viernes, 15 de junio de 2012

Una canción que grabé al final de una tarde de miércoles

Se me ocurren las canciones últimamente tarareando en el coche. A partir de una frase, o una idea. Igual ha sido siempre así. Desde que me saqué el carnet. Llamarlo canciones quizá sea demasiado. Son frases, entre cinco o seis como mucho, en un par de estrofas que pillan su propio ritmo. La, la lala, conduciendo. De noche. Ventana bajada, Autovía, a pulmón. Y si llego a diez frases, que no suelo, lo mismo se me aparece un estribillo que tampoco suele. Pero a veces la canción tiene una frase repetitiva que lo hace todo más fácil, lo que me ocurre a menudo. Y por lo que dejan de gustarme. La canto en el momento de la ocurrencia en plan tenor, protegido por los ruidos de los motores en el coche. En calles pequeñas, o si hay peatones cerca, pongo la radio.

Se llama "No trabajar nunca" esta. Está inspirada en una pintada del Mayo del 68. Lo leí en una revista bien tocha sobre contracultura de la que no recuerdo el título pero creo que pertenecía una librería alternativa que hay junto a a la plaza de Derecho. En un bar la leí. Le hice foto a la foto del reportaje de la revista en cuestión. En frances. No sé mucho más de ello. Investigué un poco pero me da pereza venirme con las remontaciones filosóficas o autoriles. El caso es el origen. Poco más.



























No trabajar como postura política. Y buscar en resquicios. Inventar resquicios. Resquiciar como actitud vital. Que espero que se entienda así, no como una oda a la vagueza. La oda a la vagueza la tengo por hacer, y podría ser una canción larga y frondosa, pero aún no está hecha. Va por otro lado. También puede haber algo de ironía, claro. O visto como una aspiración real. Y muy corriente, creo yo. Lo de encontrar el modo de no trabajar nunca y vivir. Un negocio o un equis. Todo eso junto y en el coche, se me ocurrieron más de diez frases y siempre con la base repetitiva. Hecho. Tardé un rato en encontrar cuatro acordes, que más o menos parecían ser ellos los indicados y a entonar a una. Y me grabé un video con la cámara del móvil apoyada sobre el estuche de la guitarra y apuntando a la pared blanca del salón, gotelé sobrexpuesto a las últimas luces del atardecer y poco más. Lo subi a Youtube, Ya no me gusta tanto  Me pasa siempre. A los dos días me parece horrible. A veces al día siguiente. Es posible que le falte ruido, con batería ganaría un poco. O con todo nuevo de fondo, y una bateria repetitivamente insistente como yo con el concepto, pues sería otra cosa. Por ahora, solo es esto. Una tarde de miércoles. Los miércoles son los nuevos miércoles. Escribir canciones con intenciones políticas me parece el fin del amor, me gustaría añadir eso también. El fin.



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