jueves, 16 de junio de 2011

Si no lo haces ahora, no lo haces

me pasaba con las fotos. me sigue pasando en cierto modo. Se te ocurre algo. Escuchas algo. ves algo. Se te ocurre una réplica. La escribes de cabeza. La desarrollas mientras conduces, quizás porque era un comentario radiofónico o porque venía a cuento de algo dicho u oído en una tertulia. Otras veces es cuando estoy frente a la televisión. mi cabeza dispara la foto. Y si no tengo conexión a internet o un ordenador o un papel o lo que sea que pueda servir para retener esa idea, pues vuela. Se va. Y no vuelven o no suelen. Uno piensa: Mañana le doy una vuelta en el blog, pero no. Se pasa o en muchas ocasiones, la reflexión queda en Borrador y obsoleta o al menos, obsoleto el impulso de opinar sobre esto o lo otro. Si no le das al click en el momento, se escapa la fotografía. Eso me pasaba antes cuando iba 24 horas con la cámara encima. Foto que no hacías, foto que dejaba de existir. Es así. Pasabas al rato y ya no estaba, lo que quiera que fueras a retratar. Pues lo mismo con el blog. No es el mismo pensamiento, no es la misma reflexión sin mi urgencia personal por publicarla. Una urgencia que se traduce la más de las veces en erratas o un estilo cacofónico de escritura que a veces es hasta molesta para mí mismo cuando releeo entradas antiguas, cosa que no suelo hacer. Sin urgencia, sin la necesidad de blogear parece que no tiene sentido esto. Anoto mentalmente un montón de cosas, o noticias, o comentarios, o actitudes a revisar y cuando llega el momento de ponerse delante de la pantalla no me sale nada. O no me acuerdo igual. O no tengo ese impetu del punto de vista que sientes como único y que necesitas compartir ya de ya. Bueno, eso es todo. Que es de ahora mismo. O lo haces o desaparece. O se queda en Borrador que es casi lo mismo. Seguiré mañana. Con todas las cosas de las que ya no me acuerdo exactamente de lo que iba a decir. Y voy a cenar un risotto, que es como un eco que tengo ahora mismo en la cabeza. Risotto. Risotto. Risotto. Muy probablemente con champiñones. De lata, eso sí. No es interesante en absoluto. Pero es la foto de ahora mismo en mi cerebro. Saluditos de jueves, amigos.

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