viernes, 20 de diciembre de 2019

Palabras que me invento

Gordomocho
Gordo pero no mucho. Es parecida a gordoncho, que es mezcla de gordo y rechoncho. Particularmente me gusta gordotillo o cualquier uso de diminutivo en un adjetivo que indica justo lo contrario. Gordomochillo es particularmente adecuada en algunos casos, aunque gordomocho como principal acepción se refiere a alguien que es de constitución delgada pero que presenta una parte del cuerpo especialmente llamativa, no solo por gorda, un mocho (que es una palabra con maravillosas acepciones por cierto y de las que yo tomo principalmente la primera y la quinta), o que simplemente destaca porque es más abombada, aberenjenanda o colgandera o curva en general, ya se trate del abdomen, los glúteos o los tobillos. Puede usarse para gente que no es que necesariamente esté obesa pero que ande lento o se comporte como si arrastrasen un gran peso a sus espaldas. O conductores especialmente prudentes en la circulación y lentos en la ejecución de sus acciones. No se aconseja el uso en femenino.

Sabeora
Contracción de sabedora con andalucismo del tipo cantaor, cuando se refiere al cantante masculino del género flamenco. No confundir con sabihonda o sabia porque no se parecen más allá de compartir la misma raíz. Se define como la persona que está o pretende estar al tanto de hechos o y opiniones de poca o nula importancia que no le afecta indirectamente y mediante subterfugios indirectos, es decir, sin preguntar directamente pero queriendo saber o induciendo la conversación sobre el particular y o aplicable también a sujetos o más bien, sujetas o sujetillas que, en otras situaciones o circunstancias, suelen utilizar con puntual frecuencia la expresión textual: "Eso yo ya lo sabía" para no reconocer los nuevos puntos de vista que le ofrecen terceras personas y para poder, de inmediato, adoptarlos como propios. Y como ya pensados o planeados previamente. También se puede aplicar a las personas con precognición o indicios de ella, para incentivarlos en el desarrollo de sus capacidades. Cabe el uso irónico aplicado a personas ignorantes. No se aconseja el uso en masculino salvo en esta última acepción.

Chisquibisqui
Evolución de la expresión: Visto y no visto. Se refiere más o menos a lo mismo pero se puede aplicar a todo lo que dure poco. La felicidad, por ejemplo. O las relaciones de pareja de menos de tres meses. O los cigarrillos muy finos o los bocadillos poco cargados. También las rayas de cocaina más finas de grosor y largura que un mondadientes o los vasos que se pone el camarero para sí mismo con menos de un tercio del contenido total. Un chisquibisqui es la propia existencia del ser humano cuando la pone en perspectiva con el cosmos. Un rato corto pero es aplicable a cualquier cosa que no se demora o sin mayor importancia. Una visita o tarea que es breve o no se alarga demasiado. O ir a comprar droga. También puede referirse a una comida frugal sin sentarse o un rápido refrigerio que se bebe directamente de la botella. Casi todos los chisquibisquis son a morro, se trate del ejemplo que se trate. Chisquibisquear no existe como verbo ni chisquibiscoso o chisquibisqueante como adjetivo. Solo exite como sustantivo aunque acepta giros modales o diminutivos. Aplicable a la pausa en el camino, el cigarrillo ya empezado que se comparte o una copa o licor entre dos personas. En general, cualquier situación breve y sin importancia ni una motivación concreta. En suma, la sencilla vida de cualquiera de nosotros. No tiene género. 

Chupimosquis
Es una expresión cariñosa para referirse a alguien que es juguetón, travieso, holgazán o laxo a la hora de cumplir con sus obligaciones o responsabilidades sean estas del carácter que sean. También puede referirse a las parejas de amigos que no hablan mucho o no intervienen en las conversaciones. Puede tener el doble sentido de prudente y mirado, de poco participativo y a su vez puede denominar a alguien que es pillo o listo, a la hora de librarse o eludir las referidas tareas o que argumenta en su beneficio con argumentos pillados con pinzas o impillables la mayor parte de veces. Que no hace nada. Que no participa. Que se regodea en su pasividad. Tiene connotación positiva en otra acepción por el sentido del "menor esfuerzo posible" y el mejor uso de recursos posibles, y sería solo aplicable a personas entrañables o que despiertan una penilla con gracia pero que se conducen en sus propias vidas con pulso inconstante y de modo antojadizo o tienen reacciones, locuciones o comportamientos abiertamente e inequívocamente infantiles. Cuando no propios de bebés sin dientes. También se puede usar la palabra Chupimosquis con carácter recriminatorio ante actitudes egoistas o infantiles dentro de un contexto de pareja. No tiene género.


Bebón
Un gato gordo, en concreto mi Canelita. Que es mi bebón. Viene de bebé grande. Del mismo modo se le puede aplicar a las crianzas a partir de los tres o cuatro años usando el plural: Bebones. O a gente adulta que su edad mental sea muy distinta de la física. Bebona supongo que está ya inventada como palabra en alguna letra de algún artista de música latina de Puerto Rico o algún otro lugar del Caribe pero en ese caso podemos darle otra vuelta y usar en masculino la excepcional: Bebotón. También para los bebedores que tienen borrachera cariñosa o que tienen comportamientos infantiles al estar ébrios es un vocablo idóneo. El uso en fememino como Bebona o Bebotona es perfectamente válido.

