miércoles, 20 de febrero de 2013

Pactos perversos

Promover un pacto anticorrupción es perverso.
Me explico. Si la corrupción es delito como lo es, pues ¿para qué más?
Ya está penado.
¿Nos ponemos de acuerdo para no cometer delitos?
Es muy perverso.
Que sí. Que será buena la intención. Que será incluso necesario, que me parece aberrante. Es aberrante, quién podría negarlo, que fuera necesario ponerse de acuerdo para no cometer delitos.



Esto me lleva a pensar más allá.
Quiero decir. Si proponen un pacto anticorrupción es porque algo no está funcionando bien.
Algo no funciona bien. Porque si las instituciones funcionasen, no habría nada que hacer, nada que pactar.
Algo falla.
Algo falla de fondo.
En fin.
Aún no he almorzado y no doy para más, pero ahí lo dejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario