miércoles, 5 de septiembre de 2012

Los futbolistas que cobren solo si ganan

Ya está bien de vivir del cuento.
Se imagina usted que va a trabajar y se pasa la mañana vagando por la oficina desconcentrado y apático, sin hacer practicamente nada y cuando termina el día, le dice a su jefe que no se ha encontrado del todo bien y que no ha tenido buenas sensaciones.
Que no hay sido su día, vaya. Que no ha estado bien. Que no le han salido las cosas.
Sería intolerable, ¿no?

Los futbolistas tienen muchos, demasiados, días así.
En los que no rascan bola, no se pegan más de tres carreras, no defienden, se equivocan y encima ponen cara de pasarlo mal. Oiga, pues no se lleva usted el salario a casa ese día. Si quiere cobrar solo por ponerse la camiseta, pues no. O se le paga lo mismo que al utillero, que seguro que es poco.

El trabajo de los futbolistas es ganar.
Al igual que el trabajo de usted en la oficina es sacar tareas para adelante.
Si no cumple, no va a contar con la condescendencia del jefe. Ni le va a decir: No te preocupes, has tenido un día malo. Hoy no has tenido buenas sensaciones en la oficina, no pasa nada. No estabas suficientemente concentrado, el fútbol es así. Pues no. Seguro que no. Le va a caer un rapapolvos de primera categoría.

Si un futbolista pierde no está cumpliendo con su trabajo.

Puede que en otros deportes lo importante sea meramente participar pero en el fútbol profesional y con los sueldos que se pagan en la Liga española, se deben o deberían exigir resultados. Exigir, sí. Por contrato. Profesionales de la victoria, no basta con intentarlo. No te pagamos para que lo intentes. Cobras para ganar. Con lo que ganas, mejor que ganes. A usted en su oficina no le pagan para que lo intente. Le pagan para que lo haga, el trabajo que sea, pero tiene que quedarse hecho y sino, a la calle. Si no le sale, si no lo consigue, nadie dice: Bueno, pensemos en el próximo partido. Estás obligado a cumplir. Cumplir con lo que se espera. Ganar. Es así de fácil.

La condescendencia nos hace mal a todos.
Y como ejemplo en general para los niños y la sociedad, eso de que haya tanto perdedor millonario es inadmisible en los tiempos que corren.
Perdedores millonarios.
En lugar de ganadores honrados, es lo que hay.
¿Hasta cuándo?

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