lunes, 9 de diciembre de 2013

Del Nido, a la jaula

Poco se habla de lo de Del Nido, ¿no? Si fuera el presidente del Madrid o del Barca, abriría informativo y sería portada.
Portadísima.
Noticia de alcance global. Sin duda. Lo de Del Nido... Se ha dicho. Se ha publicado. Se ha comentado pero sin más. No sé. Me sorprende que no sorprenda más y se explique mejor.
¿Es porque es el presidente del Sevilla? Y, ¿no el de otro equipo?
¿Es cosa de las rutinas de las redacciones?
¿Es porque no es tema deportes?
¿Es por no hacer leña del árbol caído?
¿Es un tratamiento adecuado al hecho en sí?

Porque estamos tan saturados de información deportiva, que igual el tiempo habitual de una noticia sin mayor debate no parezca escaso, aparte del obvio centralismo informativo que a mí me parece claro e innegable...Pero en cualquier caso, me extraña la reacción en general ante la noticia.

Y quitando el equipo y pensando que hablamos de deporte de élite y profesional... ¿no es una pasada que un presidente de club se vaya entre rejas y aquí, como quien dice, no ha pasado nada?
Y que se mezcle a la entidad... ¿no pasa nada que en su última rueda de prensa se despida al grito de "Viva el Sevilla"?
Y que el Caso Minutas, que me parece que tiene un nombre de caso guapísimo, Minutas, suena súper bien... ¿qué no se abra con eso?
No lo entiendo.
Y sin ahondar... La figura de Del Nido, altiva, chulesca... Sus declaraciones, con un cierto tono agresivo... Esto es opinión, claro, la mía concretamente, pero... No hay algo del Berlusconismo imperante a día de hoy en la sociedad en la figura de Del Nido... Quiero decir... Interponer las instituciones entre el ejercicio de la justicia y su persona, en este caso un club de fútbol, el Sevilla Fútbol Club, por los negocios o arreglos particulares que tuviera en el desempeño de su labor profesional, no vinculada al deporte... En fin. Adaptado il Cavalieri al ambiente rancio sevillano en todos sus tópicos.
A mí es que me parece un escándalo que un presidente de un club de fútbol vaya a la cárcel... Llámame retrógado. Llámame iluso. Pero me sorprende. Y mucho.
Y he usado muchos puntos suspensivos para escribir esto y os pido disculpas por ello.

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