martes, 17 de julio de 2012

Se cobra la marca

Es evidente. Pero a veces se nos olvida.
Un ejemplo: Coca Cola. Una lata de 33 centilitros cuesta lo mismo que una botella de 2 litros de una refresco de cola sin nombre.
Aproximadamente, cincuenta céntimos.
Cincuenta céntimos.



33 centilitros contra 200 centilitros. ¡Doscientos!
Vale. Es la auténtica: más de cien años, un terrible monopolio en cuanto al saber cómo hacerlo.
Pero, oiga. Un 175% más aprovechable. Y no sé si he hecho bien las cuentas, no trabajo mucho con las matemáticas. Pero es desde luego, una brutal diferencia.


Me pregunto si a Coca Cola la afecta la crisis.
Es evidente que sí. O eso creo. O afecta en términos que no son la afectación corriente, entendámonos. Pero creo que sí porque acaban de salir unos anuncios, una campaña, a euro la botella de litro y medio. O de un litro, no lo sé. El efecto euro.
Que Coca Cola recurra al efecto euro...


Aunque no debe ser para alarmarse cobrando la lata a más de cincuenta céntimos.
Es evidente. Se cobra la marca.
Y es importante decirlo, porque se oye mucho, la marca España, la marca España.... Pero, ¿qué me cuentas? Marcas de verdad. Marcas de las que cobran. Y la gente lo paga, y lo pagan. Y no tiene competidor o el competidor tiene que ofrecer 175% veces más de su producto.


Se vende la marca.
Se deben crear marca.
Las marcas no son un nombre y un logotipo.
La marca debe ser un ideario.
En fin.
Hacerlo de verdad, y cobrarlo, es el way. Está clarísimo.
En una próxima entrada analizaré el precio real de un refresco, el precio lógico de un litro de refresco, el precio medio, el normal aunque odio esa expresión.
Ya.


O mejor añado, igual los de Marca España están perdidos por la parte del ideario. No en ese sentido. Ideario de excelencia. De valores. Bueno, de acuerdo, igual ustedes usan las mismas palabras pero trato de referirme a otra cosa en cuanto a la construcción de una marca. Para empezar a mí lo de que un país sea una marca es que me parece una barrabasada. Si acaso sería una construcción de muchas marcas y tampoco, un país es lo que es. Se cobra y se vende en su nombre pero no se rige en términos de marca, o no lo creo. Tampoco tengo experiencia rigiendo países, pero que las marcas y los países juegan en ligas distintas y las marcas deben ser listas, y vender a distintos precios, distintos tamaños y otros productos sin azúcar, sin gas, sin cafeina o sin botellas... Ser capaces de vender todo eso y lo más difícil, que te lo compren, pues sí, pues hábleme de su marca hasta que no le quede saliva. Pero mi país déjelo con todas sus contradicciones, errores, identidades, escándalos, movidas y tal, porque es otra cosa.
Ya.

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