Ayer iba con mi coche por la calle Arabial y en lo que dura un semáforo estuve escuchanddo a mi pesar el coche megáfono del candidato del Partido Andalucista (creo que son así las siglas, porque ha tenido varias versiones y podría buscarlo pero no me apetece) a la alcaldía de Granada, Jesús Valenzuela.
Estaba el coche megáfono subido en la acera y con el volummen a tope diciendo algo así como: "Que es verdad que hay muchos aprovechados y caraduras en política, pero yo no soy de ésos, y a esos hay que echarlos y que no se aprovechen".
Se puso en verde. Metí primera. Y ya no escuché más consignas.
Mientras estaba esperando en el semáforo, me fijé en la gente que iba caminando por la acera. Mirarán al coche megáfono sorprendidos. Como diciendo: ¿Esto qué es? Y un grupo de fumadores que estaban en la puerta de una cafetería lo oían a lo lejos como si fuera un curandero loco de las películas del Oeste subido a un pedestal y vendiendo crecepelos. Pensé en un personaje de ese estilo. Un preacher, ¿no?
Jesús Valenzuela es vieja escuela. Fue concejal de ¿cultura?, no lo sé, pero estuvo en el tripartito, creo y tiene lo que podíamos denominar una larga singladura política. Y ahí estaba, subido en la acera con el coche a las seis de la tarde y el megáfono a todo trapo.
Que si ellos son. Que si yo soy. Que si hay que hacer. Que si yo lo hago y lo haré y demás y demás.
Rollito vieja escuela. Megáfono y a tope.
Luego por la zona de la Caleta me crucé varias veces con la unidad de propaganda motorizada de Unión Progreso y Democracia, y me acuerdo ahora, al hilo de tanto requiebro semántico, que oyendo los discursos de rajoy ayer en Sevilla por la radio, no pude evvitar penssar en el pulso poético de González Pons, lo he comentado a menudo en mi blog, que consigue unas metáforas y unos similes muy currados, veo su halo creativo en las palabras mitineras de Rajoy pero bueno, nadie tiene que ver con lo que comentaba de los coches y los megáfonos dando vueltas por Granada. Los de UPyD no lo llevaban conectado o llevaban mmusiquilla o una grabación que repetía: Vótame, vótame". No lo sé. Iban por el otro carril y no hubo semáforo para pararse a escucharlos.
Creo que no llevaba el micro la candidata, Mayte Olalla, que de hecho es más joven, bastante más joven y no la veo, berreando propuestas al estilo viejo escuela.
He empezado a escribir esto no para hablar de los coches megáfonos de los candidatos más indies, más alternativos a la alcaldía de estas elecciones granadinas 2011 sino por la polémica de la jornada de reflexión con la que me desayunado el primer café sin tostada y con dos pitillos.
Lo de la jornada de reflexión era para cuando se reflexionaba, ¿no? Hoy se tuitea. No se reflexiona, bueno sí,lo que tardas en encajar los 140 carácteres y si usas Twitlonger o como se llame, pues ni eso. Un día entero para pensar, es demasiado. Incluso para la gente acampada, un día en silencio pensando. Sin asambleas, ni nada. Es vieja escuela total. Esa reclusión necesaria para pensarse el voto. ¿De dónde vendrá lo de la jornada de reflexión? El googleo se impone.
A veces. No quiero ni saber, ¿sabes? Ni saber. Ni enterarme. No quiero indignarme más. Prefiero ni saber. No es que hable muy bien de mí, siendo periodista lo de apostar por el desconocimiento pero, me acuerdo con un enlace de Meneame con los presupuestos de los Ayuntamientos o nosequé, me dije, no lo mires, no lo mires que se te agrie el carácter para lo que queda de día y así, pues me pasa con cuestiones diversas. Ni las googleas.
Hablando de googlear, mencionar a cualqquier candidato supone que harás perder el tiempo a su equipo de trabajo llegando hasta aquí, o eso me pasó con mario Ortega, de Los Verdes cuando mencioné que su vídeo era de Barrio Sésamo, cosa de la que me arrepiento, porque no sabía que tenía tantos vídeos hechos, de tantas temáticas y en fin, que parecía que estaba hablando mal de él o de su trabajo y tampoco escribo esto para hablar de nadie. Ni de Valenzuela, ni Olalla, ni de los partidos grandes, claro. Es sólo para hablar de la forma en la que nos comunicamos, ¿no? O sea, comunicación, que es lo mío. Coches megáfonos hablando como si fueran predicadores motorizados. Los mensajes llegan ya por todos los caminos, no necesitas ese barniz metálico que dan a la voz los megáfonos y que es tan vieja escuela, tan de otra época y por otra parte, tan comprobadamente eficaz, ¿no? No lo sé, por otro lado, me dicen que cada vez que escribo "no lo sé" en el blog pierdo un lector. No lo sé, pero por si acaso, adiós. Y gracias por la visita.
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