Ponga un ahorrador en su vida.
Suena a la cantinela de un banco, a su última campaña para captar clientes ahorradores, pero no.
Es una idea para el autoempleo, básicamente.
Hágase ahorrador de cuenta ajena.
Haga negocio, hay mucho negocio con la cantidad de familias apuradas que hoy por hoy son mayoría, aplicando un claro esquema win win, es un segmento con futuro porque la desigualdad crece.
Es una idea anti crisis también. ¿No hay personal shoppers? Pues lo mismo pero en versión ahorrativa: Personal non shoppers. Personal savers. Sus ahorradores por horas. Usted les comunica o les proporciona un extracto de sus gastos y ellos ven o encuentran los gastos que puedan ser más reducibles. No es que sea un asesor fiscal, porque eso ya está inventado, lo primero y porque es un servicio caro y especializado, lo segundo.
No. No es lo mismo.
Asesor de ahorro. Hablamos de otra cosa. Un estudiante, un trabajo para estudiantes de matemáticas. O de estadística. Culaquiera que tenga maña con los números. Es sólo mirarlo desde fuera.
Por otra parte es lo que han hecho siempre las amas de casa.
Una tarea profesionalizada y trasmitida de generación en generación que no ha sido estudiada ni cuantificada pero sin dudas, las amas de casa son catedráticas en economía doméstica y familiar. Ahí está ell quid, ahí está el nicho. Cambia el modelo de familia y se pierde ese papel de administradora profesional y las familias compran una gran cantidad de chorradas que antes, las madres de antes, las amas de casa de antes, no compraban, Esta observación no es nada cientifica pero ni falta que hace.
Administrador profesional. Ese es el concepto. Por supuesto centrado en el ahorro.
Uno compra sin saber muy bien lo que está haciendo. A veces simplemente se confía en los plazos de cobro de las tarjetas, una procastinación a la hora de apoquinar bastante estúpida y abiertamente falsa, síntoma de nuestro tiempo. Nos ayudan a que nos autoengañemos. Les interesa. Pues bien, el ahorrador por horas va con usted a hacer la compra, le ayuda con las bolsas y de camino, se fija en los precios por kilo de diferentes marcas o productos.
Por si no lo saben o no se han fijado, a mí me lo enseñó una ama de casa profesional y es difícil fijarse porque estña escrito en cuerpo de letra 6, pero en todas las etiquetas del supermercado, tienen puesto en chiquitito pero puesto el precio por kilo de los productos y es curioso fijarse en lo que valen 200 gr de cualquier producto y 200 gr de otro, más o menos similar, en función de cómo se adorne el envase o se presente la mercancía o se distinga con algún invento de I+D que encarece el asunto de mala manera. Su comprador personal le mostraría esos segmentos de gasto excesivo y vería de forma conjunta cómo meter la tijera para que la cosa salga más económica.
A la larga se ocuparía de comprar a granel si así lo desea y si se sistematiza el aprovisionamiento de víveres, pues el proceso se puede automatizar y eliminar el impulso de la ecuación de la compra.
¿El salario? Pues bien. Depende. Un 10% no estaría mal, de lo que se ahorre, claro. No del montante total. De una compra de 100 euros, de la que se ahorrasen 10, se quedaría con 1 euro.
Es una familia pasando apuros, ¿de acuerdo? Que se ahorren 9 es casi más importante que quedarse con 1 pero oye, es 1 euro. Sólo por afinar una cuenta y es sólo un cliente. Hay que cambiar el paradigma. Vamos al supermercado como ahorradores de cuenta ajena y no compramos para uno, compramos para treinta familias apuradas. En total, por un día de trabajo salen las cuentas. Y sí, habría que llevar varios carritos y conducirlos a la vez, pero simplemente se llevan más despacio, tenemos toda una jornada laboral para llenar carros. ¿A quién le quitamos el dinero para devolvérselo a las familias? Pues, a los señores de las marcas de alimentación y a los del supermercado, que estrategicamente nos colocan los frutos secos próximos a los cajeros o los refrescos o los chicles o lo que sea. El ahorrador por horas no sucumbe a la compra compulsiva.
Atención, creo que esto debería impulsarse desde una Universidad o algo así. Si algun catedrático de economía o yo que sé lee esto, que lo proponga en clase, como trabajo práctico. Un comando de ahorradores. Un trabajo práctico. La verdad es que es una jodienda para los alumnos pensar en tener que hacer algo así. Pero bueno, es una opción.
O no, mejor todavía. Alguien que haga páginas web, que se anime. Todo por internet. Personal non shoppers online. Es decir, te pasan su lista de la compra por internet y ellos te encuentran el kilo más barato en el supermercado más barato y te salvan un piquito del que se sacan su piquito. Hacerlo online debería abaratarlo todo. Pis pas. Seleccionar producto. Comprar. Pay pal.
En fin, no sé. Si el consumidor fuera consciente de que los supermercados les engañan de una forma complice y cotidiana. Que El Corte Inglés no es tu amigo, que Mercadona no es tu amigo, que Eroski tampoco, a pesar de su web y sus campañas. Que encarecen el producto y se aprovechan de ese margen. si el consumidor supiera que con su hilo musical, sus pancartas con dibujos, sus amables caballeros y las simpáticas señoritas que nos atienden, lo engañan en cierto modo y se aprovechan de su estado de ánimo, de sus impulsos, de sus compras de última hora, de sus prisas. Si el consumidor supiera eso, quizá buscaría nuevas fórmulas de abastecerse. Las cadenas de las grandes superficies no son nuestros amigos, aunque tengan ampliado su horario y parezca que nos dan todas las facilidades para hacerles ganar dinero. Y ganan mucho dinero. Un dinero que podrían ahorrarse muchas familias ahogadas a través de este nuevo servicio. De nuevos profesionales dispuesto a hacer comercio justo para sacarse su porcentaje limpiamente.
Puede que esta entrada no debería estar en "ideas gratis" sino en "ideas felices". Puede ser.
A lo mejor en un futuro todas las empresas se deciden a vender por su web y se acaban las grandes superficies y su sibilina dictadura, imaginénselo. Si puedo comprar los productos que quiero a los que los fabrican por internet y me los envían a casa, ¿para qué pagar a un intermediario que los almacena y me da a elegir entre otras marcas y nuevos lanzamientos si yo quiero un producto y no otro? Si tengo claro lo que quiero. Tal bote de mahonesa. Tal marca de café soluble. Un número determinado de briks de leche. Semidesnatada, por ejemplo. Mi consumo semanal de leche. Lo calculo. La quiero de tal marca y tal marca me la sirve a casa, adios supermercado. Y llorarían como lloran ahora las discográficas, estoy seguro. Echando de menos el monopolio mental que nos han impuesto, como si la dimensión del mundo o la libertad de la que disponemos estuviera radicada en la longuitud del frontal de refrigerados y que la conquista de nuestro tiempo sea que haya más marcas y más caras, mirad la etiqueta de precio por kilo siempre por favor no os dejéis engañar, y yo dijo que no. Que las cosas pueden cambiar. Bueno, esto no tiene nada que ver con el autoempleo. Es bla bla bla de garrafón.
Ofertar ahorro. Esa es la idea. El mundo lo necesita. Un comparador de precios. Un buscador de ofertas. un google de los productos de consumo con el criterio: El más barato. Algunas grandes superficies usan esa etiqueta "El más barato" para guiarnos y otras tienen una sección de productos "Low cost", lo que quiere decir que hay negocio en las migajas, no sé si me explico.
Si has estudiado económica o empresariales, porque yo no tengo formación y si no tienes trabajo, estás parado y no tienes nada que hacer, piensa en ello y adelante.
¿Cómo conseguir que los demás ahorren?
Seguro que se te ocurre alguna tontería o por lo menos, haz una prueba. Propónselo a algún conocido. Ahorro por ti, ¿cómo lo ves? Despertará recelo, claro, pero en cuanto se gaste menos, ganará liquidez y también en confianza y bueno, luego, confía tú en el boca a boca. Decir de boca a oreja me parece estúpido. A lo mejor dentro de cinco años, no existen las grandes superficies. O en diez, vete a saber.
Hay compradores online que te resuelven la lista de la compra a golpe de click.
Puede que seamos más libres si nos libramos de comprar. Habría que mirarlo así.
En cualquier caso la libertad no es que no lo cobren con la tarjeta el mes siguiente, de eso, estoy seguro. La libertad no es que no lo cobren con la tarjeta al mes siguiente, lo repito para darle énfasis. Esa es la mentira con la que nos engañan nuestros supuestos amigos. No son nuestros amigos aunque tengamos la tarjeta del club y nos den puntos. Ellos lo hacen por algo, lo de los puntos digo. Ponga un ahorrador en su vida o hágase ahorrador de familias apuradas y conviértase en un ahorrador profesional. El mundo te necesita.
Saludos.
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