martes, 28 de agosto de 2012

Algunas consideraciones que no leerás en ningún sitio sobre lo de Ruth y José Bretón Ortiz

Algunas consideraciones que no leerás en ningún sitio sobre lo de Ruth y José Bretón Ortiz

1.- No les pongas tu nombre ni el de tu mujer a tus hijos
No lo hagas, no. Si es niño, como el padre. Si es niña, como la madre. MAL: serán una extensión de vosotros, como pareja y si os va mal, pues mal del todo. Es mejor ponerles otro nombre, el que sea, me vale el de los abuelos o el del tío al que tanto quisiste.
Es también una forma de marcarles para siempre como extensión de vosotros.

2.- Los hijos quizá no sean los hijos reales de José BretónAl parecer y según ciertas declaraciones del juicio que han trascendido, Ruth tuvo un novio anteriormente del que siempre se quedó un poco prendada. A causa de la sobrexposición de fotos de los niños me fijé en que no había ningún rasgo de José Bretón y sí de la madre. los niños eran más guapos que el padre. Eso justificaría una reacción violenta o un odio o una sospecha.
Es una forma de tratar de entender el terror de un hecho como el presunto, a raíz de un rencor, unos celos y una inquina de muchos años.


3.- Los medios contribuyen a que no se resuelva el casoSale a la palestra a la primera de cambio y es el mejor modo de que se escondan pruebas, se falsee la realidad y se monten juicios paralelos. Un hombre que pierde a sus dos hijos en el parque, salta a noticia nacional. En fin. Lo detienen. El culebrón: Ella, sin embargo, se resiste a comparecer ante los medios. Meses más tarde, finalmente da la cara. No sé donde leí o escuché puede que fuera una película que en el primer día se solucionan un 90% y en los tres primeros días, 70% pero de ahí en adelante, bajaba la media.
Los medios matan, es mucho decir. Pero emborronan, cantidad.


4.- Un ministro: "El mejor escribano echa un borrón"
No está mal disponer del rico refranero español para que un ministro eche mano de esa frase disculpatoria sobre borrones y escribanos. Que sea un ministro. Que comparezca. Para detallar que pudo existir un error en el informe forense. Un año de retraso. Unos restos no humanos que pudieran ser humanos. Un error. Un fallo. Un borrón. Menuda cosa y lo suelta como si nada, como si no importase. Oiga. Que da igual. Que no se trata de inculpar a la persona. Al que haya cometido el error, el escribano de turno. Es que es una cosa grave. Es la cosa, de hecho. Tampoco había mucho en la que basarse. No entremos en investigaciones policiales. Pensemos a gran escala: ¿Cómo se puede solucionar eso? Para el futuro. Para próximas desgracias.
Encargando por norma dos informes forenses distintos de dos profesionales independientes. Es una idea.


5.- El muro de la verguenza
En las Quemadillas, en sus muros se ha podido leer la crónica más directa y afectada del caso. Sería un excepcional material gráfico haber sacado las pintadas desde el primer día. Es un crónica pintada con el corazón, no hay duda. No estoy de acuerdo con otras formas de expresión de la familia de la madre. Entiendo el dolor, entiendo la desesperación, entiendo la frustración pero tampoco es manera ni forma acosar a los familiares del detenido. No son maneras. Esa fria venganza. Esos megafonos. Esas maneras. No lo sé. No soy nadie para criticar. Respecto al que habla en un muro con una frase, con un pensamiento... Mejor eso que un insulto. No defiendo los insultos, ni los ataques personales, ni el acoso, ni nada que se le parezca. Dicho esto: Creo que la familia no está limpia del todo.
Eso es todo.

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