jueves, 24 de abril de 2014

Dilema con kakicillos y almendricillos

Es que como no recogi ni los kakis ni las almendras, tengo medio docena de kakicillos o otros tantos almendricillos con los que no sé bien qué hacer.
Trasplantarlos, ya.
Pero es que se mueren.
¿Cuestión del tamaño del cepellón?
Lo he pensado, pero... No sé. Y, ¿dónde los pongo?
Los dejo crecer.


Hace unas semanas en una noche de estas que, como dicen en las películas, "necesitas un trago". Salí a echarlo y conocí a un tipo extraño, que quiso invitarme y al que no dejé, contraviniendo mi norma de dejarte invitar siempre y que vivía por Zafarraya o no sé, cerca de las montañas. Mi casa está también entre risquillos y en fin, charlando y charlando, me contó el problema de la camadas de cachorros que le venían de repente y cómo tenía que asfixiarlos. No sufrían, decía. Casi nada. Y creo que me contó que también asfixió cabras, no estoy seguro. Le escuchaba regular y no le hacía preguntas. O, ¿eran galgos? No recuerdo. Es una imagen truculenta, de estas que se te quedan.
Pues matar a los kakicillos o a los almendricillos para mí es lo mismo.
Es asfixiarlos, a los pobrecillos.

Y nada, comparto aquí mi inquietud.

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