martes, 12 de enero de 2021

No te puedes fiar de las sinopsis

 No te puedes fiar de las sinopsis.  No te puedes fiar de los presupuestos. No te puedes fiar de las palabras que se dicen en la cama. No te puedes fiar del ya te aviso yo. No te puedes fiar del parte meteorológico. No te puedes fiar de la fecha de caducidad. No te puedes fiar del si me animo, te llamo. No te puedes fiar de las llamadas de vuelta. No te puedes fiar con un uno a cero fuera de casa. No te puedes fiar de los compañeros de partido. No te fíes del partido hasta que acabe. No fiarse nunca de aduladores o bienpensantes. No te puedes fiar del conversó ni del descreído. No te fíes de fe ajena ni propia. No puedes fiarte de los gatos en celo. No puedes fiarte de la crítica ni del público. No puedes fiarte del autocorrector. No te puedes fiar de los desconfiados así que procura no serlo y céntrate en lo que sí.


Te tienes que fiar del médico. Te tienes que fiar del prospecto. Te tienes que fiar de tu vista cansada. Te tienes que fiar de tus sentidos y es mejor afiliarlos. Te tienes que fiar del afilador. Te puedes fiar de un perro. De un cuchillo. De una navaja multiusos. Te tienes que fiar del gestor y del presidente de la comunidad de vecinos. Te tienes que fiar del taxista pero sobre todo del mapa. Te tienes que fiar del bote de ketchup de la hamburguesería. Del servilletero. Del espejo. Sobre todo si está sucio. Te puedes fiar de la suciedad que siempre está ahí cuando no la necesitas. Te fias de la mancha. Puedes fiarte de la soledad de los demás. Puedes fiarte de algo no confiable solo porque quieres hacerlo, como yo de mi lindo gatito. Que es un angelito peludin.


Ha venido Canelita. Con una muesca en la oreja y maullandole al mundo. Está en celo. Se ha tomado un aperitivo y ha vuelto a su batalla. Se oía a otro peludo o peluda llamándole. Es curioso su idioma. Cualquier día viene con un ojo colgando. Mi hermano me contó que a su cuñado o a un primo o a alguien le pasó, que le llegó el gato con el ojo colgando. Le temo. No puedo hacer nada. Le podría cortar los huevillos y más de una amiga metída en el mundillo gatuno me ha achacado a veces no hacerlo. Me recuerda a Desayuno con Diamantes. Todos somos gatos libres. No te puedes fiar de Truman Capote. No te puedes fiar de las guapas. Ni de las feas. No te puedes fiar de la superficialidad. No te puedes fiar de las fotos y de los videos casi tampoco. Un día se me muere Canelita y pensaré: pues haberle cortado los testículillos en su momento. Hoy hay guerra. Lo noto. Cuando se dan delante mía pues intento intervenir. Que se asusten y rechacen la contienda. Somos gatos libres. Somos gatos de la basura sobre todo cuando estamos solteros. Que difícil se pone el basurero con los bares cerrados. 


Quería ir a todas las sesiones de la Filmoteca que la primera es mañana y me ha salido trabajo a la misma hora. Me gustaría ir de bares. Hace más de un mes que no salgo. En navidad he sido una monja. Vieja, no una ingenua novicia. Soy una monja vieja y achacosa que está con mono de emborracharse como antes, sin más horarios que el amanecer. No te puedes fiar del sol, sobre todo en los mediodías de invierno. No te puedes fiar del frío. El calor tampoco pero es más confiable. Mañana me voy a perder la peli o tendré que hacer malabares para llegar a tiempo. No te puedes fiar del tiempo. Es cambiante. El otro día me comí un banco de niebla que me hizo apretar el ojete. Me asusta la puta niebla. El miedo no existe pero la niebla, si. O a veces. El otro día existió con fuerza en mi rutilla. Pero salí airoso.


No te puedes fiar de la niebla ni de las antiniebla. No te puedes fiar de las sinopsis. No las leo. Voy a la peli y ya. Me gusta no tener que hacer elección. Lo que antes se hacía en el videoclub. Mirar carátulas.... Leer sinopsis. Caer en la trampa de un buen esbozo y cagarla. Ahora es parecido en plataformas. Con el tiempo que he perdido mientras elegías película podría vivir dos vidas. Me lo trago. Lo que pongan. Lo que echen. Si ha llegado hasta la Filmoteca, tendrá su valor artístico y punto. Voy sin saber ni los títulos ni los ciclos, sin expectativas y cuando me gusta o me sorprende, se vuelve especial de verdad. No te puedes fiar de tus elecciones. No te puedes fiar de las carátulas.

Hoy voy a hacer pasta.

Me apetece boloñesa.

De mi te puedes fiar.

Me sale sabrosa.

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