sábado, 25 de agosto de 2012

Patrionanismo





































Patrioptimismo.
Portada de La Razón del domingo 26 de agosto de 2012.
La hora del Patrioptimismo, por reproducir el titular completo.


Aunque no son horas, las 2:38 mientras escribo estas líneas de un sábado que estoy a punto de llevarme a la cama y a pesar de no haber leído los artículos de fondo que se anuncian en portada de Paco Marhuenda, J.M. Marce, Alfonso Merlos, Pin Arboledas, M. A. Rodríguez y unos cuantos más; quiero opinar sobre esta sorprendente forma de enfocar la actualidad de este periódico que se edita en el mismo país en el que yo no vivo. O viceversa.

A favor del optimismo, quiero dejarlo claro, estoy y estaré siempre como cualquier buen pesimista y también me declaro ferviente admirador de los neologismos en general pero una vez más La Razón se extralimita de la que es o debe ser, la primera función de un periódico: Informar. Para crear opinión -podemos listarla como segunda misión de un diario- sí que se esmeran a tenor de sus portadas como  los profesionales de esta cabecera pero en mi humilde idem, están equivocados de medio a medio. Para otros usos cotidianos de la prensa como alfombrar habitaciones que se van a pintar o envolver ruedas de churros, este periódico sigue siendo perfectamente válido.

Viene al pelo recordar la cita del ínclito Antonio Mingote, íntimo de su primer espada Ussía, tentado de haber sido reclutado por ustedes mismos (véase portada del 5 de abril de este mismo año con el elocuente titular "Mi Juramento") y que era pensador antes que dibujante, hombre de tinta y papel en cualquier caso nada sospechoso, gran patriota para muchos y para mí, observador lúcido y audaz como pocos, que legó a la sabiduría popular el siguiente axioma: "Un pesimista es un optimista bien informado". ¿"Patrioptimismo"?¡Bien informado, oigan! ¿Qué son ustedes?

Señores portadistas de La Razón, que no les niego que sus razones tendrán pero ¿están ustedes bien informados de lo que está pasando en España hoy en día? ¿Salen a la calle? ¿Tienen familia? ¿Cuñados? ¿Vecinos? ¿Están sordos? ¿Ciegos? Mudos, ya que veo que no. O ¿es que les tienen encerrados en una habitación de dos por dos imaginando ingeniosos titulares para la primera página con fotomontajes resultones y felices juegos de palabras? Doy por hecho que esa supuesta habitación no tendrá ventanas porque a poco que se asomen verán que optimismo no hay ni aquí ni en ningún sitio, por decirles y si les llega la vista, verán que ni en Alemania, que es de donde por tradición mecánica se piden importadas las piezas más importantes, se atisban rastros de ilusión o esperanza.

Puestos a citar, apuntemos alto: Patria est, ubicumque est bene. Porque resuelto el tema del optimismo y de la información más buena o más peor, queda el peliagudo asunto del prefijo que usan ustedes en su titular y ya que estamos ante tal ocasión, demostremos que en la EGB estudiábamos Latín. En segundo de BUP, concretamente. A mí me quedo para septiembre y finalmente saqué notable pero eso importa poco. "La patria está allí, donde uno se encuentra bien". (Cicerón, Disputaciones Tusculanas, 5, 37, 108). ¿Ustedes se encuentran bien? En general lo pregunto. Sus vecinos, sus cuñados, lo que les llegue de oídas, ¿creen que se encuentran bien? ¿Cómo de bien? ¿Cúales son nuestras posibilidades reales de estar bien? Por aquello de no estar bien por encima de ellas, ya me entienden. Si la patria es donde se está bien, me da que nos hemos quedado sin ella o que no la han quitado en un descuido. Y si a Mingote no le rechistan, espero que a Cicerón tampoco, aunque tengo la cita definitiva para zanjar la cuestión.

"La Patria es una unidad total, en que se integran todos los individuos y todas las clases; la Patria no puede estar en manos de la clase más fuerte ni del partido mejor organizado. La Patria es una síntesis trascendente, una síntesis indivisible, con fines propios que cumplir, y nosotros lo que queremos es que el movimiento de este día y el Estado que cree sea el instrumento eficaz, autoritario, al servicio de una unidad indiscutible, de esa unidad permanente, de esa unidad irrevocable que se llama Patria". 
 Toma ya. ¿A que no adivinan? Venga, juguemos. Atrévanse, ¿quién es el dueño de esas palabras, amigos de La Razón? Unas frases que mcuho me temo podrían ser el antetitulo de su sonriente portada de este domingo. ¡Exacto! ¡Han acertado! José Antonio, presente. Aquí tienen completo el discurso del Teatro de la Comedia (que poética es la vida a veces, ¿no es cierto?) de 1933 por si quieren echarle un ojo. No es la única invocación a la patria de Primo de Rivera en ese mismo día. y lo recupero porque es de una escalofriante actualidad.

"Las derechas, sí, invocan a la Patria, invocan a las tradiciones; pero son insolidarias con el hambre del pueblo, insolidarias con la tristeza de esos campesinos que aquí, en Andalucía, y en Extremadura y en León, siguen viviendo como se vivía hace 500 años, siguen viviendo como desde la creación del mundo viven algunas bestias. Y esto no puede ser así". ¿Las derechas son insolidarias con el hambre del pueblo? ¡Lo dice Jose Antonio! ¡Presente! El hambre del pueblo en Andalucía y Extremadura, le falta nombrar al SAT y al Carrefour. Vale que con los de los 500 años se pasa o no está actualizado a día de hoy pero vaya con Primo de Rivera, un visionario. O peor, ¿acaso es que no ha cambiado nada? Lo dijo, más bien, hace casi cien años, bueno no, hace setenta y nueve años. Pon ochenta para redondear. En serio, ¿es que no ha cambiado nada en ochenta años? ¿Es que estamos peor o igual? Y en otro orden de cosas, ¿de verdad está tan presente el dichoso Jose Antonio?


Ustedes, señores de La Razón, que no les quito ni les pongo, titulan una de sus informaciones del día: "Terror comunista en el supermercado". Juraría que en su afán de buscar juego de palabras y ecos de canciones o frases hechas, se han acordado de la mítica tonadilla de los Pegamoides, Horror en el hipermercado" que por cierto, en la maqueta se llamaba "Terror en el Hipermercado". Porque no me dirán que lo de Neil Armstrong tiene tela. ¿Que dejó huella en la luna? Si suena a slogan de colonia. El astronauta que deja huella, la fragancia del cosmonaura que no se olvida... En fin. Es una maldad menor. Peor me parece, claro, por la carga ideológica y alarmista lo de terror de los rojos saqueadores. Porque le añaden de rondón lo de comunista, ¡toma ya! ¡Terror comunista! ¿Como casa el terror con el optimismo, señores de La Razón que dejan huella en mi corazón? Ateniéndome a una estricta relación de proporcionalidad y cierta lógica entre sus propios titulares, sin acritud vaya. ¿Terror y optimismo? Que me lo expliquen. Es que eso del terror no lo decía ni Primo de Rivera, oigan, que mostraba dentro de su rigidez cierta comprensión con el hambre ajena. Y ustedes ni eso. Porque si lo de "Patrioptimismo" me parece de órdago, lo de "Terror comunista" es en sí mismo terrorífico. Lo de dejó huella en la luna, me hace gracia mira tú. Pero, seamos sinceros, con lo del supermercado, igual se les ha ido la mano. Como titular lo veo un poco desproporcionado y alarmista. Vale que los jornaleros están en jornadas de manos largas pero tanto como miedo, no ¿no? ¿Terror? O, ¿sí? ¿Se lo dan a ustedes?

A mí me enseñaron mis jefes en el periódico que estaba prohibido en general remitir a títulos de libros, películas o canciones en los titulares y eran especialmente estrictos con mis arranques creativos, especialmente con los juegos de palabras o los neologismos, aunque vuelvo a hablar de mi vida privada. Quieras que no y por más que cite a Primo de Rivera, Cicerón o Mingote, esto es un blog personal y mis batallitas pues, sintiéndolo mucho, tienen cabida. Para mí era un aliciente colarles mis golpes de ingenio en los titulares, más por jugueteo personal que porque pensara realmente en el lector. Error, amigos, craso error. Y me chiflaban los neologismos. Atención, anécdota. Ya que en el párrafo anterior mencioné al primer grupo de Alaska, pues con su actual formación, Fangoria, vinieron a actuar a mi ciudad junto a Dover y en el titular le puse: "Fangover:dos por uno". Concierto de Fangoria y Dover. "Fangover:dos por uno" Y me quedé más ancho que largo viendo como mi jefe se lo tragaba entre dientes y mirándome en plan déjate de tonterías y entrega la página antes, coño. Creo que en lo de "Patrioptimismo" tenemos un claro caso de "Fangoverismo".

Y claro, no me resisto a darle otra vuelta de tuerca. ¿"Patrioptimismo"? ¡"Patriombligismo"! Porque desde luego hay que ser muy patriota para mirarse al ombligo y ser mínimamente optimista en España. Aquí o en Alemania, en la que por cierto tienen tres palabras diferentes para designar la patria. Curioso, ¿no? El discurso patriótico en Alemania es que no debe ser fácil de soltar por aquello de los nazis y sus excesos en el fascismo del siglo veinte. Con tres palabras (Heimat, Heimatland y Vaterland, conste que de alemán no tengo ni papa, como de casi nada cierto es) resulta más difícil enredarse en la raíz latina de Pater. Y también que los hermanos germanos tienen muchas pelusas en el ombligo como para ser capaz de mirárselo tan fíjamente sin que alguien les dé un toque o los ponga en evidencia. Allí aprendieron, a hostias por otro lado pero aprendieron de lo mala que es a largo plazo, o incluso corto y medio, una dictadura y lo mala que fue para ellos mirando en conjunto su siglo XX. Es para pensárselo que aquí habiendo tenido no una sino dos dictaduras en los mismos cien años, (¡dos dictaduras! que se dice pronto) hayamos aprendido tan poco.

 Cabe concluir que lo de la portada de La Razón de hoy domingo es lo que técnicamente en el gremio se conoce como una paja mental, "Patrionanismo". No encuentro otra explicación posible, "Patrionanismo". Que es algo que muchas veces te demandan los jefes para que llenes un par de páginas, te lo dicen bien claro. Te haces una paja mental y listo. Se aprecia en la profesión esa capacidad, hablo de prensa escrita, es valorado lo de pajearse mentalmente y eyacular páginas y más páginas. O lo era donde yo he trabajado. Claro que no es lo mismo meterle todo el rollo posible a una doble que masturbarte alegremente en la portada. Que sin saberlo a ciencia cierta, me figuro que el señor Marhuenda, a la sazón director de La Razón, estaba de libranza el sábado, hoy por ayer -entre otras cosas, porque no subió él mismo la portada a su cuenta de twitter como tiene constumbre- y que el que estaba al mando de la nave, era el rubito de gafas y barba que podía buscar su nombre en Google pero no me apetece. Esa barbita de comunista habría que meterle una cuchilla más pronto que tarde, que si le quitas el traje y lo despeinas un poco, pasa por progre o guiri indie del Festival de Benicassim. En fin, lo típico. Que te dejan el reportaje montado con los artículos de toda la peña y a última hora, ves el hueco del titular de portada y te calientas. Te da el momento creativo, el rollo Fangover y la lías parda. Si a eso le añades que andan sobrados en la redacción de sentimiento muy de patria, puro sentimiento, pues pasa lo que pasa. Que otra cosa que aprendes después de trabajar en un periódico es que, escribas lo que escribas, realmente al final tampoco pasa nada. Y aunque no lo parezca, es de lo más bonito.


PD: Como último apunte, ya que te tiras a la piscina, tírate de cabeza. Lo de usar color corporativo para la palabra "Optimismo" diferenciándola de la negrita del prefijo "Patri" lo veo de cobardes. Más elegante de toda la vida unas comillas simples o unas comillas enteras bien gordas. O valientes y atrevidos, nada de nada. Porque entenderse, se entiende divinamente, clarísimo. El Patrioptimismo a pelo. Es hacer cómplice al pobre maquetador de tu ocurrencia y no lo veo bien. Meterlo en tu lío. Ya que te atreves, pues sin miedo. Total, puestos en la maldad. Pero bueno, estéticamente no queda feo todo hay que decirlo. Pero yo me hubiera atrevido con la negrita en todo y ancha es Castilla. Que hablando de negritas y ya que ellos lo han hecho, pues yo también me he permitido unos manchones aquí y allá en esta entrada de blog para que no sea tan ladrillazo de leer. Una licencia que espero me permite ustedes, amigos lectores. El mensaje no se ve afectado, ni en el blog ni en el titular, por el color. Quizá que sea del optimismo el color corporativo lo que menos me gusta pero claro, entiendo que tampoco lo ibas a poner en verde, que pensando en un código cromático es lo que más me inspira, a mí personalmente, el optimismo. Dicho sea de paso, ninguno de los jefes que he tenido me hubiera dejado colar "Patrioptimismo" ya se lo hubiera pintado de rosa o del color que sea. ¿En portada? ¿Bromeas? ¿"Patrioptimismo"? Me hubiera caído una bronca del quince solo por proponerlo. Déjate de tonterías y entrega rápido, coño. Pero probablemente yo también lo hubiera intentando, así que, en fin, espero que esta entrada se entienda más como una crítica al fondo que a la forma. O incluso que ni se entienda como una crítica porque está escrita más desde la sorpresa y el aturdimiento con la reconocida nocturnidad, que en plan dando lecciones de nada, que no es el caso.


PD2: Para no tomárselo demasiado en serio, tengamos en cuenta que la difusión media de La Razón es inferior a la tirada total de El Jueves, y en términos absolutos y a lo largo de su historia, la revista satírica ha alcanzado máximos que el periódico fundado por Ansón no ha llegado ni llegará jamás ni a presupuestar, así que en cualquier caso, debemos tomarnos estas cosas y sobre todo estas portadas con humor. Y ya que estamos, pues con optimismo también, claro que sí. Y de María Teresa Campos en la portada de Diez Minutos, que lo regalan con el periódico, hablamos otro día.

1 comentario:

  1. Te has dejado sin comentar la ilustración de la portada, todo un despropósito ilustrativo del daño que el photoshop y el stock.xchng han hecho al periodismo gráfico.:

    "Mira, mira, qué imagen más chula me ha llegado por mail. La de los gaticos no, la otra"
    "Oye, pues se me está ocurriendo una idea con unas banderitas de Eppaña que..."

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