Ayer me decía un amigo: Fijate, en los vídeos de Youtube, siendo del mismo artista o grupo, tienen más visitas los vídeos de caidas, que se tropieza el cantante en el escenario o algo así, que los propios vídeos oficiales de las canciones, los videoclips o lo que sea. Fíjate en eso.
Pues sí. Joder, lleva razón.
¿Qué quiere decir esto? ¿Que los seguidores de los artistas o los solistas o los grupos de música quieren sangre? Sangre y punto. Huesos rotos como mínimo. Pues no. Creo que no, creo o quiero pensar que es el efecto de la anécdota, de lo inesperado. Son lo atípico, los momentos anecdóticos, puntuales, diferentes, simpáticos quizá, cómicos para los que el dolor ajeno les resulte simpático. El tropiezo no está en el setilist, es la novedad.
Pero dejando a un lado la relación amor/odio de los fans y los ídolos, y si no hablamos de música, ni de artistas, ni de caídas en escenarios; en Youtube hay muchísimo material de atropellos, accidentes más o menos graves, caídas más o menos cómicas y desgracias en general más o menos anecdoticas o simpáticas, según el ojo del que mire. ¿Cómo explicar esto? ¿A todo el mundo le hace gracia un tropiezo? ¿Es por lo inesperado? ¿Cómo se entiende que a nivel universal interese ver como alguien patina sobre una piel de plátano? Las viejas bromas nunca fallan.
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