martes, 31 de julio de 2012

Dietas de alojamiento vergonzosas

El pueblo se manifiesta a veces con unanimidad. Desconfío de ambos, de lo unánime y lo popular a partes iguales pero en ocasiones, no. A mí me cuesta estar de acuerdo conmigo mismo, pues más difícil unirme a mayoría. Yo creo que más de 70.000 personas que se ponen de acuerdo en algo, lo que sea, en menos de dos días son una mayoría. Una mayoría espontánea. Una mayoría de dos días a la que me he sumado.

Las dietas de alojamiento vergonzosas de los diputados con casa propia en Madrid.
Oiga usted, ¿esto cómo se explica al ciudadano?


Dietas de alojamiento. A dueños, a propietarios de inmuebles. Y a señores diputados con sus señores ingresos. Es una injusticia flagrante que entiende de pleno el ciudadano corriente. Y es un clamor en internet, según publica El Periódico.

Y puedes firmar la iniciativa de Ana María Castillo Clavero, una señora malagueña a la que hoy mismo deberían estar entrevistando en todos sitios para que la iniciativa tenga más eco y más difusión y porque es una señora que tiene una historia que contar y que se han unido a su causa más de setenta mil personas, que lo pongo con letra porque parece más que en números.
Aquí puedes firmar la petición de Ana María en Change.org:

En mi opinión deberían publicarse los 62 nombres de los beneficiarios de la verguenza.
Es siniestro hacer la lista pero se merece una inforgrafía en alguna revista haciendo recopilación de los bienes inmuebles, el valor estimado y el conjunto de dietas que pudieran acumularse en otros conceptos. Una infografia del cachondeo de dietas, porque si lo piensas en serio, es susceptible de poner una denuncia y que los propietarios de pisos que cobraban dietas que explicanse a sus señorías la naturaleza de esos conceptos que se ingresaban en sus cuentas. Apuesto por ello. Esperemos que se superen las ciento cincuenta mil firmas que ya va más de la mitad (firma tú, no pases de ello, hazlo) y se consigue el eco necesario en todos sitios para que la propuesta vaya subiendo escalones, y a ver cómo reaccionan los avergonzados beneficiarios de las dietas de alojamiento vergonzosas. Ese momento tiene su interés. Reacción a ciento pico mil firmas en cinco días, mire usted.


Solo una cosa más
No puedo resistirme a añadir una cosa. Podía caber en el gráfico o en la infografía que hiciera la revista con los 62 de los 1800, ¿cuántos deshaucios podrían evitarse al día o al mes en España, con esa misma cantidad de la partida para alojamiento de los señores? Es bastante demagógico y lo asumo desde minuto cero pero es que no me resistía a decirlo. Dietas de alojamiento, ya que tiene que haberlas, que sean para los que más necesiten un techo de acuerdo a la Constitución, al sentido común o la caridad cristiana a la que jamás aconsejaría recurrir pero bueno, como excepción y que les den con esos napoleones alemanes un poco de aire, un alivio temporal ante las amenazas de embargo y aunque sea poco lo que se resuelva, con ese poco oxigeno se salva más de lo que parece a los que tienen la cabeza bajo el agua. Que sonará a demagogía, de acuerdo, pero es que por desgracia, la situación se ha puesto muy en ese plan de todo contra todo. Con casi dos mil euros, se pagan varios meses de casa y de hipoteca de muchas familias que sufren dramas extremos y que por contagio acaban metiendole el miedo en el cuerpo a todo el mundo y así estamos. Ese podría ser un final que casa con todas las entradas del blog: así estamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario