lunes, 4 de agosto de 2014

No, no te quiero

Decirle a alguien: Pero que si no me quieres, dímelo. Y que te diga: No te quiero. Así. No te quiero. Y ya está, así de claras las cosas, queda poco que decir.
Gracias. Si acaso.
Hay dos tipos, en mi opinión, de querer. De quereres. Hay más, supongo. Practico dos yo y las veo las dos modalidades más recurrentes, si bien es cierto que estoy a un tris de perder la práctica totalmente... Que soy de esas personas que se piensa si pone Besos en la despedida de los mensajes o lo deja en un escueto Abrazos o Un abrazo o simplemente Adiós o Hasta luego, quiero decir, que en el manejo de afectos en entornos sociales no vengo siendo el maestro pero lo que está claro es que le dedico tiempo, y mal, tiempo mal, en dirimir cosas así, ¿Besos o Abrazos? En fin. Para los quereres, o las tipologias o las escalas o llámalo como quieras, no me veo muy ducho, y creo tengo mis propios valores, mis propios niveles de afecto.

Dime si me quieres.
Pues no.
No te quiero.

Y tan campantes.

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