domingo, 1 de julio de 2012

Tresmileuristas

Los diputados cobran más de tres mil euros sin contar dietas al mes. Alarmado me quedo. Lo he leído por ahí. Tresmileuristas y el pico. No me cabe en la cabeza que pidan que nos apretemos el cinturón con la talla que gastan, si tienen tres veces lo que un mileurista que es a hoy la super aspiración de los que malviven en trabajos precarios mal remunerados o encadenando campañas o temporadas, entiendo que no entiendan nada.

¿Qué supondría un ahorro de la mitad? Mil quini. Seguro que se disparaba el gasto en dietas, pero se notaría mucho en el monto total, ¿o no? Quizá la representatividad no es tanta. Hay tres mil políticos, grosso modo, en el país a tres mil del ala, pues 9 millones al mes. Ponle 10 millones. Ni para Jordi Alba daba. Habrá quien diga que con las cifras macro que manejamos de diario, 10 millones son moneda de cobre.

Sería interesante comparar los sueldos de la recta final de la década pasada, de 2005 para adelante, a ver cómo ha ido la evolución. Y en dietas. Una gráfica. ¿Cobran lo mismo? Hay que sumar para el redondeo del todo, las retribuciones de otra clase; cargos de partido, consejos de administración, fundaciones, consorcios, sociedades privadas... Es evidente que un recorte del 50% del sueldo, le viene mal a cualquiera. Más en verano. Pero pensemos en ello como un alivio momentáneo, un tiempecito. Hasta navidades.

Que habrá quien diga o piense, pues más se buscarán por otros sitios el fajo. Con lo que eso conlleva. Hambre de dólares. Alerta de corruptela. Que mejor será que se sientan bien pagados, proseguirá en su discurrir el que así opine, y que con los tres mil, no accedan a mayores tentaciones. Pues, no. Creo que el que trapichea siendo rico, haría lo mismo si tuviera un Miró en el baño. Trapi for life. Es mi teoría personal, va en la forja del carácter, picaresca genética y la oportuna conjunción de casualidades para que te pongan delante el botín y digas: "Esto, para mí".

Tresmileuristas no pueden gobernarnos nunca bien porque no se enteran de lo que realmente está ocurriendo. La frontera del mileurista ha muerto. Ya no existen. Bajan los salarios porque es o eso o nada, cuando no hablemos de ERE y paro, subsidio, miseria, etcétera o si se respetan, puesto y cantidad, existen aquellos sueldos pero con un 30% o 40% de salario mordido por hipotecas de turno, gastos de alquiler o simplemente el precio de la vida, que centellea. La franja media de trabajadores se extingue lentamente mientras sube la luz, sube el butano y sube el aire de tensión y desconfianza. Una medida populista: bajense el sueldo.

Es una cifra inspiradora. Se cargarán de razones. Mil quini. Dan impresión de achuchados. Remiten al que fue mileurista. Un paseito por las apreturas del ciudadano medio. Esos  recortes les bajarían a la realidad viviendo por un tiempo esa situación límite al verte de 50% menos. Si lo hacen seis meses, 60 millones. Del tirón. Un año, 120. Ya va sonando más fuerte el bolsillo con la calderilla. Si lo marcan para todo el resto de la legislatura, pues casi llegan a los 400 millones que han quitado de financión de medicamentos. Mis matemáticas tienen más demagogía que cálculo mental. Pero es un decir. Aunque igual tres años a medio gas les puede parecer una barbaridad, tanto tiempo a ralentí. Tampoco hay que empezar por el final. Unos meses, probamos a ver qué tal y ya vemos. Como cuando cambiaron la velocidad a 110 km hora en las autovías, unos meses. De prueba. Se bajan ustedes la velocidad de la nómina y se aparcan por un tiempo en el descampado de la recesión cotidiana.

Hablarían post bajada, señores políticos de todos los partidos españoles, de recortes con mucha más autoridad, en todos los sentidos, si empiezan por recortarse ustedes el sueldo. ¿Cómo es que nadie se lo había sugerido antes? Es una obviedad pero para eso tengo el blog. Obviedades y fotos de gatitos. Tengo varias que quiero subir de mi pareja de gatitos blancos. Pero al tema, remarquemos lo obvio. Tres mil euros al mes es un pastón. A mí me lo parece.

 ¿Quién está ahora viviendo por encima de las posibilidades del país? Quería cobrarme la venganza de rebotaros la dichosa frase. Allá voy otra vez: ¿Amigos tresmileuristas de la política, quién vive por encima de las posibilidades de este país cobrando del maltrecho bote común la citada cantidad? ¡Tresmileuristas, cinco salarios mínimos sacamos chispa más o menos de lo vuestro! ¡Habría que mirárselo! Un ajuste. Por simbólico que sea. Un plan. Una comisión. Un algo. Porque tampoco ustedes se ve que se lo ganen bien ganado, ¿saben? No es por desmerecer el trabajo de los tresmileuristas políticos que siempre está feo desmerecer y de todo habrá pero lo que hacen, es que no lo vale. Ir de un lado a otro, a inaugurar, a soltar consignas, a hacerse la foto. Vale que es tedioso pero no tiene mérito. No es para cobrar tres mil pavos. Y, en general, el trabajo que hacen tiene una impronta muy poco profesional, más "low-cost", muy básica. Tanto en el plano representativo, como en oratoria, que se ve floja en casi todos los delegados, secretarios o consejeros y de ahí para arriba. Política de bajo presupuesto, barata en puesta en escena, coreografía ideológica y con la iluminación escasa y justa para hacer sombras chinescas y que cundan las líneas fuertes, en modo on discurso de partido. Hacen ustedes, si me permiten que lo diga desde la humildad de mi blog que tampoco es que sea gran cosa, una política barata. Política baratuna. Y la cobran a tarifa de primera clase. Y eso, no puede ser  No puede ser. Y mientras sea, pues estarán ustedes instalados en sus torres de marfil y nosotros al quite de que no vaya a caernos una de ellas encima. Con ustedes dentro, dicho sea de paso.





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