miércoles, 3 de agosto de 2011

De esta segunda parte del 15M

Estamos en agosto. Medio país, cerrado por vacaciones.
Martes 2. A primera hora de la mañana, desalojan Sol. El punto de información y el resto de acampados, que eran un docena creo. Sería más preciso decir desmantelan que desalojan.
¿Resultado?
Convocatoria espontánea a las 20 h.
¿Resultado?
Cordón policial de inmediato y la plaza. cerrada a cal y canto como todos sus accesos.

¿Mi conclusión?
Podía hacerse. Podía haberse hecho el 22M o en la precampaña del 22M.
Se evidencia una vez más, en mi opinión, el uso político de la movilización.
Se podía aislar.
Se pudo hacer. Después de la primera gran manifestación, se podía haber cerrado la plaza. Si se ha hecho ahora. Martes 2 de agosto. Miércoles 3 de agosto. ¿Por qué no se pudo hacer entonces?

No es una cuestión de buscar explicaciones conspiranoicas. Es un simple tema de voluntad y audacia política. Es un tema de consignas. También se demuestra en este mes de agosto, que se puede contener a un gran grupo de gente sin tener que sacar las porras y repartir a diestro y siniestro. No hay necesidad. Se demuestra con esto. Mucho menos violento que en Barcelona, hace dos meses escasos.

En mi opinión, se termina de liar la madeja con la visita del papa Benedicto en las Jornadas de la Juventud. No sé si es motivo oficial o se queda en oficioso pero está claro que es una de las razones para desmantelar el punto de información en Sol a primeros de agosto. Efectivamente, con la iglesia hemos topado. Para terminar de emborronar el asunto. No me gusta. Para mí el 15M, su espíritu originario, era un modo de gritar contra la injusticia, de denunciarla, de poner de manifiesto qu eel sistema está basado mucho, demasiado, en injusticias. No a la injusticia. Y bueno, la iglesia... En fin, los fastos el papa... Mucho lío, mucho lío, prefiero no meterme en eso.

¿Qué se consigue? No lo sé. Quizá aislar el movimiento. Ponerlo como rastudos con tiempo libre. Y hay muchas voces que parece que denuncian: Que trabajen y que no se quejen tanto. El trabajo, he aquí el problema. Su carestía y sus condiciones abusivas, es decir, la injusticia. Volvemos a la raíz.

Hay noticias que me molestan. Hoy escuché de pasada en la radio que no se qué alto cargo de Castilla la Mancha se ha subido el sueldo un 15%. Que viene a ser como 10.000 euros más. Un abuso. Una injusticia, volvemos a lo mismo. No hace falta tener rastas para sentirse abusado por noticias coo ésta. Y hay más. De los que se suben el sueldo. No es de recibo esa actitud. Ese desapego. Y además, así, al principio de la legislatura, sin haber hecho nada, sin colarlo como si fuera un premio por objetivos cumplidos. Una subida por la cara. Subida de sueldo de bienvenida. Seguro que les pasa a todos en sus respectivos curritos. Claro que sí.

En fin, la lucha contra la injusticia sigue viva.
Eso me alegra y me identifico con esa lucha. La misma que motivó el movimiento de Stop Desahucios, por ejemplo. Una iniciativa impensable si no hubiera mediado el 15M y hubiera influido en la conciencia colectiva de la sociedad.
¿A mí qué me indigna?
Que se use tanto la palabra indignado y no se quede en la categoría común a todos de ciudadanos. Ciudadanos y punto. No me gusta la etiqueta inventada por los medios de comunicación.
¿A mí qué me indigna?
El tratamiento en los medios de comunicación, que es mi tema y de lo que podría opinar con algo de fundamento. El 15M de agosto o el 2A que suena más a señas de un apartamento que a fecha a recordar, ha pasado sin la épica a la que nos tenían aconstumbrados, de un lado y de otro del cercado ideológico informativo. Los becarios de los periódicos han tenido que lidiar con un morlaco difícil de titular. Aunque claro, es otra manifestación. Otra. Es otra vez lo mismo. Es más de la serie. Lo de convertirlo todo en una serie, con su patrones informativos y sus tics, es algo que se aprende pronto en una redacción.
En fin, que no lo han pillado. Es la impresión que me queda. Que no se lo esperaban. Como tampoco era esperable antes del 22M y siento que no han sabido categorizarlo ni dimensionarlo.
Y nada. Creo que eso es todo lo que quería decir.

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