La realidad del 7J

A ver. Tenía que opinar sobre esto. A veces siento que no me queda otra opción que decir lo que pienso y me muerdo la lengua de no hacerlo en redes sociales por dos motivos. Uno, pueden no entenderte y dos, igual ni siquiera quieren entenderte. A los comentarios les pone el tono cada uno y vete a saber cómo leen lo que yo escribo. Todo esto viene a cuento del altercado de un periodista de IDEAL con miembros de Acampada Granada.
Si no se saben la historia, pues la pueden leer aquí:
http://www.ideal.es/granada/v/20110607/granada/miembros-acampada-granada-insultan-20110607.html
Y la movida viene a cuento porque el compañero escribió este reportaje:
http://www.ideal.es/granada/v/20110607/granada/ilusion-realidad-20110607.html

Si ya se lo han leído todo o si ya estaban al corriente del asunto, podemos empezar a opinar al respecto. Lo primero, la violencia nunca está justificada. Yo diría que ni en defensa propia. Eso está claro. Que insulten o increpen a un compañero es siempre malo. Sea de donde sea. Haga lo que haga. O diga lo que diga. Todo mi apoyo para el compañero al que no quiero nombrar para que no llegue hasta este texto por si se busca a sí mismo en Google. Dicho esto, el reportaje que genera la polémica incurre en una serie de errores de bulto a mi modo de ver. El primero es usar la palabra "realidad" en el titular. ¿Qué "realidad"? ¿Cúal de ellos? El compañero hace fotos y por lo tanto, debería saber la importancia de el enfoque. Enfocar. La realidad se enfoca. Admite varias enfoques. Partiendo de esa premisa, parece evidente que la "realidad" nunca es una. O no debería serlo, o no debería venderse la "realidad" como única y menos con un hecho o fenómeno (me van a perdonar pero la palabra "movimiento" me da como que mal rollo) como es el del 15M. O sea, dicho de otro modo, que el reportaje era... Bueno, que casi no era un reportaje. Era una columna apoyada con fotos. Fotos que mostraban, que muestran, una "realidad" no cabe duda que es muy parcial con lo que supone una corriente que ha unido a tanta gente de opiniones diferentes y situaciones igualmente muy distintas. Un cubo de meados, si se me permite la expresión vulgar, no es hacer justicia a un montón de personas individuales a las que les ha llovido lo más grande por estar ahí, en la calle, luchando por sus ideas. Y mejor los meados en un cubo, que en una esquina. Y si queremos fotografiar micciones callejeras seguro que no es tan dificil. Cualquier fin de semana. En las inmediaciones de las zonas de ocio nocturno. O a altas horas de la madrugada, donde sea. Y bueno. No sé. Voy a lo mmío de siempre. Que hay que diferencias entre información y opinión. Que hay que ceñirse a los géneros. Que hay que aportar datos. No sé. Rigor. Veracidad. Esas palabrillas de siempre. Te las dicen en Primero de Periodismo y tal. Con una cámara y con un papel en blanco, se coge la parte de la realidad que más nos interesa. No sé. En fin. Si me resulta odiosa y creo que es perjudicial la espectacularización en los medios, aún peor es el amarillismo o polemizar por polemizar. El rollito cámara oculta. Yeah. Lo he descubierto. Un cubo de meados. Pues, tú veras. Tres semanas acampadas, les iba a explotar la vejiga. De alguna forma solucionarán eso. Que incumple la normativa. Pues claro. Es la esencia. Que no sea legal. Que no sea autorizado. Es el desafío. Yo estaba en contra durante la campaña. Y me llevé lo mío por decirlo. Cuando todos hablaban de democracia real y de cambiar el mundo y de que sé yo. ¿No meaban entonces? ¿La comida tenía control sanitario? El mismo que tendrá ahora, ¿no? A ver, saliendo un poco de la polémica local, me gustaría dejar claro que los medios de comunicación comercian con la "realidad" y eso no lo saben los lectores que compran verdades y la asumen como propias. Es así. Y la responsabilidad de los que hacen ese trabajo de mediar entre el vil comercio, en general al comercio le veo algo vil siempre, y el derecho a la información, que como todos los derechos nos hace pensar en la universalidad y bla bla bla, pues deben tener muy claro lo que hacen. No basta con recoger el sentir general, porque es probable que el artículo o reportaje caracterize muy bien lo que muchos granadinos y granadinas piensan o pensaban de la acampada, pero no es la acampada, por más que unas fotos lo atestiguen. Las fotos mienten, amigos. Y los que las hacen o las hacéis, deberiáis saberlo. Cualquiera lo sabe. La foto de su perfil es Facebook o en Twitter no es la "realidad". Deberían saberlo. Es una representación de bla bla bla. ¿No es esto lo del mito de la caverna? En fin. Que si hurgas en la herida y tal. Pues cuidadito porque no van a estar contentos los que sean heridos por tus uñitas. No sé si me explico, seguramente no. Pero, a ver, no legitimo la violencia y no hay nada peor que un periodista sea noticia y más aún, noticia de tintes dramáticos, con insultos, amenazas y demás lindezas pero se pide, se necesita, se demanada y casi diría que se exige una responsabilidad previa al que tiene el medio, al que dispone del altavoz público. Si comento esto en un perfil de redes sociales, nadie me entendería y parecería que apoyo a los que van por ahí con malos modos y no es eso. Es deplorable que increpen a la prensa. Pero no es la primera vez que pasa. Ya lo escribí aquí. En la entrada "No os necesitamos". No quería prensa en las acampadas. Fuera del signo que fuera, porque la prensa tiende, por definición, a simplificar la realidad y hay algunas "realidades" que no admiten ese achique. Para entrar en el titular o en el ojo del que hojea. En fin, amigos. Que tenemos que ser todos un poco más responsables, creo yo. En especial los que nos dedicamos a administrar derechos entre nuestros conciudadanos y especialmente, ese tan importante de la información. Y ya. Y si no lo ves claro, no me juzgues. Piensa tú mismo y sé crítico con ambas partes. Ni está bien lo de insultar ni está bien lo de informar según a mí me de la gana, que si lo haces, como lo estoy haciendo yo en un blog, pues vale, pero en los medios generalistas pues hay que tener una visión más generalista y nunca apropiarse de la "verdad" ni de la "realidad" que cada uno tiene la suya y a cual más puñetera en los tiempos que corren. Ya.