jueves, 11 de octubre de 2012
Lo que se tarda en hacer una crítica
De casualidad pillé en la radio del coche el final de una entrevista o mitad entrevista mitad coloquio con alguien que no sé quien era en el programa de cine de Radio 3, presentado por Javier Tolentino.
Me pasa a menudo lo de enganchar en la radio fragmentos de conversación que me interesan y se quedan ahí en el aire. El caso es... No sé que película presentaba el invitado pero lo que estaba comentando era el trabajo de los críticos. Decía el supuesto cineasta que se tarda mucho en hacer una película, una tarea que lleva años, primero con el guión, los actores, la construcción de la historía, la búsqueda de financión, el rodaje, el montaje, la postproducción y etc etc... Años. Años de trabajo duro y penuría. Y quizá después, si consigue superar el primer fin de semana en la cartelera, con el milagro que eso supone, pues se acaba por cuadrar los números del negocio. El tiempo que se tarda en completar el proceso de llevar a cabo una película, convertirla en realidad, decia el señor profesional entrevistado por Tolentino, y lo poco que se tarda en cargársela. El entrevistado hablaba en horas. ¿Cuánto se tarda en hacer una crítica? ¿En horas? Ver el material. Una hora. Dos horas. Y escribir sobre ello. ¿Una hora? ¿Dos horas? Un trabajo de años despachado en un par de horas, en una tarde como mucho. ¿Es justo? Se lo preguntaba el invitado al Séptimo Vicio. Tolentino se quedó callado y el buen señor desarrolló su teoría sobre la crítica feroz y destructiva. Lo que se tarda en hacer una crítica versus sobre lo que se tarda en hacer aquello que se está criticando. ¿Habría que tenerlo en cuenta? Me lo pregunto yo. ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de hacer una crítica? Se confunden las crónicas con las críticas. ¿Se premia el derroche de bilis en detrimento de la exposición de argumentos sólidos y sobre todo, venido al caso, cinematográficos? ¿Falñta contenido referencial en las críticas? ¿Serían intragables e inleibles con más contenido referencial ya sea cine, música, teatro o danza? ¿Se puede informar a través de una crítica y, debe ser esa la vocación del crítico, esencialmente informativa? ¿Es preferible no andarse con paños calientes y llamar al pan, pan y al vino, vino y si es bodrio, escribir bodrio y si es sinsentido, escribir sinsentido o mejor matizar y dar simplemente apuntes del argumento o del género o de si entretiene o aburre, que es lo que se supone que en último caso, busca saber el lector? ¿Entretiene o aburre? ¿No se cae en el riesgo de querer que las propias críticas sean divertidas y entretegan y no aburran? ¿No se entra entonces en un terreno puramente creativo que redimensiona el trabajo del crítico?
En fin, en Radio 3 simplemente se quejaron de que se liquidaban muchas películas con cuatro frases crueles y punto. Sin más. Con los años que se invertían en dar a luz a la criatura y en tres vistazos, está descartada para sobrevivir ahí afuera, en el mundo real, en la cartelera o en cualquier otro entorno despiadado y salvaje. En fin, voy a por tabaco ahora vuelvo. Lo fundamental ya está dicho por otro lado. El resto lo ponéis vosotros. Haced vuestra propia crítica del asunto. Se tarde lo que se tarde.
Aquí el enlace al blog de Tolentino y su programa: http://blog.rtve.es/septimovicio/
No había visto su foto hasta hoy.
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