Me he propuesto estar siete días, quizá diez o doce, sin calor artificial.
Me apaño con sol y mantas. No es fácil de acuerdo pero el consumo de luz me lo agradecerá cuando llegue la factura y por otro lado no consigo calentar la casa. Es una derrota. Se enfría como un melón a la orilla del mar, no hay forma de mantener reconcentrado el calor. El problema es la orientación al sol, lo sabemos. Me siento un pequeño burgués de segunda fila o aún peor, de primera, con el radiador gastando a full time. No puede ser. No debe ser. No tengo con que. Es básicamente eso, pero también hay conciencia de clase.
El frio como metáfora de la conciencia de clase. Mantas. La realidad se puede laminar en un número limitado de mantas. A mí me sirve, y bueno, algo hay de penitencia. En las dos primeras semanas de diciembre abusé del radiador. Dormía a su lado. Despertad con el frío enroscado en el cuello como una boa muerta, era demasiado duro. Ya digo, pequeñaburguesía temblorosa. No es eso lo que queremos. Soluciones sostenibles. me apetece comentarlo por aquí. He pensado en una galería. Una galería montable y desmontable para el invierno, en verano fuera, y situarla en donde da el sol durante todo el día, de modo que actúe como un acumulador de calor, como un termo y que, de alguna manera, lo lleve o lo reparta por la casa. No lo tengo muy claro, me mola el concepto galería. Me mola aún más el concepto montable y desmontable según estaciones. Podría ser también un invernadero, claro. Porque hiela y es la muerte súbita para alguna de mis plantas. No es poca cosa la galería y claro, la idea es hacerlo a coste cero, quizá con cañas...No lo sé, es solo una idea sin mucha importancia. La primera semana de invierno sufriendo como un proletario y ahorrando con mantas, con recursos naturales. Sin electricidad. Por supuesto tengo la chimenea. Empecé la desconexión eléctrica el domingo con una gran chimenea. Solo me quedan dos troncos. ¿He hablado alguna vez de los problemas con el humo en el salón? Lo dejo para otro día. Hoy me han dejado en la puerta, una empresa que pone el canalón en la cornisa del techo. 9 euros el metro, me ha parecido barato. Me dejan una octavilla diaria. Tiran los precios. Jardineros, limpiapiscinas, albañiles, carpinteros... Habría que hacer cuentas con lo del canalón. Aprovechar el agua de lluvia es una antigua aspiración. Para riego. Como mínimo para riego. Se podrían intentar más cosas con el agua que el cielo nos regala. Hacer un estanque es uno de mis sueños. Con nenufares. Flipante, ¿o no? En fin, hay mucha tarea de jardinería pendiente. Opté por pasar del huerto del invierno y le ha crecido el pelo. Por suerte no hay mucha mala hierba. El año pasado acabé con ella. Consultar blog. Los tréboles se hielan cuando amanece. A estas horas me obligo a estar en el jardín acumulando vitamina A del sol. Hace frío. La vitamina A no entiende de termómetros. Tres grados. No es poca cosa. Y el viento frío de Sierra Nevada. Que corta. Pero lo cierto es que se está bien. El sol brilla muchísimo. No se me da bien describir. Ese es el problema de todo. Con una foto basta. Ahora la subo en la siguiente entrada. La vitamina A es lo primero. Las vitaminas en general.
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