sábado, 27 de abril de 2019

escuchando discos

He puesto el disco de Serenade de Neil Diamond, suena The Last Picasso mientras escribo esto, acaba de pronunciarlo en el estribillo, es un vinilo de mi padre, tiene varios o tenía, he cerrado un ciclo o así lo siento, la colección no está mal, hay varios de Serrat, Manuel Gerena, el de Libertad sin ira, Paco de Lucía y Entre dos aguas, que lo puse para probar el plato que he arreglado, ochenta euros me ha costado la jugada y es de un equipo ELBE de los años ochenta que suena como quiere, pero que está bien, estaba en casa de mis padres y me lo he quedado en la mudanza, cuando me lo asignaron me pareció duro pero ahora me encanta, funcionaba todo excepto el plato, estaba sin aguja, sin contrapeso y bueno, los altavoces que tengo son de un equipo compacto de mi hermano pequeño con cedé, no sé que marca, quizá AIWA que también me asignaron en la mudanza, y tengo los del equipo originales, que son más grande pero me faltan los cables rojo y blanco, que son unos hilitos bien débiles que a poco que se mueve la rueda, hace aparición el polvo o se acopla un grave que asusta pero es como místico que influya tanto el aire, que con apenas moverlo, se cambie y ya se ha acabado la cara A, voy a darle la vuelta, suena muy bien los bajos, los discos de esa época, hay mucho morralla también pero serán como cien o ochenta discos, hay muchos de clásica, suena bien, es un gusto escucharlo aunque siempre he pensado que es algo snob, el hecho mismo es que suena diferente, y bueno, que no estaría escuchando a Neil Diamond, claro, el hecho mismo de la fisicidad, ella trajo el primero de Violent Femmes, que era de su tío, edición de 1987 española de Polygram, una cosa curiosa y sonaban increible los bajos, y el bombo, he pensado que podría poner los cuatro altavoces a la vez, están arriconados entre las estanterias y aquí el polvo flota, no sé por qué, quizá la corriente, el equipo con su mueble antiguo de algomerado negro con ruedas y un cristal debajo para meter los discos, lo he puesto debajo de la escalera, era su sitio, y lo más cerca de los enchufes, a veces se cuela un acople que no sé de donde viene pero que me parece chulo también hasta que es insoportable, y bueno, Neil Diamond está bastante bien o los discos suenan con una profundidad inegable, me ha costado meterme no lo niego, es la trasposición del tiempo y que, aunque dejaran de escucharse hace décadas, sigan estando ahí o donde estuvieran, los guardasen porque es el tipo de cosas que guardas, las colecciones, que van empolvandose en una esquina y no piden nada, simplemente están ahí, y el equipo estaba roto, pero antes de romperse ya estaba en desuso, y pensaba a veces en comprar un plato, por comprar discos, que lo hacía antes, vínilos pocos aunque algunos compre cuando chaval, antes de la irrupción del cedé pero la mayoría son inaudibles hoy en día, hay mucha morralla ochentera, Mecano por ejemplo, lo pusimos el otro día también, es como un juego lo de poner discos, es snob y tengo otros altavoces, de mi padre en este caso que los deseché para ponerlos en el portátil y me gustaría hacer el juego de escuchar el mismo disco en vinilo o en youtube, a ver cómo suena o la diferencia que hay, los pianos de Neil Diamond mola y siempre me costó tragarlo en youtube cuando lo bicheé, hay unos graves que me petan la cabeza, la verdad es que suena el polvo, el equipo lo enchufé sin pasarle un paño, gran error, pero el polvo de trenta años tampoco se iba a ir con una pasadita pero algo habría hecho, ahora la sensación es que si mueves un poco las ruedas se va todo a la mierda, o se mete el grave loco ese, nunca entendí muy bien lo de la masa, voy fatal de eso pero vaya, que hay cables colgantes que a veces hacen que suene encabalgada la cosa, pero suena genial, la cara B de Serenade es una gozada, es como el grandes éxitos de Simon and Garfunkel, que lo escuché el otro día y lo flipé porque lo recordaba de pequeño y tiene un sonido muy reconocible, ahora acabo de cambiar el disco, y estoy escuchando Beatiful Noise, ya dije que tenía varios, en youtube no había tenido esta sensación al chequearlo, he cerrado un ciclo y para la mierda qu escribo aquí me da un cierto pudor contar todo esto, ya digo, hace dos meses en plena mudanza me parecía como una maldición tener que acarrear todos los equipos analógicos de mi familia de los que querían deshacerse, hoy estoy feliz de escuchar esto y escribir esto, feliz quizá sea mucho decir, contento o emocionado, es más bien eso, es como volver a un sitio que fuiste de pequeño, de veraneo, y verlo cambiado claro, pero sin que cambie porque el disco es el mismo, y por otro lado, pienso en lo que tiene de ceremonia, ceremonia compartida, que es la misma, pero con otro equipo, el de mis doce años, ahora con cuarenta recuperado, lo mismo es por la crisis de edad o no lo sé, pero es claro que lo de ciclo lo tiene, y bueno, el disco de Beatiful Noise me gusta menos, pero tiene muchos arreglos, es algo curioso de escuchar, es como la música clásica, ella me decía que las cosas o te gustan o no te gustan pero no estoy de acuerdo, porque es conocerlas, lo que te aconstumbra a ellas porque la música es una aberración que nuestro cerebro normaliza, no en el caso de Beethoven del que puse la Eroica o Haydn que no sé cuál puse pero estaba muy bien y en lo que se pasa la cara A te da tiempo a barrer y fregar todo el suelo y no es lo que esperas, ya ves, la mitad son de música clásica y es ir viendo, poco a poco, lo de comprar discos lo veo algo snob y lo sigo viendo, me cuesta no hacerlo pero pienso en hacerme con alguna novedad y escucharla así, el perro de mi vecino está inquieto con mis dbs, en fin, es sábado y se puede hacer, y es Neil Diamond, la tercera de la cara A de Beatiful Noise es una gozada, y debería estar pasando la aspiradora, que es también nueva y suena más que los cuatro altavoces del equipo ELBE y AIWA juntos, no sé de qué marca es la aspiradora, lo voy a mirar, llevo una cafetera y sigo dormido, el disco de Beatiful Noise tenía bastante más polvo, más sucio, quizá se haga más pesado de escuchar con tanto arreglo, he cambiado todo el salón, ahora esta bastante decente, me he deshecho de los odiosos sillones dorados de mis abuelos, bueno áun están en el sótano, del que ha salido mucho hierro oxidado, han sido dos meses intensos de remover recuerdos carcomidos por la humedad, una salida, un cambio, lo noto a nivel personal y me emociona, el resto de movidas de mi vida van como el puto culo pero lo de cambiar muebles, recuperar cajas, arreglar equipos que no funcionaban, no sé, es una movida y ahora tomando un café he pensado que era el momento ideal para escuchar Neil Diamond pero bueno, ya lo he apagado, me he acojonado porque he puesto el de Im glad to be here with you tonight y estaba rayado, estaba como quemado por un lado y la aguja se ha vuelto loca, joder, puto susto, no tiene ni una semana el equipo y casi se va la mierda, no reaccionaba al botón, estaba jodido el disco, lo he intentado con el tercer corte, luego el cuarto, y ha sido peor, así de frágil es todo, incluso en la rememoranza no hay tregua de la fatalidad, mientras hablo de ciclo o de mierda, se jode, el disco  estaba ya jodido me di cuenta, antes había puesto Libertad sin ira, de Jarcha y uno en italiano de homenaje al Ché Guevara, bastante político, hay esa rama también en la colección, en fin, que me he asustado de veras, al final no hay tampoco nada que temer, es tan simple como volverlo a arreglar, otra puta factura de ochenta euros, una mierda, pero bueno, uno le teme al tiempo supongo, o a los pasos dados, si no hubiera sido por la mudanza nunca me hubiera hecho con la colección de discos de mi padre, tampoco es que nadie la tuviera o la quisiera, era para mí de un modo natural pero la aguja rota estaba ahí haciendo de obstáculo al universo, o lo veo así y de repente, el universo se vuelve a tropezar o a decir verdad, le empujo porque ya había visto que el disco estaba defectuoso, en fin, mala suerte, hay que tener cuidado, después lo he quitado y he puesto la television, una película horrible de mediodía, pero bien y en una hora tengo que irme, el grupo de teatro de mis padres hace una obra de teatro de Arthur Miller, Todos eran mis hijos, y luego vamos a un concierto, me viene fatal a mí y al universo que se me vuelva a joder la aguja, son dos compromisos a la vez y vamos intentar llegar a los dos, acabo de hacer una cafetera y dos sandwiches de aguacate y queso fresco, tengo que darme una ducha, me agobia un poco tener que cruzar la ciudad a media tarde, me pone un poco nervioso, a veces escribo por eso también, tengo la sensación de haber perdido el hilo varias veces, y me gustaría poner otro disco por quedarme tranquilo, y ver que funciona, que suena yque todo va bien, antes cuando estaba escribiendo pensaba en eso, en lo frágil que es todo, la propia vida, las agujas de los platos de vínilo, el polvo dentro de los equipos... Cosas que escapan a nuestro control. El control. El polvo es de lo que quería hablar. De cómo se asienta en nuestros recuerdos. Cómo nos mata o se va apoderando de la vida que tenemos. Y en un error, en un estúpido fallo, en una simple equivocación, se jode. Así es la cosa. Jodida. Y nada tiene sentido. Ni los discos, ni los libros, ni las canciones, ni las lecturas... Nada tiene sentido. El polvo. La muerte. De qué hablamos. Muerte y resurrección. El equipo ELBE ha vuelto del mundo de los muertos pero siempre estuvo ahí, como un zombi silencioso y resignado a su inoperancia. Pero todos estamos expuestos a eso. Por eso lo escribía supongo. O por lo que significa abrir un disco de su carpeta, sacarlo del plástico... Joderlo y cargarte otra aguja. Deberia barrer. Como en la canción esa de Harrison, miro al suelo y veo que hay que barrer. Barrer bastante. No he pasado la aspiradora. La aspiradora es de la marca Bluesky. Las colchas de los sofás se han puesto negras en dos semanas. Creo que es hay corriente. El plato vuelve a sonar de cine. Es un vinilo reciente, no de la colección de antiguallas. El miedo a que se joda otra vez y se tire treinta años en un rincón, o veintitantos. Suena guay, realmente. De vez en cuando una mota pega su saltito. Tengo una hora para la ducha y buscarme una camisa decente. Aún el dormitorio está lleno de cajas. Había una gotera en el salón. Se terminó de arreglar o de secar la pintura hace dos días. Me la tragué entera. En fin, todo sigue siendo un poco desastre aunque los altavoces suenen bien pero la música matiza casi todas las desgracias. Es guay hacer una colección de discos o quitarle el polvo a una que no es tuya, sumarle el polvo tuyo. Si polvo es analogía de tiempos, es como la colisión de tiempos. No tengo mucho tiempo para explicaciones. Pasa siempre. Pasa con todo. No hay tiempo en realidad. Creemos erroneamente que estamos mejor cableados pero no. El polvo hace su ruido en nuestra vida, todos los polvos, los otros también. A poco que nos muevan las ruedas, se nos disparan los graves. Los que somos intensos, tenemos graves que asustan. Gravedad infundada la mayor parte de las veces, pero muy presente. Mira, es así. No sé qué ponerme, eso me agobia también. No falla. Pongo una lavadora y llueve. La vuelvo a poner. Bucle infinito y el ciclo del agua. Los ciclos. Suena bien el equipo pero tengo que estar atento a los putos discos jodidos. Y me compraré algunos. Sigo pensando que es un poco snob. Lo es. Qué cojones. Lo es. Pero también es una experiencia. O como experiencia snob pues no está tan mal. Mi padastro se compró uno nuevo. Lo pensé a veces. Un plato de esos de cien euros. Básicamente lo que me costó arreglarlo. Lo hizo y tiene uno. La verdad es que no sé cómo sonarán. Algunos discos son suyos. Y finalmente me los he quedado yo. No vi su colección en ningún lado. Pero los de Miguel Ríos y Luz Casal eran suyos. En fin, ahora suena el homenaje a Módulos que intuyo que fue un regalo reciente, tiene un par de años. Ahora justamente me queda una hora. No escribo nada importante... Los recuerdos que vienen a mi, de la infancia que pasé sin amor, yo quisiera al fin poder sentir, la alegria de vivir que es mejor.... Suena ahora Nada me importa  ... La vida es muy corta, la vida es mejor y nada me importa.... Recuerdo la versión de Sergio Algora y Fran. De la Costa Brava. Molaba. Mola esta también. Tiene una melodía chula. Es difícil versionar canciones grabadas con tanto feeling. El rollo feeling. Mola escucharlo en vinilo. A mí que Nada me importa, como la canción. El vecino ha sacado el limpiador de hidropresión. Se nota que el equipo tiene su rollo. Eso está claro. Me quedaría todo el día al sol en el jardín. Eso me deprime a veces, pensar que la vida es quedarse en el jardín y otras, pienso, es que es justo eso. Y me debato entre eso y lo otro y es una movida. No tengo mechero. Estoy de peregrino al butano. Vaya rollo. En fin no sé para qué o por qué escribo esto. Es por quitármelo de encima eso lo tengo claro. Por atrapar ese sentimiento de justamente este momento. O porque no tengo nada que hacer. O me canso de jardín. O no lo sé. O por seguir sin saberlo. O lo contrario. Por contrariarme todo el rato. O por no barrer. O por no hacer lo que tengo que hacer. El disco se ha acabado. Tengo que cuidar el equipo. Me emociona su crepitar. Su halo de vida. Su respiración dificultosa. He puesto la sinfonía del Nuevo Mundo mientras me duchaba. Luego, he salido y he plantado unos crisantemos que tenía fuera en una jarra con agua. Un crisantemo estilo margarita de color blanco los pétalos y morados. Los pones en un parterre y ellos solos se van abriendo camino. También dos tallos de crásula ovata. Planta algo todos los días. Me lo he marcado. También unos tallos de Aptenia cordifolia. He tenido que buscarla en google, claro. Por las fotos la he reconocido. Es curioso como aguantan años. También los bulbos. Hay lirios. Y patos, no sé cómo se llaman. Revivieron solos. Tengo ya que irme. Todavía estoy descalzo. Me he lavado los dientes pero me apetece otro café. Mejor no. Pues eso. Ha sido una tarde larga. A ver qué tal va la cosa.

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