.
Pagamos porque queremos, porque queremos ser legales.
Pero la luz es muy fácil de robar. Muy fácil y muy difícil de controlar.
No es como robarle a alguien en su tienda, no es ni siquiera como robarle el wifi al vecino... No se perjudica a un paisano en concreto. Es una macroempresa. Si empiezan a tener que enfrentarse a miles, digo miles porque si son cientos igual lo atajan en mes y medio, pero si son miles, sí, miles, y I am not a dreamer, and I am not the only one, miles, miles de ciudadanos jodidos, pues miles de apaños, miles de enganches a los postes de la luz, si somos miles los que rompemos la baraja, en este caso los cables, es imposible que nos paren.
Y parece que es el único modo de pararlos.

Quiero decir que, puede parecer ingenua la insumisión tributaria, pero se puede pasar a la práctica.
Y también se puede trazar un plan de acción  en plan soñador.
Se me ha ocurrido. Un escuadrón de súper héroes, electricistas en paro. La Patrulla Chispas. Con sus trajes y sus guantes que no den la corriente y todo su kit. Súper héroes que le hacen el enganche al poste a personas mayores sin recursos, a familias con hijos... Que deshagan entuertos en el cableado eléctrico, que lleven la justicia a los postes de la luz, que consigan que no lleguen más facturas que no pueden pagar y que se los coman las deudas... Y es importante, para terminar de redondear el círculo que sean, curritos de la construcción en paro, preferentemente electricistas, claro. Pero bueno, también hay que sujetar la escalera, ¿no?

Cogerlo ahí, lo dejo en el aire.
La Patrulla Chispas.
El Equipo Cable.
El Comando Eléctrico.
Los Voltio Vengadores.
La Liga de la Luz Justa.
La Alianza rebelde del Poste.

Es el momento de pasar al terreno de las hazañas anónimas, es el tiempo de los HÉROES: ¡HÉROES!

Si sube la luz, nos enganchamos todos a los postes.
Y punto.

Flashes mentales en la microsiesta

Ayer leí o quizá fue anteayer en un blog o no sé dónde una traducción de una letra de una canción o puede que fuera un poema, no lo sé, pero me gustó y me pareció muy inspiradora. Estuve casi dos horas repasando el historial y buscando por todos sitios, en todas las páginas que había visitado y nada, no encontré nada, absolutamente nada.
Pues hoy durante mi microsiesta, me ha vuelto a la cabeza. He recordado claramente la primera frase, no la segunda. Era una frase sencilla, la he recordado perfectamente. Mientras estaba dormido, la he enunciado en sueños.
Ahora no consigo recordarla.
Es un fastidio. Y me ha parecido curioso, quería contároslo.

PD: la microsiesta la recomiendo, es como una intensa fase REM de apenas quince minutos o menos que te deja nuevo. Y que, por ejemplo, te recuerda estas movidillas.
PD2: no creo que recuerdo nunca la frase, qué fastidio, ¿no?

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Sin resultado no hay noticia

Idea para un estudio comparativo: en información deportiva. Número de minutos dedicados a Ricky Rubio en informativos nacionales y en los de Estados Unidos. Sonaría ridículo. El porcentaje. En cadenas nacionales. En España no tiene status de estrella o desde luego no al nivel que está en EE. UU. Es un tema que creo que tiene calado. Que es importante. Focalizar en Ricky Rubio como ejemplo es por la edad, por lo que representa... No es Pau Gasol. No es Rafa Nadal. No está en ese escalafón, el nivel de los que ya se dar por supuesto los éxitos. Que no sorprende. Lo que es muy injusto. En mi humilde opinión, Ricky Rubio está al nivel de Messi o Cristiano. Si se comparasen los minutos dedicados a los futbolistas en los informativos nacionales y se comparase con el número de veces que se nombra a Ricky Rubio, sería un escándalo. En mi opinión, escandaloso.
Nos afecta a todos los niveles esa jerarquía falsa que se aplica a los deportes en España, es más grave de lo que parece. Cuando dicen: Es que es lo que la gente quiere. Me parece más grave aún hacerse fuerte en tener la opinión o la creencia o la intuición de saber lo que la gente quiere. Pues no. Estoy convencido que a Ricky Rubio lo querría más la gente, si lo conociera más gente, el mismo número de gente que recibe noticias o no noticias de Messi o Cristiano, de si se ha tocado el muslo en el entrenamiento o se ha reído o ha puesto mala cara al ser cambiado. No me parece mal que se hable de eso pero que se informe, repito informe porque es información, que se informe fielmente y como se debe de las gestas de un veinteañero que es una auténtica estrella en la NBA, un all star. Que protagoniza anuncios, que ha salido en el New Yorker, que es aire fresco en la liga, que es otro estilo de baloncesto, que recuerda a Magic Johnson... Yo qué sé. Que es importante, realmente, que no es paja, ni vender la moto, que hablamos de un superclase que si nada se tuerce hará historia y no basta con dar los resultados, no es justo. Así debería ser toda la información deportiva. Minnesota 104 - San Antonio 98. Y ya está. Osasuna 0 - Racing 1. Todo lo demás es añadido. Sin resultado, no hay noticia. Una antigua máxima del periodismo deportivo, ya muy en desuso. Ahora es noticia cualquier estupidez, que un bus llega al estadio es noticia. Y no, no me lo trago. No quiero aceptarlo: Eso no es una noticia. Y Ricky Rubio es noticia. Lo es. Es importante. En fin, esta entrada está fatalmente escrita pero creo que lo he dicho y he insistido en ello.
Basta ya de que no sequen el cerebro con las no noticias sobre Messi y Cristiano. Basta ya.

PD: a veces el blog me pilla cansado de verdad, no me lo tengáis en cuenta, hago lo que puedo y puedo poco, para qué vamos a engañarnos y no se merece el gran Ricky mi chungadefensa de su persona, ok, pero bueno, ahí queda, ya digo estoy cansado me duele la espalda, en fin, esto es un blog personal, ya sabéis, mi excusa favorita, de modo que no admito quejas ni reclamaciones, aunque acepto de buen grado incluso los comentarios ofensivos. Hoy he escuchado al ministro De Guindos hablar de que "en su corazón resuena fuerte el sentir atlético". Se refería al Atlético de Madrid. Y lo he flipado. Que un ministro se pronuncie en estos temas, pues no sé. Se me hace raro. Que es lo más normal del mundo que cada hijo de vecino sea hincha de un equipo pero... No sé. Es como que forma parte del ámbito personal, ¿no? Porque lo peor es que las declaraciones venían al caso de esta noticia que enlazo a continuación:
http://www.futbolprimera.es/2013/10/10/la-comision-europea-investiga-los-equipos-de-la-liga-BBVA


PD2: Esto lo escribo al día siguiente.
Alucino con la respuesta del ministro Cañete. Flipo. Flipo. Flipo:
http://ecodiario.eleconomista.es/interstitial/volver/Nuezoct13/politica/noticias/5407067/12/13/Canete-cree-que-Bruselas-investiga-el-futbol-espanol-por-la-presion-de-quienes-no-ganan.html

martes, 17 de diciembre de 2013

Difusión para Arteseros




PD: Así estamos. Esto es lo que hay. Cada que vez que Arteseros dice "...los ahorros de Teresa" se me parte el alma. Es duro ver esto, sobre todo si te dedicas a esto y como quien dice, eres polluelo. Me parece poético o metafórico que sea una persona que tiene un gran archivo con grandes momentos y bueno, no sé, con ese componente de, no sé, trascendencia. España en la desmemoria, jugando un poco con las palabras. La desmemoria de los vencedores, nada que ver con el olvido terapéutico de los vencidos. No poder pagarte la memoria. Tener o haber tenido memoria por encima de tus posibilidades. Bueno, no sé. Estoy divagando. Pero me parece una intensa metáfora que en una España desahuciada, un periodista que se ha dedicado a hacer memoria, esté a un tris de quedarse sin casa. La cuadratura del círculo vicioso. Y si no fuera por Teresa, por los ahorros de Teresa (Arteseros, como idea, en el siguiente vídeo: preséntanos a Teresa, a modo de homenaje y bueno, como resolución a esta intriga inicial como personaje fundamental de la trama pero que no aparece en cámara) pues eso, que lo traigo como duro testimonio de la situación del oficio y como denuncia... Me parece denunciable. Vamos, me parece un escándalo. Me pregunto en que otros sectores podría estar ocurriendo esto. No se me ocurre ninguno. La misma situación de Intereconomía en una cadena de supermercados, en unos grandes almacenes o en una fábrica. Se monta un pitote bueno. A ver, que no sea malentendidas las metáforas con comparaciones nacionales o analogías con memoria, no memoria, crédito, no crédito...Es un drama personal que me merece todo el más sincero respeto. Además, un compañero sin trabajo. Como tantos. Que se ve arruinado, no solo sin lo que le deben, sino con el coste en salud que lleva saldar los tratos ante un juez y por las malas. Todo mi apoyo para Arteseros, y mi respeto para su familia y por supuesto, ánimos porque lo tiene ganado, si la justicia es justa. En fin, a ver si le dan difusión de verdad. Que no sea solo Aparicio de PRnoticias que viene dando la vara con el hashtag #Intereconomianopaga desde antes del verano, que se contagien los otros medios. Por las familias que se ven en la ruina. Por Teresa. Por los ahorros de Teresa.

Un año con cien lunes

¿El peor lunes del año? Sin exagerar. Como mínimo en el top 5 de un 2013 en el que he tenido lunes de todos los colores, incluso los miércoles, lunes cuando no era lunes. Un año lleno de lunes, pues hoy de los cinco peores. Lo metía en el top 3. Me fastidia no permitirme explicar el por qué. El otro día se me ocurrió una frase. No es normal la cantidad de veces que me rompen el corazón con lo vacío que lo tengo. Es muy de quejarse, además estoy sensibilizado.
He visto, lo estoy viendo en realidad mientras escribo esto, el último episodio de la tercera temporada de Homeland y me tiene mal. Mal de verdad. No voy a hacer spoilers de ningún tipo pero con esa serie sufro. Sufro por Carrie Mathison, la protagonista para los que no la vean. Como está en inglés y sin subtítulos pues rebobino a menudo y como está en el ordenador, pues abro el correo, abro el blog y tal que cual. El Saul Berenson tiene un acento cerrado de mil demonios.
No hace el lunes mejor el final de Homeland. Disfruto con la tensión. Me da pena que se acabe.
Entreno el inglés desentrañando palabras, es un fastidio. Más o menos tengo oído pero vaya, mi nivel de inglés está por los suelos. Junto a otras mil cosas. Tengo el suelo lleno de cosas. As usual. Escucho varias veces cada secuencia como si fuera un listening de las clases de inglés. Lo voy pillando. El capítulo me va a durar tres horas. Tengo que hacerme la cena.
El martes empieza a echárseme encima desde ya. Planificar. Mi especialidad. Más que hacer. A decir verdad. La lavadora que nunca pongo sigue siendo ella misma y me mira, con cierto gesto altivo, con la compuerta abierta del tambor como una boca burlona con la lengua fuera y yo suspiro contando el número de camisetas limpias con las que  voy tirando. Ha sido un lunes muy malo, estoy despachado. No creo que la ponga hoy tampoco. No creo que hoy tampoco, podría ser el título de mi biografía. Al no contar por qué, pues se entiende todo esto mal. Mal como me pone Homeland. Un mal nervioso. Un mal morboso. Un mal que te impide alejarte, que te atrapa. Me pasa algo así. En muchos aspectos de mi vida, atrapamientos cotidianos donde se debería divisar un razonable horizonte.
Que mal cuerpo me ha dejado Homeland, eh.
Y no está claro que vaya a haber cuarta temporada o, ¿qué?
A ver. Lo googleo. Como sufre Carrie. La pobre. Qué mal lo paso por ella. De verdad, que sé que es una serie. Y es mentira y eso, pero lo paso mal por ella de verdad. Muy mal.

Pues parece que hay cuarta:
http://www.20minutos.es/noticia/2005941/0/homeland-serie/cuarta-temporada/personajes/
A Brody se le ve jodido:
http://artsbeat.blogs.nytimes.com/2013/12/16/damian-lewis-on-the-season-finale-of-homeland-spoiler-alert/?ref=television
A Carrie, también:
http://www.nytimes.com/2013/12/15/magazine/what-happened-when-claire-danes-met-the-real-cia.html?ref=televisión

Yo mismo estoy realmente hecho trizas y reconozco que no tenía mucha gana de tercera temporada de Homeland pero me ha atrapado como las anteriores. Hacía la mitad la segunda entripota. Y la primera es soberbia al principio, los primeros tres o cuatro capítulos pero después se va haciendo la mar de cansina. Y esta tercera, pues eso. Muy chocante. Muy cañera. Me ha gustado. Todavía ando con la impresión, la verdad.
Y mi lunes muy fatal.
Y la cena, sin hacer.
En realidad tampoco tengo hambre. Hay vacío estomacal. Lo que es hambre, pues tampoco. Ganas de cocinar, menos cero. En invierno la cocina es el Polo Norte y se pisa lo menos posible una vez que oscurece, es lo que hay, dejarlo hecho desde el mediodía es una opción. Poco probable pero opción. En fin, que ahora vuelvo a ver que dicen mis amigos los pingüinos de la cocina.

¡Carrie Mathison!
Como vivo solo, a veces grito: ¡Carrie Mathison!
No sé por qué.¨

¡Carrie Mathison!
Me relaja hacerlo.
Lo de los lunes no lo he contado del todo bien. Lo retomo en breve. Para todos ustedes.

Despedida recordando un adiós

lunes, 16 de diciembre de 2013

domingo, 15 de diciembre de 2013

25 versiones de Waiting for my man | 25 covers of Waiting for my man

Mi canción favorita, probablemente.
http://en.wikipedia.org/wiki/I%27m_Waiting_for_the_Man



1980


¿Qué estará haciendo ahora Macauly Culkin?




Seguro que te lo estabas preguntando.
Pues justo ahora no sabemos, pero el 12 de diciembre, estaba en esto.
On the stage, On the run.
Versiones de Velvet Underground llevadas al terreno de la pizza. Sí, pizza. Referencias a pizza en las letras. Con unos colegas. A tope de power.

Podéis (y debéis) haceros fan aquí:
https://www.facebook.com/pizzaunderground
Podéis escucharlo aquí:
http://thepizzaunderground.bandcamp.com/track/the-pizza-underground-demo
Da cosica.
Alguien estará revolviéndose allá donde esté.
Es amateur.
Y tal pero oye. ¿ a quién no le gusta la pizza?
Pues eso.

Mis últimas 12 fotos






 







 



Puestos a hacer listas

La lista de todo lo que nos haría felices. Hacer listas en general me encanta. De discos y eso, no. O de películas. Me parece un poco ridículo. No me parece real. Nadie escucha discos o ve películas para ponerlas en un ranking. Que es un modo de recuperar títulos que se te puedan haber pasado... Puede ser. Pero creo que se monta un status quo de lo mejor de noséqué que no es real. Que no se ajusta al modo de escuchar música actual. En general estoy en contra de los charts. No sirven para nada. Una vez lo quise comentar en mi programa de radio musical. No tiene sentido esa rivalidad para ser el número 1. En realidad no compiten los artistas. Son los que venden el género los que participan de esa absurda pugna. En tiempos de internet tiene mucho menos sentido.
Pero me gustan otras listas.
Os iba a hablar de eso. Me gustan las listas, de siempre. Y a veces, las listillas.
Se me va el tema. Vamos a lo que vamos. El blog ya sabes que me da pie a que se me vaya, es casi que para lo que está. Y para hacer ejercicio de dedos, mi gimnasio de redacción. En lugar de unas sentadillas, me curro unas líneas.
La lista de lo que hacer antes de cumplir 30.
Antes de cumplir 40.
Eso me parece un tanto estúpido. Nunca he hecho una, de hecho ni quisiera. Y ni siquiera hice la de las cosas que me harían feliz. Es importante tenerlo claro porque lo mismo te metes a hacer algo y con el tiempo te das cuenta que era un yacimiento de infelicidad continua. Pasa. Y claro. De aquellos barros... Y no la he hecho, escribo esto en lugar de dilucidar lo que me llenaría como persona y lo que me haría sentirme realizado. Un poco de rubor da. Con esta edad. Ponerse a eso. Pero oye, según te va llegando, ¿no? ¿Qué vas a hacer?
Mucha gente tiene la secreta creencia que tener hijos les hará feliz.
Y pasa.
Pero es una decisión vital que trae aparejada muchas más cosas, aparte de esa felicidad que transmite los bebés y las monerías y todo el pack. Pasa. Pero a veces, no. Y bueno, eso siempre he pensado que es complicado y que es personal. Cada uno lo vive a su manera.
En lugar de escribir esto y antes de que se fuera el sol, podría haber salido a por madera para la chimenea. Mis paseos a por palos. Me gusta. Haces ejercicio. Ye agachas. Es mi otro gimnasio. Y es práctico. Para ahorrarme electricidad. Me como el humo y luego huelo a humo, aunque me lave el pelo con suavizante. Que no me lo lavo con suavizante. El look estropajo va en mi ADN. El caso. El invierno ahumado. La leña gratis. El fuego es mejor que la televisión.
El fuego. La leña. Esos paseos.
Por ejemplo, una cosa que me hace feliz. Limpias el bosque. Agachas la raspa. Voy con el carrito de ir al supermercado de mi abuela. Que eso me gusta. Meter los palos verticales, como si fueran palos de golf. Cada uno es de su padre y de su madre, pero más o menos se ajustan. En un paseo de una hora, tienes una chimenea de dos. Es una buena matemática y una buena tarea para los domingos, mucho mejor que escribir en el blog. Dónde va a ir a parar.
Toda la pinta que esta entrada se queda en borrador.
Y además, voy al baño.
No pienso releerlo cuando vuelva... A ver.
La lista no la voy a escribir. Eso es lo que quería decir. Bueno, ahora vuelvo. Un segundito.


Más o menos lo tengo claro.
Ya he vuelto. Eran aguas menores. Pero acuciantes.
Estamos.

Hacer una lista de cosas que te harían feliz.
Que estén a la mano. Que dependan de ti. Que te toque la lotería, por ejemplo. Pues no. No depende de ti. Cosas que puedas hacer. Que se puedan incluir en la rutina. Unas clases. Un taller. Un seminario. Unas vacaciones. Un viaje. Ahorrar. Una hucha. Ese tipo de cosas.
Soy de listas. Para otras cosas. Pero de listas de siempre. A ver, me suelo tirar horas para poner por escrito todo lo pendiente. Pendiente. Listas de pendiente. Me encanta y después de ponerlo todo por escrito. Todo lo que debería llevar años hecho, en algunos casos. O lo típico de ... No sé... Arreglar el desván. Limpiar el trastero, movidas de esas y otras en plan. Pasar la ITV. Que es más del día a día pero que se me va quedando pendiente de una semana para otra. Listas de pendiente. Me encantan y me sirven para absolutamente nada. Hago dibujillos. Después de hacer la lista. A lo más importante le pongo ojos. Ojo. Un ojo es ojo. Ojo, que es importante. Dos ojos son alerta. Alerta que tiene fecha. Alerta que se pasa el plazo o lo que sea. Y dos ojos con cejas, cejar apretadas, es movida rayante con alerta fecha y por supuesto, importante. Después de los dos ojos con cejas, pues ya puestos, le acabo de sacar la cara y al final, casi siempre, mi lista de tareas pendientes acaba siendo un monigote. Limpiar la cocina. Poner una lavadora. Es lo típico. Lo de la ITV es dos ojos, cejas y careto chungeante. Mi coche tiene cinco o seis años, no debería salirme caro pero joder, los putos badenes me joden los amortiguadores que da gusto. Esto no venía al caso pero es que me jode. Está inventado el badén inteligente. Lo tiene patentado un tipo de Málaga. No parece que tenga facilidades para comercializarlo pero el badén inteligente existe. Es una realidad. Y aquí, donde yo vivo, estoy rodeado de badenes estúpidos que me joden los amortiguadores porque los paso a 40 en lugar de a 20 y me hacen tener que ponerle un piquín más al montante total de la fastidiosa ITV cada dos años. Mira que me jode. Los badenes estúpidos. Ir a 20 en travesía es demasiado. Residencial, vale. Pero en una travesía, 40 me parece lo bastante prudente, teniendo en cuenta que 50 es el máximo.
Lista de cosas odiosas: badenes estúpidos.
Cuando tenía diarios o agendas, eran agendas más bien, pues acaban siendo un cuaderno de dibujos. A lo que iba haciendo, le ponía OK. Entre los ojos y los OKs pues iban saliendo caretos.
Y con esto de dibujar tus tareas pendientes, una vez pensé que quizá fuera mi proceso. Que era beneficioso a pesar de ser inútil que es algo que me cuesta explicar. Todo me cuesta explicarlo pero eso más. Lo terapéutico de perder el tiempo, lo necesario. No sé si lo es o no. De dejar que pase. Y darte tiempo. Tiempo para hacerlo. Pendiente. El monigote es como el monstruo que llevo dentro, la cara de esa tarea sin hacer, porque casi siempre son caras expresivas y muy feas, porque las cejas apretadas ya condicionan mucho el gesto, claro, y es gesto de Pendiente. De urgente. Y esos monigotes, como si fuera los bichos que crea la ansiedad, pues salen de mí y se quedan encerrados en el papel. Son necesarios para eso. Para echar los bichos. Así le llamábamos a ensayar, con mi primer grupo. Echar los bichos. Era rock. Cañero. Echábamos los bichos dos veces en semana. También creo que ecualizábamos como el culo y el batería reventaba los parches. Y el dolor de oídos era brutal pero nos daba feedback y sobre todo, nos hacía una purificación interna de cualquier stress o ansiedad. Eso lo escribiría en la lista de cosas que me hacen feliz, echar bichos a base de decibelios. Y no tiene nada que ver pero usar bicho como palabra cariñosa es un contrasentido y a la larga, va mal. Ahí lo dejo.
Esto más o menos se ha quedado explicado.
Lo de pintar monigotes. Monigotes pendientes.
Los bichos secretos de la ansiedad. Quizá estos párrafos sean lo mismo. Otro tipo de monstruo, pero el mismo proceso. Puede ser.

Puestos a hacer listas, pasamos de discos, de películas, de actores, de personajes, de líderes mediáticos, políticos y espirituales, y vamos al hueso, a lo principal, a las emociones, a las filias, a las fobias, a los flujos, a lo físico, a lo que nos haga salivar, a lo que nos haga mearnos encima: lista de cosas que nos hacen mearnos encima. Olvídate del mejor concierto que has visto, a quién le importa. Háblanos de tu verdadera urgencia. Si estuvieras encamado en el hospital, no me hablarías del último de Arcade Fire casi con toda seguridad. Si estuvieras agonizando, irías a lo esencial. Vivir como si fuera una agonía para no llevarte sorpresas, no es una gran idea, pero bueno, tampoco es lo que quiero decir. Lo que te hace feliz. Felicidad y definiciones de ella, pereza sin final. Pero cada uno sabe cuando se le ponen los pelitos de punta. La lista de escalofríos. Racionalizarlo todo. Es lo que me pasa. Que pierdo el tiempo con ello. Sacándome monstruos. Alumbrándolos. Alimentándolos como si fuera mi prole. En lugar de cortarles la cabeza. Darles pasaporte. A otra cosa. Muchas veces he pensado que cualquier día quemo este blog y le doy puerta. Así. Borrar. Así. Del tirón. La vida funciona así. De repente algo desaparece. Sin previo aviso. Sin que se quede nada en el recuerdo. Pasa y punto. Es trágico. Está lo trágico y lo miserable. Lo decía Woody Allen. ¿Era en Annie Hall? Lo triste y lo miserable. No lo recuerdo bien si era trágico o era lo triste. Pero hacía esa distinción con la que estoy y siempre he estado plenamente de acuerdo. También había otra frase genial de Manhattan. Pero bueno paso de citas. Odio las citas. Cosas odiosas. Lista de cosas odiosas: los badenes estúpidos, las citas.
Últimamente pienso en la muerte.
En la mía, más concretamente y en la de mis seres queridos. Pensamos poco en la muerte, siempre lo he sostenido. Que ni se enseña a morir, ni a que se mueran los que no queremos que lo hagan. Es una carencia importancia en el mundo occidental. En el oriental parece o dicen que es de otro modo, no tengo la menor idea. Aquí es chungo de aceptar, de entender, de vivir. Es chungo vivir la muerte en Occidente. ¿Capitalismo? Puede ser. Para vender lo de morir pues como que no.
La lista de monigotes pendientes.

Me he perdido.
Sinceramente no tengo ni la menor  idea de adónde iba.
La lista de intenciones pendientes.
Argumentos.
También los dejo en cuarentena. No me parece mal. Es bueno, creo. Porque otras muchas veces escribo como si estuviera estornudando y claro, nadie me dice luego Salud o Jesús.
Achís.

La lista de mejores estornudos de tu vida.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Botas, botos y botines

Amigos, estoy desolado. Por nada en particular y por haberme saltado mi cita con todos ustedes un día aunque esto no sea un diario pero me había propuesto supurar por esta herida abierta con la misma frecuencia del latido. Pero no es un diario. Es una estupidez llevar razón. Y decir: te lo dije. El combo de la muerte es: Te lo dije, llevaba razón. Y a mí me pasa a menudo. Es una condena. La intuición es molesta a veces, sobre todo cuando falla. En lugar de andarme por las ramas, me debería volcarme en escribir poniendo en práctica mis conocimientos, sean los que sean y dando por hecho que existen y se pueden hilar, y un poco de experiencia, un poco de poro, un poco de sudor, un poco de suciedad... Cuando veo series... Paso un poco de las series. Desconfío de los que ven series. Si pone "Seriéfilo" o lgo así en su bio de twitter no es de fiar. Las series se pusieron de moda hace cinco años. Antes, ¿qué hacías? ¿Ver Harry Potter? En fin. Las series existen desde mucho antes, de acuerdo, pero no con ese afán completista de hacerse todas las temporadas y meterse tutes severos de media docena de capítulos. Opino yo. Ensayar la palabrería no me funciona siempre ni con todos los temas. Escribir es un tema recurso. Se vuelve una y otra vez a lo de escribir. Y nunca me lo he planteado como un reloj. Quiero decir. Como un mecanismo. Nunca he escrito mecanismos. No sé si sabría hacerlo. No sé ni si sé divagar y mira que en el blog, lo intento siempre. Lo intento demasiado. O eso me parece a veces. No es que lo leo mucha gente. Pero abierta, sea herida o no lo sea, está. Abierto. Un diario abierto. No es un diario. Un libro abierto. Pues tampoco. No me suelo explicar clarito precisamente. O sí. Vete a saber, qué o quién está al otro lado y qué o quién ve entre líneas. No me representa mi pseudo diario. No me representa. Es posible que hoy me compre unos botines. Una cosa sencilla. Nada trendy. De una fábrica de Elche. Rodri. Botines Rodri. Desde aquí los recomiendo. Son estilosos. Son calentitos. Son baratos. Y son producto español. Botines Rodri. Me gusta el nombre de la empresa. Creo que es Elche. Espero no equivocarme. Si no, es cerca, por la zona... Tampoco está claro. Es marca de zapateria de barrio. Iba a decir zapateria de viejos, como los bares de viejos. A ver qué tal me quedan. Siempre me siento el payaso Charlie cuando me prueba un 45 / 46 pero es mi número. Luego se adaptan a mi pie con forma de chuleta y cede el botín y coge forma. Pero cuando está sacado de la caja, lleva por defecto una horma más frankesteniana. Odio comprar zapatos. Odio comprar ropa. A veces me inspiro y acierto. Las menos de las veces. Casi siempre me arrepimiento. Me queda peor que en el probador. O no me pega. O nunca me convence como para ponerlo. O son compras impulsivas, que también me pasa. La ropa me da bastante igual. Prefiero que sea de segunda mano o regalada. Me gusta que me regalen ropa. Incluso cuando me comprar cosas que jamás me compraría y que me pongo poco, me gusta tenerlas. Como curiosidades. Como souvenires. Y es una forma de ejemplificar en tela cómo te ven los demás. Pues eso. Que lo mismo estreno botines el sábado. Estrenar en fin de semana siempre es mejor, luego parezco un poco Raphael con los botines, según el día. Siempre me han gustado las botas. Cuando estaba en el instituto quería mis botas. Rockers pero moderadas, con punta, estilo botín pero en bota con corte más americano. Y tendría 16 o 17 y en las zapaterías no existía mi concepto. Lo parecido eran botas de motero, rollo Harley Davidson, de punta redondeada, con tachuelas o brillos. Vaya que no, que no eran lo mío. Y bueno. Con la perrera de comprarme las botas, pues me líe la manta a la cabeza y me compre unos botos de Valverde del Camino. Unos botos de Valverde del Camino, auténticos. No imitación. En negro. Y quedaban raros con la caña por dentro del pantalón. Por entonces quería pantalones de pata de elefante o un poco acampanados, y no existían tampoco. Pero iba con mis vaqueros negros, no especialmente ajustados y los botos, casi hasta la rodilla, por debajo de la pernera y más feliz que un gitano en un boda. Oyendo el rechinar de los tacones de los botos. Les puse chinchetas, luego se las quite. Era un exceso. Y en segundo de BUP me sentía más rockero que nadie con mis botos rocieros negros. En fin. Después de la selectividad, me agencié unas Gazelle y ya empezó el rollo indie y los botos no volvieron hasta mucho años después. Los conservo en el armario. Cuando perdí mis primeros botines Rodri, los recuperé alguna noche. Me destrozan las plantas. Es criminal. Espero encontrar mis segundos botines Rodri hoy. Odio probarme zapatos. O zapatillas, o botas, o botines, o botos. Odio en general los probadores Estoy desolado entre otras cosas por eso y por el clásico bajón del fin de semana dedicado a las tareas del hogar. Es un círculo vicioso. Entresemana no tengo tiempo para hacer cosas de la casa y las dejo para el fin de semana, que me deprime hacerlo en mi "tiempo libre" y lo entrecomillo porque ni tengo tiempo nunca o casi nunca, ni soy libre. Los límites están en tu mente, lo he leído hoy en twitter. No es que sea la frase más original del mundo, pero me he sentido muy identificado. Una mente llena de límites la mía, he pensado. Las limitaciones que uno se marca, a veces de forma inconsciente y otras veces, por las espirales en las que nos metemos sin darnos ni cuenta, lo de las tareas de casa por ejemplo. Los fines de semana solo quiero descansar y dormir. Dormir hasta tarde. No es que entresemana madruge muchísimo, me levanto de 8 a 9 y 9 y media algún que otro día, o sea que no es el madrugón de las 7 pero no sé. En fin de semana, tranquilamente a las 12 y media. Por eso lo mismo no me da tiempo a ir a la zapatería, en lo que desayuno y pongo una lavadora. Alerta lista de madre. Hoy me ha venido a la cabeza meterme en el gimnasio. Odio los gimnasios. Odio el olor a gimnasio. Los gimnasios o muchos de ahora con wellness y chorros y todo eso, piscinas y demás, pues huelen a cloro. Y tiene un pase. No creo que sea nada saludable pero es mejor que el olor a sudor en suspensión de los gimnasios de barrio de antaño. Puedo ir. No suele costarme. Me cuesta más fijar la hora. En la época en la que iba con regularidad, iba con un compañero de trabajo. De las 19 en adelante. Y no era un queme. Un poco de cinta. Un poco de bicicleta. Charlábamos. De nada del trabajo. Lo del trabajo se quedaba en la cinta o en donde fuera. Por ahí desfogaba. Solía salir quemadísimo. Y me servía. Es como lo típico que dicen pero es cierto, me servía. Y la hora encajaba. Y nos lo tomábamos con calma, al menos yo. Luego unos largos en la piscina. Un poco de baño de burbujas, chorros, ducha y a las 21 y media, eras otra persona con otros objetivos vítales. A mi la primera cerveza después de todo el proceso, me seguía sabiendo a cloro. Pero me colocaba muchísimo una caña. Sobre todo los días que corría en serio media hora. Y adelgaze como sin darme cuenta. Y hacía mis pocas de pesas. Los brazos se pusieron un poco más fuertes. Conforme lo escribo me da pereza el simple hecho de imaginarme con chándal. Es encontrar la ruta y que te encaje pero ahora me vendía bien. Todo. Adelgazar. Coger un poco de músculo. Sentirme más fresquito y menos decrépito. También como elemento que me complete la agenda entresemana. Para intercambiar fases y relajar un poco la mente. Ir poco a poco quitando límites. En un segundo de emoción me he llegado a imaginar cachas en seis meses para el verano que viene. Mira. No me lo creo ni yo. Tampoco tengo tanto interés, realmente. Pero bueno, me subiría un poco la autoestima que falta me hace. Y tambalea, como la canción de la Mala. Tambalea.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

Sara Carblogero

Telita.
El blog de Sara Carbonero es tope casual, me pongo cacherito.
Me da pelusona su desenvoltura bloguera aunque se le va mal.
En twitter. Que a mí me parece particularmente fatal que se le tire tanto en twitter a ella.
Me sabe mal. No hay ironía. Cierto. Cien por cien. Que a ver... Ella le gana a lo de icono.
Pero aún así, el pim pam pum. Y meterse con ella y cuestionar su valía profesional como periodista deportiva. Hasta un mono podría comentar un partido. De hecho, hay mucho repartido por las tertulias. No, va. Esto ha sido una sobrada. Es un blog personal, tú sabes. No es un blog de Elle. Estamos todos un poco perdidos con el internet, ¿no? En plan en general. El internet. Que le ofrezcan un blog, en plan desenfadado... El título de una canción de Alejandro Sanz. O una estrofa. O una frase. O lo que sea. Pero vaya... Que paguen por eso. El sueño de cualquier blogero, vale. Que estamos de acuerdo pero no sé. Es necesario, ¿de verdad? Es una inversión, ¿no? No sé. ¿están los medios para esas cositas? ¿Salen barato? ¿Es barato para el juego que da? A mí me convence regular, qué queréis que os diga pero vaya que Sara me parece bien, no le tengo manía ni tampoco me cae simpática, me es indiferente, no creo que lo haga mal pero tampoco es que me llegue especialmente. Hablar de Mandela, es lo que tiene. Si hasta Antonio Burgos, en su columna de los domingos de ABC, mezcló al fallecido con las marcas blancas. Las marcas blancas, anota. Menudo giro. Pues a ella se le va por los bebés pues me dirás, lo que tiene más encima, ¿no? En fin, en realidad me he quedado en el Hola y en esos enigmáticos puntos suspensivos.

Y todo ha empezado por esta noticia:
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/vidadigital/2013/12/11/sara-carbonero-reflexiona-sobre-mandela-twitter-vuelve-reirse/00031386752213453424784.htm
El blog, ahí os lo dejo:
http://sara-carbonero.blogs.elle.es/

No veas con Mandela.
Lo carga el diablo.
Mi breve aportación: creo que los fastos a Mandela es que señalen la luna y mirar el dedo. Mandela es el dedo. Por si no me he explicado. Y eso. Un dedo largo y ejemplar como dedo pero la luna es más grande y está más lejos. Ya lo he arreglado. Hala, a descansar. Que ha sido un día completo.
Telita, con el día.
Veremos mañana.

Cómo están las cabezas



Es lo más loco que he visto esta semana. El canal es más loco aún. Visto a través de Estoy Bailando.

Un mes sin ser el que ellos ven

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/ellas/2013/12/11/un-mes-fuera-de-facebook.html

Hablar sobre Facebook me gusta.
Me gusta.
Chas. Es un chiste.

Darle importancia a estar fuera o dentro viene a ser lo mismo, ¿no?
Darle importancia a Facebook, he ahí la cuestión. Es el quid.
¿Estar o no estar? en Facebook es el nuevo ser o no ser.
Y tenemos a una Hamlet voluntaria y apesadumbrada que nos lo cuenta con detalle y ardor en su blog de El Mundo. Y yo lo comento en el mío para todos vosotros, mi peñita buena y reshulona.

Lo de Facebook ha cambiado. Lo de los medios con Facebook ha cambiado muchísimo. Para mal. Eso lo digo yo. Para mal y va a peor. No hace tanto tiempo, en los medios, no se le daba cuartelillo a las páginas de internet. No hace tanto tiempo, yo me acuerdo. Se decía... "En una página de internet..." Caso de que hubiera que citar o apuntar someramente la fuente de una información o más bien, el origen de unas declaraciones. No se decía Facebook. No se decía Twitter. No se decía Blogger. Ni siquiera se decía blog. Era algo mucho más abstracto. Más etéreo. Internet era como cuando dicen Droga. Todo lo mismo. Todo junto. Internet.
A mí me sorprendió que las marcas claudicasen y empezaran a incluir el logo de Facebook o Twitter en una esquinita junto al suyo, como si fueran partner.
Quiero decir, eso no pasaba con el MySpace.
Igual las empresas tampoco tenían página en MySpace pero que entiendo que, de un tiempo a esta parte, un tiempo largo, vale, pues se asume alegremente lo de hacerle publicidad a las dos citadas plataformas... Una publicidad que no se ha hecho a... No sé, a otras webs o plataformas similares. Era la asunción de que todo el mundo tiene o tenía perfil y era normal ponerlo.
Aún así me sigue pareciendo publicidad gratuita.
Que habrá quien me diga que no les hace falta publicidad pero ahí los medios especialmente pero el conjunto de marcas del viejo orden se ha dejado comer un poco la tostada porque es darle bombo a algo que te va a quitar margen como soporte publicitario, caso de los medios o como imagen de marca, o espacio, o notoriedad, en el caso de las marcas, aunque esto último es más discutible.

