lunes, 27 de noviembre de 2017

teorizando el rizo

no tengo tiempo para escribir y se suceden los días sin resuello y no doy pie ni pego sello ya lo siento y no escribo o sea, que ando cansado y jodido que parece un pretexto para no darle al texto pero textualmente es que estoy hecho mistos y sobre todo que no asigno un tiempo concreto a esto del libre tecleo porque es frenesí diez o doce horas al día y llega uno sin ganas de blog, casi sin ganas de leer, sin ganas de vivir muchos días, hoy que es lunes por ejemplo o sin ganas de nada y este blog está lleno de nada pero ni por esas, es un círculo sin vicios, es un circulo que hace deporte y come sano, es un circulo aburrídisimo, y el blog se me va quedando aquí, aburridito y en círculo... Cerrado sobre sí mismo.Y a uno le ocupa la programación. Que es todo una mierda. No dan ni una peli buena. Y dices, escribe algo, coño. Lo que sea. Simplemente hazlo. Y a ver, que tampoco lo tengo yo esto barrido ni para recibir visitas. Tengo el blog como la casa, para que no entre ni el gato y tampoco es mi ánimo, de redactar a lo pulcro, a lo limpio, a lo bien pensado, a lo corregido.... No. O es una excusa. Puede ser. Pero que no. Que no mi idea escribir de domingo. Ponerme el traje de la escritura ceremoniosa. Esto es un taparrabos. Y así me siento... Lo que me hace que los dedos se encojan con las nimiedades. Uno quiere épica o buenas anécdotas. Cosas graciosas. Polladas. Lo que sea. Lo que salga. Lo que se pueda. Como sea. Simplemente hazlo. Hacer. Hacerlo. Hacer y hacer sin atender mucho a lo hecho y lo demás, da igual, que sea un ñordo, que sean un ñordonaso, que tire para atrás y lo demás es lo de menos, que decía ese verso feo y da lo mismo que sean guapos o feos los versos o que me rimen las frases, y da igual la tilde o la errata y que sea un caos, vale me gusta incluso, una dignidad del desorden y es bonito o eso creo, que sea tan de entresemana, tan de lunes como es hoy y con tantas mierdecicas, como la vida misma que no está de punta en blanco y te pilla todo con un coletero viejo. Esto es así. Mierdecicas. Migajas. Confusiones cotidianas. Hacerlas. Ponerlas en un papel. Dar un papel. Darles texto a las confusiones. Que entablen diálogo. Y luchar contra la monotonía. O la deriva de las horas de curro y los litros en la cena. O las cosas que pasan. Que no se cuentan. Un campo de batalla de silencios. Es más un trastero que un altar. Es más un abrevadero que un manantial. Son más rimas vagas que máximas que seguir. Que no es que yo me eche tierra, es que intento hacer una madriguera de pensamientos. Sepultarlos en palabras. En muchas. De lo que sea. Hacerlo y no darle vueltas. Solo eso. Hacer. Sin lios. Sin movidas. Sin balance. Sin vuelta de hoja. Sin búsqueda infructuosa. Hazlo y yaestá. Haz. De luz. De rayos. De energía. Haces y pasa. Pasa todo el mundo de lo que haces pero hecho queda. Tenía un post it en mi puerta que se agarró con uñas y dientes al barniz. Hazlo. Una cita de Gorki: Todo pasará, pero lo hecho, hecho queda.
Pues eso. Lo veía cada día al salir. Pegado en la puerta por dentro. Pegado en mí por dentro para los restos. Hecho queda y pegado el post it a la madera durante años. Todo se despegará pero un post it pegado, pegado se queda. Y así se queda. En la puerta. Es lo que me pasa un poco aquí, que digo, pues así. Y así. Aquí. Así se queda. Así me quedo yo. Con esto. Un poco agotado y por otro lado, totalmente despachado. Así se queda todo. Un poco manga por hombro. Un poco desastre. Un poco grandilocuente. Un poco tonto. Un poco como todo. Y que meto de todo, lo más tonto o más de aquí y ahora, lo lees con el tiempo y dices, menudo tontico. Pero oye. Es eso. Es lo que hay. Es lo que haces. Y vale. No hay ninguna necesidad de subirlo, vale con escribirlo. Con uno que lo vive y ya. Con eso sobra. Pero al estar aquí es algo más. El vértigo es más bonito. Y ya. Lo meto todo, todo lo que me tropieza con la cabeza, todos los pensamientos que son como encontronazos y con nulo derecho de admisión a casi ningún argumento y con un listón tan bajo como para que no haya reflexiones enanas, o bailando el mambo justo con esas y lo hago, sin más, como se monta el trenecito en las fiesta o como se caen los naipes o como rompen las olas, con cadencia y furia, con ganas y como sin motivo muchas veces, como sin querer o como el que no quiere la cosa, buscando no sé el qué y eso, esa búsqueda o ese intento, es el motivo, siempre intentarlo. Eso es hacerlo. Hacer. Hacer. Hacer. Y hecho queda. Pasemos. Pasaremos. Pasamos todos los días de todo. Todos pasamos de todo y es como una mierda, pero aquí estamos: hechos. Muy hechos. Como un filete quemado. Hechos y deshechos. Rehechos mil veces. ubo cualquier esputo por escrito que se me atraganta y que tengo que echarlo y no me pongo tanto ni le pongo tanto, mal por mi pero lo hago, que ya es o es que es lo que me importa, aunque escriba sobre nada importante, o ni lo piense o escriba sin pensar o escriba sin leer o escriba sin mirar o escriba sin pensar y que tampoco sabría cómo o qué cambiar, solo sigo y sigo, escribo y sigo y ni tengo nada en especial que contaros ni me apetece darle vueltas a eso, y si no me pongo en plan diario pues tampoco me pasan tantas cosas o nada interesante y bueno, sigo y escribo que, a pesar de mis nulas aventuras en el día a día y de mis muchos cotidianos desencantos, pues me mola venir aquí al desbarre con cierta asiduidad provisto de los pocos y escasos momentos de lucidez, en el vago recuerdo y darle cancha a las ganas de teclear, solo por eso, solo por seguir el rastro, como los perros que huelen todo sin aparente motivo, oler el mundo a través de un blog y querer mearle a todas las esquinas y a escribir con las cuatro ideas que vuelven, como el que se está meando, soltar la verborrea y la vejiga con las dos o tres cosas que se repiten como el ajo o la morcilla y si riman, pues riman y da igual lo demás con la coartada de que es personal, ajá, es un blog personal, pues ya está, es personal, ya está todo dicho, se levanta la veda, no es del todo público, oiga, usted está aquí porque quiere, por no ser, no es ni fácil de seguir y con pocos puntos y pocas paradas y puedo desbarrar con lo que quiera, con lo que sea y con lo que no es, y si a mí me da para ocho párrafos las cosas banales o las cacas, pues mira o las chanzas o los juegos de palabras o las rimitas están que se hacen tan molestas pues para adelante que dejo  mi rastrito o mi estela como cagaditas de perro pues oye, bien, pues dale, haz, hazlo, y ya. Y ya. Eso lo pongo de más. Como nosé. Que lo pongo mucho y está mal. Pero es que no sé casi ná. Y ya. Mejor estaría leyendo que dando la tabarra, estamos de acuerdo. A veces me parecen interesantes o liosas o solo mías las cosas que cuento pero casi siempre me parece que es caca, no nos engañemos pero me entretiene hacerlo o lo son, entretenidas durante un rato y en un modo curioso me relaja o que creo que me sirve para pillar aire o ganar altura o me suena a distinto o me motiva, joder. Motiva. Que es algo importante. O me da por buscar pistas de algo o quiero darle vueltas a nada o solo darle a los dedos o tiene algo o creo que lo tiene o ni algo pero con lo suficiente como para echar un rato o ratos largos o ratos tontos que son la mayoría y es nada. Y no pasa nada escribir de nada. Relaja. A veces. Otras agobia. Pero me siento liberado de la nada. No tanto de dar explicaciones. Es mejor hacer. O buscar o esperar encontrar o darse cuenta de que siempre se encuentra algo. Hacer creer. Creerte tú. Creer a esa voz. O es lo que quiero creer que es una voz o que las cosas me hablan o que tienen algo más detrás, que significan cosas como el que cree en Dios, o en una divinidad o en un sumo hacedor o en las que le echan las cartas o le leen el futuro o los que creen que el destino está escrito o los que piensan que tienen que escribirlo ellos o los que lo dejan en boceto o solo apuntan cosas sin sentido y las dejo y vuelvo y las vuelo a rumiar y casi siempre, se me pasa el nervio o la ilusión o las ganas pues se pasan los dias como se pasa el arroz o se pasa la anestesia o como pasan los reactores dejando un rastro blanco pues esto es el rastro blanco y en cierto modo, vengo a volar, o a batir las alas que no tengo como un amputado con su miembro fantasma y me doy cabezazos como lo hace el cerebro cuando manda órdenes a un miembro que no existe, golpes contra la pared, golpes contra la realidad,  no vengo a golpear las teclas, que es lo que hago, dar golpes y a escuchar su sonido de lluvia y a escribiros así como el que oye llover y ser nube o agua o tormenta aunque solo sea cinco o diez minutos al día, o ser un trueno o un rayo pero mojarse, sobre todo eso, mojarse con algo por estúpido o estéril que sea opinar pero dejarlo ahí escrito, oye, que yo pienso esto aunque ni importe ni deba importar a  nadie y así voy, a trompicones y dando cabezadas, pero bueno eso me pasa siempre que no hay nada que decir y lo digo de todos modos, aun así os doy una brasa de mil demonios, sin decir nada y mira que no hay nada que decir pero aqui vengo, a no decirlo y no contento con eso, lo repito un par de veces, y otra vez, y lo repito y así, como el que oye llover sin saber que la lluvia es él
El blog me sirve para eso, de desahogo o para vestirme de nube y ser un chirimiri que va calando párrafo a párrafo y en estos meses que tengo los nervios hechos trizas y bueno, que se me van a veces y los pierdo, como el que pierde las llaves y el móvil o los papeles y parece que todo el mundo o todo mi pequeño mundo se tambalea o se ve borroso, o simplemente baila como una mesa coja o una silla paticorta pero vaya, el blog me sirve para ser y no ser, como la canción esa horterísima, para ser yo y despacharme y no serlo al leerme y soberamente aburrirme o ni reconocer lo que me pasa o lo que me pesa o lo que pisa o lo que veo en el espejo que no son más que representaciones, como todo lo que está al otro lado de la pantalla y bien, o sea, que estoy bien que nada de lo que he dicho es malo o un `problema, no, no escribiendo en el blog estoy casi mejor que cuando me explayo, lo dejo dormido y sigo viviendo sin pensar en ello, no es la primera vez que pasan un par de meses sin una triste frase, pero es cierto que a veces se me ocurre algo y digo ouyeah me parece que molaria contar esto y darle cancha o algo de esto le veo horizonte pero bueno, los días se solapan, me comen las noches y solo me bebo cervezas con la cena y busco algo que ver para desconectar y luego paso, y solo pongo la tele, y no hago nada, no, bueno, nada en el blog porque hago mogollón de cosas, de las que no se ven reflejadas en los espejos que son las pantallas pero hago cosas y trato de hacer. Solo eso. Sin balances. Sin expectativas. Sin prisas. Solo hacer. Lo que sea. En todo. En cada caso. En cada ámbito. Solo eso. Hacer. Hacer. Hacer. Y deshacer que es hacer pero en sentido contrario. Y voy. Hacer. Hacer. Hacer. Y que sean mierdas, eso es. Pero hacerlas. Dejarlas terminadas. Hechas. Dejar cosas hechas. Que en el blog no es lo que suelo hacer. Lo dejo todo como voy viendo. Como sale. si desde muy temprano y lo llevo todo palante, el grupo está parado es verdad en tema de conciertos pero parece que vuelven a salir canciones o amago de ellas, me parece un poco tonto empeñarme en sacar nuevas porque ya tengo un chorro y más convendría pulirlas un poco, y tocarlas con gusto, pero bueno, esto es como el blog y como la vida en general, que va saliendo como sale y uno hace lo que va pudiendo pero poco dispone y tenia como dos o tres ideas que poner aqui con tan mala suerte que ahora que tengo un ratico de madrugada pues no me acuerdo, lógicamente, de nada
Aun asi tengo un par de teorias con las que voy a intentar teorizar el rizo

Mi teoria de la memoria
No se si os he hablado de esto pero creo que la memoria en general es una hija de puta. La memoria es una gran hija de puta. y a veces lo es en defensa propia porque se te olvida lo bueno y solo recuerdo que fue bueno y lo malo se queda con detalle absurdos, con el sitio, la ropa, la música que sonaba, en fin, toda la escena y la tenemos durante años en la cabeza, una mala noche hecha fotogramas, un mal sueño repetido... Y los buenos ratos, los fines de semana de fiesta, las buenas farras con conquista y coronando, los viajes o las vacaciones que quedan en una foto fija. Una imagen. Un buen recuerdo. Pero super difuso. Una sensación mas que nada, buena pero leve. Esa es la hija de puta de la memoria. La misma que te empieza a joder desde muy joven cuando olvidan algun año o una fecha o lo que sea en un examen. O se te pasa una fecha. Un cumpleaños. Un aniversario. La memoria te jode con pequeños detalles que significan mucho. Porque lo que es lo importante a veces queda solo en flashes. Me pregunto que es lo que se debe recordar. En el blog, no sirve mucho para eso. Ni memorizar. Ni nada memorable. No es un diario siempre lo digo. Tengo una agenda y aunque la llevo más o menos activa en el mes, las semanas se quedan en blanco. Y son como manchas de aceite pero al revés. Como calvas. Calvas en el ánimo. Calvas repentinas que luego se repueblan. Si el ánimo o la fuerza o la voluntad fuera pelo yo tendría mogollón. Pero vendría y se iría. Un día aparecía con un cráter de alopecia y medio mechón fuera del parietal. Y así. Me explico fatal. Un poco a posta. Por mi teoria de la memoria. Lo malo lo recordareis mas. O dejara mella. Os pasará factura. Lo bueno se va en el deleite. Y hay tanto bueno, ojo. Es casi tanto lo bueno. Que uno pienso o intuye que al hacerte viejo te rebelas contra la hija de puta de la memoria. Y eso como, paso. De eso, me olvide. No me jodas más. No me hagas olvidar las fechas importantes y me grabes a fuego los chascos. ¿Por qué haces eso, memoria cabrona? Quieres joder. Es eso. Y ya . La memoria putea. Los días malos pesan más, y se recuerdan. Se hacen largos y tienen eco. Y su huella es más honda en la arena. Y hablando de huellas y de ondas y de hondura, pues a las letras lo aplico igual que lo he escrito por aquí y Paco Loco flipaba y me puteaba tela grabando las segundas voces. Las letras te las tienes que aprender de memoria. Tienes que joder a esa hija de puta. Tienes que darle duro. Y convencerla. En fin, me estoy cansando de esta mierda. También es que es lunes y ayer fue un domingo duro y ayer venía de viaje. Yeah. Me ha acordado de una de esas ideas recurrentes que digo, esto sí, esto mola. esto lo tengo que escribir.

Mi teoría de planta algo todo los días
Pues es eso. Coge tallos. Planta algo todos los días. Coge tallos todos los días. Trocitos de plantas. Que estén por el suelo. Pon esquejes. Esquejes, todos los días. Así de continuo. Lo veo como salvamento de tallos. Recogiéndolo por todos sitios. Y unos nacerán y otros no. O más bien, agarrarán. O no. Que me gusta ese concepto. Para aplicarlo a las ideas. Agarran o no. Tallos. Ideas. Es todo lo mismo. Muchas veces mueren. Pero bueno, merece la pena. Muchas se salvan. Así que hazlo. Todos los días. Aquí y allá. Mini cactus o árboles que lo serán. Y también o sobre todo, lo de robar tallos mola pero lo de salvarlos es épico. Así que hay que centrarse en salvar tallos. Planta todos los días tallos que encuentres. De podas. O caídos de los balcones, hay muchos. Si te vas fijando. No jodas por que sí plantas ni tiestos ajenos. Odio la gente que hace eso. Hay tallos débiles o que están caídos. O que nacen atravesados. Que van torcidos en la maceta. O que salen por otro lado. Que van mal encaminados. Pasa eso en muchos ámbitos de la vida. No arranques el tallo principal. No jodas la planta de alguien. Eso me parece deleznable. Joder tiestos, no. Sanearlos con buena intención y cariño, pues sí. Y plantarlo. Con amor. Y regarlo con cabeza. Y sale una planta nueva. Se produce el milagro de la vida. Creo que esto es una buena teoria a la hora de afrontar cualquier reto o empresa en la vida. Planta todos los días.. Coge tallos de todos los sitios. Unos agarran, otros no. Pero sigue haciéndolo. Así se hace la vida. Así se agarra la vida. Asi se hacen los jardines. Y los contactos. Lo pongo como de símil de trabajo. Semillas de aqui y de alla. Que no son semillas, son todo. Argumentos, puntos de vista, flores, esquejes, ramas rotas... Si limpias un rosal, por ejemplo. Y plantas nuevos bastones. O si saneas una planta de flores. Dejando los nuevos tallos en agua. Que echen raíces. Eso vale en lo de los proyectos. Lo hago de muchos sitios, cuando voy de viaje. Y me lo llevo de recuerdo. En especial, y no sé por qué me encanta coger tallitos de los conventos, cuando por algún extraño motivo los visito. O de sitios especiales. Monumentales. O pequeños, y coquetos. En pueblos.  Me encanta coger tallos de por ahi. Me flipa. Es un detalle un poco de marujona paseadora, lo reconozco pero lo hago y me mola y tengo un montón de plantas en mi jardín que nacieron de pequeños tallitos cogidos al azar. Todas las plantas del jardín tienen una historia. Vienen de algún sitio. Por supuesto que no todas salen adelante. Pero me vale por las muchas que rescato. En los balcones con macetas siempre hay tallos suicidas en las aceras. Y los rehabilito. Y he conseguido que tengan una segunda vida los rosales. Es una tonteria de la que me siento orgulloso, y lo he intentado con limoneros y almendros con desiguales resultados. Se me da mejor con plantas pequeñas. Las crasas y los cactus son mi especialidad. Con el huerto me va regular, tengo poca mano para sacar adelante verduras pero todo se andará. Estoy en ello. Eso es lo de los tallos. Plantar todos los días. Aquí y allá. De hecho, lo hacemos. Deberíamos verlo así porque es así como es. Si plantas sonrisas. pues no recogerás nada porque la memoria es una hija de puta pero no es la única,hay un montón de cabrones por ahí que no sonríen pero si lo haces todos los días y todos los putos días, plantas sonrisas, pues te va a mirar todo el mundo con la cara de el Joker. Es como un mega karma muy potente y muy obvio, que es la vida. Porque los tallos agarran. En la tierra. Pero se agarran a la vida. Y le salen los pelitos blancos. Se agarran al suelo y a sorber sus sales minerales. Y no se rinden. Algunos caen. Pero no se rinden. Quieren vivir. Como los proyectos. Como las ideas. Como los grupos. Como las relaciones. Les salen pelitos blancos y quieren sorber sales minerales y crecen. Hacerse. Agarrarse al suelo. A la verdad. Al piso. A la tierra. Es algo tangible. Ser materia. Ser verdad. Ser. Del todo. No es más que filosofía barata, si ves una planta crasas o carnosa que parecen cactus pero no tienen pinchos, pues coge un tallito que veas ahogado y échale a la tierra. Y usa el mismo mecanismo en todas las facetas de tu vida. Y riega. Todo agarra. Con agua. Y amor.
Regar es importante porque si plantas todos los días y no riegas, pues ná.

Mi teoria de las importancias
Yo creo que estamos todos jodidos con el tema de las importancias. A lo que se da o a lo que no. Todos estamos equivocados. Todos para nosotros mismos pero también unos con otros. El por qué se le da. O no. A qué. Y a qué no. Y etc. Pero en todas las facetas. En todo. Todos. Y tengo un incontestable punto de partida: los patrones de referencia. Están equivocados. Todos. Todos los patrones de referencia están equivocados. Primero por el factor tiempo. Y no podemos acogernos a media de vida. A la esperanza de vida. A baremos. A contrafuertes aritméticos. Está todo equivocado porque falta el tiempo. Lo desconoces.
No hay más preguntas, señoría.
La importancia a todo lo que vaya a pasar mañana es o debe ser relativa. Porque mañana será mañana y hoy pues mira, estás aquí leyendo el blog. Eso es así. Le des mayor o menor importancia, o se la dé yo o no, aqui estamos. Es decir, que nunca sabes. Y de ahí, para adelante. Todo igual. No sabes. Ni tienes certeza ni lo ves claro. No lo sabes, en realidad. Lo presupones. Y todo se cae. Antes siquiera de alzarse. Castillos de naipes. Con foso y todo. En el aire. Así, naipes en el aire. Eso viene a ser el universo. Con un foso mucho más grande, claro. Es por esto, que es dificilmente controlable el deambular de los astros y por otro lado, es perfectamente rutinario. Un azar repetitivo. Que es como teorizar para nada. Como esto, vaya. Como todo. Como este blog, tan lleno de nadas.
Lo contrario de la nada es la acción, hoy. Ahora. Aquí.
Lo de ya.
Y eso es lo importante, opino.
A mi me toca o me tocaba en lo de las noticias. Que segun estudié hace millones de años, habia criterios de noticiabilidad. Que a mi siempre me ha sonado a lo primero que te contaria la vecina . Ese criterio. Lo noticiable. Lo que antes te sueltan. Lo que estan deseando soltar. Y a que se le da importancia. Y a que no: Que lo que le da uno o yo o quien sea, pues importa poco o importa a los que importa pero en sociedad, lo que la gente considera pues ya si que no da a todos, o nos roza. O salpica. Cambian los criterios. No hablo de noticias, hablo de importancia. Pero es una buena manera de medirlo. Si hablamos de corrupción. O de desfalcos. O de estafas piramidales o timos. Los minutos que tienen de tribuna pública. La importancia en el telediario. La importancia social. No en lo morboso de las tragedias, las violaciones o los crímenes. Que siempre están pero en tiempos de moral laxa, están de otra forma. Están peor. Y es una verguenza. Como de machistas son los medios generalistas. Si se trata de crímenes de género, el tratamiento de la noticia ya empieza a ser criminal. Tengo una opinión bastante radical al respecto. Los casos no dejan de aumentar y no creo que dar publicidad sea el camino. Efecto llamada. Más gente lo hace. Quizá se normaliza. Se le quita importancia. Se ve de cotidiano. La importancia de las cosas es también lo que determina que los consumidores pagen por ellas. Y paguen más. A lo que se le da importancia. Hace cuarenta años no existía la ecología. Fue una revolución: Quizá dentro de 40 años no exista el planeta. No se le da importancia. Hay una boina negra en mi ciudad. No importa a nadie. Hablan de las restricciones de tráfico en la capital. Quiero decir, que cambian los criterios. Que se actualizan. Casi siempre para bien. Pero de un tiempo a esta parte, no. Es todo tonteria. Sin sustancia. Sin jerarquía. Las noticias pierden su eje. Pierden su sentido. Y es uno delos motivos de la crisis de los medios. De dar importancia a lo que no la tiene. La principal consecuencia es que los medios dejan de importan. Lo valoran mal. Mucha cobertura a lo superfluo. A la frivolidad. A la anécdota.. Y no mencionan, lo troncal. Esto último es casi más importante. Que obvien lo que más nos determina. El problema de las importancias mal administradas. Luego, está la deriva absurda informativa de la sociedad del espectáculo y la tecnificación del trabajo periodístico. Lo he dicho aquí otras veces, nada tiene que ver el periodisco con el trabajo periodístico. Si hay una convocatoria, no es periodismo. Las ruedas de prensa no son periodismo. Todo mensaje interesado, no es periodístico. No se dilucidan los intereses. Los que se ven y los que no. Y los telediarios viven de cuando dan imágenes de un accidente de trenes en Michigan o una riada en Calcuta pues solo le meten morbo a una imagen de impacto. No importante. Un impacto visual sin importancia. Pero claro. Los medios pierden importancia. La realidad se olvida. ¿Qué es lo importante? Que se mueve. Que se comparte. Que se ve. Que sea verdad o mentira, que sea una cosa de peso o una soplapollez, pues ya no importa. Ya no es importante la importancia que se la da a las cosas. Y parece que no haya un rasero compartido. Cada uno tiene su baremo. Pero no.
No le doy importancia a las tildes. Paso de poner acentos. Y paso de darle mucho sentido a esto. Lo suelto y ya esta. Me acuerdo de cosas. Los tallos. Mi teoria de plantar todos los dias. Eso es importante. El agua es importante. La sed es importante. Que no pasen sed las plantas es importante. También las personas. Si tienes sed, es demasiado tarde. Así con todo. Hay que beber antes. Pues igual con todo: el amor, el entusiasmo, la salud...



hablando de eso
a ver si ceno algo, lo miso luego sigo

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