Encartador
Que encarte. Que viene bien. Que no hay buscarlo mucho. Propicio. Disponible y operativo, con prestancia y recursos. Una persona con un correcto y adecuado sentido de la oportunidad que los combina en grado medido con buenos modales pero sin hacerse notar ni pecar de demasiado educado, relamido o pedante. Que contesta siempre a los mensajes en plazo adecuado y responde al telefono con chorro de voz casi siempre antes del quinto tono de aviso. Con amistades comunes que pueden ser sentadas a la misma mesa sin posibilidad ni riesgo de indigesta disputa o agria polémica. La típica persona que ayuda siempre y sin excepción en las mudanzas. La típica persona que lo mismo te instala una batería de coche, que te cambia un enchufe o enciende una chimenea o una barbacoa en tiempo razonable con cerillas y soplando. Una persona que sopla. En general, una persona que sopla en la dirección del viento. Uso indistinto del masculino o femenino.

Razonmán
Superheroe que siempre lleva la razón y que es mi identidad secreta, como Peter Parker o Bruce Wayne pero que a diferencia de ellos, quien porte el traje de Razonmán puede convertirse en él, o en ella, porque el traje es unisex, Razonwomán. Sus poderes son los argumentos incontestables y las palabras textuales enviadas de vuelta a sus proferidores, en un amartilleante efecto espejo que es o viene a ser su golpe más letal. Tiene posibilidad de digivolucionar. Y tienes también encarnaciones malignas, como Tocaloshuevosman o Yatestaspasandoman o el super villano Yatelodijeman que es con el mismo traje pero en negro y a partir de las cinco o seis cervezas y o del segundo licor de alta graduación. El alcohol merma sus poderes pero no así la vehemencia con la que hace uso de ellos. Milita en los Vengaahoravoydores y La Liga de Justicia Cósmica pero tranquilamente y la Patrulla muy suya de los Supermaravillosos o que ellos se lo creen.  Estuvo en los Cuatro Fanáticos muy Fanáticos de lo suyo pero al final no cabian los otros tres en el traje. Y se iba de sisa. Su fin último: Salvar el mundo. Pero como él o ella digan, eso sí. Uso indistinto del masculino o femenino.

Preñojo
Es cuando embarazas a una chica con la mirada. No hay constancia de hombres preñojeados pero tampoco de lo contrario. La gestación dura entre dos o tres parpadeos. Y el nacimiento es casi instantáneo. Al volver a enfocar el ojo concretamente acontece el parto. La criatura que nace, que es como el carbono, muy presente pero invisible al ojo humano y casi imperceptible al microscopio ya que tiene una esperanza de vida muy corta de menos de cinco décimas de segundo, pero puede llegar a durar incluso medio segundo en casos muy excepcionales de los que hay constancia. El hijo o hija de un preñojo, al salir del iris y entrar en contacto con la atmósfera se diluye como el vapor o el humo pero de forma invisible y se funde en el limbo del preñojeo. Y de los justos. De los justos preñojos porque es un fenómeno que no se controla a placer. Sino que se caracteriza por su espontaneidad y carácter azaroso y por no ser deseado. Los preñojos son siempre embarazos no deseados. O por lo menos, en todos los casos, no previstos. Porque aunque parezca facil a un primer vistazo, nunca mejor dicho, el preñojeo no se da sino de un modo espontáneo y es muy complejo anticiparlo, provocarlo o prevernirlo. La abstención y mirar siempre al suelo son los métodos más aconsejables de contracepción. Meterse el dedo en el ojo puede funcionar como un recurso de choque pero se desaconseja el uso prolongado. La lentilla de latex aún está en fase de pruebas y los datos arrojados de su uso no permiten tener muchas esperanzas. Arrojados a la basura, de hecho y de inmediato pero seguimos investigando. A decir verdad, el preñojo a día de hoy sigue siendo una incógnita. Es lo que se conoce como "amor a primera vista". A menudo los preñojos entre personas con gafas suelen derivar en mellizos. A veces ese tipo de partos múltiples espontáneos, requiere de un breve pero intenso frote de ojos. Muy importante el riesgo de aborto en personas con presbicia o vista cansada. El ojo vago es muy dificil que preñojeé. Y se está estudiando el caso de personas aquejadas de amor verdadero, que se miraron con los ojos del corazón pero no hay aún una teoría comprobada científica ni datos fiables al respecto. Si tiene los ojos azules o verdes, se le conoce también como Preñojazos. No tiene género.

Loqueyodijista
Se puede referir también a la corriente, el Loqueyodijismo o al sujeto o sujeta, los Loqueyodigantes. Importante no confundirlos con los Loqueyodieguistas, y con el Loqueyodieguismo, que si bien guardan mucho parecido y comparten todo, a la vez son corrientes opuestas y autoexcluyentes, pero es cierto que su corpus teórico y práctico es casi idéntico y solo aprecian las diferencias los que se adscriben a una u otra escisión, y con frecuencia, alternan la militancia y cambian las apreciaciones en tanto que son personales o van o vuelven de una a otra o directamente militan en el metafórico intersticio entre ambas o  ponen un cartel: Vuelvo en cinco minutos, o a veces, ni eso. El Loqueyodijista tiene ojos de lo que él diga y suelen peinarse con la raya, pero la cambian de lado según se despierte su encrespamiento. Es común el encrespamiento. Los losqueyodigantes suelen tener pelo fosco, o ondulaciones o pelo cepillo o llevan la raya en medio o les afectan en mayor medida los cambios de humedad, y se les bufa o les afecta en igual medida cualquier tipo de cambio no solo los meteorológicos. El principio Loqueyodijista se asienta sobre la paradoja espacio temporal de alterar la textualidad y el raccord y cargarse la dimensión en la que ocurre los hechos para poder reinventar la realidad siempre en la clave más oportuna para los intereses del presente, entendido como presente inmediato o urgente. El loqueyodijista siempre tiene prisa por dejar de hablar de lo que dijo o lo que dice que dijo o lo que le dicen que dijo o lo que dice que le dicen que dijo, y lo zanja con una sola frase en la que conviven esas cuatro dimensiones, dando lugar a la quinta: la dimensión Loqueyodijinta.  Pueden también jugar con el margen de lo sugerido. Incluyendo intenciones en su reacondicionamiento de palabras textuales. Son enemigos de la retentiva. Y no se les puede grabar con magnetófono ni se reflejan en los espejos, a no ser que se les recuerden de una forma clara, directa, concisa y muy concreta sus afirmaciones del pasado punto por punto o teniendo, por ejemplo, una constancia en forma de mensaje de texto. Aún así, el Loqueyodijista de corazón jamás accederá a verse a sí mismo como un Loqueyoescribierista y ni siquiera sus propias palabras le sirven de medida de su urgente presente. No tiene género.

Afuerasabismo
El afuerasabismo es una doctrina y una practica meditativa basada en la contracción de la expresión popular "Si lo afuera sabido"en una particular y vulgar conjugación de subjuntivo del verbo haber y una aberrante forma en saber o sin saber, habida cuenta del particular participio sabido que suena a un sabio que sabe mal. Un sabio agrio. El saber no ocupa lugar pero tiene sabor, no es como el agua. Inoloro, puede ser. Incoloro, también. Ínsípido, no. El saber es sípido. El saber tiene sabor. Afuera. Por hubiera. Es la clave. El hubiera. Que es el afuera. Como si el tiempo tuviera puertas y se pudiera entrar o salir. O hubiese pero en el caso de hubiese, es dentrosabismo y no un afuerasismo que es el sustantivo. Por afueraser. Que es otro modo. El afuerasabismo es siempre, aceptando el dicho: "a toro pasado" y expresa lamento o pérdida de oportunidad en la materialización de un juicio o acto. Y nos interesa en el caso de hubiera. En todos los hubieras posibles. Hubieras que son afueras. Y tienen un mal desarrollo urbanístico o un torpe y lento proceder o circulación como todas las afueras de todas las cosas. Dicho de otro modo, una construcción un tanto azarosa en tiempo y forma que habla o refiere con frecuencia planos ficticios de la realidad. Como doctrina recrea otras dimensiones a partir de los condicionantes de una diferente ejecución o realización de un hecho o acto en concreto. Una afuera diferente. Si afuera sabido... Un verdadero prodigio fonético que equivale en cuanto a sentido a la frase: "Y si mi abuela tuviera ruedas, sería una bicicleta". Que marca la línea de lo que está dentro. Y lo que está fuera. Lo afuera sabido. Caso de estar fuera de su vasto campo de ignorancia o cerca o dentro de su estrecho cerco de conocimiento de saber. Y el sabor del saber. Que es como la dimensión completa del saber, puesta en la directriz del tiempo. En el plano de la equis. Porque la y es el terruño. El tiempo. Que es lo que da sabor al saber. No tiene género.

Abicibuela
Una abuela con ruedas. Una abuela que a la vez es también una bicicleta. Las mías, sin ir más lejos. En suma, una abuela bicicleta o una abicibuela se denomina a la persona que ha sido lo que le toco ser a cada momento sin intervención directa de su parecer y que hizo muchas veces el papel asignado ya fuera de fregona, de aspirador o de bicicleta. La mía concretamente. Las dos. Antonia y Socorro. Las dos con ruedas. Con varios pares de hecho. Antoñina que era el alías familiar de Antonia iba con rueda de repuesta incluso, y a causa, sobre todo, de un ictus que le invalidó la mano derecha en más de un ochenta por ciento y le obligo a centrarse en hacer diestra la única útil que le quedaba, y daba collejas con "la mano tonta" como se refería graciosa al reñir y golpear con poco tino. Un suceso acaecido alrededor de cincuentaytantos o sesentaypocos creo recordar. Con mucha tracción en las curvas. Con gran sensación de aerodinamismo y mucha respuesta en carretera. Como poca gana de salir de casa. Casera. Que es una modalidad de Abicibuelas, el indoor: Una abicibuela bajo techo y a cubierto. O dos en realidad. Socorro, madre de mi padre, también rodaba a su manera pero a causa de severas contracturas y lumbalgias de gigante que se cebaban en su escaso metro y medio pero que le proporcionaban una mayor reacción ante las rasantes, óptimo rodaje en curvas y unos pies muy en el suelo y los ojos también al tenerlo más cerca, y por si acaso. Cierto que con una posición muy aerodinámica sin más remedio en su obligatorio caminar lento de la mano del bastón que iba siempre más rápido. Y se pueden denominar también Abicibuelas, a las bicicletas de la película de Steven Spielberg, ET el extraterrestre. En general, cualquier anciano motorizado o con complementos para su traslación como taca tacas o andadores de tracción mecánica o eléctrico, son abicibuelos o abicibueladores, caso que los atropellemos accidentalmente en el paso de peatones. Cabe señalar que toda la población tiene temporalmente ruedas poco antes de la muerte, el tiempo cambia pero todos acabamos con ruedas en algún momento. No tiene género.

Subjuntivismo
Tercera opción y cabe señalar que ventajista en su misma concepción ante el dilema de lo objetivo y lo subjetivo, lo subjuntivo. Lo que pudiera. Lo que hubiera podido. El Subjuntivismo como corriente ética, estética y casi religiosa ya que comprende ritos, similares a los rezos o lamentos, también iconografía y preceptos, podríamos calificarla al menos en el rango de culto, o creencia popular.El subjuntivismo se basa en la atribución de la posibilidad como opción propia, y es como la banca en el Monopoly que "siempre gana". Por otro lado, a la hora de afrontar los problemas se intrica en ese plano irreal de la existencia del si no hubiera hecho. Si no hubiera sido. Si no habría pasado. Si no... Etc. No creen en el sino si no en el si no. Y siempre ganan. Con más adversidad en la adversidad. Los subjuntivistas como creyentes que son te convencen de su dogma y te hacen participe de él. Por medio de largas explicaciones o usando o escamoteando datos de interés. Para todo tienen la solución que hubiera sido o que habría sido pero que nunca es. Esto puede resultar particularmente irritante para los sujetos que habitualmente se conjugen a sí mismos en presente. Se tiende a magnificar sucesos de escasas relevancia, otorgandoles poder de rotación y convirtiéndolos en ejes de existencia. En un plano inexistente, cabe recalcar. Tiene similitudes con el cristianismo. Sobre todo con el conocido como no practicante. Es explicante pero no practicante el subjuntivismo. Se puede ser subjuntivista y comulgar con otros credos o con ruedas de molino. Hablo por experiencia propia en esto último. Todo es experiencia propia. Vivencias propias como la canción de Los Ganglios. Pues eso, se puede ser un subjuntivista en la calle y una señora en la cama. O una persona subjuntivista que siempre saludaba y que tenía oscuros secretos. No es incompatible. Se puede ser subjuntivista hasta que cae el sol o se puede ser subjuntivista por condición, como el que se levanta ya medroso antes de echarse el café o  el que tiene de buena mañana el mohín de meliindre ponga la cara que ponga. Porque es lo que acarrea vivir en la dimensión de lo que hubiera podido ser. Experiencia propia es todo porque son palabras que me invento y que podéis usar y de hecho, debéis usar. En presente. Si pudiera ser. Si sois subjuntivistas, pues podríais haberlas inventado vosotros. No tiene género.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Nos estamos muriendo, cariño

Nos estamos muriendo, cariño. Parece mentira que no lo sepas. Que lo dijo no sé si Platón o Aristóteles o la señora de la limpieza que venía por horas: Sólo el tiempo nos pertenece. Una verdad como un templo. Como nuestro templo que se va agrietando sin más remedio hasta ser ruina y entrar en riesgo de derribo. Pero que es eso. Que nacemos con ese riesgo pegado al ojete beibe. Que puedo no decirlo pero eso no lo hace desaparecer en cada pedito. Que nos estamos muriendo. Contenerlos es peor, ojo. Va para todos, esforzados aerófagos lectores de estas caquitas de letras excretadas con intelectual pulso de esfinter moribundo, que es que nos estamos muriendo todos. Y puede que sea una mierda, ok. Pero es. Nos estamos muriendo, cariño. Cariño y cariños que ya igual sois cadáveres desde hace tiempo, más exquisitos o menos pero que, sin duda, sois lectoras zombis veteranas y de fijo que llevamos muertos los dos desde años atrás o, quién sabe, lo mismo es que nunca salimos del limbo de las buenas intenciones y no nacimos o no llegamos a tener tiempo propio. Pero solo eso. Tiempo. Única pertenencia. Único bien. Único ajuar funerario con el que todos nos enterramos o nos hacemos cenizas, el reloj roto del tiempo que fuimos, o la arena fuera del cristal o la metáfora que sea, para evitar soltarlo, decirlo y punto. Que somos fiambre, que estamos goteando, que el agua encuentra paso y grieta y estamos porosos, nena. Estamos porosos, mi amor porque le metemos mucha tralla al miocardio y al alveolo y que nos gusta más una parranda que a nuestras rodillas, que no se quejan pero crujen porque la muerte nada en el líquido sinovial o en el hielo del gin tonic o en el estanque o remanso de lágrimas acumuladas y sin soltar, pero nada y nada como pez en el agua esperando a pegar un salto de carpa y llevarnos de un bocado al fondo. Y esto puede verse como un punto único en el espacio tiempo o puede mirarse como un proceso, que es lo que intento. Que lo veas así. Tú y todos o todas. O sea. Que nos estamos muriendo, cariño y aunque te suene feo y creas de primeras que no sea bonito decirlo, es la única verdad: Dos fiambres.

Nos estamos muriendo porque gracias a dios o a los templos o a los relojes de arena o a los zombis o a lo que sea, pues es que estamos vivos. Si lees esto es que sí. Unos más que otros. Mejor o peor. Coleando o descoleados pero sí. Hasta aquí llegamos. Hasta el segundo párrafo. No somos perfectos. No queremos serlo. No corregimos textos. No ponemos límites. Respiramos. Oxígeno, etc. Expira. Inspira. Expira. Inspira....Etc.  No podemos cambiar lo que va a pasar, eso está claro. No se puede inspirar dos veces o te atragantas, que es a lo que voy, es un proceso. Es un ritmo. Es una manera de hacer o de aceptar que venimos ya muy hechos. Sin ánimo de culpar de nada al universo pero que sí. Que nos estamos muriendo, cariño. Que es de verdad, en serio. Y que se ve porque, entre otros muchos indicadores, la muerte nada en el lacrimal como ya hemos dicho y se la ve bracear. Se ve en los ojos. Lo vemos en los ojos de los otros. Lo muertos que ya están. Nada más conocerlos. Lo llamamos brillo pero para mí, es muerte. Muerte clara. Muerte que nada en la orilla del iris. Que chapotea a veces. Y más o menos, se ve. Lo que pasa se ve venir. Lo que va a pasar. Se ve. Se nos ve venir. Sobre todo si venimos juntos. Y es verdad que ser agorero no ayuda. Pero venir, viene. Y verse, se ve. Y ahora pues hablo, claro, o vuelvo a hablar claro del único tema que admite certeza: la muerte.

Que nos estamos muriendo no es malo. Para mí por momentos se dibuja como alivio de las tensiones y los esfuerzos cotidianos y es casi guay porque me trasmuto con frecuencia al yo de mi lecho de muerte, sea lecho o sea leche o sea lucha o sea en lonchas pero que fiambre seguro, y pienso, qué importancia le daré a esto que ahora me atormenta cuando esté muerto y casi siempre es la misma respuesta porque aunque esté loncheado o te des una leche y sangres lentamente con medio cuerpo atravesado en la luna del coche o te corten en taquitos o en lascas o la incineradora te quite todas las penas y arrugas, y más allá de los pliegues del alma, pase lo que pase o sea lo que sea, se esboza con toda claridad una única certeza, la única certeza: Game over.

Y qué pensarás entonces. Que fuimos muy rápido. No lo creo. Si es el ejemplo del coche y la luna y la salida de una curva pues puede que sí, que fuimos muy rápido. Pero no en lo referido a ir rápido en una relación, no, no lo creo. Igual sí. Pero que no lo creo. Nos estamos muriendo, cariño. La gente no quiere hablar de ello. La gente quiere ir lento porque creen que morirán después, pero no. Quieren lo que no es. Quieren partidas de dos jugadores. Quieren poder guardar la partida. Quieren no dejar de jugar nunca. Quieren tener cambio para poder echar más monedas antes de que se pasen los diez segundos del Continue. Quieren un arcade en su salón. Quieren vida infinitas, cariño. Quieren tutoriales. Quieren ver en Youtube a otro jugar. Quieren eso, bebé. Quieren matar al monstruo de la última pantalla y no saben que en la última pantalla ellos son el monstruo. Que va así la movida. Y que no es tan monstruoso. Que es casi un alivio. Que el tiempo nos haga dejar de ser el héroe. Que se cansan tela los héroes, lo sé por experiencia propia. Quieren que la partida no termine nunca. Pero termina. Claro. Se funden los plomos. O viene el tutor legal y pega un tirón de la consola de turno y te la tira a la cabeza o por la ventana. Así es la vida. Hay que dejar de jugar en algún momento. Por cojones. La vida no es juego. La vida no es una partida. La vida es el monstruo de la última pantalla. La vida es, sobre todo, la muerte. Y todo eso, somos nosotros. No saben ellos, los de las vidas infinitas, que solo nos trascienden el aliento poético, el latido...Que no es el ranking de best players lo que nos lleva al paraíso que por otro lado tampoco creo que exista. Es el aire que respiramos. El oxígeno. La materia prima. Lo que inspiras.... Y en último caso, lo que expiras... Y lo que expira para siempre. Antes usaba más los puntos suspensivos. Pero es evidente que los puntos suspensivos son también la muerte. Casi todo es muerte. Menos el aire que entra y sale. Eso está vivo siempre y es para todos. Y me refiero a ese aire como el aire que queda entre cada punto de los puntos suspensivos... Justo eso. Lo que queda fuera o más bien, lo que sale... Lo que emana.. Del alma.... Pero es que todo eso es trascendencia. Y eso es poco o nada. Es brisa. Es aire. La peña se cree que es un paraíso. Como si terminarse el juego fuera el motivo. Pues no. Es el aire. Pero claro, como tantas otras cosas, no se ve. Son los rayos que no vemos y que nos queman. También en los días nublados. Porque el sol rebota en el suelo. Y por eso, nos quemamos a la sombra. Es tomar mal el punto de referencia. Lo hablamos muy al principio. Lo he dicho mil veces. Creemos que la pared es recta. No lo es. Las paredes rectas no existen. Las obras se alargan. Los presupuestos no son lo que se abona al final. Tusabeh. Y es todo por lo mismo. El mismo error de base. No tenerlo en cuenta. Que nos estamos muriendo, baby. Que no es que sea malo pero es verdad. Saberlo nos debería servir para algo. Escuchar más a los Beatles o algo así.... Antes lo iba a decir. El lecho de muerte o la muerte en lonchas, da igual, pero en ese momento, qué pensarás. Oh, debería haber bailado más. Más Lionel Richie. Más Marvin Gaye. Más verbena, coño. Pocas verbenas para lo que era. Pocas orquestas que daban verguenza ajenas y que no me atreví a enfrentarme a aquel pasodoble tan mal tocado. Pues ese pasodoble te mató. Qué pensaremos entonces. Fumé demasiado. O pásame el último purito ya encendido que le pege la última. Poca mata sembré para lo chimenea que era yo. Pocas variedades probé. Pocas botellas de vino. Pocos licores. Y demasiadas borracheras estúpidas. Eso creo que pensaré yo. Aunque lo mismo ya estoy muerto o voy a caer en el próximo párrafo y lo último va a ser esta mierdecilla. Haceros cargo del papelón.


Estarse muriendo no es tampoco que podamos cagar en los conventos. O mearle a las monjas, pues no. Vivir como si no hubiera mañana, pues tampoco. Porque al final si vives así, te levantas todos los días muerto y eso no es plan. Y no es salud. Hay que tenerlo todo en cuenta. Lo de lo sano y lo no sano es la mega paranoia de ahora de la peña con antecedentes familiares de cáncer o lo que es lo mismo, dos tercios apróximados de la población. Y comen quinoa. Y comen semillas. Y comen tofu, y alfalfa o mierdas de esas de herbolario y zumo o agua o nectar pero licores ni tocarlo, qué pensaras esos en su lecho de muerte. Debería haber comido más cardo. Debería haber tomado más infusiones de hierbas depurativas. Más fruta. Más omega 3, seguro que le tirar por lo técnico. Espero que entonces no se arrepientan de haber renunciado a la proteina animal. Imaginate morirte con hambre. Qué trance. El alma es lo que sea pero como se le meta en la cabeza un entrecot, o una costilla en su punto, eso es fuerte, y eso trasciende dimensiones. Eso es así. Es ciencia, baby. El hambre es ciencia pero también es un dinamizador social. Porque la muerte no distingue de clases sociales a dios gracias aunque no exista, gracias a los templos o a los relojes de arena o a los zombis o lo que sea, pero la vida sí hace esas distinciones y por eso, los seguros y las clínicas privadas que se pagan como sean para intentar comprar la democracia de ultratumba, pero no, amigos, es la única democracia que no admite nepotismo, trato de favor, pagos en b o en a, o irse a Houston, es todo lo mismo pero la guadaña viaja en la bodega del avión y no hay funcionario que admita sobresueldo en el ministerio de la Muerte, que me mola a mí ponerlo en mayúsculas, espero me lo permitan.

Y nada.
Que no me he muerto al final.
Vale, no pero casi.


Otro día seguimos guapis.... ¡¡¡Que tenéis mucho tiempo libre, cabrones!!

PD: Como si existiera otro tiempo que no fuera libre... A ver si os morís ya y os enteráis de algo. Un besi


martes, 10 de diciembre de 2019

No le ponemos nombre

A la ínclita Alba Carrillo la sitúo al nivel de Zizek como preboste ideologico pero claro, en el bando contrario y como mercenaria de la confusión actual y defensora de un argumentario filosófico que me ha volado la cabeza este fin de semana viéndola llorar en prime time y con un churrete en la mejilla que no acepta guión, porque no se le pueden poner puertas al campo ni al rimel y fui testigo accidental de un alegato generacional de la confusión que vivimos. Es lunes y fue ayer que en una gala de domingo que conectan en directo con la citada y le leen una carta de su pareja actual y se pone lacrimógena como una magdalena mojada en leche. Los llantos en televisión son como el spam, muy difícil creerte que una rusa se quiere casar contigo o que has ganado una pantalla de plasma o un millón de euros. Uno no se fía, claro. Y menos de ella. Pero el ojo y el rabillo negro se deshace, tiznándola de mala manera y ya empieza a parecer más Dogma 95 que en el fondo, es el formato en el que desemboca lo del Big Brother.
Somos el país con más ediciones del formato Gran Hermano del mundo, tiene que significar algo aunque no me atrevo a decir qué.
Como Aute, volvamos al Alba... Aaal Aaaaalbaaaaa, aaal Aaaalbaaaaaa.....

Total. Que le escribe una carta motivadora el noviete que es personaje público y se hace pedazos. Por la aceptación opino yo. El reconocimiento. Que es como el gran tema en ella, rollo honor y tal. Es mi hipótesis. Pero tampoco lo tengo del todo claro pero que.... A lo que íbamos:
Su alegato en pro de la confusión: Que dice al rato, explicándose con el presentador: "No sé lo que somos, no le hemos puesto nombre".

¿Qué? ¿No le ponemos nombre? Qué no quieres decir? que no es tu novio? O que no quiere decir él que eres su novia? A santo de qué?
Confusión, amigos, mucha influencia de Confucio veo ahí....
Signo de los tiempos, ok. Alba la visionaria. Pero que pasa. Pasa. Es cierto. No le ponemos nombre a lo que tenemos, se oye mucho hoy en día entre los amantes que se van formalizando en formatos necesariamente convencionales. Porque las relaciones están cambiando, claro. Pero a ver, Alba de mis albores.... Pero qué coño es esta mierda de no poner nombre.

Todo tiene nombre, y debe tenerlo.
Se llama Santi. Es presentador de tv.
El novio de Alba, digo. Que no es fontanero, vaya. Que, por cierto, tengo que llamarlo. Al fontanero, no a Santi. Y es personaje público para más INRI. Siempre me gustó esa expresión, para más INRI porque la veo súper absurda y súper literal a la vez, claramente popular. Y me da una pereza lo de la fontaneria que tenga la semana super cegada de tema cambiar tuberías con toda la encharcada que eso supone, amigos míos de mi blog, que por eso me pongo a divagar de estas cosas.

Alba Carrillo, vamos a ver, ya que no estoy con lo del fontanero, que es lo que debería hacer y que ni he desayunado, a ver si sacamos algo en claro de lo tuyo.

Que no le ponen nombre, ¿qué significa? Pues eso. Muy de hoy. Muy de ahora. No le hemos puesto nombre a nuestra relación, alegan. Pero qué coño de mierda es esa. Pues las categorías de siempre no valen en el siglo XXI, lo de amante, novio o marido. No vale ya. No hay nombres. Me jode, eh. Que se invierta en confusión e ignorancia pero oiga, es lo de ahora. La filosofía actual. No ponemos nombre a nuestra relación, toma del frasco Carrasco. A ver. El destino está en los nombres, copón. Que no he desayunado y estoy de una mala hostia que no veas. Ni un cafelico. Ná de ná. A ver. El destino está en los nombres. El porvenir está en las estrellas. Etc. Etc. Lo he explicado mil veces,oye. Que no es que me canse, que es mi cosa, claro que sí y es para vosotros, pero que.. Está por ahí mil veces y es así. Si no le pones nombre, Alba Carrillo, pues no vas a tener destino. Eso es así. Y si lees esto, Alba o Lucía Pariente, madre de la susodicha,

martes, 3 de diciembre de 2019

las ostias que da la vida son sin hache

Hostias son hostias estaremos todos de acuerdo en eso y el que no, pues que vaya al diccionario, se lo cuenta y vuelve, y la vida pues es lo que más o menos todos compartimos juntos y justos y justo en este instante en el que, vaya a saber usted por qué, nos concitamos en torno a estas líneas para que la vida o lo que sea, el espacio de tiempo del aquí y ahora, que nos disponemos a compartir siguiendo el discurrir de estas frases, sin puntos para precisamente no detener el ojo ni el paso ni el torrente que es como el agua o el cauce y es imparable o se seca o se abre paso, así es todo, es como agua, como el agua, como la canción, es como cualquier metáfora de lo que acaba, somos nosotros, o cualquiera de los que me hablas, es la arena de un reloj de arena o el flujo sanguineo o el bombeo, que le pones punto y aparte y te hacen un bypass, te abren y un pespunte de esos pues es una hostia, todo toqueteo del libre discurrir es hostia, yo defiendo que sin hache, hostia sin hache: una ostia que es una buena hostia o sea, si es fuerte pues es que es sin hache, porque la hache no suena, y las ostias buenas suenan y tienen eco, y las escuchas durante años en tu cabeza, o eso me pasa a mí o lo pienso yo así, perdonénme ustedes por leer algo que no es lo que ustedes piensan, pero no, no se detengan, sigan, por favor porque la cosa es que no se pare porque así es la vida yel ánimo y el río y el interés y el mar que es el morir como ya sabemos todos desde Manrique y que la hostia viene y es la ola que te da de espaldas que ni la ves, estamos hasta ahí todos de acuerdo y vamos a la vez, correcto, hasta los que fueron a mirar el diccionario, pues bueno, llegados a este punto, las hostias no las ves venir y suenan, la h no suena, la ostia que duele, la ostia de verdad es sin hache por puritito espiritú, es una venda, es una letra muda, es un paño caliente, las ostias que da la vida no llevan hache, no pueden llevarla y no deben siendo justo con la naturaleza de la fonética, es querer endulzarlo, porque un episodio cardíaco, por seguir en el ejemplo pero que daría igual cualquier otro pues es una piedra en el río, o un palo atravesado o un rasguño en la bota de vino, que hace que llore bermellón, y estoy seguro que nos entendemos porque sois listos y guapos porque sino no estaríais leyendo esto que no tiene un puto punto y seguido para respirar pues oye, respirad y seguimos, como es la vida en realidad y que te da ansiedad por eso, porque se te olvida respirar y digo vida como digo tiempo compartido y digo compartido como digo blog y blog es blog personal y te pensarás que estoy fatal de lo mío, y lo mismo es verdad pero respira, respira otra y respira hondo y pensarás que soy un loquito que me encanta y lo sabes y esa mamita me tiene loko y tal que cual y lo mismo hasta me cantan un regueton lento de esos que no se escuchan hace tiempo o no culpes a la lluvia culpas a la noche culpas a la playa será que no amas pero hablamos de filosofía por un momento pero también de fonética, de normativa, y alma de la norma, las normas, el tema de las normas, normativa en general pero en particular, la legislación ortográfica, de acuerdo, nazis de la ortografía, aquí está la resistencia retrasmitiendo desde su bunker y escribiendo almóndiga porque la RAE la aceptó, almóndiga loko, almóndiga y os grito: Dónde está vuestro dios ahora o vuestro líder, vuestro amado líder nazi como nazis de la ortografía que sois pues sí, es verdad, lo reconozco, escribo ostia en lugar de hostia, es cierto, lo hago pero es porque las ostias de verdad son sin hache, joder, vamos a decir la verdad de una vez por todas, las ostias que te da la vida son sin hache, por mucho que uno quiera ponerse el casco de la hache al final, no y pasa lo mismo con la ese líquida, que puta mierda es esa de la ese líquida, en serio, a ver, que coño es eso de líquido, líquido de qué por el amor de dios, por qué no la eñe líquida, por qué no la ere líquida, la erre líquida sería la ostia y ya puestos, por qué no la s gaseosa y la ese sólida, por puritito respetillo a la física, que oye, ojo, tip dialéctico por extensión y para ganar o zanjar todas las conversaciones podemos decir: "eso es que es fisica y tú no le entiendes" y listo, a otra cosa y si te lo pelean, rematas con "lo sé porque tampoco sé" porque solo se gana si se rien, eso es así, no gana el que ríe al final, eso es casi verdad pero no del todo, gana el que hace reir al final y puesto a poner haches preventivas a las cosas, como la de la hostia, porque no se la añadimos a otras cosas que se consagren, que no hay tantas, y no se me ocurre, qué se consagra, el amor por ejemplo, le ponemos una hache al amor o qué, a ver, le ponemos una puta hache al amor, joder, había algo por ahí que tenía ese título, quizá fuera una comedia romántica o algo, o algo de Arniches o Mihura o me suena que era amor se escribe con hache, o una obra de teatro, estoy fatal pero eso no quita que diga cosas con sentido y me suena a que sería lo mismo un bodrio de musical o un libro de esos best sellers de ahora o una peli de Hollywood, da igual lo que sea pero podemos poner haches al odio, por ejemplo porque hodiar ya es menos, no me digas que no, es menos hodioso todo con hache o no es verdad pero bueno, qué más da, me quedo con los títulos, por defecto, sin querer, y de qué me sirve, de nada, aquí estoy helado, se me ha apagado la chimenea está noche, aún hay brasas pero encenderla es un cristo, así que a lo que vamos, que me está dando frio por tener que explicaros las cosas mucho, hay que ir al grano, y ser claros, y ser sinceros, y decir que bailando la conoci y que nos la gozamos, que valio la pena todo lo necesario para estar contigo amor tu eres una bendicion las horas y la vida de tu lado nena estan para vivirlas pero a tu manera o que desde que me dejaste la ventanita del amor se me cerró o que  blog personal es blog personal aunque lo personal sea político porque todo es político porque el peinado es político y cada uno se peina o no se peina como acto político de reivindicación y hasta los calvos son política y Turquía y los implantes de pelo, joder, la puta industria del pelo en Turquía, si eso no es política que venga dios y lo vea, que lo pongo en mínúscula porque amigos, la ortografía es política, joder, que es a lo que quería llegar pero casi me voy a la península de Peloponeso a cuenta de los que se ponen pelos y eso pero coño, ostia, ostia sin hache, ostia sin hache y ese sólida, con una ese que duela o una ese que pega fuerte, coño, una buena ostia sin hache es siempre una buena ostia sin hache porque es política, que es como decir, esto es física y tú no lo entiendes, y por eso no me quito la chaqueta cuando entro en los sitios, porque intento que el termostato del cuerpo mantenga la temperatura estable, por eso a veces parezco desabrigado y a veces, abrigado de más pero es física, y la gente no lo entiende o no lo quiere entender, o piensa que soy gilipollas o que soy un idiota o que me huelen los sobacos y no me quiero quedar en mangas de camisa, que a veces puede ser cierto, lo digo también porque el termostato del cuerpo a veces produce el efecto de la sudoración, pero en este caso podríamos hablar de sudor legítimo, que es un concepto de creación propia y que es, lo recalco, muy político y no lo que parece, un pliego de alegación por escasa higene y paso a desarrollar que el sudor legítimo, el del obrero, el tuyo y el mío, vaya, que somos autonomos pues es legítimo porque si llevas todo el día, duchaito desde por la mañana y peinado a tu rollo, recordemos porque el peinado es política, y da igual que estés calvo, porque la calvicie también es política pero a lo que iba es que es legítimo, como legítimo es no quitarse la chaqueta y buscar una temperatura estable y como es legítimo tratar de vivir desde un estricto criterio científico porque puedes hacer todo y lo importante es lo que quieras hacer, lo que digan los demás pues tiene que dar igual y no da igual, no voy a decir que me lo dé porque no sería verdad y es cierto que a veces me han señalado que no quitarme la chaqueta es síntoma de malestar, de "como si me quisiera ir en cualquier momento" y pensé que llevaban razón, que todo tiene una dimensión social y que por eso existe dios quieran o no los ateos porque existen los creyentes, existe dios y lo pongo, una vez más en minúscula porque me refiero a la idea de dios y no a Dios mismo o a Alá o Yahvé a vete a saber, o tú,oh diosa de mi existencia