jueves, 18 de octubre de 2012

Gato de tres patas

 














 





 
 
Me he encontrado un gatito de tres patas en el jardín.
No sé cómo interpretarlo.
Es un bebé.
Tiene un hermano. El hermano es una bolilla siamesa, con manchas negras en la cara y por ahora muy redondo.
El cojo es enano. Es gracioso en lugar de trágico. No es muy rápido pero huye cuando te escucha. Hace un rato estaba en una esquina y sin darse cuenta ha ido avanzando hacia mí hasta que me he movido y ha salido corriendo. No sé que le habrá pasado en la pata. Algo le ha pasado. A lo mejor ha nacido así. Están muy asentados en mi patio. Deben tener días. Me siento mal por no ponerles leche. Pero... Reconozco que la primera sensaación al ver al gato cojo ha sido chungeta. Porque anda chungeta. No le hapillado el vicio al asunto. Y cuando apoya la pezuña única delantera, le falta la pata derecha, pues parece como si le hiciera daño. También te digo nada más verlo pensé: Este va a ser un sherriff en el barrio como se apañe con tres patas. Los va a poner a todos los otros gatos bien rectos. Hay gatos en el barrio. Hace años yo criticaba a la gente que les da de comer. En general viven de las basuras. A partir de las ocho y media o nueve los ves merodeando los cubos. Recogen a las diez y media. En ese rato, comen. Y se llevan reproduciendo varias décadas. Me sorprende tanto gato blanco. El hermano del cojo es un osito. Muy gracioso. Muy asustadizo también. EL caso es que no sé si el gato de tres patas está también ciego. Se le ve jodidillo. Son salvajes. Por supuesto no puedo tocarles. Se escapan. Para tocarlos tendría que cazarlos. No es mi idea. Me gusta que estén por ahí. Joden los setos, las plantas, llenan de pelo la ropa si la tienden y está a su alcance para rozarse, en fin, son unos pequeños cabrones. Yo confio en que me tengan limpios de ratas y ratones casa y alrededores. El cojo cazará poco el pobre. ¿Le pongo leche? ¿No es acomodarlos desde pequeños? La madre de vez en cuando ronda por ahí pero va muy a su aire. Intuyo que pasa del cojo. Pero no sé.
Por otro lado mis dos gatitos blancos siguen aquí. Ya están criados. Sigo sin saber si son macho o hembra o hermanos o mellizos o qué. He pensado que quizá los minis blancos nuevos son hijos de alguno de los blancos con la otra gata. La otra gata es blanca y negra y es de cola peluda. Tiene muy mala leche y me llevo bastante mal con ella. Bufa y no es nada simpática. En general odio los gatos porque se comen el seto con sus saltos y sus pasadizos pero en fin, veo que el gato bebé de tres patas me va a comer el corazón sin remedio.

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