martes, 27 de mayo de 2014

tres cosillas solo

Bueno, muchachos, os vengo a contar cosas...

El mundo de la música es como el casino
Siempre pierdes. Mejor asumirlo cuanto antes. HAy jugadores de póker profesionales, ok. Es el circuito, es la aspiración. Pero tienes que saber tirarte muy bien los faroles, si eres bueno a secas, pues acabas de crupier (se escribe así?) o en la mesa del black Jack, o como jefe de seguridad o vete a saber pero no puedes pelear contra el casino, contra la suerte... Contra el girar de la ruleta que viene a ser el girar del mundo. Siempre pierdes. El giro del mundo nos pierde. A unos más a otros menos, pero es siempre una victoria del movimiento sobre nuestra voluntad de querer mantener algo estático, en el tiempo, una grabación por ejemplo. La música se graba, los conciertos se graban... Hoy se graba todo. Y las grabaciones no tienen dentro del giro de la Tierra o sí, pero no nos damos cuenta. El casino gana. El eje de la Tierra gana. La gravedad gana. Los músicos buenos, incluso los buenos, pierden siempre. Incluso en los torneos de poker a nivel mundial, las world series, son muchos más los que pierden que el que gana. Es así. Es el casino. Perderemos casi todas las veces, si encima somos malos, es que nos divierte perder. Esto venía a deciros.


La dictadura del tráeme un vaso de agua
En el primer capítulo de la tercera temporada de el doctor House, se explica bien. "Lo hice para hacerte sentir bien", dice ella a él tras haber simulado ser fan de Star Wars y excusarse por no ir al estreno de un nuevo capítulo. Después, le da un colapso y ya viene el tema médico. Pero ese tipo de servidumbres... Lo que yo llamo: Tráeme un vaso de agua. Soy servicial, aunque no venga aquí a hablar de mí porque no quiero que parezca que a mí me cuesta levantar el culo del asiento. Es más, soy un culo de mal asiento, pero no hablemos de mí, aunque el blog lleve mi nombre, porque a lo que voy es algo más grande: la dictadura del Tráeme un vaso de agua. Me he acordado de ese relato de Cortázar en el que no puede permitir que nadie se agacha a recoger algo que se le ha caído, que tiene que hacerlo rápido... Cogerlo él. No recuerdo el nombre del relato, pero eso mismo me pasa a mí. Soy servicial y agacho la raspa. No es traerlo. No es eso. No me importa. Ni el vaso. Ni el agua. Ni traerlo. Es más, me gusta calmar tu sed. Como concepto, en serio. Me gusta. Me gusta ser el que calma tu sed. Pero... ¿Por qué me lo pides? Cuando yo tengo sed, me levanto y bebo del grifo. Sed de verdad, quiero decir. ¿Por qué me pides cosas en general? No quiero, por eso lo recalcaba, que parezca que soy mal mandado. No lo soy. No me cuesta. Ni el agua, ni el vaso, ni recogerte de la academia, de la parada del bus, o de dónde sea... Aunque seas una feminista recalcitrante... Culpa mía que me gustan así, recalcitrantes en general y feministas en particular, de modo que... Bien, agua. Bien, paseo. Bien, coche. Bien, bus, ok. Bien todo. Pero: ¿Por qué? Quiero decir... ¿Que intentas demostrar? Vale, no. No es una demostración de nada, eso lo entiendo pero... Da igual. No lo tengo claro el tema... Se ve claro que no lo tengo claro. Lo dejo aquí. Aunque lo quería relacionar con lo que yo llamo el mercado negro de los sentimientos, pero eso va en el párrafo siguiente.

El mercado negro de los sentimientos
Ya lo he comentado alguna vez por aquí, creo, o quizá solo lo he nombrado... Pero es real. Pasa en muchas partes, y podría meter la pata como Arias Cañete en campaña, pero no lo haré, aludiendo a la guerra de sexos que por otro lado, si soy sincero, siempre me ha parecido una estupidez, así de claro. Pero bueno. En los grupos de música. Que es una agrupación de personas como otra cualquiera. Una banda de rock, por ejemplo. Yo tengo una, se llama Enrique Octavo, que parece que es como el nombre de cantautor pero no, es nombre de grupo. Por cierto que con "El mercado negro de los sentimientos" quería sacar una letra u algo, pero no me ha salido nada, no me ha salido de primeras, la rima y tal, pero el concepto me hace verlo claro. Pasa en los grupos, aunque desde luego, en la letra, caso de que la llevase a buen término un día de éstos, hablaría de sentimientos. De pareja. Para más señas, sentimientos de pareja o la ausencia de ellos. El mercado negro de los sentimientos. Los que no cotizan. La parte del amor que funciona como la economía sumergida. Todo lo que forma parte de un cierto intercambio de bienes invisibles, diría intangibles pero no siempre lo son y que pesa. En general, pesa. Aunque siempre me pasa lo mismo con esto del mercado negro de los sentimientos y por eso no me sale la canción. Quiero abarcar demasiado, me pasa con todo. Pero no me sale. No me termina de salir, porque debería acotarlo más, ir más al grano. No sé bien cómo. Pero vaya que era solo eso....Comentaros estas tres cosillas, dejaros el esbozo. Otro día lo retomo y os cuento más. Y mejor espero.

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