Antes de que mi madre tuviera perfil en Facebook, pongamos que se lo abrió en 2011 o 2012, antes todo era distinto. Y no digo para mí. Era distinto en Facebook, en 2007, en 2008... Era otra cosa. Para empezar se veían el doble o el triple de fotos de borrachera. Los domingos eran puro voyeurismo de la noche anterior y sus excesos etílicos, o los que no se habían ido a dormir y documentaban su mañaneo. Esto es así. Y cuando aparecen los community managers y mi madre se hace Facebook, pues todo cambia. En general, todo cambia. No hay fotos de borracheras. Mucho menos comentarios fuera de tono. Todo muy medido. Todo muy domado. Unos modos mucho más corteses. Menos espontaneidad. Menos escarnio. Menos entretenimiento. Todo más familiar, más comedido. Más mirado. No sé. No es lo mismo y no es por mí, ni por mi madre. Diría que no es ni por los community managers. Es el foco. Ponerle el foco. Que poco favor nos ha hecho y hablo en términos de oficio, de profesión, para los periodistas. Quiero decir... La gente está a otras cosas. Pendiente de otras cosas. No de los medios, de ninguno. Ni radios, ni televisiones, ni periódicos, ni qué decir de los periódicos... En fin. A ver, esto está plagado de muletillas. Aquí ya escribí de Fallarás. En torno al tema de los desahucios, me he arrepentido muchas veces de meterme en aquel fregao. Teorizar sobre según qué cosas, pues suele ser arriesgado e infructuoso. Aún así, creo que mis impresiones sobre su modo de hacer, sobre su punto de partida al pensar o reflexionar, veo que me valen todavía, al menos en parte. Por esa manera de hacer. Bueno, no es hacer. De darle vueltas a las cosas. Querer extraer de su propia experiencia, una enseñanza moral y un cierto tipo de superiodad moral basada en el convencimiento íntimo de tener un espíritu mejor dotado que el del resto para el hedonismo y el disfrute. Esto es una cosa que intuyo. Un parecer. Que no quiero decir que sea o no sea una persona estupenda y muy amiga de sus amigos y amigas pero que... No sé. A mí me daría un cierto rubor hablar en primera persona, en un medio, a cambio de pecunio y no sé, con ánimo aleccionador por decirlo de algún modo, de lo que me preocupa o lo que me pasa. Es un diario, o se le parece. En fin, es complicado. En el blog, pues vale. No sé si el artículo de Fallarás llega al papel o se queda en el blog, hay como que un cierto ánimo de armar escándalo. Por los títulos de las entradas más leídas. No sé qué de tetas. No sé qué de coño. En fin, soez. No he picado. Ni siquiera el artículo lo he leído entero. Pero pontificar sobre Facebook en base a una experiencia propia... Y soltar sentencias de barras de bar. Pues, no sé. Y me he fijado que muchas veces escribe no sé. No sé. En el blog, en el suyo. Y yo lo escribo mucho en el mío y no me gusta absolutamente nada. Qué queréis que os diga. Lo he pasado mal. Ahora tengo el omoplato cargado como un pequeño armadillo haciéndose bola. Esto lo puedo poner aquí porque es un blog personal. Un mes sin Instagram. A que suena ridículo. Un mes sin Infojobs. Un mes sin Linkdn. En fin. Un mes sin yo. Un mes sin ti. Un mes sin que Cristina sea Cristina. Un mes sin el personaje que Cristina se había montado en las redes y al que tenía que alimentar diariamente a cambio de nada, de nada de pecunio, digo. Y foto va y foto viene. Y no la tenía entre mis amigos, que puedo opinar muy relativamente sobre lo que hiciera o dejara de hacer, esto lo veo extensible a todas y todos, opiniones muy relativas, pues así hay que tomarlo, con cierta relatividad, no solo la red social de turno, todo, todo es todo y todo es bastante relativo o relativo del todo algunas veces. Pues eso.
Un mes sin ser la Cristina Fallarás en red que ha sido hasta hace un mes, es más, ser o no ser lo que quiera que sea pero borrarlo, borrarlo no. Borrarlo es dejar de ser. Es que no recuerden lo que han sido. Quien no ha borrado una foto de 2009 porque era criminal o porque salían pasadito de jarabe de dinamita, en fin, esas cositas que pasaban en 2009 en las redes. Dejar de ser el que fuiste. Borrar tu perfil, no. Igual una foto, vale. Pero borrarlo, pues no lo veo bien. Es como no soportarse.
Y conste que a mí la tal Cristina Fallarás, pues verás.
El destino está en los nombres.
Lo he escrito aquí muchas veces y el de ella pues llama al error, pero bueno, eso es quedarse en nada, son sus formas las que no me entran mucho. El vacío. La apariencia de lo culto.
Usa la palabra culto nosécuántasmilveces en una de las entradas.
Culto. Es una palabra que en la calle no se oye mucho. Ser culto o no ser culto. Y para ella parece que es una movida que lleva como que muy dentro. En fin. En fines. En finísimo que se me está quedando el cerebro, en finas lonchas, a cuenta de querer explicaros estas tonteriillas a las que yo doy categoría de entrada de mi blog. Que esa buena señora haga lo que le venga en gana, a ver si nos entendemos. Que cada uno haga lo que le de la gana. Solo faltaría. Echo de menos 2009 y las fotos con las gente perdiendo los papeles. Eso lo echo de menos si soy sincero y desde que los padres están en Facebook y desde los community managers todo se ha vuelto muy de cartón piedra. Pero por otro lado me niego a denostar algo que nos engancha de ese modo, que nos hace discutir y que nos hace conocer iniciativas muy interesantes. Por ejemplo yo a la Fallarás, más allá de que sonase de antaño o de antaña pues la conocí con Sigue Leyendo, que a mí me pareció un proyecto muy guapo y parece que se les quedo sin gasolina a la primera de cambio y negar que Facebook pone en contacto y hace que localices a amigos de la infancia, compañeros de colegio... No quiere decir que vayas a tener una comunicación fluida con ellos solo por tenerlos como amigos, pero es una vía de contacto y como eso, pues mil ejemplos. Permite el contacto. No creo que amplie el mundo. Hay una actualidad Facebook o twitter y luego está la actualidad del mundo real, como dice Fallarás, como si las redes fueran un espejismo, una ensoñación. Y se olvida que son una herramienta de trabajo. Que son útiles para localizar información, como acceder a otras personas, para contactar, para conocer... Leer. Eso menos. Fallarás lo explica bien, ahí me gusta. En fin, los enlaces están abajo.
Un mes sin mí.
Un mes sin ser yo.
Un mes sin ser el yo que fui.
Un mes sin ser el yo que vosotros conocéis.
O lo otro, la realidad y no el titular engañoso, un mes después de haberme borrado el Facebook. Eso, sí. Y ahí lo dejo.
Os hablo de esto, por cierto. Que lo mismo no lo habéis leído.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/ellas/2013/12/11/un-mes-fuera-de-facebook.html

Que viene de esto, por si queréis ahondar del todo.
http://www.elmundo.es/opinion/2013/11/09/527e70ef0ab740bd188b4572.HTML

pd... No lo había puesto ahora el enlace, pero para que se entienda mejor, lo voy a poner también al principio de la entrada del blog, va a ser un poco caos, que esté antes y después pero como esto es un blog personal y yo pongo las reglas, si las hubiera que no, no las hay, pues eso, pongo dos veces el enlace, arriba y abajo y santas pascuas.

Postureo ser El País

“¿Sueña eldiario con ser el nuevo El País?”
Medita la respuesta en silencio durante unos segundos.
A nosotros nos gustaría ser capaces de hacer un periódico tan bueno como fue El País. O como es El País. Creo que fue mejor de lo que es ahora, aunque sigue siendo un excelente producto."

Leer más:  El empresario que no quería serlo ARTICULOS MUSICA | PlayGround | MUSICA INDEPENDIENTE ALTERNATIVA INTERNACIONAL ONLINE  http://www.playgroundmag.net/musica/articulos-de-musica/entrevistas-musicales/el-empresario-que-no-queria-serlo#ONW594TtaxSSnqg4



En realidad hay fragmentos del discurso muy reaccionarios.
Qué casualidad que no defienda la formación reglada alguien que no completó sus estudios. Curioso. No lo sabía ese dato. En general la entrevista parece un poco... No encuentro el adjetivo.
Me da rollo postureo.
No veo como definirla mejor... Las referencias al atuendo. Todo formas. Poco fondo.
Pero en fin. Es un poco el signo de los tiempos, ¿no? Ser El País. Valiente idea.

martes, 10 de diciembre de 2013

Las tertulias deportivas son un rollo

Ha costado darse cuenta y ha hecho falta que Intereconomía cortase con Pedrerol para que no diéramos cuenta pero es un hecho. Las tertulias deportivas son un peñazo. Desde los tiempos de Estudio Estadio hace millones de años. Lo de comentar el deporte es aburrido en general por más que, intencionada, denodada e interesadamente, nos lo metan a todas horas por lo ojos. Y lo de Punto Pelota era divertido por la espontaneidad, por la frescura, por el humor... No era una tertulia deportiva. Ves Tiki Taka. Ves el nuevo Punto Pelota. Un plomo. Insoportable. Opinadores encantados de conocerse. Porque sin la música de tensión, sin los personajes que hacen de personaje y dan sus exclusivas y los piques personales y ese ambiente temerario de que cualquier cosa puede ocurrir, pues mira... Es un baile de tópicos. De opiniones pasajeras. De apetencias más o menos personales. De alguna que otra noticia. Pero poca cosa. Análisis tontos. Sorteos alternativos del mundial. Paja. Relleno. Aburrimiento. Y los datos cantan. Aburren. No es una fórmula. Porque es barato. Teniendo imágenes es barato. Pones a unos tíos a discutir y lo tienes hecho. Pues no. Y Punto Pelota pues era otra cosa. Que es un formato. Porque afecta al formato de debate, porque tiene otro ritmo, otro dinamismo. Los colaboradores de Hichfelfd, qué menudo papelón, pues no. Y los que se fueron de Marca TV, pues por algo se irían. Es un tostón. Es pesado. Es lo mismo de siempre. Messi. Cristiano. Lo mismo. Los mismos argumentos. No hay noticias. Las mismas imágenes. Han querido copiar. Aunque una tertulia deportiva, es una tertulia deportiva que no es que sea copiar. Pero han querido comer terreno en share, en horario, más o menos en formato... Y no. Las tertulias deportivas son un rollo. Lo de Pedrerol tenía también un punto de superación y su propia trayectoria personal. De Canal + y luego el paso a la radio. Que había coraje. Pundonor. Ese extra que hace falta para cimentar algo de la nada. La nada más absoluta. No tener imágenes. No tener dinero. Resolverlo con pundonor, pocos medios y ganas de hacer ruido. Y de ahí los hangouts y tener un tio con el autocad en plató o tener una cámara en la redacción. Esta temporada en las nuevasd instalaciones no podían hacerlo porque las mesas estaban muy lejos y se inventaron eso de que los redactores saltaran por la ventana. Eso no es una tertulia deportiva porque una tertulia deportiva es pesada. Ver a un redactor joven que lo mismo se pega una leche pues tiene su aquel de madrugada, te mantiene conectado. Aún así creo que lo de la ventana, no funciona. Le costó hacerse a ese nuevo plató al equipo de Punto Pelota, tiene algo poético. Hecho en lo pequeño. En los bajos o nulos presupuestos. En algo grande, funciona peor. Es como un espectáculo de cabaret. El cara a cara. La cercanía. Veremos si el nuevo Pedrerol y cía. no se ve afectado por esos cambios de dimensiones. Y por dios que le quiten ese nombre horrible del Chiringuito... Que lo usen para la productora, ok. Que es horrible, pero bueno... Pero para el futuro programa que se inventen otra cosa: La Zancadilla, la entrada, Tarjeta y expulsión.

El límite es la mentira

"Por eso duele cuando personajes públicos en quienes no confías se apropian de las palabras ganadas a pulso por generaciones en lucha. Odias que mientan, que quienes aprobaron leyes privatizadoras cuando estaban en el poder ahora las critiquen."
Belén Gopegui le da la vuelta al calcetín en Diagonal:
https://www.diagonalperiodico.net/culturas/20995-activar-y-desactivar-palabras.html

¿qué puedo hacer? si no puedo hacer nada

Era de una estrofa de los Planetas. Desorden. La canción. Hace unas semanas se subastó la mesa de la cocina de Ian Curtis. Pondría el enlace pero me da pereza buscarlo. Opino que en esas noticias deberían incluir la foto del máximo pujador para que el escarnio fuera general, que lo señalaran en el barrio y dijeran: "Eh, mira, el que se compró la mesa de Ian Curtis". Cuando se subastan este tipo de objetos, que les pregunten a los nuevos dueños si no les importa posar para la prensa. Seguro que muchos lo hacen encantados junto a su nueva adquisición. Y puede conceder una declaración acerca de lo que piensa hacer con el objeto en cuestión. ¿Exhibirlo? ¿Ponerlo en el baño? Un poco de información en suma. Para que no fuera la risa solo entre sus amigos y conocidos. La mesa de Ian Curtis. De la cocina. ¿Qué haces con ella? ¿La pones en una esquina y le pones un par de halógenos en plan museo?



No es el comprador, el de la foto. Es el que la vende. O la vendía. Menudo ítem. Un amigo mío me cuenta que ha comprado una reliquia de ese tipo, y es mucho peor si tiene connotaciones trágicas o morbosas como es el caso, y le miento y le digo que qué bien, ¿no? Pero por dentro, maldigo mi destino y pensaría que la próxima cerveza la pagase él, que qué demonios. Si puja que se convide que si tiene cuartos para invertir en nostalgia, que se estire con los socios. Aunque no era de eso de lo que venía a escribir aquí. Tengo pendientes chorrocientas mil cosas qué hacer. La mesa de Ian Curtis y sus subastas me son indiferentes. Tengo tarea acumulada. Escribir. Llamar. Planificar. Coordinar. Fregar los platos, aunque eso es un clásico en el apartado de las tareas pendientes y no suele caer los martes. Solventar un par de movidillas, un par de asuntos. Y otras y otros. Poner la lavadora, otro clásico básico de mis top 5 de tareas pendientes. Hay de todo. Ahí lo dejo. Cuestiones variadas y diversas de las que me encantaría dar cuenta en el blog para que fuera más como un diario y vosotros, lectores intrépidos, os sintierais más impúdicos en vuestras esporádicas visitas a este humilde palabrero. ¿qué puedo hacer? si no puedo hacer nada... Tengo esa estrofa metida. No llegaba a estrofa: frase. Siempre se puede hacer algo. Eso opino. Siempre se puede hacer algo. Siempre se puede poner una lavadora. Ian Curtis, haber puesto una lavadora. De blanco. O de negro, de color, vaya. De lo que fuera. Con las cortinas, Ian Curtis, si hubiera hecho falta ponerla pues se pone una lavadora con las cortinas que las cortinas se lavan poco y cogen polvo y ácaros como todo. Las cortinas de Curtis, no es mal nombre para un grupo. Que se hubieran subastado las cortinas seguro con el tiempo y les veo mejor salida que a la mesa. Pero vaya. Que podían haberte puesto con algo.
Que lo peor es la apatía. Lo que mata es la apatía.




Una lavadora a tiempo puede salvar vidas. Bueno, no sé si tanto pero seguro que el contenedor de la ropa sucia no estaba precisamente vacío el día que Ian Curtis... La de la foto es otra mesa. Que no es lleve a equivoco. En fin. Seguro que ese día no estaba haciendo nada. Y no podía hacer nada. O será que de tanto escuchar la letra de la canción pues le pongo yo ese debate interno. Y muchas veces me he acordado de esa parte de la canción. En momentos en los que he sentido impotencia... Cuando era más joven, Esto es como un diario, en realidad. Digo que no cuento pero lo largo todo. Que si por esto, que si por lo otro pero canto como un canario y no conservo nada el misterio. No hacer nada al respecto suele ser mi modo de arreglar muchas cosas. Y bueno, algunas veces es un acto consciente, no la mayoría... Sería debatible si hacer nada, es hacer algo. Como en los problemas de matemáticas, lo de no tiene solución. La solución es no tiene solución. Pues algo por el estilo. No poder nada es la solución a veces para acallar la conciencia de lo que está aguardando turno, en la cola de tareas pendientes. La mía da la vuelta a la esquina. Puedo y debo y tengo apremiantemente que hacer chorrocientas cosas. No escribo bien en el blog bajo presión. Ni por encima de ella, tampoco. Pero ahora es menos relajante. Ya sabéis si esto fuera un diario, os hablaría de mis escasos casi nulos quehaceres amorosos, que siempre es jugoso pero no, no lo es, ni lo va a ser por más que me muera por exhibirme emocional pues no va a ser posible, o no hoy. Ni aquí. No por ahora. La historia de mi vida, no por ahora. Si la melancolía fuera una enfermedad, me declararían terminal. Ya había asumido que fuera crónico pero ahora veo que no puedo hacer nada. ¿qué puedo hacer? Escribir en el blog. La típica mala idea. Escribo para desahogarme pero sin nombrar lo que me ahoga, o sea, que es para nada. Me desestresa, es cierto. A quien le importa, es cierto. Que sea público, qué sentido tiene. Ninguno. Estamos de acuerdo. Y sin embargo, gira. Uno se afianza como si su propio trepidar lo defendiera Galileo. Desestresar. Ese verbo no existe. No me sirve tampoco lo de escribir aquí para ello. Todo son intentos. En la vida. Digo. Puestos a generalizar. Los días malos. No tomes decisiones los días malos. Me parece bien pero llevo casi tres años sin tomar decisiones. Exagero. Dos. En fin. Las decisiones me toman a mí. Pero me defiendo. Soy Stalingrado. En ese aspecto. Más del erizo que de la avestruz. Pero vaya. Que no sirve a largo plazo como estrategia viable. Voy cambiando. En 2012 me decidí a hacer todas las cosas que jamás hubiera hecho. Por ejemplo, hacerme voluntario de una asociación. Nunca lo hubiera hecho. Lo hizo en 2012. Hay muchos más ejemplos que os podría dar si esto fuera el diario que no es. A mí me encantaría que fuera un diario, Querido Diario, porque lo querría, claro. Pero no. En 2013 volví sin darme cuenta y de modo natural a hacer lo que siempre había querido hacer pero nunca había hecho. Un ejemplo, un programa de radio. Hay más pero en fin. Quizá debería abrir otro blog con un seudónimo y que fuera un diario en toda regla y escribir todas las noches repasando el día. Reconozco que me apetecería. Luego lo dejaría a mitad. Es norma en los diarios dejarlos a mitad. Es como perder la amistad. Muy gradual. Perder y recuperar amistades es un tema de conversación que me apasiona y que siempre saco si alguien me da pie y me habla de idas y venidas en las amistades. Debería asumir que la gente encuentra mi blog por Google por las fotos, las escasas fotos, y que a nadie le interesan un pimiento las disertaciones. Pero no. Soy Stalingrado. Hablo en términos de morir y matar.





