jueves, 17 de diciembre de 2015

seguimos

Hola, qué pasa, como va la cosi, yo mal muy mal y tirando a malísimamente porque estoy bastante desquiciado y de los nervios, mis amores del blog, con el conjunto de acontecimientos que se suceden socialmente a mi alrederor pero sobre todo por la sucesión de leves desdichas personales que me tienen reptando el ánimo en el fango y regodeándose en ese suave lodo que es la autocompasión, y os dejé o dejé en algún punto del tiempo y el espacio, lo siento de verdad, me duele como un balazo en el estomágo, mis criaturicas queridas, pero es que mis ganas de escribir en el blog en el momento  son distintas, sobre todo en el que grababa las canciones nuevas, que ya casi no lo llamo disco, era el disco nuevo pero ya no sé qué va a ser o cómo va a ser, nunca se sabe lo que va a pasar, lo creemos saber y lo sabemos mayormente, pero tarda o no se cumple o no depende de nosotros muchas veces, no está bajo nuestra responsabilidad, no está en nuestra mano, y eso pasa con las canciones, son del viento, vuelan, se oyen y se soplan, así que no sé, si se las llevará un vendaval o aterrizarán en el desierto con un golpe de calima, y sobre todo no sé cuándo será, porque todo se está volviendo lento y tedioso hasta el infierno y hasta el infinito, infierno infinito, sería un buen título para el disco, o lo que sea, suena un pelín jevi, jevimetal, Infierno infinito, pero desde luego es así como lo estamos viviendo, o como lo vivo yo, que soy el que hace casi todo, y luego cuando estás cerca de las cosas, hablas de ellas con poco criterio, eso es así, uno está inmerso y no ve, lo bastante dentro como para no entender cómo funciona lo de fuera, no hay aliados, no hay otra forma, no se puede, solo el tiempo y su perspectiva, el tiempo no vence, la gravedad se impone, las fuerzas que no pueden frenarse, la lenta conquista de la vejez sobre nuestro entusiasmo, habitual darro de discurso por donde se aplaca el nervio bisoño y el torrente de clichés, la crecida de la palabrería juvenil, la muerte que son los ríos que van a dar al mar, que es la sal que nos conserva, o quizá la muerte sea el mismo mar, que el mar a mí me da un miedo de muerte, y desde luego, joder, ha sonado un ruido, la naturaleza parece responder, acaba de sonar una rama del árbol de fuera, del almendro y caen como si fueran satélites que se marean por no comer y caen desplomados, un universo que se queda sin batería, a mi el pum me trae unos sustos que vienen del espacio, y el clima alrededor de lo que veo, de lo que leo, de lo que ponen en las redes sociales, toda es mierda del día a día, me tiene particularmente pertubado y tenso: La Guerra de las Galaxias, las elecciones y sus guerras y sus galaxias... Y es que mayor que el universo y que mil universos, hay está la estupidez humana. Me calienta tanto veros tan seguros, tan dominadores del tema, tan preotentes porque no hay otra palabra que se pueda usar... Tan altivos en vuestros muros... De verdad que me molesta.... Esa absurda adicción a Facebook que todos sufrimos, menudo timo. Mirando y mirando. Sin ver nada. Y vuelta a mirar. Sin que haya nada que realmente nos interese. Actualiza. Mira. Actualiza. Vuelve a mirar. Un espejo infinito. Un espejo infernal infinito. Nada que ver con lo que debería ser las cosas, la forma de enfocarlo... El internet que nos prometían, con el que soñamos... La biblioteca de Alejandría que siempre deseamos es una archivos de resbalones en gif... Y estoy desquiciado como reconocía de antebrazo, por mí y por mis cosas que creo que lo qe veo a mi alrededor se ve condicionado por esto, y así, en ese amargor, pues voy a tope con las tontunas que veo y me enervan pero paso de meterme en fregaos y de pisar por donde hayan dado un agua, por eso me callo o paso, que pontifico lo justo para que no me llegue a encender con debates que me dan igual, porque es la cosa, que todos nos da bastante igual... no he cenado, tengo horarios de deportista pero una dieta de portero de discoteca En fin. Las nuevas canciones. De que quieres hablar realmente... Que era o qué será o sería lo que se queda ahí, aquí... Por decir. Por escribir. Mil cosas. Mil estupideces, pensé. Pensamos mayormente estupideces y uso el plural metiendoos en el saco pa no sentirme el más muñeco de cartón, mil tonterias nos rondan la mente a lo largo del día, que en mucho o en casi todo son ensoñación, o proyección... Pienso sin parar. Ansiedad por anticipación. Y a veces por no anticipar y ansiedad en general de todas sus formas y maneras. La televisión. Un disco. Que ideas de esas mil que tienes, ¿dejas aquí? Cero Por más inconexo que sea el senderillo, o la vereda un día lo lee alguien y entonces cobra sentido la maleza. Los años de maleza. Los siglos de sustrato. Pienso en los sitios. Pensaba mientras grababa las nuevas canciones. QUiero hablar de las nuevas canciones, se han hecho viejas muy pronto. Hemos vivido. Un año largo, ese tono de balance, de pérdida... Pensaba hace poco, por qué no leo? No dejo de moverme. Me funcionan las rodillas. NO demasiado pero van. Ha caído otra rama. Es un reloj arítmico de golpetazos inesperados. De sustos. Así es la vida. Un árbol al que se le caen ramas de repente. Ramas grandes. Y sigue vivo. Y echando frutos y flores. Aquí no sé si caen rayos, a mí me deben caer unos cuantos al día porque ando mega chamuscao con la vida pero a veces me he encontrado las ramas tronchadas como si les hubiera podido el día a día y les hubiera faltado la savia corriéndoles por dentro. Árboles que se rinden. Las ramas que claudican, Las canciones son eso. Ramas muertas. A ver qué coño pasa con el disco, voy a iros contando. Estoy harto ya. Grabar es una puta mierda. Lo odio. Y el repertorio estaba vivo y en estos dos meses, tengo la sensación de haberlo matado. He hecho lo mejor que podía y me he esforzado. Técnicamente me queda muchísimo por aprender. Por mejorar. Pero bueno, solo se puede hacer así. Equivocándose. Sufriendo. Buscando. Pasandolo mal. Y perdiendo por el camino el entusiasmo y la fe. Es así: es siempre así, hay que recorrer rápido el puente. Hay que pasar al otro lado y seguir. Simplemente seguir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario