Vale. Lo reconozco. Le echo de menos. Al talento escaso pero la buena voluntad. Al no voy a fallaros y tal. Y una vuelta de tuerca de las de lavo mi imagen y meto la quinta sin haber arrancado. Que sé yo. El factor precio acucia. Una propuesta de bajada de sueldos de los políticos. Mileuristas. De un tirón. Que se lo retengan un tiempo. O que se bajen el sueldo un año, o dos, o un trimestre. Lo de los coches oficiales, está bien pero tampoco tienen la culpa los chóferes. Pero una Zapaterada de las de impresión. Un rollo lo de 110 km/h. Estilo por peteneras. Y cara de bueno. Y a aguantar la que venga. Agotar la legislatura estando a la altura de la candidez que todos le suponían. Bambi y tal. pues ahora parece una de la urracas malotas, de las que no me acuerdo el nombre pero creo que eran dibujos de Warner, no sé. El caso: Zapaterada al canto.
El mensaje de los ciudadanos es claro.
Factor precio. Políticos más baratos. Pues a ver cómo lo hacemos. Más populista que los 400 euros, los cheques bebés y esas movidas, no va a haber. En la línea de ZPísmo, no. Zapaterada sin miedo. Políticos mileuristas durante dos semestres. Hemos captado el mensaje, los ediles socialistas vivirán con mil napoleones hasta nueva orden.
Echo de menos un golpe de timón y confío en el tedio veraniego para que se les ocurra algo bueno.
Prohibir fumar en la playa, por ejemplo.
Y mira que yo soy de los esclavos de la nicotina, pero cuando hablo de Zapaterada, voy a eso. El fuego artificial. El golpe de mano. La idea feliz. La buena intención.
No sé, renuncias públicas a cualquier tipo de privilegio.
Vuelos. Recepciones. Banquetes. Misiones comerciales.
Costes fijos del tipo que sean.
Lo que se entiende por el ciudadano medio como privilegio o lo que es lo mismo, que se podría hacer igual pero más barato y a veces, ni siquiera con merma en el servicio, simplemente con otro orden en las prioridades.
Y luego, recortes.
Los que diga la prima de riesgo, la agencia de calificación, la madre que los parió a todos o la madre de la que los parió antes.
Zapaterada. Golpe drástico a un privilegio estúpido.
Conciencia de clase. Mirad, somos noblotes, además de torpes y gestores más bien regulares, nos quitamos tal extra. Que significa tantas pesetas. Por calar en los que todavia piensan a la vieja usanza.
Agotar la legislatura y la estabilidad y el todo eso está perfecto pero sin esconderse, de cara hasta el final. Es como el amigo de la fiesta al que se le cae un vaso cada cierto tiempo. ¿Qué vas a hacer? ¿Lo echas? ¿Moción de censura en nuestro guateque por manazas? Pues, no. coges tú mismo la escoba y para adelanta. Y si manos de mantequilla vuelve al ataque, discretamente le muestras el sorpredente avance ténico para la humanidad que supuso el posavasos. Esto lllevado al terreno político, pues no sabría decirte quien es quien, pero copas se han caido unas cuantas porqque el suelo está pegajoso pegajoso de esto que se te quedan las suelas con cola y hacen ruido. Desagradable. Y por no hablar de los restos de cristales. Zapatero es de esos.
Que haga una de las suyas. Que no se fie del resto de lobos hambrientos. ni de los que estudian las corrientes de las previsibles aguas turbulentes que sucederán al segundo hundimiento. Zapatero, di que has pillado el mensaje. Que el 15M tiene un efecto. Que los desalojos, tendrán que venir con un plan B en el que hayan aportado soluciones todos los agentes sociales que existan, todas las Asociaciones de vecinos, toda la caridad y el ámbito asociativo, desde los indignados a los conventos de las monjitas con comedor social, pisos de acogida, soluciones concretas.
Hemos captado el mensaje de los ciudadanos, que diga eso. O, al menos, yo lo he captado. Abandono la residencia de Moncloa y me busco algo más apañadito por el centro. Ahorro para el Estado nosecuantos napoleones. Pues bien empleados están. El servicio de jardines se renovará la semana que viene. Ponemos un tope de inversión publicitaria en campaña. Código blanco. De todo. Propuestas de trasparencia. Para todas las delegaciones territoriales, igual. Trasparencia en pos de la eficiencia. De generar negocios con las mismas normas y unas expectativas que no sean "Coge el dinero y corre".
O decir, esto lo pago yo. Lo que sea. E insto a mis compañeros de partido a que hagan lo mismo. Renuncio a sueldo en vacaciones, renuncio a la vacaciones.
Que coño. Que haga el camino de Santiago.
Con retraso, vale. Pero oye, que sí, con fe en otra cosa.
Con fe en los españoles, o algo así grandilocuente.
El peregrinaje hasta el fin de la legislatura va a ser igualmente duro.
Que se pegue un momento de improvisada y diga alguna boutade. Que no delegue en ministros de turno. En los competentes del ramo. Que de la campanada, o el campanazo. Firma de José Luis, enquijotado hasta el final en su bonhomía. Que vamos a quedarnos sin pensión vitalícia, los que voluntariamente renuncien a ella. Que compartimos coche oficial y se premia al que lleva bicicleta, no lo sé. Lo que sea. Que suene, que haga ruido, que sea de verdad y práctico y una renuncia en toda regla.
Adiós al gravamen.
No es eso.
Los ciuudadanos no quieren pagar por nuevas ideas de cobro.
El motor hay que atornillarlo al otro lado de la cadena, donde se esconde o se camufla el privilegio y lo mismo, ni squiera es para tanto, reducir en escolta, en asesores, en personas de confianza. Una, dos. Límite a lo que sale del herario público y no, nuevas tasas. Eso, no. Más pagar, no.
Lo del Camino de Santiago, sería pepinazo.
En vacaciones, tiempo libre.
Que no le echen el muerto de que anda de expiación teniendo la mesa llena de papeles. En fin, José Luis que hagas algún disparate de los tuyos, que eres como un famoso que ha metido la pata en twitter y ahora se corta de hablar sin tapujos, vayamos a que vuelva a equivocarse o no sé. La cague. Eso simplemente. El temor a cagarla de nuevo, de lo mismo que acusaba a su rival, de inmovilismo. Peca en eso. Quedarse quieto, no hablar fuera de foros internacionales. Mostrarse.
Peregrino como siempre pero valiente, aún en las mayores estupideces.
España es fuerte. Y yo entendí que los ciudadanos perciben a los políticos como privilegiados, en lugar de distinguirlos como garantes, de derechos, de conquistas sociales o de reducción en la desigualdad o la injusticia. Porque no es una cuestión genética como dice la CEOE sino de oportunidades. Ese rollo discursito Obamero.
Echo de menos una Zapaterada, lo reconozco, yo que tanto las criticaba. En fin, paradojas.
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