viernes, 26 de agosto de 2022

Las ilusiones imperceptibles

 Me pongo y escribo. Hace sol. Te aplasta como a una ciruela madura que pisas. Es mediodía. Se escucha un pico.  Una obra cerca. Mi vecino. Me.limito a estar en silencio y concentrarme en el ruido de las teclas. Una lluvia que quiere crecer y volverse tormenta de verano. Estamos en verano como en todos los relatos nostálgicos.  Quizá aprenda algo después de todo. A poner coma , no. Poner punto.. Quizá.  Es todo volver a empezar


Recuperar ilusiones imperceptibles 


 Volver a volver a empezar y empezar. Si miras los comienzos al microscopio, veras que están sembrados de desesperanza y siempre merodeados por el abandono. Específicamente en los buenos comienzos. Se está en la mierda y pum. Y zas. Y pim. La mierda es casi obligatoria.  Ojo a eso. Y de pronto, florece como un lirio en el desierto y eras el desierto, no el lirio. Aunque te comportes como un lirio chico. El que nace desierto, muere metido en arena. Somos el mismo bulbo desde que nacemos, sólo se añaden apéndices a propósito de las dificultades del terreno. Como si se nos pegasen muñones al cuerpo por los desengaños y noss engordasen segun nos desilusionan. La ilusion lo es rodo. He echado la Quiniela. He confiado en el Bilbao y en el Atleti. Sendos choques fuera de casa. Dos doses fijos. A ver si hay suerte. Un pepino seria. Una de 14 me vale igual pero que no me.fallen los dos por favor.

Todo es suerte


El fútbol es suerte. Siempre lo he dicho. Pura suerte. En ningún deporte interviene más el azar. Quuza el rugby por aquello que el balon es un melon y cada bpte es sorpresivo pwro no saco ni cinco aciertos porque ni sigo la Liga ni soy hincha dd ningún equipo. Te imaginas que me toca. Seguiría escribiendo en el blog. Os daría vuestra ración de mi nueva vida. No os falló, amigos. El lunes vuelve los obreros. Tengo un Fin de semana de aupa. De adecentar el terreno. Y mover tierra. Y cambiar cosas de sitio. Mi Sísifo es mover las mierdas de sitio. Me explico como el culo.


Lo importante es tener ilusión en que alguien gane fuera de casa. En que ocurra lo extraordinario.  En que pase algo bueno. En conocer a alguien que merezca la pena. En ganar más dinero. O un poco de dinero. O en encontrar céntimos entre los cojines. Las ilusiones pequeñas. Las ilusiones como los ácaros del polvo que te muerden sin que te des cuenta. La ilusión automática. La ilusión autómata. La ilusión de la que ni te has percatado y que se evapora si llueve. O si hace mucho calor. Como ahora .


Las ilusiones imperceptibles son peligrosas. Armas cargadas. Se te dispara el bolsillo sin saber que lo tenías ahi, vivo como un pez recien pescado. Un mar de ilusiones imperceptibles. Una movida. Imagínate.una torta. La que yo tengo. No. Imagínate una tormenta que es lo que quería escribir pero tengo tan poca autoestima que hago lo que el autocorrector me diga y ha cambiado tormenta por torta pero viene a ser lo mismo. Ni torta. A ver si como algo. Me voy a hacer un arrocito en blanco y algo con ajo que estoy en blanco y sin ideas y jodio. Os sigo contando nada otro día.

Ah sólo añadir que de las ilusiones imperceptibles nacen las depresiones palpables. Ojo a eso. Que es telón. De fondo y de acero. Vuelve a mandar el autocorrector porque me cambia temon por telón pero viene a ser lo mismo. Al final sólo son palabras. Como no sabías que tenías esa ilusión pues tampoco te percibes en la pérdida y menos aún en su búsqueda inconsciente. Me explico o no me explico. Me entiende o no me se entiende, caguento. Vamos para allá entonces. Hasta más leer, curiosines.


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