viernes, 17 de agosto de 2012

Estais muy pesaitos con las Pussy Riot





En serio. Iba a escribirlo en mis perfiles de redes sociales, pero qué necesidad. Estoy en contra de los que polemizan por polemizar y si decía algo en contra de estas rusas furiosas.
Pero es que me infla las pelotas.
Primero, el seguidismo. Hala, #freepussyriot y todos los putos borregos, poniendo lo mismo.
Segundo, qué sabremos nosotros de Rusia y las punkis de Rusia y su puta madre, si me permiten ser soez. Qué sabe nadie, que cantaba Raphael y canta, claro, que sigue dando leña.
Tercero, que nos importa la iglesia ortodoxa. Las iglesias, en general.
Cuarto, grupos underground que os tengo de amigos en Facebook, al loro. No me mandéis más eventos ni invitaciones a eventos ni hostias, no. No perdáis el tiempo. ocupad iglesias. Ya de ya. Ocupad iglesias, ocupad ermitas y subiros a la chepa de monjas y curas, es el camino para haceros mundialmente famosos por un par de días. Os jugáis unos años de cárcel pero y qué. Tendréis el apoyo de un mogollón de meapilas all around the world. Así está la cosa.
Quinto, que cada palo aguante su vela.


Quinto pero que podría ser el primero, amigos. Que cada palo aguante su vela. Es así. No hay quinto malo que dicen los taurinos y Free yourself que cantaban los Canarios del malogrado capo de la SGAE, Teddy Bautista, que por cierto, ¿dónde andará Teddy nowadays, que está más perdido que el toro Ratón? Pero al caso, #freePussyRiot pues vale, pero ¿por qué?

Quiero decir, me gusta la provocación, me gusta el rollo subversivo... Pero joder...

Y creo que todo es porque Nadya es guapa... Vaya contradicción, amigos.
La revolución, mejor con cara bonita.

¡Pesados!




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