miércoles, 15 de enero de 2014

Helechos que dan paz

Hasta que no llego al punto de no retorno de la indignación interna, no le doy a Nueva Entrada.
Creo que debo cambiar esa fluencia de negatividad, en las ideas o lo tocante al blog, por el beneficio de todos... Del blog, en especial. Y lo que escribo me parece siempre como para cerrar sin guardar.
Me permito las morcillas. Debería hacer listas. Algo más concreto.
Enumeraciones. Algo concretito. Listas de ideas, de ideas fijas e ideas peregrinas. No terminar una subordinada así me caiga un rayo en el pecho. Idea. Sujeto. Más sujeto. Súper sujeto. Sujetado desde todos los puntos. Sujetadísimo en un único punto, con una sola idea. En una sola cosa. Desde que mi tasa de lectura es cero, entiendo mejor al ciudadano medio. El caso es que me indignan cosas concretas. En el blog, quiera o no quiera, me centro en la estética, con el gran trasfondo de las ideas. Gran trasfondo, no grandes ideas.
Me quedo en la trasforma.
En realidad no sé pilotar, ¿me explico?

Vayamos a ello.
Voy yendo.
El modelo de negocio municipal: limitar el número de plazas de parking públicas en la calle, en superficie.
Construir parkings a mansalva, A MANSALVA: abrirle las tripas al suelo.
Ir siempre más allá.
Vente tú también un poquito.
Lo de Burgos.
Me tienta mucho muchísimo al hilo de lo del Gamonal, pienso ahora, entre lo que termino la frase y no, que la poesía me gusta por el ritmo y por aquello de la inercia en la bicicleta, yo aprendí así, llegó antes la velocidad que el equilibrio...
Lo de Burgos.
Pienso que es todo así y en el blog se refleja de una forma evidente en todo su aleatoriedad y miserabilidad. Porque con respecto al blog me siento básicamente miserable, peor que triste si os sabéis la cita de Woody Allen, en Annie Hall creo.
Tengo pendiente ver Blue Jasmine, me apetece menos tres.
Nunca he ido a Burgos.
Velocidad. Equilibrio. Velocidad, velocidad, velocidad.  Ya sé ir en bici. Y el equilibrio no es un problema hasta que reparas en que tienes que parar. Y paras. Generalmente por contacto. Por contacto es una buena forma de aprender todas las cosas, por contacto con la realidad, contacto brusco con el suelo, por ejemplo, o la pared, o un jefe cabrón o un sistema cabrón o una empresa cabrona o en fin, contactos variados en cuanto a brusquedad y jodienda, y una vez que sabes administra la velocidad que media entre los sucesivos porrazos, pues hala, ya te estás moviendo. Eso era todo. Y al final te mueres. Vivimos espoilerizados since the beginning sabiendo que nos vamos al hoyo y yo debería estar durmiendo porque mañana madrugo y tengo una semi entrevista de trabajo, que en realidad, ni es semi ni ná pero veremos a ver, lo mismo sale algo de ahí, que la cosa se queda en nada y es tontería. No sé. Es lo típico de la expectativa. La misma vida, vaya.
Blue Jasmine, menos tres.
Burgos, menos tres.


Hace unos días vi la de boxeo de Stallone y De Niro. Lloré.
Lloro siempre con la sobreactuación y el melodrama más basicorro y forzadete, si está forzadete me caen dos lagrimones como la bola de piedra que perseguía a Indiana Jones, en el templo maldito creo.
Ves tú, hablar de cine es siempre buena cosa en el blog.
A Burgos me da igual ir.
Y, el cine pues no cansa, se agradece, se lee bien, es estable, un valor que no pasa y se le da un uso: la de los Coen no está online, ¿qué pasa? Poneos las pilas, piratas. No estáis a lo que hay que estar, la de Llewyn o como sea, ya va tardando. Y ojo, bien cine. Pero viajes, ojo. Ojo, viajes. Qué buena cosa sobre la que blogear y de la que no me prodigo nada, tampoco es que viaje mucho, pero ...
La catedral y tal. Pero que me da igual Burgos, la verdad.
Lo del Gamonal. El tema. El aparcamiento en superficie.
La política municipal. Pasa en Granada, en mi ciudad. Ha pasado en mi barrio. Parque del Genil. Un descampado hecho parking. Privatizado. Concesionaria. Y me vienen a la cabeza, cinco o seis parkings hecho a finales de los noventa, principios de los dosmiles y el floreciente sector que nació de parkings urbanos en zonas céntricas pero sobre todo, en zonas no céntricas, en barrios. En descampados de barrios, como es el caso del construido junto a casa de mis padres. En esa calle, se podía aparcar en batería. Entraban el doble de coches. Se hizo doble sentido, hay que aparcar en línea, muchos vecinos y en condiciones ventajosas, eso se repite siempre, en condiciones ventajosas, adquiriendo cocheras o plazas de parking. Mis padres, por ejemplo. Picaron con una plaza. Y oye, lo del Gamonal. Pues es una forma de remodelar las ciudades y abrir nichos de negocio donde no los hay, y tema aparte, la zona azul.




A ver. Para darle clientela a este negocio, se usan a los que tienen mejores argumentos sobre urbanismo y movilidad. Un dos tres, responda otra vez: los ciclistas. Los carriles bici son la excusa perfecta para impedir que los coches aparquen. Hay que hacer las aceras muy anchas, muy deformes para que aparquen los coches. En Granada, mi ciudad. Pienso en el centro en los 70, que todas las calles estaban abiertas al tráfico. Que la plaza de Isabel la Católica al final de la Gran Via era una rotonda, pues no sé. Se aparcaba en todos sitios. No digo que sea sostenible aparcar en todos sitios. PEro el ancho de los coches y el ancho de las aceras guardaba una cierta proporcionalidad y ahora, las aceras se atrofian y engordan artificialmente con carriles bici mal hechos, oportunistas carriles bici para impedir que los coches se aparquen en línea donde siempre lo han hecho, y donde las proporciones invitan a que se haga.
Y para que los parkings ganen pasta o porque la ciudad sea más sostenible y bla bla bla.... Si se tomaran en serio los carriles bici, no sé... Serían una ciudad  diferente y una opción real y en preferencia... No tienen ningún sentido los bulevares de aceras enormes en las que cualquier excusa en buena para que no quepan los coches... Los coches que siempre estuvieron ahí.
Los parkings.
Es tan claro, ¿no?
Tan evidente, el modelo.
Y lo veo tan poco... No sé.
En lugar de crear algo que sea un vivero, montan un sistema que se parece más a una colmena estanco, en la que solo gana uno. El concesionario. Y el mantenimiento de un parking será engrasar automatismos y cambiar tubos de neón de cuando en cuando. No es un modelo que se deba alentar desde el ámbito municipal de gobierno... Mejor crear trampolines, no sé cómo, pero con otros modelos que pongan cimientos para que empresas pequeñas puedan dejar de ser peqeñas, no sé cómo ya digo... Pero en lugar de horadar el asfalta y tratar de rendirle más rentas al suelo en sus entrañas, alquilando las entrañas del suelo, pues otro modelo: trampolines. Azoteas. Son metáforas de mierda, vale. PEro bueno. Nos entendemos.

La de Stallone y De Niro la tendría que haber dirigido Woody Allen.
De lo del fútbol, puedo coger carrerilla y no parar.
Lo dejo para después. Después de después.
Lo de los parkings. Me da perezaca. Me da perezaca lo que igual significa realmente algo, sabes.
Tengo pendiente un ranking de la canción Tragedy de los Bee Gees.
El otro día la pusieron en una discoteca a la que fui.
Fui a una discoteca, es noticia.
Estoy desconocido.
Os avanzo siempre que gozaría cuan cochino en lodo dando detalles variadas y concretos, detalle en abundancia con de todo, explicación y coartada de lo que hago y me pasa.
Si me apetece, por qué no lo hago....Buena retorica, pregunta.
La última coma la he puesto para molestar a los que sabéis leer.

Lo de los parkings. Es que canta tanto. Es tan obvio.
Cuando actualizaba a diario y con noticias y opinión y tal. Como si fueran columnas...
Lo de los parkings.
BUrgos.
Nunca he ido a Burgos.
Soy muy de no salir de mi barrio.
BUeno ahora no vivo en el barrio. Vivo en el pueblo, que viene a ser otro tipo de barrio.
Si me pagasen me documentaba y veía desde... Un poner. 1995. Los parkings que se han construido en Granada. O en otras ciudades de más o menos la misma población. Tipo Burgos. Nunca he estado, pero vamos, me hago a la idea. Pues eso. Es un modelo de negocio municipal, las entrañas y su alquiler. Ir más allá del suelo, cómo explotar aún más el precio descabellado del suelo, pues sacándole plantas por debajo, es evidente que en la mentalidad absurda del ladrillo de antaño, bueno de antesdeayer, que parece que lo nuestro es de cuando todavía estaba Yugoslavia toda junta y la crisi nos está durando lo que la posguerra pero al caso, el negocio del suelo municipal.
En dos palabras, suelo y negocio.
Municipal es también importante porque le da el toque compadreo en la concesión que es también a tener en cuenta. Y en nuestras narices, en nuestras plazas. Nos cambian las ciudades que fueron nuestras, es el título de una entrada de este blog en el que hablaba de eso, de como el urbanismo espúreo nos pasa por encima y las demoliciones en la memoria. Que cursi esto último, pero iban por ahí los tiros. Por lo cursi. Es que se presta el tema. Pero nada hay cursi en las entrañas del suelo y en su alquiler por horas. Jamás en mi vida he metido el coche en uno de esos mosntros recaudatorios, que por cierto ya fueron polémicos al tarifar por horas y no por minutos.
Tarifar por horas y no por minutos.
Oiga, tarifar por horas y no por minutos.
¿Se puede tener más rostro, amigos anónimos lectores de mi blog?
Ya os lo digo york, que nork.


Podría hacer una lista de temas pendientes de los que hablar.
- Lo de los parkings
- Los debates de fútbol
- El ranking de Tragedy de los Bee Gees
-...
- La situación del periodismo actual


Si os hablase de lo mío, sería un goce. Personal, digo. Me gusta lo escabroso. Me pasa poco pero lo que me pasa es muy retorcido siempre. Y estoy en la máxima oscuridad, que no es que la cosa fluya alegremente, pero bueno, pasan cosas. Y es agradable contarlas. LA rutina. Detallar la rutina. Con rutina. A la rutina, rutina. Con rutina lleves, tanto rutinario descanso llevas. Rutina dulce rutina. Rutina, divino tesoro. Antes muerta que rutina. En fin. Pura rutina. Lo del blog. En plan diario. Siempre os lo digo. En plan mío. Como lo de mi barrio, PArque del Genil. Muy hablar de lo mío. Y luego mis cosas. La cirscuntancia. Casi siempre funesta sin llegar a trágica y más cómica que dramática y casi siempre estúpida. Revolcarme en lo mínimo. En el detallico. Muy del detallico. Daros los detalles. Los pedazos. Cuando esté más roto. En plan diario, si os lo digo siempre. Si estuviera escondido de los nazis en un cuartucho, seguro que no le pondríais inconvenientes a mi diario pero como no, pues todo iban a ser pegas. Y la cosa esa de que mis allegados no creo ni que sepan que tengo un blog y mira que lo menciono distraídamente cada vez que puedo. Hablar de ellos, no. El diario de uno es más para hablar de uno. De lo de uno. Con otros. A otros. Por otros. Pero no de otros. Muy de lo mío. Muy en lo mío. Muy como sea pero muy. Un diario es necesariamente muy algo. Es muy y muy y otro muy y todo muy porque por su propia concepción, el diario es la sublimación de lo que te ocurre, así que muy todo. Muy es un diario por definición y ese exceso mal entendido es lo que intento llevar al latido de este blog y lo que me queda es muy pero muy mierda. Enfangarse. Un diario es eso también. Tirarse al barro. Muy a lo cerdaco que se revuelca en su cinscuntanscia, sin pies ni cabeza. Escribiendo mal circunstancia. Mal desde el mismo planteamiento. Y como aprendí a ir en bici, antes con velocidad que con equilibrio... Hablar de los parking o de los Bee Gees y sentir el viento en la cara. Hay tanto por decir de los Bee Gees, y sobre todo con la gira que Barry, con un par, se está haciendo o se hizo en octubre y noviembre de 2013. El pelo de Barry. Podría ser otra entrada. Ronnie y su pelo. Sobre todo, del 74 al 78. Una locura de entrada para el blog. Y como decía, el ranking de Tragedy. Hay un making off en YouTube de cómo se compuso la canción y cómo surge el arreglo de teclado que es el puente. Y es muy útil para entender como, literalmente, explota la canción. Pues resulta que me la pusieron en la discoteca, un remix chunda chunda, como diría mi abuelo pero la pusieron, me quedé muy loco. Es un temón. Incluso el refrito housero es un temón. Y los gorgoritos de Barry contra el paso del tiempo, la lucha... El pelo. Vale, pero los agudos. Lo que significa un agudo. Mantener el tipo ante tus antiguos agudos. Seguir siempre fiel a tu mejor agudo. Es un alto listón. Es difícil, Barry. Quizá por ese gesto profundo de infelicidad, no? ¿No lo veis en su semblante? Yo, sí. No creo que sea por.... Bueno, no voy a decir maldades que se quedan aquí forever. Bueno, o hasta que blogger explote.
No os agobiéis, ya llega el verano.


Lo de los debates de fútbol. Que perezaca. Pero de verdad.
Aunque me quema.
Me quema en el pecho.
Es un temita que me quema que condena.
Pero vaya. Me refreno. Ya digo, no escribo. Mi vida cotidiana lleva otros derroteros.  Me gustaría tanto daros detalles, doy por hecho que a vosotros también os interesarían o al menos, tanto como os interesa el resto. Que no es gran cosa. Lo sé. Me gusta hablar de mis abuelos. De los que conocí. Debería contar más anécdotas o lo que recuerde de ellos. Tengo anécdotas buenas, hoy he ido a la peluquería... En la peluquería me hacen hablar por cojones. Desde siempre. Es como un confesionario. Veis, un rollo diario. He ido a la peluquería. Es más, puedo dar horas. Ha sido a las ocho de la tarde. El último de la tarde, la clásica mala idea de coger al peluquera cansado. Ha sido peluquera. Se lo ha currado. Primero, en los quince minutos que ha dedicado a entenderme y en segundo lugar, con su arte con la navaja. Estoy fino. Me ha dejado bien, volveré. Se lo ha currado para que vuelve. Yo, a menudo, si me veo un mechón fuera de sitio, cojo rápido la tijera. No me corto en cortarme los mechones que hagan falta. Eso, los peluqueros lo toleran regular. No voy a decir porque estaría feo pero no porque no sea cierto que tengo buena mano, lo que pasa es que por detrás, lo hago a ciegas, en mis comienzos, cogía un cedé. O me buscaba la forma de contraponer dos espejos, pero vaya, que no solía llevar a un buen término el sistema de espejos, de modo que con los años, más o menos me he especializado en córtame mechos al tacto si me noto que la pelana abulta más de lo que me gusta. Esto es como una anécdota, lo que pasa es que lo estoy contando mal. Es un principio de lo que entiendo como libertad. Se me acaba de pasar por la cabeza verbalizado de ese modo, pero creo firmemente que la libertad empieza en el pelo. La libertad y el destino empiezan en el pelo. ¿Cómo poner tu destino y tu libertad en manos de un desconocido cartel que pone Lavar y cortar 5 euros, por ejemplo?  Pues eso, prefiero palpar y al tacto, darle forma a mi destino, a mi libertad y a mi coletilla y me parece que es punk. Si algo es punk o me parece que es punk, es que lo veo bien pues porque sí. Y ya. Es punk lo de cortarse el pelo si te apetece y el punk es libertad, en un modo un poco arbitrario que creo que tiene que ver con una libertad más pura, menos justificada, menos absurda... Filosofar. Odio con toda mi alma, con todo mi pelo y con todo mi destino ese horrible verbo de filosofar pero os confieso, una vez más, que para eso mantengo el blog. Para las filias. Las fobias. Y el diario encubierto. Me pasan cosas. Pocas. Pero pasan. Y no considero que os interesen, porque lo vuestro es pasar. Y que Google me trata fatal pero de eso hablamos otro día. Odio los motores de búsqueda pero ellos empezaron primero. Y hago cosas. O las hacen otros. Sobre mí. Over me. Hoy he ido a la peluquería. A las ocho. El último cliente. Me han pegado un cambio. Si esto fuera un diario en toda regla os pondría una foto. Hay algo deportivo en el tecleo, en las pulsaciones, acabo de pensarlo. He dejado de teclear. Me planteo dejar de periodistear. Os debería hablar de eso. Quiero hablaros de eso. Del PEriodismo. Del Estado del PEriodismo. Y con erratas. Y con mayúscuas que no vengan al caso. A tope. Mientras se me entienda... Que pena que no te entiendan. A mí a veces me lo han achacado... A ti es que como nadie te entiende.. Niego la mayor. Todos me entienden. Ni quiero ni veo ningún tipo de ventaja o contraprestación a ser un incomprendido. Qué tiene de bueno. Absolutamente nada. Que no te comprendan es una putada. A ver, alguna vez me ha pasado. Pero los que te culpan de usarlo, o te lo achacan mejor dicho, como coartada... Como si sirviese de algo que no te entiendan. Cuando es un claro foco de impotencia... No me explico, piensa uno, o es que no lo pillan.... En fin, la peluquería me ha soltado la lengua con anécdotas y claro, he explicado lo del corte al tacto, con otras palabras, con menos detalles.... Para vosotros, lectores anónimos de mi blog, no tengáis duda, me reservo lo mejor. Las circunstancias. Que palabra más fastidiosa de escribir. Las n con las s. Las odio. No me van. El otro día escuché en el programa de Alsina una curiosa intervención de un oyente que apuntaba que cocretas se podía quedar instaurada por el uso en lugar de croquetas, igual que ... Bueno, no recuerdo. Que otras palabras que del latín había perdido esa erre en mitad de la primera sílaba, que es verdad que es molesta como ella sola. Y pensé en eso, en el daño que hace el uso. El uso. No es nunca para bueno, deforma la palabra y se acaba aceptando la deformación. Yo no acepto la deformación... Me voy a apuntar a un gimnasio. El simple hecho de pensar en rellenar la ficha, es un gran paso. Unas líneas con bolígrafo para el resto del mundo, un gran paso aleccionar mi rebosante humanidad, no estoy tan gordo, pero que sí, que reboso, el cuello me rebosa... Sobre todo si me afeito. En 2014 me voy a afeitar. Es muy de diario esto. Es que he escrito poco. PEro efectivísimamente, muy adiós a la barba. Me tenéis harto todos con la barba. Se acabó. Es un poco por vuestra culpa. La tengo desde el 2001, o antes, desde los 90 y en plan mosntruosa desde 2010 y ahora. El de Trivago. Opel Mokka. Ya basta. El del anuncio de tomate frito del DIA. Es por vuestra culpa. En lugar de aftershave, uso aloe vera. Se me pone la piel como llena de rozaduras. Rojo rosa. Tengo un arriate rebosante de aloe veras que es una alegría, el otro dia transplanté el último. El que se resistía en su maceta. Con una base de tréboles y no contaré lo que encontré al transplantarlo pero el caso es que lo translanté. Antes estaba en la cocina, creció tanto que los brazos le salían de la mesa redonda. De tamaño mesa convencional redonda de cocina, Grande, vaya. Y el aloe estaba como estirado, a sus anchas. No le llegaba tampoco el sol de manera directa pero iba brotando hacia arriba, haciéndose nudos desde la base de la maceta Es horrible afeitarse pero no me habéis dejado opción. Y claro se me ve la cara toda paellera. Tengo, mientras escribo esto a salto de mata, la sintonía de la retransmisión de la NBA sin anuncios. Esa sintonía. La tengo clavada en el cerebelo. Debería irme a dormir porque es super tarde, es la típica frase de diario. No sé para qué hago esto.... No os cuento lo que pasa al final.  Pasan cosas en el jardín. El jardín es el tiempo. Lo que tardan en agarrar y crecer las cosas. El único tiempo que es verdad, el tiempo del jardín. El otro día vi una foto en Facebook, amigo de un amigo y me encantó y solo era un patio con helechos. Helechos que dan paz. La voy a poner aquí, si el amigo del amigo ve su patio de helechos en mi blog que sepa que le he robado la foto por toda la cara para dar testimonio en un sentido homenaje a su buen gusto a su buen gusto y al buen rollo que me llega viendo la foto, porque la foto me inspira paz y me da envidia de la sencillez y el espíritu de ese patio. Lo del jardín y los cambios os lo cuento otro día. Ahí va.

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