sábado, 19 de enero de 2013

¿Por qué no afecta la corrupción política a las elecciones en España?

Es un caso notable.
Supongo que debería asombrar en otro países.
Está comprobado. En las elecciones de Valencia, por ejemplo. En las elecciones de Madrid, aún más claro. Con la Gurtel. Con la trama de los trajes y regalos. No importa. No afecta al voto, ¿por qué?


Ahí va mi teoría.
En España los votantes son de derechas o de izquierdas, como son del Real Madrid o del Fútbol Club Barcelona. Es una pertenencia que se parece a la de ser hincha de un equipo.
El voto siempre va a ser el mismo porque es "tu" escudo, son tus colores. Si el candidato no convence o es un trincón, pues que lo echen. Como si fuera un entrenador que cesa, pero no cambias de equipo. Nadie cambia de equipo, pues igual, nadie cambia el voto a no ser que se llegue a desastres históricos.
Luego creo que hay gente que se mueve por otros intereses.
El calor del momento.
Ayer leía en twitter y lo retuiteaba que cuántos votantes no apostaría el voto, a los que parecen que van a ganar simplemente por sentirse ganadores. Me pareció un argumento rebuscado pero posible.
La corrupción se interpreta, a efectos prácticos, como una mala alineación.
Como un planteamiento erróneo, demasiado ofensivo o más amarrategui de lo que se entiende por vistoso.
Es una pertenencia que obstruye el ejercicio público.
Nadie es objetivo cuando tienen que pedirle cuentas al árbitro.
El ejemplo de la hinchada futbolística es bueno porque creo que es tan cazurro o más que el de la militancia política. Desde Nuevas Generaciones, insultando al contrario. Limitando o bordeando el concepto de juego sucio y con ese rollo de archienemigo.
No hace falta glosarlo más, todo el mucno tiene un cuñado que es como Tomás Roncero... Nuestros políticos son Tomases Ronceros de sus respectivas ideologías y nosotros, los administrados, lo sufrimos en nuestras carnes con el bocado añadido en el alma de desilusión y desesperanza de ver que no cambia nada en las siguientes elecciones por eso mismo, porque es "tu" equipo, porque votas a los que votas y a los que ha votado siempre y porque si no, pues cambiamos el entrenador y ya.

Ojalá esto cambie. No tengo duda de que cambiará, de aquí a un par de generaciones.
Confiemos en una gestión pública -vaya tela con las Nuevas Generaciones de gestores públicos- que quede fura de cualquier género de forofismo.

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