Un alcalde y candidato que no da entrevistas (II)

Tengo que actualizar, jóvenes.
El mundo es muy injusto. Hablo del silencio de Pepe Torres y me comenta en el blog Mario Ortega que está haciendo una buena campaña y al que le ofende, o le molesta, un comentario mío sobre un spot hecho rápido. Ya lo siento. No era mi intención.
En twitter leo que buscan o prommueven un debate en Granada, voces afines al PSOE. ¿Ves? No me gusta, tampoco. Claro, ellos quieren un debate VS. Torres Hurtado para arañar lo que puedan. No es en pro de la ciudadanía, es por su interés propio. Eso es lo que no me gustan
Los debates tendrían que ser obligatorios por ley, estamos de acuerdo en eso pero promoverlos, porque te interesan, creo qe hace daño a la ciudadanía. Leo opiniones variadas pero me siento identificado con las que dicen que una persona que no opina en público, no debería estar capacitada para ningún cargo público. Por más que sea su estrategia, respetable por otra parte, no puedo estar más de acuerdo.
Me fastidia que la primera parte de esta entrada pareciera un ataque a Los Verdes, nada más lejos de mis intenciones.
Es un ataque, débil ataque en cualquier caso, contra la ley del silencio.
Hoy hay un debate en Canal2 Andalucía con los canddidatos pero no están todos, entonces, ¿qué debate es ese? Leo a Manuel Pezzi dicíendo: Indignaos. Lo escribe en mayúsculas y me fastidia porque persigue una indignación interesada, que barre para su partido.
Pues ahora, no me indigno. Para tu beneficio, no me indigno, amigo.
Estoy a favor de una indignación sin ánimo de lucro.
Creo que la ley del silencio, es un déficit democrático. Me da igual que sea Rajoy el mutista o Torres Hurtado o quien sea. Debe haber preguntas, en las ruedas de prensa y en las entrevistas, debe haber entrevistas y también debates, debe haber debates pero entre todos. Y me parece mal proponerlos de forma interesada.
Y ya está.
Insisto en que la política no me interesa, hablo o pretendo hablar de comunicación aunque en campaña prevalezca una información de guerrilla y de tú más.
Ahora sí, ya está de verdad.