sábado, 25 de junio de 2011

Menos policía, más diversión

Leo en varios estados-noticia de twitter que Bildu plantea reducir el número de policías en sus instituciones. En otros usuarios, es el ejército. No me queda claro. Ni falta que hace. Es gracioso lo de Bildu.
A ver. Pies de plomo y paso firme.
Un pequeño apunte al hilo de 15M y 19J y las agresiones o actos de amedranto a representantes públicos, ese rollo, a ver, se les llenaba la boca a los analistas ccontraviniendo lo de "No nos representan". ¿Cómo que no? Claro que sí. Defienden que son legítimos. Que SÍ nos representan. Eso dicen. O decían. Claro que nos representan. Que si democráticamente, que si elegidos en las urnas, que si... ¿Pero con Bildu? Ahh, no. Bildu, no.
El argumento de que han sido elegidos democráticamente y tal no vale en Euskadi. Y hay coartada jurídica. Es que deberían haber seguido siendo ilegales, responderán. Ah, vale, y ¿no debería ser ilegal que hubiera imputados o señores con sentencias en firme que concurren en las urnas para un puesto de representación pública? ¿Eso no es ilegal? Pues, debería. Ilegalizar formaciones me parece bien pero sería más útil para el conjunto de la sociedad ilegalizar prácticas políticas.
Bildu les representa.
Y CiU. Y el PP en Andalucía. Y todos.
Son los que han ganado jugando con estas reglas. Es cierto. Otra cosa es que las reglas sean injustas.
A ningún analista o casi a ninguno le he escuchado o le he leído poner el acento o el punto y aparte en un hecho clave: el mayor índice en la historia de voto nulo o en blanco. Eso significa algo. No tiene que ver con la abstención, es una forma activa de decir no. Y de ahí se tiene que sacar algo en claro. Ese es el origen de "No nos representan". Nadie quiere analizar o poner en el solfa un movimiento que les deslegitima, que les quita poder o cuota o notoriedad o lo que sea.
Pero es cierto: Nos representan.
Por desgracia es así... Lo hacen. Les quedan cuatro años de hacerlo. Es un hecho. Nos representan. A cada uno los su
Y no quieren que les digamos que no es así del todo o que no es justo como lo hacen. Menos en la calle. Menos a voz en grito. A mí tampoco me gustaría, es cierto. No es una buena forma de hacer las cosas, en mi humilde opinión pero tiene una cierta efectividad directa, claro que, los medios, en su epidémica fiebre del discurso de la espectacularidad lo muestran con todo sus trastabilleos, cámara en hombro, y el choque de los improperios y las voces a una mientras los increpados y sus guardias pretorianas abren paso entre envalentonados y medios gráficos. Es toda una representación. Tiene eso que convierte a las pantallas en animales vivos. En espectáculo. El rollo Impacto Total. Como si fueran imágenes de videoaficionado en el tumulto.
De Bildu se informa más en las columnas. Con un parapeto de alineación política. Una analogía con ETA y todo lo que eso supone. Y mi máximo respeto para los que sufren las consecuencias de la barbarie del terror y el más profundo rechazo a los que tratan de mercantilizar, en la forma que sea, esa pena tan dura, injusta y cruel.
Ese es otro tema, en el que prefiero entrar poco y no salpicar nada.
Si los políticos son legítimos, señores analistas.
Lo son todos.
Bildu incorporated.
Si no, pues todos cristianos. Y debería haber hecho el Tribunal constitucional, es como si mi abuela se hubiera ido con un negro, pues ahora seríamos nosotros menos rubios pero como se caso con mi abuelo, pues Bildu representa a todos los que votaron. Y demuestra lo malos estrategas que son los partidos convencionales y lo mal que saben dedicarse a esto de manejar los desos ocultos de las masas.
Pues eso. Creo que he dicho demasiado y nada, lo de siempre. Pero uno, que si nos representan pues Bildu, lo mismo que todos, aunque yo doy más importancia al mensaje que manda el pueblo con el voto en blanco o nulo, o metiendo compresas, o yo que sé de cosas que he visto en algun blogs, fotografiadas en los colegios electorales a modo de chanza. Pues poquísima gracia, oiga. Y dos, que si no fuera Bildu con los que no comulgo, pues lo de menos policía, a favor siempre. Policías, no. En los sitios del pueblo y tal. Ayuntamientos, nosequé. Pues no. En los poblados, en los asentamientos periféricos de las grandes urbes, ahí los quiero a todos. Pegándole a los que dan miedo y no protegiendo a los que lo tienen, fundado o infundado ya es otro debate.
Entiendo, repito entiendo, que es un shock para los que han integrado la escolta a su vida diaria y viven de esa forma. O les han hecho vivir así, de acuerdo. No atribuyo yo nada a nadie, Dios me libre de alinearme aquí o allá y más en un conflicto -he buscado la palabra tres segundos y he sorteado varios eufemismos hasta elegir finalmente el más atemperado- que tiene luugar a tantas kilómetros de la puerta de mi casa, pero es mejor que no haya seguidores ni seguidos. Y cuanto menos estado policial, pues mejor. A grandes rasgos, ¿no?
Para los que han tenido miedo es una forma simple de zanjar el asunto o incluso para los que aún lo tienen. Y hablo del miedo, el dolor es harina de otro costal. Nunca se va. nunca se pierde. Lo que yo diga importa poco y hasta puede ser ofensivo para personas que se vean en esa circunstancia. Por más disculpas que pida o algodones que coloque en los márgenes, mi opinión no les vale de nada. Y la ironía, el sarcasmo o la segunda lectura es un lujo que se nos ofrece en la distancia, sin la proximidad al terror más directo y por eso son necesarios los pies del plomo al campar por estos asuntos, en los que, definitivamente, no se puede opiinar alegremente. Es necesario opinar con pena, no queda otra. Opinar penosamente.
Lo digo porque lo de "Menos policía, más diversión" pues suena frívolo y no se entiende. Es información de guerrilla desde mi punto de vista. Es darle la vuelta a una famosa canción de Eskorbuto. Concretamente, esta:


Extractamos parte de la estrofa: "¿Quien tiene el dinero, quien, quien tiene el poder, quien, quien tiene el futuro quien, quien, quien lleva la ley?" Visionarios, en 1985. En fin, el percal se presenta divertido. ¿Para quien? Pues los que viven de los dimes y diretes. Que si noticia por aquí, que si columna por allá, que si desinformo así, que si desinformo asá. Y el factor policial es alarma. Se crea alarma. No sé, no tengo elementos de juicio para decir de forma categorizada de si es una alarma real o adecuada a la realidad o es simplemente un truco periodístico o un recurso o simpemente la emoción del que redacta o la orientación del que enfoca las primeras páginas o le da el tamaño y la importancia a lo que realmente ocurre. No lo sé. Diversión, por eso. Por los titulares apocalípticos que leeremos y que deberían penalizarse de algún modo. No sé cómo. Al que vendió una noticia con grandes titulares de una forma que inducía a pensar en un suceso que no era realmente el que había tenido lugar, deberían de condenarle de oficio. Por faltar a la verdad o dar una verdad con faltas. Una comisión con todos los antiguos directores de periódicos, por ejemplo, con todos los que estén jubilados, y un representante del gobierno y otro de la oposición o no sé.
Menos policía, más diversión, pero diversión en los titulares y en el circo informativo por el que pasan todas las noticias de Euskadi al entrar en la dinámica reduccionista de los medios nacionales.
Yo estoy a favor de que haya menos policía donde no es necesaria. Y no sé donde lo es y donde, no, pero en general, cuanto menos hayan, mejor. La policia no soluciona nada. En sus investigaciones y sus movidas, sí, claro. Pero en un Ayuntamiento o en un edificio público, entre políticos que solo van a hablar o a discutir propuestas, armados de palabras, que no están en lugares públicos con gente, o en actos, o en cosas del estilo, sino en el lugar de trabajo, el pleno o donde sea, que van a hablar y tal ¿para qué vale un policia o un empleado de seguridad privada? Los argumentos no necesitan defensas físicas.
Que dirán: Pues para que no les zarandeen los del 15M como se vió por televisión. Pues no. No sirven los policías, querido amigo que me lleva la contraria. No sirvieron. Como escudo quizá pero el atercado es peor con policia que sin ella. El que gritaba "¡Auxili, auxili!" que, por cierto, que cobardica. Yo me planto, me doy media vuelta, me quito las gafas y a chaqueta y a escuchar los argumentos. Si te dan en la cara, para eso trabajas. Para que te den. Hablo de argumentos.
Quería escribir algo sobre el discurso de la violencia, como tiene sus matices. Es decir, en un campo de fútbol. Si alguien agrede a un jugador del equipo contrario o si le tiran una piedra al autobús, o lo que sea. No será por barbarides, hay de todas clases. Pues sí. Se condena. Se lía y tal. La noticia se da, tiene eco y eso. La espectacularidad del tumulto y lo que quieras pero... ¿Hay alarma? ¿Se crea alarma? O si persiguen a los políticos por la calle, a los que se suben los sueldos, por ejemplo. Pues, como los paparazzis persiguen a los famosos, escuché hace poco, aunque bueno, no es lo mismo, de acuerdo. Pero, ¿por qué los políticos son esa casta intocable contra la que no se puede cruzar la línea?
Que no digo yo que el método de cruzar líneas sea el mejor camino para obtener cosas, más allá del vídeo del impacto en las noticias que afea el verdadero fondo de las ideas.
Que haya menos policías, es mejor. Ojalá pudiera haber menos dotaciones en los campos de fútbol. O en los alrededores.
Y los que tienen la responsabilidad de enfocar los titulares, que no se diviertan más de la cuenta con el asunto, ¿no?
Para alarma, la del despertador. Esa forma de informar nos empobrece a todos a la larga y genera violencia, al igual que el lenguaje bélico en el periodismo deportivo, aunque no sea lo mismo.

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