sábado, 7 de julio de 2012

Colorea sin salirte de los bordes

Colorea sin salirte de los bordes. Hace dos días me acordé de esa frase. me jodió de pequeño ese tema de los bordes. No coloraba mal. Tampoco especialmente bien. Pero el borde. Lo llevaba. Pero, no sé. Si existían las gomas de borrar. Si te sales, borras. Queda mal, contestaría el profesor o profesora. Vale, de acuerdo. Queda un poco peor. Una cierta sombra brumosa de color. Ok, señor profesor o profesora. Queda un poco, muy poco peor. Es un dibujo. Colorea sin salirte de los bordes, pues si me salgo, lo borro. Queda un poco peor. Pero es un dibujo y ya está. Incluso, saliéndote un poquillo y sombreando, o quién sabe, cambiando un poco la silueta. La silueta no se puede cambiar, o ¿qué? Un poco. No es tampoco, hacer un dibujo, no? estamos coloreando. Pero no sé, somos niños. Colorea sin salirte de los bordes, sin salirte de los bordes, sin las salirte de los bordes... Solo son colores. ¡Solo son colores! Y pensé. Y si es algo más. Y si es un forma indirecta de adoctrinar el cerebro humano en la joven gestación infantil de su masa neuronal induciendo el concepto del Borde. El borde de un dibujo a colorear, de acuerdo. Aparentemente, inofensivo. Un dibujo en blanco y negro. A rellenar. Colores. Vale, somos niños. Es una tarea sencilla. Pero hay está la frase de por vida: Colorea sin salirte de los bordes. Ahí lo dejo. A colación de esto, hice una canción, con esa letra y ese título. La letra está por pulir, como casi siempre. El sonido ni hablamos. La música es muy poquita cosa. Bueno, la canción es una penita. Pero la frase y el concepto me gusta. Colorea sin salirte de los bordes. Una conspiración.

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