Tengo trabajo pendiente. En este blog, con entradas -más de treintra- empezadas y sin terminar. Están guardadas en Borrador. No me animo, claro, a pasarlas a limpio y cliquear el botón naranja de Publicar. Eso antes no me pasaba. Publicaba según escribía. Ni siquiera lo releeía. ¿Para qué? Ahora sólo hago eso a veces, muy pocas veces, movido por la urgencia. Algo parecido al impulso que me lleva irrefrenablemente a contar algo en Twitter. El impulso twittero, que siento desde noviembre de 2010, de dar la noticia, de ser el primero en enlazarla, en comentarla, en ofrecerla y entonces, cuando veo algo que me llama la atención y me veo, casi, obligado a trasmitirlo pues, sin pensarlo dos veces, le doy al naranja de Publicar, a la pestaña trasparente de Twit o al botón azul de Compartir. Y ya. Ahí está. Hecho. Ni me planteo lo de la carpeta Borrador. ¿Es un estado de ánimo? Puede ser. ¿es el calado de la información? No necesariamente porque a veces, muchas, demasiadas, escribo de tonterías o noticias sin importancia. Es como el resorte que me lleva a opinar. A veces es un mecanismo de indignación, que me hace responder como si fuera apelado y otras, es solo fascinación al conocer o leer o ver una noticia o enlace o foto o canción que me guste. Me acaba de pasar con una noticia del periódico Público: "Chacón pide desactivar sus plataformas de apoyo en internet". Se me ocurre una reflexión y hala. Allá voy. A por ellos. A saco. A la carga. Al ataque. A por todas. A morir. A tontas y a locas. A más, a más. A cuchillo. A sangre y fuego.
Estoy escuchando la canción "Trilateral Comission as dinner guests" del disco "Old Money" de Omar Rodríguez López, no viene al caso pero el solo de saxofón me estaba dejando sin ánimo de seguir viviendo. La canción se cierra con unos platillos étnicos que te hacen recuperar consciencia de la importancia de sentirte cómodo en los bioritmos.
Tengo trabajo pendiente. Debería estar haciendo ese trabajo y no divagando en el blog. Acabo de pensar en dejar esta entrada en Borrador. Mal asunto. Iba a escribir una entrada sobre tener entradas (odio la palabra post) en Borrador. De hecho, tengo en Borrador la entrada que escribí sobre tener más de 25 entradas en Borrador que han sido escritas en las dos últimas y dubitativas semanas. Releyendo el último párrafo me entran ganas de ser yo mismo el que me ponga en Borrador. Tengo entradas desde abril de 2011 y desde antes. Y al releer que odio la palabra post entre paréntesis, me he dado cuenta de que también odio la palabra entradas, porque me hace pensar en las de mi frente pero nada de esto viene al caso y me hace perder el hilo, si es que tenía alguno.
Que no.
No soy de hilo.
Tengo trabajo pendiente. Es madrugada de lunes y lo último que debería importarme es Carmen Chacón y las noticias que den en el periódico sobre ella y sus acólitos. El caso es que después de estar sobre cualquier tema, acaba por parecerme tan ajeno a mí que lo dejo en Borrador. Eso ya lo he contado, ¿no? Escribir entradas, oh, mi frente despejada, o posts, que me hacen pensar en el cartero, o en el servicio de correos, sobre el hecho de escribir las propias entradas o posts es todavía más absurdo que el hecho de que yo opine sobre Sergio Dalma, cosa que hizo que se abriera la veda de temas de todo pelaje y tipo en este blog que lleva mi nombre. En los meses anteriores, me concentraba en escritores y cosas relacionadas con la Literatura. Así, en plan mayúsculo. Sergio Dalma hizo que me sintiera libre de opinar de cualquier cosa. ¿Gracias Sergio Dalma? No, no gracias, estaba mucho mejor con Coetzee.
Tengo trabajo pendiente. Tengo una pila de libros por leer, dos pilas realmente que están encima de la mesa y el uso de pila no es figurado. Tengo el cenicero encima de una de ellas, iba a decir algunos de los títulos pero no me apetece. Tengo que devolver varios libros de la Biblioteca, no sé el plazo pero creo que debe estar a punto de pasarse. Tengo que volver a echarle un vistazo a los que ya me leí, fue hace una semana y ya es como si se me hubieran olvidado por completo. Tengo que tomar algunas notas. Tengo que terminarme el libro de Magris, para devolverlo que no está en ninguna de las dos pilas, por cierto, y anda deslocalizado, y me parece un poco insoportable pero no he pasado de las primeras cinco páginas, "El Danubio" y lo he intentado tres veces, puede que cuatro, aunque noto que no he hecho lo suficiente como lector, que no me he esforzado nada y según escribo esto pienso en escribir sobre si los lectores deberían esforzado por leer o no, seguramente, no, así lo siento, pero en este caso, no es lo mismo, no me lo aplico y lo escogí porque nunca había leído nada de ese autor. Tengo un sistema para elegir libros de autores que no conoces en la Biblioteca y es según estén de gastados los bordes de la portada. Tengo una entrada en Borrador sobre mi sistema de elegir libros en la Bibliotecas pero me quedo cursi y por eso, sigue ahí, en Borrador. Tengo un dolor de espalda que me está dando ganas de meterme en la cama y dejar esta silla desde la que escribo. Tengo trabajo pendiente. Tengo, exactamente, dieciseis páginas abiertas en internet en este preciso momento: una, de este blog, claro, otra con Google, tres de Youtube (una con un canal con toda la discografía de The Strokes en version 8 bit; otra de un video de Queens of Stone Age "Sick, sick, sick" y la otra la de inicio de mi usuario), tres blogs musicales, una página de un grupo y la noticia del periódico Público que quería comentar de Carmen Chacón. Tengo sed pero no se que tomarme, quedaba un resto de cafe con leche ya un poco más espeso por la sedimentación y he cometido el error de darle un trago. Tengo media naranja pelada y sin terminar que no me he comido porque no sabía si era de zumo o normal y he pensado en los genes de las naranjas y en sus variedades y en sus nombres cómicos y en cómo se dicen esos nombres, aquí en Granada. Tengo que comer algo porque tengo el estómago vacío pero nada de hambre. Tengo trabajo pendiente y no debería estar escribiendo esto. tengo el título de esta entrada (ya ninguna palabra me parece buena para denominar las actualizaciones del blog) y acabo de pensar en quien será la chica que canta en todos los discos de Omar Rodríguez López. Tengo un poco de dolor de cabeza. Tengo por delante una semana llena de trabajo que me apabulla. Tengo pendientes varias cosas que quiero retomar. Tengo la intención de volver a hacer música con Enrique Octavo, mi grupo. Tengo que limpiar mi canal de Youtube que está lleno de videos horribles. Tengo que cambiar por completo el Myspace y quitar también muchos videos y me acabo de acordar de la antigua maquetacion, la sencilla, de las páginas de grupos de Myspace con su franjita naranja y el espacio para definirse y la frasecita ingeniosa que todos ponían y ahora pienso en que es como si hubieran pasado décadas desde entonces, desde aquella maquetación que a me encantaba y que mantenía en el Myspace de Enrique Octavo hasta hace unos años, porque estoy registrado como usuario desde 2007. Tengo que cambiarle las cuerdas a la guitarra y no estaría mal si la llevo a que me la quinten y me la enderecen un poco. Tengo trabajo pendiente. Tengo que buscar un local de ensayo o algo que se le parezca. Tengo que retomar el diario que empecé hace unas semanas, ya lo tengo olvidadísimo. Tengo que terminar de escribir esta entrada, o como sea, lo de entrada me jode cada vez que lo pongo después del cambio de orientación semántica. Tengo tres euros con veinte en el bolsillo.Tengo ganas de tomarme un café pero está clarísimo que no son horas. Tengo en los auriculares el disco "Solar Gambling" del que dije antes, que era de At the drive in y The Mars Volta, y me he oído casi sin darme cuenta y mientras escribía esto dos discos, en el de "Old Money" hay un título de una canción que me encanta y es un poco largo: I Like Rockefellers' First Two Albums, but after thar… .y sin querer ahí va el enlace de Spotify. Tengo que hacer unas llamadas mañana. Tengo la imprensión de que esta entrada no es ni lo que pensaba, ni lo que quería, ni tiene el menor sentido. Tengo que releermela y lo imagino, el proceso, como una auténtica tortura. Tengo que llevar el coche al mecánico a que le alineen las ruedas y puede costarme un riñón. Tengo que ir al dentista para una intervención en una muela que tengo pendiente y es un foco de infección. Tengo que renovarme el DNI, ¿eso ya lo había dicho?, porque si no, lo había pensado. Tengo que afeitarme, si no mañana, pasado. Tengo tabaco de sobra. Tengo menos páginas abiertas en internet, he cerrado unas cuantas, y me ha impresionado mucho la página oficial de Los Planetas, ¿es así, en serio? Tengo ahora mismo en mis oídos la voz del doblador al castellano de Robert de Niro en el trailer de una película de la que no me he enterado del título, publicidad de Spotify, pero es que con las canciones de Omar tal y cual que duran de media siete minutos, pues te olvidas de lo de la publicidad y mientras escribo esto pienso que solo a veces escucho discos enteros, muy pocas veces me pasa a día de hoy y suele ocurrir que cuando me oigo un disco de pé a pá pues subo el enlace a mi página de fb, en plan, me acabo de escuchar esto entero y me he metido de lleno, ahí va y es curioso que es con grupos que hacen canciones largas, aunque no tiene nada que ver con la publicidad de Spotify, aunque se me ha ocurrido conectarlo, porque eran páginas de grupos en BandCamp donde me he oido el disco entero, concretamente, el último de Scharwz "Espíritus del desierto yo os invoco" y el de Limousine, que no recuerdo el título pero era muy largo y bueno, todo esto es porque he pensado en escribir una entrada sobre la capacidad de abstracción o más bien, su pérdida, con el fragmentado mundo moderno que mete, que nos cuela, un anuncio cada dos canciones pero me ha parecido bastante obvio. Tengo cansancio pero no sueño. Tengo que definir mejor los contenidos de mi blog personal. Tengo una idea, o la acabo de tener más bien, que sería democratizar los contenidos de mi Borrador y presentar los temas sobre los que he dejado una actualización (bonito palabro sin referencias dañinas) a medias y que me digan: Oye, escribeme eso entero que parecía que ibas a decir lo que yo quería escuchar, o leer, más bien. Tengo un cansancio general que no me hace ningún bien al funcionamiento el cerebro y me afecta al discurrir. Tengo trabajo pendiente y he pensado que quizá todo sea una excusa para no trabajar y siempre lo haya sido, una excusa, me obsesiona lo de las excusas y puede que escribir esto, que las entradas en Borrador, que los discos, que el anuncio de Tony cómosellame el de Los 40 Principales que estoy escuchando justo ahora, que todo, no sé, que sean formas de perder el tiempo, de eludir la responsabilidad y he pensado que quizá sea ese un método de vivir a fuerza de eludir, uno se especializa y aprende a perder el tiempo, como si pudiera uno profesionalizarse como perdedor de tiempo, como opinador, como confudidor profesional o como lo que sea. Tengo el firme convencimiento de que esta entrada va a quedar en Borrador. Tengo a Mick Jagger a tope en los auriculares con "Exile in Main St". Tengo todavía abierta la noticia de Carmen Chacón por la que he empezado a escribir esto. Tengo que terminar ya con esto. Tengo la intención o tenía la intención de conectar la noticia de Carme Chacón con lo último que escribí sobre Lori Meyers, ahora estoy pensando en si debería explicar cuando soy irónico y cuando, no, pero si lo explico es porque no he conseguido serlo, ¿no? Tengo el hilo Carme Chacón-Lori Meyers, por imposible que parezca.
Joder. El Pescao ahora, en la publicidad de Spotify, coño. ¿Qué pasa con las discográficas? Les dicen que Spotify es lo que mola y hala, a Spotify, a petarlo de anuncios. ¡Qué absurdo! ¡Los que venden discos se anuncian en el sistema que permite escucharlos gratuitamente! ¿No es absurdo? ¿No son ellos el enemigo? Estoy bailando en la silla con "Shake your hips" y nunca me había gustado esa canción. ¿Nos acostumbraremos a que la publicidad nos interrumpa? A mi me pasa, o me pasaba con las películas de Canal 2 Andalucía, que se emitían sin publicidad antes incluso de que la 1 de TVE quitara los anuncios, que no me dejaban tiempo de ir al baño o a revisar la cena. Me llegue a aconstumbrar a las pausas de publicidad en las películas y la televisión creo que nos impone, como concepto, una televisión fragmentada. No es que sea lo mismo pero bueno, lo que decía antes de escuchar un disco entero y de abstraerte, que era algo que antes vendían las discográficas y con los vinilos más porque requerían o requieren una ceremonia que curiosamente, ahora se recupera entre las minorias melómanas, pero, ¿cambiarán los hábitos o de hecho ya han cambiado? Menuda gilipollez acabo de soltar. He tenido una revelación sobre el hecho de que haya revitalizado mi blog y es culpa del twitter y de que se puedan comentar todo tipo de tonteríias sin importancia porque las tonterías sin importancia son mi especialidad y a pesar de llevar años, sí, años, pensando en llevar un blog y es más un blog personal, aunque no tuviera claro ni el tema ni nada, pero hasta que no he tenido un usuario en twitter y he comprobado que las tonterías sin importancia adquieren gran eco, no me he sentido capacitado para lanzarme con ello. Yo también me he perdido.
Es decir, la importancia de las cosas. La importancia que le damos a las cosas. La importancia que tienen.
Allá por 2005 o 2006 ya barruntaba yo lo de hacerme un blog pero no me inscribí en Blogger hasta junio de 2010 porque no tenía claro qué escribir o para qué actualizarlo. Seguía a Escolar y seguía a su padre Arsenio porque era el director del periódico en el que yo trabajaba y tenía y tiene un blog que se llama Paren las máquinas y que me gustaba mucho por entonces, ahora es menos happy que entonces. Seguía también bastante fascinado a La Petite Claudine y muchos más que no recuerdo, pero hubo una eclosión de blogs por aquella época, poco después de la eclosión de periódicos gratuitos y bueno, yo también quería tener mi blog, pero de qué. ¿Un blog de qué? El ego me decía: sube todas tus noticias del periódico. Las noticias que escribía eran lo bastante vergonzosas como para no atreverme a, encima, reunirlas. Aunque me gustaba la intrahistoria. Cómo las hacía, cómo me peleaba con mi jefe, cómo colaba estupideces en los titulares, cómo me equivocaba. Especialmente, me hubiera gustado recopilar todas las erratas. Tuve alguna que otra bien gorda. Igual lo hago. Lo de recopilar las noticias y demás. Igual, no.
El hilo Lori Meyers-Carme Chacón. Al loro. En la anterior entrada, lo comentaba. Como Lori Meyers demostraban o mostraban como no son tan conocidos como les dicen, o como les acusan, y alegaban como prueba que el público del programa "Tonterías las justas" no se sabía la canción de ellos que habían puesto como sintonía. Como podéis comprobar, es una estupidez de manual, de la que decidí hacerme eco por su valor filosófico y puse el acento en la contradicción de presumir de no ser conocido o no querer serlo, o no serlo como creen que lo eres o no sé.
Tengo trabajo pendiente, ¿qué coño hago relacionando a Lori Meyers con Carmen Chacón?
A ver, Lori Meyers presumen de no ser tan famosos como les dicen que son y Carmen Chacón no quiere que la promocionen como candidata a presidenta del gobierno (que raro suena lo de presidenta, ¿por qué será? ¿hay pocas? ¿la usamos poco?) y el titular de la noticia en Público: "Chacón pide desactivar sus plataformas de apoyo en Internet". No quiere plataformas de apoyo.
En fin, la conexión está clara, ¿no? Unos no son conocidos y lo demuestran, al contrario de lo que querría cualquier grupo de música normal, que querría demostrar justo lo contrario y la otra no quiere que la sigan ni que la apoyen, que es justo lo que quiere cualquier político normal, de los que roban, vaya chiste malo pero es para relajar el nivel filosófico de la cuestión, que pide en los mítines exactamente eso, apoyo, el apoyo de un voto concretamente.
No tiene nada que ver pero hoy he leído una palabra grower. Es un disco de los que te gusta más cuanto más lo escuchas. Que gilipollez de palabra, he pensado.
Tengo trabajo pendiente y ahora escucho a Kevin Ayers y fumo relajadamente. Tengo la impresión de que ya he dicho lo que quería decir, más o menos, lo que se me había ocurrido en un primer momento, que era: Que importante es no ser nadie 2.
Tengo trabajo pendiente y sueño. Tengo que buscarle un título a esta actualización, entrada o post y pienso en llamarla: Sin Titulo. Vamos, el colmo de la originalidad.
Tengo trabajo pendiente y el tiempo que ha trascurrido desde la primera vez que lo deje aquí por escrito hasta ahora mismo es el eco de la palabra pendiente. Tengo que organizarme.
Acabo de descubrir que Kevin Ayers tiene una hija, que tiene un nombre raro: Galen. Tengo una entrada en Borrador sobre padres e hijos artistas, a colación de un vídeo que vi de Edwyn Collins y su hijo Will cantando "In your eyes" en Glasgow y me puse a curiosear en Youtube y descrubrí al hijo de Kenny G, entre otros. Max G, se llama. La misma mata de pelo del padre, por cierto. La tengo en Borrador porque efectivamente se me fue de las manos. Me descubrí a mí mismo en una absurda investigación para una entrada de mi blog, pero bueno, ¿es que no tengo nada mejor que hacer?
Precisamente por eso.
Tengo la garganta seca, cada vez lo del café va siendo menos mala idea a las horas que son, por decirlo así de forma coloquial. Vuelvo al trabajo aunque antes pasaré por la concina para remediar la deshidratación cuanto antes, por supuesto, no pienso releerme esto y no tengo claro lo de publicarla. Acabo de pensar que no me voy a quedar con la última taza de café de ayer, sino que pondré ahora mismo una cafetera. Acabo de cambiar de idea. Creo que también hay café soluble, por si quiero desdecirme otra vez. Igual no debería llamarlos cambios de opinión, a lo mejor hay algo diferente a la opinión, quiero decir, que no es cambiar de opinión sino distintos registros de opinión, formas de opinar, rangos. Un ejemplo. Sergio Makaroff en su facebook el 17 de febrero escribió:
"Autorretratarse y colgarlo en Facebook.
Cuando lo hacen los demás pienso ¡qué chorrada!...
Pero lo hago yo y me parece bien.
Asi va el mundo".
Cuando lo hacen los demás pienso ¡qué chorrada!...
Pero lo hago yo y me parece bien.
Asi va el mundo".
Ahí está la foto en cuestión, de la que se podría analizar el gesto o la expresión de los ojos pero me quedo con el pie de foto más que con la imagen. ¿Qué quiere decir esto?
Estoy escuchando a La Banda Municipal del Polo Norte, concretamente la canción "Todos hemos tenido 20 años". No sé cómo he llegado hasta aquí. Es tremenda la canción. Ahora, oigo a Beth Ditto con "I wrote the book", mucho más inspiradora para seguir escribiendo. "El mundo está lleno de buenas intenciones, El paraíso está lleno de mentiras", dice la letra. Ahora, suena "Jungle" de la Electric Light Orchestra. Necesito un poco de animación o no acabo.
Así va el mundo. Volvamos a ello. No te gusta lo que los demás hacen pero si lo haces tú, no hay problema y el mensaje tiene calado, porque se trata de distintos raseros para medir lo mismo, una autofoto.
La noticia en le periódico Público
"Chacón pide desactivar sus plataformas de apoyo en internet":
http://www.publico.es/espana/369471/chacon-pide-desactivar-sus-plataformas-de-apoyo-en-internet
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