jueves, 19 de diciembre de 2013

Si sube la luz, nos enganchamos todos a los postes

He escrito esto en Facebook:

Y ¿te imaginas que nos ponemos de acuerdo todos los ciudadanos y nadie paga el próximo recibo de la luz?

Y bueno, ha sido un moderado éxito.
Curiosamente al rato, ha puesto algo muy parecido el cantante y guitarrista de Tachenko y ha tenido un mogollón de me gustas, para los que yo suelo tener habitualmente también ha sido un pepinazo. Me ha contestado en los comentarios "mucho imaginar" y "imagine all the people"...
A lo que he contestado: "no paying electric bills... uh uuuh uuh uh"
En fin. Tonterías, para lo que sirve el Facebook, tú sabes.

Pero.
Ya en serio y sin imaginar nada, sin imaginaciones, siendo claros y espesos como el cocholate, debemos reconocer que pagamos porque queremos, que es una aceptación sumisa, ¿me explico? Que si no quisiéramos, es fácil no pagar... Que quede claro más claro que el agua de manantial de Sierra Nevada, que el pago de la luz se asienta primeramente en la buena voluntad del pagador.
Buena voluntad.
Eso es así, está claro que pagamos porque queremos pagar, es así. Es un acuerdo tácito y se aceptan las condiciones. Engancharse del poste no es tan difícil, si todo el mundo reventase sus contadores o simplemente tirasen un cable y no usaran el cauce habitual, pues listo. Estamos hartos verlo en los poblados de chabolas y no creo que nadie vaya a reclamarles el dinero que no han facturado por estar enganchados del poste fuera una actitud si no masiva, sí muy numerosa, no darían abasto para
Que conste que tenemos un contador porque queremos.
Y no lo manipulamos, aparte de porque es complicado no dejar huella, porque queremos ir de legales. Pero que si nos cogemos a los postes, las eléctricas se lo comen y si es un efecto masivo, no pueden ponerle freno o no de un modo operativo, desde luego, hasta dentro de unos meses que empiecen a no llegar los recibos pagados o el coste sea 0.
Pagamos porque queremos, porque queremos ser legales.
Pero la luz es muy fácil de robar. Muy fácil y muy difícil de controlar.
No es como robarle a alguien en su tienda, no es ni siquiera como robarle el wifi al vecino... No se perjudica a un paisano en concreto. Es una macroempresa. Si empiezan a tener que enfrentarse a miles, digo miles porque si son cientos igual lo atajan en mes y medio, pero si son miles, sí, miles, y I am not a dreamer, and I am not the only one, miles, miles de ciudadanos jodidos, pues miles de apaños, miles de enganches a los postes de la luz, si somos miles los que rompemos la baraja, en este caso los cables, es imposible que nos paren.
Y parece que es el único modo de pararlos.

Quiero decir que, puede parecer ingenua la insumisión tributaria, pero se puede pasar a la práctica.
Y también se puede trazar un plan de acción  en plan soñador.
Se me ha ocurrido. Un escuadrón de súper héroes, electricistas en paro. La Patrulla Chispas. Con sus trajes y sus guantes que no den la corriente y todo su kit. Súper héroes que le hacen el enganche al poste a personas mayores sin recursos, a familias con hijos... Que deshagan entuertos en el cableado eléctrico, que lleven la justicia a los postes de la luz, que consigan que no lleguen más facturas que no pueden pagar y que se los coman las deudas... Y es importante, para terminar de redondear el círculo que sean, curritos de la construcción en paro, preferentemente electricistas, claro. Pero bueno, también hay que sujetar la escalera, ¿no?

Cogerlo ahí, lo dejo en el aire.
La Patrulla Chispas.
El Equipo Cable.
El Comando Eléctrico.
Los Voltio Vengadores.
La Liga de la Luz Justa.
La Alianza rebelde del Poste.

Es el momento de pasar al terreno de las hazañas anónimas, es el tiempo de los HÉROES: ¡HÉROES!

Si sube la luz, nos enganchamos todos a los postes.
Y punto.

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