martes, 23 de octubre de 2018

la recreación se impone al descubrimiento

me encanta preparar el programa porque me encanta escuchar música y cuando busco grupos nuevos para el programa pues es exactamente eso lo que hago, escucho música y es lo que hago ahora, mientras escribo esto y lo escribo con dos dedos, y escucho con dos orejas y me flipa cuando escucho algo que me flipa, es muy simple este proceso, no entiendo cómo no se le da más valor a eso, en el mundo de la música quiero decir, los propios melómanos, para mí es el cénit, por cierto que hace tres semanas conocí a un grupo sevillano que se llamaba así, Cénit, pero eso no viene al caso, sobre todo con la izquierda voy mal, con el dedito índice y super lento, creo que estoy perdiendo facultades, no, no lo creo, lo afirmo de modo tajante, estoy perdiendo facultades, me hago viejo, es patente, tampoco es que tuviera grandes facultades de joven pero bueno, a lo que íbamos, que la recreación se impone al descubrimiento, y es lo que no entiendo, y se puede aplicar a una pila de cosas, como los conciertos de grupos tributo por ejemplo, como lo más escuchado, es un tema cerebral, me da tela de pereza escribir sobre estas mierdas, la música es una aberración partimos de ahí, aberración a la que se nos acostumbra el paladar, es un decir, como wasabi y la primera vez que no lo ponemos en la lengua pensamos, eh, joder, esta mierda no se come, pero te pilla el pique la medida del cielo de la boca y ya se lo quieres  echar a todo, siento los dedos pesados, llevo pocos cafés como para fluir con esta mierda, no hago cafeteras en casa, ya os conté, lo echo de menos, no es lo único que echo de menos, además de lentos, tengo los dedos verdes, estoy un poco cansado de esta mierda si te dgo la verdad, yo dejo aquí las cosas escritas y mis cositas, mis mierdecitas, ok, todo bien pero a veces me cansa y a veces es difícil simplemente estar como siente uno que debe estar, en fin, mis cosas, no es lo único que me cansa o que echo de menos, tengo una lista de añoranzas corta, tampoco demasiado larga pero profunda, profunda lista y profunda añoranza y también tengo una lista de cosas cansadas, que la tomo con la mejor de las disposiciones y aún así, hay días, y días, ayer lunes fue un día muy día, hoy martes voy a trompicones pero voy, y estábamos en que la música es wasabi, a mí no me gusta el wasabi, no me gusta la música como a la gente que dice que le gusta de todo y que escucha lo que le ponen en la radio, el otro día con mi padre que va abonado a radios comerciales horrendas que ponen canciones comerciales horrendas le dije que qué opinaría su yo de veinte años si se viera a sí mismo escuchando esa mierda y lo que es peor, poniéndomela a mí y maltratando mi tímpano, mi ánimo y casi diría mi alma con esa basurilla, y pasó de mí, es algo habitual, la peña pasa bastante de mí y no les culpo porque yo paso de casi todo, entiendo que lo hagan y no me quejo por nada, que todo el mundo haga lo que le de la gana, el viernes pasado mi amigo Paco o fue el sábado, o hace dos sábados, da igual, no me acuerdo a decir verdad pero sí de lo que me dijo. No es que fuera la ostia ni nada. Pero me acuerdo, Me dijo que aquí no me tomaban en serio. Aquí se refiere a Granada, creo. Y más concretamente a la escena musical, qué menuda cosa porque Paco tiene un grupo punk screamo pop que me mola un puñado y que se vinieron a tocar a mi festival de verano, y hay aprecio mutuo. Po eso me dice esas cosas un sábado noche. Vamos, digo yo. En fin, yo aprecio a Paco mucho, y dormí en su casa, en su sofá cuando toqué en su pueblo. Y tiene una colección de discos muy guapa. Me acuerdo de uno, el día que estuve allí, de The Reatards. Pero a lo que vamos. Le dije, a ver, Paco, diciéndome eso ya me estás tomando tú muy en serio. O algo así. Pero me quedo tela de bien la frase para haberla soltado a las dos o a las tres de la mañana. Nada que objetar en general a ponderaciones ajenas. Nada que objetar a nada en general. Nada que objetar a las apariencias con los que los demás se rigen. Oiga, pues muy bien. Todo está bien según mi parecer. No creo que esté en un sitio distinto del que me he ganado a pulso y donde me encanta estar. Si es que se le puede llamar sitio a donde quiera que esté. Si se le puede llamar estar... O lo que sea. Pero Paco me dijo eso. Y mis dedos verdes tienen un motivo. Todo lo tiene. La peña me habla del grupo cuando salgo por la noche. Es normal. Me ven y me dicen lo que opinan. Es guay. Yo salgo a bailar, principalmente, pero se agradecen igual las opiniones de la peña. Prefieron que me saquen a bailar pero me sacan a opinar. Me salen a opinar. Antes me gustaba más. El sábado pasado Víctor me dijo que era muy fan pero que le fallábamos en directo. Pues tan fan no serás, pensé yo. La gente es fan o dice ser fan pero lo mismo, no. O lo mismo, sí. O lo mismo da todo bastante igual. Es un poco ridículo, quiero decir, que alguien se te acerque a decir que le gustas o que no. Se me acercan también mujeres. En el mismo rollo. Parece halagador pero no. Es una sensación guapa. Ok. Pero es solo eso. Una opinión.Un culo. Todos tenemos uno. No todos son igual de bonitos. Eso es verdad también. Esto fue hace dos semanas, ahora que me he cortado el pelo es diferente. Es molón eso que ni me reconocen. Paso delante de colegas y se quedan pillados. No saben quién soy. Eso sí que mola. Si no llevo puestas las gafas, con ellas sí me reconocen. Estoy todo guapo, amigas lectoras. Ahí lo dejo. Canelita y yo hemos abierto el plazo e audiciones. Y con mi casa a tope.  El estudio Abeto 5 será una realidad en 2019. Estoy feliz con eso. Pero me meto curros serios y luego me siento un poco vacío. En el pueblo hay una calle que se llama así. Calle El vacío. A veces pienso, pues vete allí y te plantas en una esquina. Es cosa seria el vacío, amigos y amigas. Aquí lo experimento con ganas. Me entrego a ello. O acaso solo comparto lo que llevo dentro. Yo que sé. Os cuento mis movidillas. Qué mal lo pasé con el puto teléfono la semana pasado. Total, para que nadie me llame. Me pierdo del hilo: Caso que haya hilo. Caso que el hilo no sea el vacío. Envasado al vacío se queda esto aquí, esperando a que vosotros lo abráis. Pienso que le echo una vuelta de llave pero que se abre con empujar la puerta. Eso me creo yo. Vete a saber. Da igual todo. Es lo único cierto. Es a lo que me refería antes. Da igual que en directo te fallemos. Da igual que seas fan de los directos fallidos. A fin de cuentas, da lo mismo. Uno solo quiere parabienes. Claro. Es normal. Palmadita y tal. Pues eso es lo que he sentido siempre. Ahora ya no. Quería que te gustara hasta mi mal aliento pero eso es absurdo y una carrera contra los elementos que siempre vas a perder. Y ahora ya no. Me pican los dedos. Vaya mierda. Me he restregado. Estoy escuchando un disco de Brasil que es una maravilla. Por qué no se emite más música brasileña con lo maravillosa que es. NO lo entiendo. Yo la emito. Hago lo que puedo, amigos. Emito todo lo que puedo, my friend. Hago lo que me dejan, amigas. Puedo poco. Me dejan menos. Es poco. Pero sigue siendo. Me pica el puto dedo. Ya me estoy rayando. Obsesión, es la movida. Obsesionarse correctamente. Hagas lo que hagas. Incluso con lo que no haces, Sobre todo con lo que no haces. Es la cosa. Es difícil. Conseguir verlo como es. No es hacer un esfuerzo. El esfuerzo es lo otro, aspirar a todo. Aspirar a todos. Aspirar, en general. Aspirar es una tontería porque no existe. Es loable tener aspiraciones y lo puede llamar así, o llamarlo metas, o llamarlo como te de la gana. Al final es lo mas importante. Cómo le llamas a lo que te pasa. Porque el destino está en los nombres. En Paco. En Víctor. En la chica de la que no me acuerdo del nombre, María creo. Soy tela de desconfiado. Si me dice que se llama María, pienso que me miente. Estoy fatal. Sorry to all Marias. Pero esa es la verdad. Y la recreación se impone al descubrimiento también en eso. En las noches. En las chicas. En las madres de libranza. En las noches libres de las madres de noche libre. En las jóvenes de noche libre permanente. En todas. Se impone. En función de qué. Vete a saber. Enigmas a oscuras. Una movida. Hace corriente. Ya me pica menos. Tengo los dedos verdes. He pintado la habitación. No he acabado claro. La casa apesta a pintura. Antes era morada. Un morado raro. La pinté regular pero lo hice. Mezclé una pasta extraña que no sabía que era con pintura blanca y un resto de colorante rojo y otro azul. Salió un burdeos. Por momentos, fucsia. O por esquinas. O según los brochazos. Lo hice sin sacar ni la cama por lo que recuerdo. Solo tres paredes. La otra la dejé blanca. Bueno, es o era gris. Ayer compré también pintura blanca. En los dedos hay alguna gota blanca también. Me he frotado. Compré un lavavajillas de aloe vera que me gusta. Fui dos veces al chino. Acabé súper cansado. Hoy tenía que madrugar. Puta mierda. Joder, mi vida es un carrussel. Pillé la pintura blanca para repasar la pared que estaba gris. Se me cayó una taza de café que tapaba con una estanteria. Estaba como para no verla. Y una vez, abriendo una botella de vino a impulso, saltaron gotitas por toda la pared. Una movidaca. Ayer acabé con eso. A brochazos blancos. Hoy grabo el programa de radio. Suelo grabar los martes. No es que me guste pero es cuando hay hueco. Molaría mucho hacerlo en directo. Me alegra los martes, eso sí. Se emite los viernes por si no sabes de qué estoy hablando. Es lo más probable. A veces se me aparece como un fantasma la posibilidad de que absolutamente nadie me entienda. Da igual. Lo mismo que da igual que le guste o no. Que le falle el directo o lo que sea. Me jodió, dicho sea de paso. Que uno no es de madera, aunque casi. Qué bonito el isco. Os lo comparto. Se llama Ruspo. Es un caramelillo. Discos bonitos. Discos bonitos y nada más. Discos bonitos y las adecuadas horas de sueño. Discos bonitos y agujeros en el pecho del tamaño del de la recortaa en el malo de Terminator 2 llevados con una sonrisa. Discos bonitas ysonrisas de decepción. Discos bonitos y sonrisas de desconsuelo. Discos bonitos y hacer el programa de radio los martes. Discos bonitos los martes y todos los días de la semana. Y de la semana pasada. El de Noname me causó el mismo efecto. De lo más guapo de la semana pasada. Los pongo en mi programa pero igual os los puedo poner aquí. Es cosa vuestra. Hace dos semanas, Pink Luna. Es cosa mía, como la canción de Ayax. Que busque el que quiere buscar o que se lo encuentre, el que encuentre. Como dijo Jesucristo. Cómo era. El que quiera entender, que entienda. Que todo el mundo haga lo que le de la gana, que es lo que yo trato de hacer. Lo que le da la gana a todo el mundo. Con una sonrisa. Eso siempre. A veces de desconsuelo, a veces de plena satisfacción. Pero siempre sonrisas. Mi arco de emociones es un poco convulso y retorcido, lo reconozco. Qué necesidad de contaros aquí la vida, ¿no? Válgame, qué necesidad más tonta. Cualquier día se me pasa y lo borro todo. Qué pena que no haya opcion privada. Opción solo yo. Anda que lo de subir cosas a redes sociales en opcion solo yo. Qué movida, ¿no? A quién se le ocurriría. Es la plena contracción. Brillante contradicción. Me faltan cafés. Esto en verdad no me interesa lo más mínimo, a ver, si me pongo o no me pongo con lo que quería contaros: La recreación se impone al descubrimiento. Copón. Vamos ya. Que se me va la olla. Es que estoy hecho unos zorros, amigas. De verdad. Se me ve bien y tal. Pero no. Soy más malo que un dolor. Odio que os guíen las apariencias. Qué bonito disco. Me deja más suave que un guante. Es lo que pido los martes. Me gusta casi todos los días. La suavidad. Alfonso, mi colega me dijo: Suena rugoso. Es lo más bonito que me han dicho en octubre. Se refería al nuevo disco. Lo dijo solo al escuchar los primeros diez segundos. Da igual lo que te digan, ok pero hay cosas que mola oir y según de quién las diga. Quiero al Alfon. Y a Paco y a Victor también. Hasta a las que me dicen cosas le tengo un cierto aprecio. O a las que hablan delante en clave como si no se las fuera a entender. La vida mártir, amigas. Todo está bien pero al final no os contado lo que os quería contar. Otro día será.

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