Defiendo este palabrero y su ejercicio de palabrería blindado hasta que me arrase el tiempo o el enemigo, caso que lo hubiera y por seguir con el símil bélico más que porque tenga a nadie haciéndome la puñeta. No tener a nadie jodiéndote es casi un logro personal. Las he pasado putas algunas temporadas. Manías que les dan a las personas. Pero tampoco lo voy a decir muy alto ni a dar ideas. El caso es que a mí el blog me gusta como es con todo su desorden. Como la canción de los Planetas. Al igual que la melancolía el desorden es crónico y por momentos, terminal. Una cosa muy bruta. Rayando en lo complicado de verdad. Y me pierdo. Me pierde y me pierdo en ese desorden. Y la frase. ¿Qué puedo hacer? Si no puedo hacer nada. A veces expresa a la perfección ese achicamiento de mi persona ante las cosas cambiadas de sitio, desparramadas por el suelo, apiladas en el fregadero, o lo que es peor, más tremendamente peor, las cosas sin sitio. Las cosas sin sitio. Estoy rodeado de cosas sin sitio. Este mismo blog es una cosa sin mucho sitio. Algo de sitio tiene. Blogspot y tal. Que sí. Si sí... Pero que no. Si sí... Era una muletilla mía que le recomiendo a todo el mundo. La llamo la negación optimista. A veces cojo algo de resuello y saco mi yo monologista pésimo en el blog. Que eso también hay que verlo: la negación optimista. Decir dos veces sí para decir no. Sutil. Discreto. Ideal para aduladores de los argumentos que no se dan por vencidos en eso de darle la razón al otro y si bien no tienen nada con lo que rebatir pues usan... La negación optimista. Leedlo con voz de domador de leones. La negación optimista. Chas. Chas. Golpe de látigo. La negación optimista. Si sí... Condicional y afirmativo. Dos sí. Dos síes. Y los puntos suspensivos que ahí dan todo el matiz. Sustituyen al pero. Si sí... Pero. Pero. Ahí está el quid. El pero. Si sí... Pero QUE NO. Me explico. Que no. Si sí... Pero que no. La negación optimista. Fuerte aplauso.
A otra cosa.
Una foto de un gatito para marcar fases.





Hacer o no hacer. Pensar y pensar. Siempre se puede hacer algo. Los pensamientos también se puede controlar. Es hacer. No tanto en su origen, pero sí en su desarrollo. Pensar es casi hacer. A veces. No hacer nada no es hacer. Nada es nada. Y lo que tiende a nada, es nada. No soy muy de matemáticas pero si me viene bien, echo mano. Lo que tiende a nada, es despreciable. Siempre que decían despreciable en clase de matemáticas me parecía que eran crueles. Despreciable. Muy heavy, ¿no? Suena feo. Despreciable. Lo que tiende a nada. Tender. Siempre se puede tender. Siempre se puede hacer algo. Siempre se pueden fregar los platos. Poner una lavadora. Lo que tiende algo, pues ya va cundiendo. Poner la lavadora no es solo ponerla. Vale para mucho. Como ejemplo. Como metáfora. En la vida. Hay que tenderla. Tenderla. La vida en general. Tiene que escurrir. Hay que contar con eso. En fin. Ese es mi martes, amigos. Tareas del hogar. Llámalo hogar, llámalo aquí. Y procrastino. Así y aquí. Vaya plan. Además de dar carpetazo a los chorrocientos asuntos que me dan la vuelta a la esquina y están en un tris de hacerme la cacerolada, hablando de hacer, me haría una café pero ya se va haciendo tarde para la cafeína y la tarde me va comiendo terreno. Aquí se hace de noche a las seis. Y no hay luz. Es un horrible fastidio. De hecho voy a salir al jardín unos minutos. Ahora vuelvo. Un poco de aire puro.

 
En el corto paseo por el jardín me ha dado tiempo a sembrar un par de tallos de plantas crasas que tenía en macetas a la espera de ser trasplantadas. No parece que hubiera agarrado muy bien, por suerte aguantan. Se está montando un bonito arriate de plantas crasas y aloe veras. Crecen inesperadamente. Los he regado. Seis litros. En fin. Hacer cosas. Que las plantas tengan agua. Siempre hay cosas por hacer, especialmente en el jardín. Aquí hay muchas cosas sin sitio. Me impresiona cuando crecen los cardos. De medio y metro. Moradas coronas orgullosas rematadas de puntiagudos pinchos. Agresivas. Feas. Y cunden en cuestión de días, son difíciles de dominar. Según veo hierbitas, las voy arrancando. El gif es súper molesto. Al menos para escribir. Es que yo tenia el blog para entenderme con internet, que ya es. Pero entre otras cosas. Ahora debería fregar. En invierno hace tanto frío que el fregadero se convierte en la pirámide inestable de los mil platos. Es complicado. El agua caliente se agradece. A veces incluso ayuda a meterse en ello. En el fregado de platos. A mí me cuesta la misma vida. Si pudiera vivir sin platos. Odio en general los cacharros de cocina. En fin, no son horas para divagar, a lo que iba de entender internet. Los gifs se me quedaron atrás. Como que ya era grande y nunca los he dominado. Es el primer gif de mi blog, fite tú. A veces le damos importancia a las cosas equivocadas. Eso me pasaba con el carnet de conducir. Alerta brasas. Alerta diario. Alerta anécdotas. En fin. Que me fijaba en lo que no tocaba. Hay errores eliminatorios o graves. En eso hay que fijarse. Los intermitentes son leves. Hacen falta seis o siete errores leves para suspender. Suspendí cinco veces. Bueno, no. Cuatro. A la quinta me di cuenta de que había que diferenciar. Grave. Leve. Eliminatorio. Media docena. En fin. Las cosas equivocadas en las que nos fijamos. Los rastros confusos. Las intuiciones sin fundamento. Hay mucho de eso. En definitiva, el discernir. El discernimiento. Supongo que pasan cosas que uno no espera. Deje aquí esta entrada a medias por la tarde. Antes de que anocheciera, ahora es madrugada. Cambia todo en la madrugada, qué frase más tópica y más manida. Pero es cierto. Es otro el tono. Qué tontería pienso, porque nadie lo lee al mismo tiempo. Será de día, será nunca. No lo sé. En fin. Tenía toda la pinta de quedarse en el borrador. Hay un centenar de entradas en el borrador. Muchas veces he intentado terminarlas y publicarlas, ya que están ahí, como esbozo. Darle el remate. La mayoría son ridículas parrafadas. No creo que yo volviera a leerlas en ningún caso. Mi huerto está un poco maldito. No voy a daros detalles pero es como si no lo hubiera recuperado en el último año y eso me apena y se supone que iba a ser un jardín bonito. Sabes el programa Fix this yard. Pues eso. La sensación de los que ponen el jardín, el día a día, el bla bla bla... ¿Por qué escribo esto? Es un repaso a todo lo que está pendiente. Es vértigo. Ponerlo por escrito se supone que en algo ayuda. No estoy seguro. Es dilación. Es solo eso. Una forma de darle cuartos al pregonero. De evitar la hora del cafñe antes y ahora para aplacarme e invocar al sueño. Dormir es el principio de todo. Como durmieras la noche anterior, así empieza el día. Influye lo que sueñas. No consiste solo en divagar sin sentido. Las cosas sin sitio. Las malas hierbas. El trabajo por hacer. El peso del tiempo perdido. El valor de lo inmaterial. Quise escribir un ensayo. En plan serio. De verdad. Creo que llegué a escribir tres párrafos. En serio. En plan serio. Con ese título: El valor de lo inmaterial. En gran medida la crisis actual que nos cuartea el pellejo es por una mala adjudicación del valor que realmente tiene lo inmaterial. Es un tema filosófico. No está del todo claro como abordarlo. Lo intenté. Es suficiente. Como epitafio. Me vale para todo. No me gusta la gente que dice; Hago lo que puedo. Puede más. Haz más. Intentalo. Lo intenté. Pues bien. Intentaste más de lo que pódías. Eso es lo que me gusta. Es en lo que creo. Intentaste la pirueta sin la red de un millón de ensayos. Confiaste en la inspiración del momento y el momento quiso ser redondo. Funciona. A veces. A mí casi nunca pero yo creo que funciona. Quiero creer, es como los UFOs. En fin. Cuando escribo largo y divago, sé que os pierdo lentamente. Yo intento que no. Es el primer reto, creo. Lo de agarraros los ojos de poco a poco. Sin decir nada. Y con la letrita, que tampoco es que sea grande ni fácil de leer. Intentadlo. No hagáis lo que podeis. Haced más de lo que podéis. Equivocarse en ese intento es loable. Son intentos. Todo lo son. Cuando suponemos algo como definitivo, la vida pega un vuelco y nos sorprende lo débil que era este guión insoportable que nos había tocado. Empeora. Parecía imposible. Pero empeora. Lo temo. Hablar de temores es como tener un diario, no nos engañemos. Lo temo. Tengo muchos temores. Podría hacer un blog solo para mis temores, un blog para buscar culpables cotidianos de esos temores. Por meter en el ajo a alguien más. En fin, es una muletilla que odio por cierto la de En fin. Y la uso mucho. En el blog especialmente pero también en la vida diaria y tiene esa palabra, fin, que inevitablemente es triste y está en nuestro subsconciente de tanto verla en el último frame de las películas. Fin. Triste. Incluso los finales felices son tristes por ser fines. Fin y otro fin y al poco, un fin inesperado. Cansa tanto terminar casi sin haber empezado y es la dinámica. Es fácil hablar así con juegos de palabras e ideas como hiedras que crecen y a poco que notan muro, desarrollan raíces voladoras. El desarraigo es uno de mis temas favoritos. Hoy no toca pero quería decirlo.
Toca, por la época del año, comentar otras cosas, como las listas de lo mejor del año. Pues paso. Pero me apetece compartir un disco. Que es de este año. Pero bueno. No es el mejor. Pero me ha gustado y me ha sorprendido y lo comparto aquí.
 


Y hay un parecido con los últimos discos de los Kinks, que no era muy esperable. Y un deje de Ray Davies en un nosequé queseyó. Que a mi me ha sorprendido pero vaya que para disco del año pues no sé, he leído bastante coincidencia en torno a Daft Punk, para Lenore en el Confidencial son la decepción del año y para Jenesaispop es la canción de 2013. En fin. Lo de las listas. La de El País. Ni la he visto. Es una forma de acercarse a la música, vale. De hacer balance. De revitalizar algún disco. Rescatar algún olvidado. No sé. Me parecen una pesadilla. Y se ha calmado un poco la cosa en redes sociales, hace unos años. no sé por qué cundió la fiebre de autoentrevistarse en materia de favoritos. En muchas ocasiones he pensado en escribir sobre ello. Me pasa a menudo. Es como si rumiase un tema. Lo de autoentrevistarse. El grupo favorito que has visto? Cuantas veces lo han visto en directo? Cual es tu canción favorita? bla bla bla y se crea un círculo de gente que contesta y responde. Es demencial pero reconozco que nadie me invito. Lo hubiera hecho. Supongo. Pero me da que pensar en cuanto a la música como vestido, como tema de conversación. Como cosa de la que se presume. Y de algún modo, te distingue. Te diferencia. Se usa de ese modo, para marcar límites. Lo contrario de unir. No es dividir pero es diferenciar. Es estúpido. Cuando se trata de una experiencia puramente personal. La de escuchante, que digo yo. Que no habrá dos personas que escuchen lo mismo. Por matices. Por fisionomía, incluso. En fin. La música. Me cansa a veces.
Últimamente estoy más triste que una zapatilla de casa desparejada. De paño. De cuadros y de paño. Una tragedia andante. O no andante. Porque ser solitaria. Única. Sin motivo aparente. Lo de Ray Davies no es un parecido evidente, es más en los propósitos. Y la época de últimos discos me refiero a post Village Green. Lo conceptual Kinks. Nos entendemos, ¿no? Ahora me he quedado sin tabaco. No quiero seguir escribiendo porque acabaré yendo al 24 horas. Tengo tres 24 horas en un radio de 3 kilómetros. El mundo moderno es estúpido. Compro a menudo tabaco a deshoras. Son ciclos. Cuando fumas... Cada cierto tiempo. Quiero decir, como pilles la constumbre de quedarte sin tabaco a las tres de la mañana, mal vamos. Como también la gente que se duerme viendo Crímenes imperfectos, pues es muy posible que duerman regular. Si se queda la televisión encendida, más. También me ha gustado mucho una canción de los Ala. lalas. No sé como se escribe. En fin. Ahora enlazo el disco. Me ha gustado especialmente el punteo de No Vodoo. Pero luego los he visto en las sesiones de KEXP y caen mal. Tienen pinta de listezas. Pero vaya, el disco me gusta. A modo de confidencia, hay más gente que mira mis fotos en la página de Facebook de Enrique Octavo, que la gente que escucha las canciones. Es una jodienda lo de tener stats. Ves que nadie te escucha. Cero escuchas. Incluso hay gente que te dice: Que guay. Me ha gustado. Vas a las stas. Y pone cero reproducciones. Es así. Y las fotos las ha visto un centenar de personas. ¿Es que no les interesar escuchar? No lo creo. Quiero decir que no creo que sea algo personal, es solo toparte con ello en el momento adecuado. Lo de casi todo el mundo. Sabes a lo que me refiero. Es algo personal. Lo de escuchar música. Pero teniendo en cuenta que he subido 17 canciones. No una ni dos, 17 canciones. Pues intuyo que habrá algunas que nadie escuchará nunca. Nunca. 17 son muchas. Y tenía caras B. Pero bueno, no hago para que lo escuchen. Quiero decir. Si sacase un single en condiciones. Pues querría que estuviera sonando lo más posible. Mis canciones son caseras. Es otra cosa. Pero me hace ilusión que se escucharan las 17 o me conformo con las 10 o 11 primeras. No sé. No es muy escuchable tampoco. Pero bueno, era por reflexionar. En realidad, es lo que siempre he querido que este espacio fuera un espacio para la reflexión y el discernimiento. No lo consigo. Pero es un intento. No hago lo que puedo. Puedo mucho más. Esto es solo un intento. El disco de los Lalalas. Que no se como se llaman.



Allah las. Vaya nombre. El disco es chulo. Ellos se ven ... No sé.
La canción que me gustó originalmente, en el soundcloud de BrooklynVegan gratis para descargar, es "Every Girl". Os la pongo aquí también porque no está incluido en el disco.



Es una música que me da ganas de bailar. Es posible que empiece unas clases de baile. Una decisión muy 2012 en mi escala de decisiones. ¿Clases de baile? Pues lo mismo sí. Seguiremos informando. Me voy a dormir. Al final esto es un maldito diario. Que conste que a mí el revival me convence muy regular y más bien que no. Más que no, que que sí. En fin. No he hecho nada. La tarde se me ha ido con una cosa y otra y una vez más, otro día más, esa lavadora que espera. La lavadora pendiente. La lavadora prometida. Aún me queda ropa limpia. No estoy al límite. Es lo que suele ocurrir, que acabo rescatando camisas que no me ponía desde el instituto. Buena noticia, me caben. Mala noticia, todo lo demás. Pero bueno. Es el ritmo de las cosas. Cuestionarlo es como cuestionar el viento. No pongo la lavadora y me defiendo cuestionando al viento. No tengo tabaco. Eso me pone nervioso. Es lo bastante tarde como para acostarse y olvidarse del humo. Pero temo dar vueltas en la cama y pensar en que no tengo un cigarrillo que me calme. Es una adicción bien chunga y para la edad que tengo... Alerta batallitas. Alerta puntos suspensivos. En fin. Me duelen los hombros de tener los brazos estirados sobre el teclado, quizá sea una señal de que debo alejarme del ordenador y tumbarme. Mañana será otro día. Mañana escribiré. Como si fuera un maldito diario.
^PD: se nota que estaba deseando enlazar fotos videos y demás... con el móvil, cuando escribía con el móvil pues me costaba la vida subir cualquier cosa así.
^PD2: este tipo de entradas las leo con el tiempo y no me parecen escritas por mí, las veos sobradas y ridículas, bueno, igual no tanto, pero tontas, tontucas, no sé decir... un poco ajenas... Las siento ajenas conforme pasa el tiempo, la semana que viene igual ya me parece algo que no me toca nada, que es muy de hoy, de ahora, de no tener tabaco... Y pienso... Puntos suspensivos. Odiosos puntos suspensivos. Ya lo siento y vale que es un blog personal, pero no vale todo. Debería tener los arrestos para enfrentarme a un videoblog. Me saldría como el culo. Pero bueno por pillar trucos y hacer ,,, No sé. No tengo tiempo para las chorrocientas cosas que tengo que hacer como para encima grabarme vídeos ridículos para YouTube, bastante tengo con la guitarra y lo que hago tocándola o intentándolo, y el despropósito que es todo. Bastante tenemos con lo que tenemos y con lo que no tenemos y con lo que deberíamos tener y con lo que nunca tendremos. Siempre se puede hacer algo. Eso era para lo que me había puesto aquí a escribir. La clave, como en tantas otras cosas, es la dosis. De esfuerzo. De tensión. De inteligencia. De audacia. El punto adecuado. Lo del momento y eso también. Estamos en lo mismo. Acabo de enfrentarme a un bostezo en dimensión agujero negro, tengo a dos metros de la mecedora una botella de dos litros de coca cola a la que le voy a tener que ir dando un tiendo si quiero terminar esta frase. Que hacer. Hacer, hacer, hacer. Hacer. Es la única forma. Hacerlo. Y hacerlo mejor. Y hacerlo único. Y hacerlo, hacerlo, hacerlo, hasta que nadie lo haga igual o lo hagas mejor que nadie o simplemente, funcione. Si funciona, funciona. Si sí, sí. Triple positivo. Hacer. Siempre hacer. Aunque sea nada. Aunque sea esto. Aunque sea escribir esto. Aunque las anáforas nos avergüencen hasta el fin de nuestros días. Aunque duela. Aunque queme. Aunque llueva. Aunque nieve. Haz algo. Haz solo lo que de verdad merezca la pena.
Aunque sea nada.
^`PD3; Haz por lo menos nada.
^PD4: Eso es exactamente lo que quería decir, haz por lo menos nada.