domingo, 19 de febrero de 2012

Lo que no pega ni con cola de los Goya

No pega que presenten la gala y todas las galas en general, humoristas que no hacen películas. ¿Humoristas, por qué? ¿No deberían presentar este tipo de galas los actores o actrices que trabajan en la industria? Ya me sorprendió en los premios de los productores, los Forqués, que a mí me resultaron los ¿Por qués?, que el hilo argumental de la gala eran los musicales. ¿Musicales? Pero si estamos premiando cine, ¿no?

Velocidad y tocino en el caso de un Buenafuente de presentador, o Eva Hache o el que sea. Que se lo den a los de la industria, si es que se puede usar esa palabra. Actores cómicos, si es que queda alguno, y que se la jueguen. Yo me liaba la manta a la cabeza y se la daba a Andrés Pajares, o algún revival en esa línea:  Las galas, los premios, tienen una importancia muy simbólica. Cuando los de Animalario liaron su "No a la guerra", tuvo trascendencia social a todos los niveles, con la siempre sombría interpretación política del negociado. Pero tiene trascendencia, que es casi obligatorio si pensamos en premios. Necesaria la trascendencia, es más, debería ser requisito previo. Premiar la trascendencia. ¿Qué sentido tiene que se premien películas que nadie ha visto?

Puestos a escoger profesionales del monólogo, los hay de altura que tampoco hacen películas. La industria del cine español es curiosa. Cuando un actor o una actriz prospera en un rol, se hace un nombre: acaba anunciando yogures. Es el gran paso. Se me ocurre Coronado, como paradigma. Resulta que ahora es el gran actor del cine español, ¿Coronado? Que es como para sistematizar los estatus con los que se medra. Vale que "No habrá paz para los malvados" es aceptable, pero es el mismo de "Yo soy esa". Y siempre lo mismo: el demonio de la televisión. "Periodistas" o "Hermanos de leche", en fin. Más que anuncian yogures: Carmen Machi, Hugo Silva... Igualmente fogueados en la caja tonta y sin películas. Los actores on fire no hacen películas, se dedican a campañas de productos en los que su cara o su presencia se adopta como español medio, como objetivo comercial clave.

Torrente el taquillero no existe en los Goya, no se premia por tanto la trascendencia, económica al menos. Me molesta especialmente que haya ministros, que se haga política, de la de alfombra roja, nada de ideas pero presencia, la foto. Me molesta pero también con los Óscares, que es como se llama oficialmente aunque me suena fatal, el escaparate de marcas de ropa. Que si Gucci, que si Versace, que si su puta madre. Ese negocio de figurar, de ser percha, me parece lo contrario de lo que debería ser el oficio de interpretar.

Vaya, acaba de comenzar la gala. Escribo esto a las 22:07.
Esto lo cambia todo.
Eva Hache empieza cantando, se baja al patio de butacas. Canta con los más celebrities. Que desastre, por el amor de Dios. La letra de la canción habla de la incapacidad de la presentadora: "¿Puedo o no puedo?" No hay duda de que Alex O´Dogerthy o como se escriba y Pablo Pujol, la liaron el doble en los Forqués que eran Por qué. En cinco minutos, ni una risa. Con cuatro cameos. Haciendo a Almodóvar y a Banderas cantar. En fin. El chiste de la prima de riesgo, oh cielos.

Lo dejo ya. La mención a González Macho, vaya mal rato.

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