martes, 6 de agosto de 2019

La felicidad es siempre subversiva

Qué mal al querer hacerlo bien. ¿No os pasa? Que mal es más pasable que el bien que se queda en el intento. Ve lento. Empieza otra vez. Es lo que pasa. En la vida real, digo. Esto no es vida real. Ni irreal. No es vida. Hacerlo es siempre hacerlo. En eso estaremos de acuerdo, espero. Vivir es siempre vivir. Ser es siempre ser. Si eres y vives, nadie te pondrá un pero. Pero... Querer y que se vea que quieres y que se vea aún más que más bien, no, y no y no, pues mal. Querer bien y que sea peor. Querer vivir bien y no llegar a vida. No empezar siquiera. Querer ser y dejar automáticamente de serlo, aquello que fueras, mal o bien, o malo o bueno.... Que es un límite que lo mismo tampoco nos ayuda mucho a clarificar las cosas. Clarificar, justo lo contrario que hago aquí. Querer clarificar bien y que te engulla la confusión. Que te devore en plan mal. Que no esté bien. Que es difícil de explicar. El mal y el bien. Toda esa mierda. Sentir o vivir. Se siente o se vive y no hay bien o mal, quizá sí en el obrar, pero a veces lo mismo tampoco es mal, o no del todo a posta o no es un mal malo, y se queda en un mal medio regular o en un mal que rima que siempre es más llevadero o se trata de un mal no dañino, un mal no contagioso, un mal alegre, un mal que siempre saluda, un mal que felicita los cumpleaños, los aniversarios y las fiestas, un mal muy cumplido, un mal del barrio, un mal de buena familia, un mal que lo conoces desde pequeño, un mal ingenuo, un mal decente e iluso, un mal que casi ni sabe andar, un mal pequeño o bebé que balbucea la maldad y que sigue cn la mirada los ruidos o los ecos como un animal asustado, justo eso, un mal como un animal asustado... Ese mal que da un respingo, ese mal inesperado y que no es adrede. Ese mal inocente que no por eso es menos mal ni más bueno pero que.... ¿No os pasa? Espero que esto le pase a más gente. Los males menores. ¿No os pasa? Como si alguien fuera a contestarme. Mal o bien cada uno tiene sus referencias y se las fueron encontrando como los ciegos palpan las paredes que no conocen. Estamos todos ciegos ante el bien o el mal. Nos impacta. Nos lleva. Nos supera. Parece que esta escrito y no. Lo sé porque lo estoy escribiendo yo ahora. Pero es cierto el aliento de la fatalidad que nos persigue a cada paso. La nube negra de nuestros propios sentimientos. Los malos comienzos que nunca enderezan. Lo pensé cuando leo cosas de aquí que echo el ojo para abajo y me quedo medio tuerto del rollazo y rollazo y rollazo, que oye, a mí me alivia y eso es un hecho pero para poco más se me antoja que sea útil más que para ahondar en el tedio. El tedio tendido. El tedio ingenuo. El tedio inocente... Esto es una broma. El tedio es siempre culpable. Nosotros somos siempre culpables. Basta de ceder responsabilidad a la diosa Fortuna. Nuestros despropósitos son siempre más nuestros que nadie. Muy íntimos. Convicciones personales. De eso va todo esto y el mundo y tal.
Qué mal redactar y que no se te entienda una mierda. No tan mal si escribes mierdas pero qué mal juzgarte duramente aún antes de no haber concluido el primer párrafo. Qué bonita es la palabra desdeñar, en mi opinión y que feillo lo que significa. Qué mal significar en el fondo lo que no aparenta la forma. Y al revés, peor. Entra el viento y me da en la nuca, es caliente pero en mi piel parece fresco incluso. Son las cuatro de la tarde. Otro verano tedioso que me vengo al blog a descargar la ira de agosto, otra mierda más y más seca que nunca. Porque hace calor. Hablar del tiempo. El tiempo inocente. El tiempo ingenuo.... El running gag que es no ni lo uno ni lo otro. De eso va todo esto y el mundo y tal.
Qué mal querer ser gracioso o ingenioso o rápido o lo que sea y que se quede a medias. Qué mal todo lo que no concluye. No siempre es fácil acabar y a veces no parece ni que merezca la pena. Pero hacerlo es hacerlo. Acabar es acabar. Terminar es terminar. Da igual el color de la mierda, hay que echarla de todos modos. Y sí. Es cierto. Uso mucho la palabra mierda y es una mierda. Una mierda que debería desdeñar porque no me gusta nada como palabra. A decir verdad, tampoco lo que trasmite pero bueno, es para entendernos. Y sirve. O me sirve o nos va ir sirviendo en este ratito que voy a intentar no alargar demasiado.  Aunque ya sea tarde.
Qué mal el querer.... En general: mejor dejarlo ahí. Aunque sé que queréis chica. Que os mola la carnaza. A mí en verano siempre me duele todo y me va fatal y se me sobrevienen todas las rupturas. Oye, no sé. Qué mierda. Qué mal el querer tener unas putas vacaciones con tu pareja y que todo se vaya a la puta mierda. Qué mal en general estar en la puta mierda en verano porque hace calor y se impone la puta felicidad. Qué mal ser feliz por imposición. La felicidad siempre es subversiva.

Y lo voy a dejar aquí que son las cuatro y cinco y no he comido nada sólido.

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