sábado, 9 de julio de 2011

¿A quién le importa Rubalcaba?

A mucha gente, claro. A mí, incluso, que le dedico una entrada de mi blog dirá usted, ávido lector de blogs con tiempo libre. O tiempo secuestrado de este laberinto que es la red. Pues bien, me importa un pepino el señor candidato del PSOE a las próximas elecciones. Un pepino, amigo. O dos. Y me molesta o me planteo hasta qué punto es importante o no lo es lo que este señor haga o decida o decida que hará o lo que hará cuando se decida. Que si deja el gobierno. Que si anuncia reformas. Que si... ¿A quién le importa Rubalcaba? A sus votantes, claro. A sus compañeros de partido. A los suyos. A los contrarios, también. A los rivales, claro. (Se acordarán ustedes, lectores memoriosos, que lo presentaron como un "temido contrincante") O sea, cualquiera diría que le preocupa a todos o que les interesa a todos pero la triste realidad es que no.
Últimamente pasó mucho tiempo pensando en QUÉ es lo que realmente le interesa a la gente. En qué, por qué, cómo, cuándo. Es una actualización de las 5W a un nuevo entorno como es el de internet en donde se cuentan con medidas precisas de lo que interesa, por qué interesa, cómo interesa, cuándo o durante cuanto interesa. Cualquiera puede extraer sus propias conclusiones a partir de algo tan sencillo como Google Analytics.
La política no interesa porque es aburrida.
Seguramente la anterior frase no sea del todo cierta pero apunta hacia lo que sería  una verdad más o menos estadística. Vivimos en unos tiempos en los que se está reconfigutando el concepto de lo que es o no es noticia. Estoy muy tentado de escribir una entrada, la empecé y está en Borrador, dedicada a la mujer de Palencia. Si no conocen el caso, lean más abajo.
El hecho cierto es que podemos saber con cierto carácter científico que es lo que interesa o no, cómo, cuánto, y otros márgenes cuantitativos más que cualitativos, pero al fin y al cabo, sabemos eso. La notoriedad es otra cosa.
Recuerdo a un joven redactor jefe de esos que ya están al mando con mi edad y que hace unos años (pocos) me decía: Pero, ¿cómo no le voy a dar una página al Pleno de Diputación?
¿A quién le interesa el Pleno de Diputación?
Ni al redactor que tiene que cubrirlo, ni al lector que tiene que leerlo, ni al anunciante que tiene que pagar para que todo el proceso comunicativo se complete.
¿Qué quiero decir con esto?
Pues no lo sé. Quiero decir nada, probablemente, que es lo que siempre me pasa. Un nada bastante divagatorio. Para compesaros voy a contaros algo de las estadísticas de mi blog. Escribí una entrada dedicada a Odón Elorza y su arte de chupar culos. Una frase que soltó off the record cuando perdía la alcaldía de San Sebastián. Pues bien, las búsquedas en Google y los lectores, tampoco demasiados, que han acabado llegando a esa entrada buscaban literalmente cómo chupar culos. También llegaron a la misma entrada internautas que habían puesto: El arte de chuparla.
¿Sabes qué quiero decir?
¿A quién le importa Rubalcaba? ¿A quién le importa el Pleno de Diputación?
Odio terminar una entrada del blog con preguntas, así que escribo una frase más a modo de despedida oficial pero ya lo he dicho todo lo que quiera decir, que es nada al fin y al cabo, como ya antes comenté. Saludos y ojo con el sol, que quema.

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