martes, 10 de diciembre de 2013

Las tertulias deportivas son un rollo

Ha costado darse cuenta y ha hecho falta que Intereconomía cortase con Pedrerol para que no diéramos cuenta pero es un hecho. Las tertulias deportivas son un peñazo. Desde los tiempos de Estudio Estadio hace millones de años. Lo de comentar el deporte es aburrido en general por más que, intencionada, denodada e interesadamente, nos lo metan a todas horas por lo ojos. Y lo de Punto Pelota era divertido por la espontaneidad, por la frescura, por el humor... No era una tertulia deportiva. Ves Tiki Taka. Ves el nuevo Punto Pelota. Un plomo. Insoportable. Opinadores encantados de conocerse. Porque sin la música de tensión, sin los personajes que hacen de personaje y dan sus exclusivas y los piques personales y ese ambiente temerario de que cualquier cosa puede ocurrir, pues mira... Es un baile de tópicos. De opiniones pasajeras. De apetencias más o menos personales. De alguna que otra noticia. Pero poca cosa. Análisis tontos. Sorteos alternativos del mundial. Paja. Relleno. Aburrimiento. Y los datos cantan. Aburren. No es una fórmula. Porque es barato. Teniendo imágenes es barato. Pones a unos tíos a discutir y lo tienes hecho. Pues no. Y Punto Pelota pues era otra cosa. Que es un formato. Porque afecta al formato de debate, porque tiene otro ritmo, otro dinamismo. Los colaboradores de Hichfelfd, qué menudo papelón, pues no. Y los que se fueron de Marca TV, pues por algo se irían. Es un tostón. Es pesado. Es lo mismo de siempre. Messi. Cristiano. Lo mismo. Los mismos argumentos. No hay noticias. Las mismas imágenes. Han querido copiar. Aunque una tertulia deportiva, es una tertulia deportiva que no es que sea copiar. Pero han querido comer terreno en share, en horario, más o menos en formato... Y no. Las tertulias deportivas son un rollo. Lo de Pedrerol tenía también un punto de superación y su propia trayectoria personal. De Canal + y luego el paso a la radio. Que había coraje. Pundonor. Ese extra que hace falta para cimentar algo de la nada. La nada más absoluta. No tener imágenes. No tener dinero. Resolverlo con pundonor, pocos medios y ganas de hacer ruido. Y de ahí los hangouts y tener un tio con el autocad en plató o tener una cámara en la redacción. Esta temporada en las nuevasd instalaciones no podían hacerlo porque las mesas estaban muy lejos y se inventaron eso de que los redactores saltaran por la ventana. Eso no es una tertulia deportiva porque una tertulia deportiva es pesada. Ver a un redactor joven que lo mismo se pega una leche pues tiene su aquel de madrugada, te mantiene conectado. Aún así creo que lo de la ventana, no funciona. Le costó hacerse a ese nuevo plató al equipo de Punto Pelota, tiene algo poético. Hecho en lo pequeño. En los bajos o nulos presupuestos. En algo grande, funciona peor. Es como un espectáculo de cabaret. El cara a cara. La cercanía. Veremos si el nuevo Pedrerol y cía. no se ve afectado por esos cambios de dimensiones. Y por dios que le quiten ese nombre horrible del Chiringuito... Que lo usen para la productora, ok. Que es horrible, pero bueno... Pero para el futuro programa que se inventen otra cosa: La Zancadilla, la entrada, Tarjeta y expulsión.

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