lunes, 27 de octubre de 2014

Explicarse mal es mejor que ni hacerlo

Siempre tengo la sensacion de que no me he explicado lo suficiente. No del todo bien explicado. Que soy un pesado,vaya. Y no termino de contentarme con las soflamas. Es una mala cosa tener un blog personal para acumular observaciones un poco al azar, un poco al tun tun y sobre todo, en plan pesado. Un pesado atemporal. Explicado a tirones. Son otros los caminos que guian a vosotros, a ustedes, a nosotros mismamente a estas lineas en las que nos vemos concitados. No conciliados. Manda un motor de búsqueda. Algunos y alguna, espero, que me quieren igual van más a tiro hecho. Pero es todo tun tún. Al tran tran. Es casi como una tonada flamenca. Este es el nivel. Estrato tonada. y es también tó o nada. Unos ecos. Ruidos. Ruiditos. Rodeos. Tintineo. Onomatopeyas mentales. Tiempo perdido o ni tiempo y apenas perdida, un muermo, un auténtico muermo o casi siempre disperso, a punto de volver a perderse el hilo o lo que es mucho peor, no estar ni atado. En una casa grande siempre se oyen ruidos. El jardín tiene una orquesta de crujidos. La soledad se vuelve muy sonora donde vivo. Desde los tenores, los grillos, hasta el coro de ramas y la melodía del viento, que en tromba o en silbidos, da la nota. En un blog personal siempre debe oirse, opino yo, un fluir que de algun modo sea propio y único, o cómo decirlo, muy de uno, de su casa. Yo pues fluyo a tromba o en silbido y a decir verdad, casi siempre como buenamente puedo pero de diez nueve pues es malo y poco y sea como fuere no hay duda que es se trata de un fluir pesado. Una inercia de glaciar. En un castañear de dientes. Y todo bastante rollo en general. Un rollo.  Es el trasfondo. Es mi excusa. No dar datos. Que es personal, de acuerdo pero hay cierto pudor a las fatigas y las batallitas si no tiene un poco de disfraz poético. O tromba que también me vale. Es el tintineo. Es cualquier excusa que suene bien como tal. Solo el sonido de pensar en voz alta ya me parece digno de ser escuchado y que no se te ocurra nada y mira, escribas y retuerzas las palabras, formando nuevos significados, nuevas ideas, pensar hasta que sea cansado. Eso. Cansar. Exactamente, eso. Un blog personal para cansaros. En plan variadito pero muy de enroque en el a ver que pasa. Mi vida en general. Y ni entretiene. Mi vida en general. Ni queda bien explicado caso que hablase de algo en concreto. Mal explicado. Siempre mal explicado. Es una sensación que cansa. Hay temas. Siempre vuelven. Como en el arte. Como los temas de los clásicos. Me gusta comentar anuncios. El paso del tiempo. Me parece muy de aqui y ahora. Las anécdotas que se evocan en ese no pensar en nada. Comentar spots en un blog. Puro viento. Pura nada. Un puro aburrimiento, intuyo, para el que lo lea. Piensa en ello en tu lecho de muerte. A veces uso esa frase para aclararme las ideas. Es radical, algo extrema, no lo niego. Pero es defintiva. Piensa en ello en tu lecho de muerte. Todo es opinable. Todo tiene matices. Pero morirse es siempre morirse. La vida en general, no ya solo la mía pues va cambiando. Se puede reconsiderar. En general. Todo lo volatil merece atención aquí porque así lo considero. Que son patochadas muchas veces, pues también es cierto. Piensa en ello en tu lecho de muerte. ¿Valió la pena? ¿Estos ratos? Lo que se queda. Lo que se asienta. Los estratos mentales. El filtrado de algún que otro dato. Una impresion. No vale un pimiento, soy consciente. Tengo la fe de los buscadores de oro pero en un río de palabras y las pepitas son una feliz metáfora que me concilie con esta inquietud creadora que tan mal gestiono. Desde que escribo con el telefono movil es como que el blog ha bajado el listón totalmente. No solo poque no ponga tildes. En redes sociales tampoco acentuo. Y me siento mal pero mi teclado no contempla la acción de modo automática. Si es diacrítica o especialmente necesaria para que se entienda la frase, la puedo escribir manualmente pero no es operativo para acometer estos tochos infernales. El listón baja, soy consciente. A veces el predictor de palabras cunple su función y viene de fábrica acentuada. Pero no estoy contento con el blog. Acaso lo estuve alguna vez, pienso. Más bien nunca. Siento que se baja en calidad con esto de parrafear por el celular. Si es que es posible bajar. Hablar de cine. De consumo de cine. De personajes. Actrices. En fin. Filias. Y pronto. Mucho fervor de descubrimiento. Alguna noticia. Movidas de twitter, Todo eso son briznas de viento. A veces veo una película y me entusiasma o el trabajo de una actriz o un actor y me dan muchas ganas de escribir sobre ello aquí, lo que no deja de ser bastante impulsivo e inexplicable. La lectura lineal del blog es infernal También escribo aquí en situaciones muy concretas y casi siempre vengo de la mano del aburrimiento que me deja aquí, jugar, como en un parque infantil y tecleo como el que se columpia con el único ánimo de coger más y más velocidad pero sin moverme del sitio, hacia delante, hacia atrás hacia delante, hacia atrás.... Parece divertido si no fuera por las contracturas que se me cogen al cuello por la ansiedad y los pinchazos en la rabadilla. No es que escriba cómodo como el que dice, ni en un escritorio ni nada de eso. Aunque todo suena a excusa, mi única pretensión es situar el asunto de por qué sigo haciendo esto. Para satisfacer mi propia carencia de visión en el tema de actualizar sin decir nada, Como un estado de facebook. Que mal se nos entiende por facebook o qué mal se me entiende a mí y qué mal manejo los tiempos y qué loco me parece lo de plegarnos a una visión y enjuiciamiento a la ligera de todos los demas, con el ojo, como el de Gran Hermano, cada día encuentro más semejanzas, en lo de sentirse observado 24 horas y eso, y vivir la experiencia y las comandillas de los Me gusta, los compartir y los eventos. Es todo un mundo y me cuesta administrarlo, o dicho de otro modo, soy un pesado y me explico fatal. O no me gustan especialmente las batallas de ingenio intercambiando frases gloriosas o cortes o palos o lo que sea, con la característica verborrea del tertuliano televisivo, opinando de todo, entrando a todos los trapos, en fin, complicándose la vida y sobre todo, viviendola de otro modo, mucha más virtual, inoperante y absurdo. Que no soy del todo lelo y veo, claro, que es también una poderosa arma comunicativa pero me da el rollo de que todo son tiros al aire y los que van a dar, son con balas de fogeo. Es eso. El facebook, las redes, son eso. Balas de fogeo. Tiros al aire. Sitios en los que desfogarse y despotricar. Que mal me explico y el coraje que le tengo a ser o no ser entendido. Nunca he pretendido ser un incomprendido y cuando me lo dicen, casi es como un insulto para mis medios. Me molesta porque, de hecho, me molesto mucho en que me comprendan. Lo hago  lo mejor que puedo, que es una forma de decir que hago poco, pero lo hago. La comprensión es cosa de dos. Tiene mucho que ver con el punto de partida. Por supuesto con el de llegada. En el blog a menudo siento que no hay llegada, que ni siquiera me muevo. Rodeos.. Tintineo. Unos ecos de algo que es lo que creo que quiero decir, y lo creo, solo eso. Sin tenerlo del todo claro. Todo más bien turbio.
Explicarse mal es mejor que ni hacerlo.
Supongo.

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