Mientras escribo esto, se está celebrando una rueda de prensa en el parque del Triunfo con músicos de la ciudad presentando el macroconcierto Granada en Off, que ya habrán leído o visto en algun sitio. Se trata de un festival que tendrá lugar mañana en Fermasa y en el que participan 18 grupos pidiendo una política cultural diferente con la música en la ciudad. La historia viene al hilo del cierre de bares, salas y la cancelación de conciertos o las multas por hacer conciertos en locales sin licencia. En aquel momento, no escribí nada. Sobre la indignación general del personal, porque no me sentía objetivo. Iba a tirar para un lado y no quería. Con esta iniciativa es diferente. No suelo firmar manifiestos de nada, pero con este he hecho una excepción.
Sobre lo de los conciertos y las licencias, no tengo una opinión clara. Es decir, si cualquier bar puede programar conciertos -que sería una opción genial desde luego- pues le hacen una competencia desleal a las salas que tienen un público y unas condiciones idóneas para ese fin. Y lo mismo para promotores o programadores, se enturbia el mercado en cierto modo si cualquier pub puede tener a un trío de jazz tocando en vivo, sin seguir una serie de normas. ¿Qué normas? No lo sé. No molestar a los vecinos, entiendo que sería la primera. No creo que se debiera promover una burocracía excesiva o que se deba pagar un impuesto especial por tener música en directo. No estoy de acuerdo en eso, pero sí creo que deben seguirse unas normas para ofrecer música en vivo. Unas garantías. De sonido. De profesionalidad. Hacerlo bien. Con garantías. Y que el mayor número de locales pudieran acceder a ello. Se habla de los locales alternativos, por llamarlos de algún modo pero hay muchos otros establecimientos que organizan conciertos. Cualquier pub en un centro comercial remodelado ofrece conciertos y me pregunto: ¿tienen licencia? ¿Se la piden? ¿Es posible conseguir una licencia?
El caso Secadero. Entrevisté al dueño hace años. Me contó intrigas de todo tipo. No voy a reproducirlas aquí. ¿Debería tener o haber tenido otro tipo de instalaciones El Secadero para organizar ssus conciertos? Estoy seguro de que sí. ¿Es justa la sentencia? Con años de cárcel y todo, pues obviamente, no. No tiene que ver con el ayuntamiento de la capital, pero debería existir una sensibilidad común porque el públlico de El Secadero era o es el de la capital. En fin, entrar en un solo caso no es nada representativo. Cualquiera que haya querido organizar conciertos, se ha encontrado con estos problemas. Los conciertos suelen, en muchos casos, deficitarios. Sobre todo, si los músicos cobran lo que le corresponde. No es un negocio. Se hace por otro tipo de motivos, otro tipo de convicciones. Me pregunto que pensarán de esto los partidos políticos de la ciudad y cómo se sentirán teniendo tan cerca su gran día de negocio con los ciudadanos, cuando les saquean el voto.
No es tan dificil. Apoyar la música granadina es sencillo. Un edificio público, con locales de ensayo. Un espacio en la Universidad, con música en vivo. Con certamenes. Hay una asociación de grupos, hay colectivos, es solo ayudarse, tender puentes de forma ddesinteresada. La iniciativa Granada en Off me gusta porque es muy limpia en cuanto a objetivos e intenciones. No se clama contra la injusticia, sino que se argumenta un cambio en el punto de vista. En la forma de ver las cosas. Está muy bien que se deban contar con estudios medioambientales de ruidos y vibraciones pero también es urgente la puesta en valor de un patrimonio cultural que se desdeña por desconocimiento o por desinterés, o no sé por qué, quizá porque el rock en general conserva ese halo peligroso de lo contra cultural. Pero aquí no hablamos de tópicos. Son casos. Problemas concretos. Negocios puestos contras las cuerdas. Un exceso de burocracia. Unas multas injustas. Es dificil hablar de todo esto y que no suene a demagogía, no lo es. Hay gente, personas con nombre y apellidos, que trabajan para que la oferta cultural de Granada pueda competir con otras localidades que tienen muchos más habitantes. Es un caso excepcional. Ese atractivo es un punto perfectamente explotable. Que les den una nave en un poligono industrial y que vengan aquí casas de discos independientes y se hagan congresos de profesionales del sector y el lado musical de Granada se explote comercialmente a todos los niveles posibles. Está claro que suena ideal, a palabras de político en campaña pero es que no es una promesa. Es decir, ya está hecho. No hay que crear nada, no hay que empezar desde cero. Está el público. Están los músicos. Está el interés. Están los grupos. Están los locales. Están las salas de conciertos. En fin, está todo. Solo un pequeño empujón con alguna prevenda pública sería deseable y sobre todo, no obstaculizar ese trabajo, trabajo del día a día, ni complicarle la vida a los que intentan mover la cultura musical en Granada y han conseguido que sea especial por ese motivo vivir aquí.
Si queréis firmar, aunque no viváis en Granada, se agradece el apoyo:
http://www.granadaenoff.com/
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