Si no lo escribo, exploto.
La mujer del Ministro Wert va a ser contratada como tertuliana de TVE:
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/12/television/1347473887.html
A ver.
¿Por dónde empiezo?
Se llama Edurne Uriarte, aunque yo la llamaré la Werta.
Es la de la foto de abajo.
El tema de La Werta.
¿Por dónde lo cogo?
¡La Alegría de la Werta!
Si me permiten la broma.
Es de esas cosas que se comentan solas.
¿Donde quedó lo de la mújer del César?
¿Lo de que no basta con serlo sino que hay también que parecerlo?
Eso me lo decía mi padre a mí, de pequeño. Ser. Parecer. Eso, eso.
Uno se espera de un gobierno de derechas otro tipo de miramiento.
Otros estándares de decencia. Más a puerta cerrada, más de tapadillo.
Que uno cuenta con el tráfico de influencias. Es para eso, la política.
Le replicaba algo parecido a Santiago Cervera, vía twitter.
Decía, el tal Cervera, disculpando al de Orense que se quejó del sueldo, que en el sector privado se gana más y que si se dedicaban a la política, generalizando, era por la vocación de servicio público.
¡Tururú! Si tuviera vocación de servicio público, no se queja en público y ante un periodista de sus honorarios, no. Claro que no, Cervera. No cuela. Se meten en política para tener el poder que no se tiene en el sector privado. Punto. ¿Qué poder? Pues colocar a tu doña. Por ejemplo. Y en este embolado pintaba poco el Cervera, por más que sea del mismo partido y el tio se quiera a sí mismo, por cierto, ¿está casado? Me pregunto a que se dedicará su santa. Aguantar sus aires de grandeza es un inequívoco síntoma beatífico. Pero al caso: La Werta.
Será por tertulianos, oiga.
Si hay más tertulianos que nacionales.
Si hay más tertualianos que árboles.
Si hay más tertulianos que aficionados al Real Madrid.
Si hay más tertulianos que aire que respirar.
¿No había nadie más disponible para airear sus opiniones de buena mañana?
¡La Werta! Va, venga, un poco de seriedad.
Oiga, ya que estamos. Propongo un formato para Intereconomía.
Especialista en formatos sui generis de debate y opinión a mansalva.
Una tertulia de respectivos.
Las señoras de los ministros.
Los señores de las ministras.
Y buscarle un título resultón: su media naranja política, en casa manda ella, mi ministr@. No sé, el naming se lo dejo a ellos. Pero oiga, ahí hay formato. Hay miga. Al loro Cuquerella y Ariza, tenéis tema. Una tertulia de familiares, mola más que sean directos. Pero sino pues ampliamos el ámbito. Hijos, hermanos, cuñados, primos, vecinos... ¡Qué más da! El caso es que roce el poder. Que les pille medio cerca. Al loro, Intereconómicos, que tenéis ahí una idea de formato que se come al 12 Hombres o Mujeres sin Piedad.
12 señoras o señores de ministros o ministras sin piedad.
Bueno lo del naming, ya digo, es cosa vuestra, que al fin y al cabo, sois los que habéis sacado a la Werta. Que son, en suma, la cantera de la nueva generación de tertulianos que nos espera.
Sois la cantera. Os merecéis algo a cambio. Vamos, creo yo.
La Werta. Volvamos a la buena señora.
Ese momento. Imagineamos. A Wert en pijama y a la Werta en salto de cama.
Digo yo que leyendo sus cosas antes de echarse a dormir.
Jose Ignacio con el Marca y Edurne con el último libro de Isabel San Sebastián.
Y dice: Cariño, ¿sabes que me han llamado para participar en Los Desayunos?
Ah, ¿sí, querida? Y, ¿qué día vas?
No, no, amor, para ir de tertuliana, todos los días.
Apuesto a que el ministro hooligan, como él mismo se definió en su toma de posesión y como se ha ido confirmado en su toma de decisiones, casi se caería de la cama al oír eso.
Pero, cariño...Y, ¿el qué dirán?
No me creo que no tuviera lugar una conversación parecida en la intimidad del matrimonio.
Quizá no fue en pijama y tuvo lugar en un despacho a media mañana.
Pero... No sé. Lo dudarían, ¿no?
O, ¿ni eso?
¿Realmente era necesario que estuviera la Werta en Los Desayunos de TVE?
¿Hay precedentes? ¿De ese tipo de exposición pública del cónyuge de un ministro o ministra?
¿Es sano para la Democracia? ¿Es edificante? ¿Constituye un ejemplo? ¿No les da vergüenza?
Que no.
Que de verdad que no.
Que no es bueno, ni para Mariano, ni le gustaría a Ángela.
Que nada bueno sale de que tu mujer sea tertuliana. Póngase en el caso.
Aún sin estar casado, su novia, en las tertulias, ¿a qué no les gustaría? Pues eso.
No cuestiono, es más los indicó y los subrayo, los méritos de la Werta. La Werta tiene sus méritos para ser tertuliana, más allá de su compañero de cama y vida. Pero oiga, que son seis millones de parados. Que los de derechas tienen o se les presuponen otra decencia. Bueno, la que sea. Pero una decencia. Se supone que presumen de eso. Y por muchos libros publicados o tiros dados, pues no pega. No es de recibo. No es lo suyo. Aparte que no será muy objetiva la buena mujer. Mejor pillar un mariachi que aporta una nota de color y le da algo de ritmillo al plató de María Casado.
Si yo estuviera casado con Wert, y me cuesta pensarlo aunque solo sea unos segundos, pero allá voy. Glups, trago saliva y empiezo de nuevo. Si yo estuviera casado con Wert, repito, pues sin dudarlo le diría que no. No, Wertcitito mío. Que no acepto. Que, ¿qué necesidad? Que ¡qué vergüenza! Que ¡qué follón! Y le repetíría lo que mi padre me repetía muchas veces lo de serlo y parecerlo. Que no solo hay que ser bueno, sino también parecerlo. Pues eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario