domingo, 31 de octubre de 2010

Zen o el arte de motivar al aspirante

Me ha defraudado "Zen en el arte de la escritura" de Ray Bradbury. Al calor de su recientísima lectura, sólo voy a tomar un par de notas numeradas.

1.- Si escribes sobre el acto de escribir no hables de tí mismo, es más probable que lo lean aspirantes a escritor que lectores devotos de tu obra. Da igual el cuento áquel que publicaste.
2.- Basta de uno mismo, en general. Consejos prácticos. Tanto hablar de la inspiración, de su génesis, de la insconciencia, del otro yo, los recuerdos, la infancia... Palabrería. Hablemos de sujetos y predicados, ¿no? Adjetivos, ¿dónde? ¿Cómo? ¿Cúantos? Adverbios, ¿por qué?
3.- El fracaso debería ser un capítulo en si mismo. Todas las versiones de rechazo. Eso SÍ es interesante.
4.- Las casualidades son inútiles. Apelar al entusiasmo es pueril (ver punto 3)
5.- Los consejos me parecen un poco abstractos. Como por ejemplo, leer poesía a diario para encontrar imágenes evocadoras que inspiren ficciones.

Sobre el libro decir que es una colección de artículos que parece oportunista.
No tiene un hilo conductor, se repiten anécdotas y hay incluso una entrevista el trabajo de Bradbury para el cine (adaptó Moby Dick para John Houston), que tiene poco que ver con el resto del tono del libro, por momento más ensayístico y otras veces, con forma de manual de autoayuda. Tiene el tono de hallazgo feliz de los artículos. No lo recomiendo.
Está bien para aspirantes a escritor con ganas de leer libros sobre el tema, con muchas ganas. Creo que incita a escribir a impulsos o incluso, te los genera, a veces de un modo más poético que práctico. Habrá quien necesite ese empujón ensoñador pero no es mi caso. Quizá esperaba que fuera diferente, sólo eso. se pueden anotar media docena de frases lapidarias o párrafos enteros que podían servir como ingenioso estado de Facebook, pero a mí me convence sólo a medias.

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