lunes, 28 de julio de 2014

Molesto escozor

Quizá ni fuera buena idea guardarse el dolor para darle uso más adelante. Quizá no fuera, y es especular estamos de acuerdo, lo es, pero quizá ni siquiera dolía tanto, porque al principio, no. Eso es verdad, al principio no era tan doloroso, o no lo notaba, o no sé, a lo mejor es como cuando te tuerces un tobillo y sale la pelota de la inflamación a la mañana siguiente y la noche ha durado un año, o cuando te arañas o te haces un heridita tonta, en un dedo o en un pie, y andas o sigues a lo tuyo sin darle importancia y después, al mojarla por ejemplo, escuece hasta la última rendijilla del alma, un molesto escozor.

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