Uno lee lo que se despacha por la red y siente un pequeño desanimo.
Este blog no es de leer.
O sí, porque las entradas son largas y tal, pero no son.... cómo decirlo....
Eso mismo. No encontrar las palabras, eso es mal. Mal, muy mal porque se trata de eso. De presentar los hallazgos o es lo que hacen muchos. Y tiene lógica para el que te googlee. Esto no es bonico para presentación de uno mismo. Las divagaciones, las búsquedas... Tiene que ver con eso.
Internet como búsqueda permanente.
Y de los dos lados: busco desde aquí, desde el editor y los demás buscan vaya a saber qué desde el navegador. Este proceso comunicativo debería estudiarse por los doctores de la Comunicación: no es exactamente el proceso descrito de siempre, ni siquiera el proceso de los mass media (eso de los mass media era un anglicismo que se oía mucho en mi facultad a finales de los noventa) y el caso es que me parece interesante por dos motivos: condiciona el mensaje y condiciona la recepción.
Es poco de leer.
No son cuentos.
Cada vez que utilizo la expresión "no lo sé" siento que pierdo un lector. Para siempre.
A veces pienso que solo debería escribir poesías.
Poesías. O textos sin sentido. Sin literalidad. Algo amplio e interpretable. Para meterle aire al proceso ese de búsqueda y encontronazo que tiene la red. O la gente que lo lee por otros motivos.
Motivos para leer.
Motivaciones para escribir.
Y una cierta orientación profesional por un lado pero también de calentura espontánea en la divagación: ni siquiera me interesa a mí eso. Compartir dudas e inseguridades no es buena idea. Creo. En muchas ocasiones siento que sí, que es genial darle vueltas, millones de vueltas a cualquier pequeña ocurrencia y dejar el rastro de posibles interpretaciones o conclusiones comunicativas, periodísticas o simplemente de concepción, en general, desde una perspectiva social que cambia y en la que intervienen muchos intereses espúreos. Así es como lo veo. No lo escribo del todo como lo veo, es como si llevara un barreño lleno de agua, un barreño de madera y por las pequeñas juntas mal selladas, se fuera derramando por el camino y para nada. Una gotera continua. Una mala idea.
Esta misma entrada me dan ganas de borrarla entera.
Es como un cántaro vacío: lo que quería decir, que a saber lo que era cuando escribí la primera frase, "Uno lee lo que se despacha por la red y siente un pequeño desánimo" se queda como un itinerante charco, parecido a las migitas de pan de Pulgarcito pero con la diferencia de que el agua se seca y la chupa la tierra. Este blog es como una gotera continua.
Ultimamente pienso en sellar las juntas para siempre. Y darle puerta.
No lo haré, pero conste que lo pienso.
Ya se sabe, pequeños desánimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario