lunes, 29 de mayo de 2017

escuchandome escuchando musica

mientras escucho música para ponerla en próximas edicioones de mi programa de radio alterno las tareas del hogar con las del jardín que están casi igual de atrasadas y voy haciendo pausas, como ahora mismo, entre un café o un cigarro busco un momento para sentarme aquí en el blog a ver cómo pasan trenes y se me cansan rápido los minutos con tragos dulces y el humo a bocanadas, no tengo mechero y lo enciendo en los fuego de la cocina, creo que estoy tragando butano cosa mala, tendría que comprar un mechero y si salgo esta tarde, me haré con un clipper, que es poco interesante esto pero me vale cualquier cosa y no quiere perderme buscando algo sobre lo que teclear un rato para parar de limpiar, odio limpiar y quiero que me vuele la mente o aletee, porque está el fregadero pegajoso y poco practicable, como para no descansar ni un minuto pero aguanto poco, me deja exhausto media hora de estropajo y aún tendría que poner una lavadora, quizá darme una ducha y pasar la fregona, llevo fatal lo de tener la casa limpia, hace unos meses con la preparación del último disco que lo tenéis ahí a la izquierda, dadle al play mientras leeis si eso, la limpieza tenía prioridad cero y solo estaba con la guitarra, toda la tarde, todas las noches, en todo momento dándole a la acústica y todo lo demás estaba a la espera, creo que aún me quedan platos sucios de entonces y agotaba el armario poniendome bañadores como calzoncillos y cosas así, y hasta que la última camisa estuviera sucia y cuando no tenía nada, de repente mi hermano cambiaba de look y pasaba de media docena de camisetas o polos, y heredo en sentido contrario porque es el pequeño, que me quepan con la diferencia que nos llevamos, ya es un orgullo y tengo de repente ropa nueva, de segunda mano pero que para mí, es nueva, esa necesidad de estrenar o de verse distinto porque claro, es ropa o algunas prendas que jamás me compraría, odio comprar ropa, odio limpiar la casa y odio ir a tiendas a buscar algo, prefiero que me lleguen bolsas de reestreno así de pronto, y comería en hojas o con cubiertos de plástico para no tener que fregar, odio fregar y odio como se pone el fregadero por pasar de él durante semanas, es como una lucha íntima que perfuma de derrota mi cocina y me hace sentirme permanentemente mal, y en lugar de ponerme a ello, lo cuento aquí para que se vuelva más difícil todavía porque es siempre más grande el pensamiento de lo que las cosas son, que el tamaño real de las cosas. y debería seguir allí no aquí, que es el peso de lo no hecho que igual podía tomarse como el volumen de la frustración
hago una lista, la lista definitiva, la lista de todas las vocaciones, la lista de todas las advocaciones, la lista de todas las peregrinaciones, la lista de todas las naciones visitadas, la lista de todas las naciones por visitar, la lista de todas las cosas por hacer antes de cumplir los 30 teniendo 42
qué estupidez en general lo de las listas y que guay escuchar música por pirmera vez y que te guste.... Es algo mágico.Ese enamoramiento de un punteillo de algo etereo.... No se. Por que con una gente si y con otra no. Con unos grupos si y con otros no. En el programa de radio intento poner musica de todos los estilos. No es que sea un proposito. No es algo aprioristico. No es porque si. No es una lista de deseos. Es que me gusta variado. Y me sorprendo. A veces creo que cortos de calidad los mp3s y le subo de la mesa y pego unos picos bastante potente. Nos pesa lo pendiente. Nos pesa lo que no hemos hecho. El peso de lo no hecho. Lo tengo escrito en la agenda. Deberia hacerlo letra o poesia. Un dia cogo y pillo todo lo olvidado en los armarios de la memoria. en el trastero del corazon, valiente tonteria y lo pongo todo en orden. Vuelvo a escribir. Vuelvo a desear. Vuelvo a buscar mi forma de escapar. Y me permito que todo me rime. Me permito que todo gire. Que todo se difumine. Que me elimine. Que ni sienta ni padezca. Que se arregle todo por si mismo.
Que se pase. Que chungo es esperar a que se pase.
Que bien como cura la musica. De repente es algo que no imaginabas y te cura el ánimo. O lo cambia. O lo alivia. Parece que ya he tenido bastante por hoy. tengo la cocina como si le hubiera caido un meteorito, ojala le cayera un meteorito. Ojala explotase todo. No, no lo digo en serio. Bastante tengo con limpiarlo. No quiero explosiones. Es ponerse. Es como todo. Si nunca lo hago, como me sorprende que no este hecho. Lucho contra obviedades y es asi en todos los ambitos de mi vida. Sali al jardin. Eche una ojeada. Hoy he roto un vaso. Me deprime romper vasos. Es una tonteria, ya lo se. Pero me hace sentir mal. Ya es bastante. Escucho mucha música de paises pequeños. Solo escuchamos musica de paises grandes o de nuestro pais. Hay musica en todas partes. A veces me siento culpable de buscarla tan afanosamente. Es una tonteria, ya lo sea. Estoy en esas epocas del año en el que no se bien lo que voy a hacer y me estreso y vengo aqui a contarlo. A escuchar musica y a compartirla. A descubir con esa misma actitud. Deberiamos de vivir como si estuvieramos buscando musica. Deberiamos vivir como si buscasemos vinilos. Abiertos a dejarnos hipnotizar por una portada o por un ritmillo. Con los cascos de nuestros sueños. Deberiamos hacerlo. Soñar por defecto antes de fregar los platos o poner una lavadora. A veces pienso que la musica me escucha a mi. Que esucha las tonterias que pienso. Que me ve y me ridiculiza. Con lo que me hace sentir. Con lo que me hace pensar. Por el camino por el que me lleva. Y me pierdo.
Escuchandome yo mientras escucho musica. Me encanta eso. Y no hay muchas cosas que me encanten. Y pasa. Porque es como si fuera magia. Imagino. Y por movidas neuronales.
Hoy no pondre una lavadora. Pero mañana sí. Eso es todo. O por lo menos, es algo.

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